domingo, 29 de septiembre de 2013

Ciudad del Vaticano: El papa dice que sin Dios todo se reduce a una sola dimensión: el tener


El papa dice que sin Dios todo se reduce a una sola dimensión: el tener
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El papa dice que sin Dios todo se reduce a una sola dimensión: el tener
(EFE) – Hace 1 minuto. 
Ciudad de Vaticano, 29 sep (EFE).- El papa Francisco advirtió hoy del peligro que supone olvidar a Dios porque "la vida, el mundo, todo lo demás, pierden consistencia, no cuentan ya y todo se reduce a una sola dimensión: el tener".
El papa argentino presidió una misa en la Plaza de San Pedro con catequistas de todo el mundo que han cumplido un peregrinaje a Roma con ocasión del Año de la Fe.
Durante la homilía, y ante unos 40.000 fieles y peregrinos, el pontífice lamentó que "la pérdida de la memoria de Dios" pueda desembocar en que "todo se reduzca al yo, a mi bienestar".
A los catequistas les pidió que "custodien y alimenten la memoria de Dios" porque "el catequista es precisamente un cristiano que pone esta memoria al servicio de la Anunciación".
Poco después, y antes de rezar el Angelus, saludó, además de a los catequistas, al patriarca greco-ortodoxo de Antioquía y de todo Oriente Youjanna X y a los peregrinos venidos de Asís a caballo, así como a los miembros del Club Alpino Italiano en el 150º Aniversario de su inauguración.
En lengua española, el papa también envió un "saludo con afecto a los peregrinos de Nicaragua, recordando a los pastores y fieles de esa querida nación que celebran con alegría el centenario de la fundación canónica de la provincia eclesiástica".
Finalizó el obispo de Roma recordando con "alegría" el hecho de que el sábado fuera proclamado en Croacia el beato Miroslav Bulesic, sacerdote diocesano muerto mártir en 1947.
Por último, el papa recorrió la Plaza de San Pedro con el Papamóvil abierto para saludar y bendecir a los miles de fieles que allí se dieron cita y, entre aplausos y aclamaciones, le entregaban a sus bebés para que fuera bendecidos.

Francisco: “Si el dinero se vuelven el centro de la vida, los hombres nos perdemos”

Lo dijo durante el Ángelus ante una plaza de San Pedro colmada. También les envió un mensaje a los catequistas.


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Si las cosas, el dinero, lo mundano se convierten en el centro de la vida, nos aferran, se apoderan de nosotros, perdemos nuestra propia identidad como hombres”, aseguró el papa Francisco durante su homilía dominical ante una plaza de San Pedro repleta ante la que luego dio el Ángelus en el que pidió a los catequistas “Custodiar y alimentar la memoria de Dios”.
“Pero intentemos preguntarnos: ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo es posible que los hombres, tal vez también nosotros, caigamos en el peligro de encerrarnos, de poner nuestra seguridad en las cosas, que al final nos roban el rostro, nuestro rostro humano? Esto sucede cuando perdemos la memoria de Dios. Si falta la memoria de Dios, todo queda comprimido en el yo, en mi bienestar”
       El Papa habló directamente a los catequistas, advirtiéndoles del riesgo de “apoltronarse en la comodidad” y en “la mundanidad” de la vida. Esto sucede “cuando perdemos la memoria de Dios”.
El catequista es el que “custodia y alimenta la memoria de Dios, como la Virgen María que, ante la obra maravillosa de Dios en su vida, no piensa en el honor, el prestigio, la riqueza, no se cierra en sí misma”.
Una vez concluida la misa con los catequistas, el Papa Francisco rezó el ángelus con los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
En esta ocasión, al saludar al Patriarca greco ortodoxo de Antioquía y de todo el Oriente el Obispo de Roma invitó a rezar, una vez más, por la paz en Siria y en Oriente Medio.
También saludó en nuestro idioma a un grupo de peregrinos nicaragüenses y recordó la beatificación que tuvo lugar ayer en Croacia del sacerdote mártir Miroslav Bulešić.
Fuente: Radio Vaticana.

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TN Buenos Aires

El Papa a los catequistas en el Año de la Fe: Custodiar y alimentar la memoria de Dios



(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 El Santo Padre Francisco presidió esta mañana en la plaza de san Pedro, ante decenas de miles de fieles y peregrinos, la Santa Misa en ocasión de la Jornada de los catequistas, que llegaron en peregrinación a la Tumba de Pedro para el Año de la Fe. Una oportunidad también para recordar el 20º aniversario de la publicación del catecismo de la Iglesia Católica. El Papa, en una vibrante homilía, habló directamente a los catequistas, advirtiéndoles del riesgo de “apoltronarse en la comodidad” y en “la mundanidad” de la vida. Esto sucede “cuando perdemos la memoria de Dios”. Y el catequista es el que “custodia y alimenta la memoria de Dios, como la Virgen María que, ante la obra maravillosa de Dios en su vida, no piensa en el honor, el prestigio, la riqueza, no se cierra en sí misma”. Y así es para todo cristiano, ha afirmado el Santo Padre: “la fe contiene precisamente la memoria de la historia de Dios con nosotros, la memoria del encuentro con Dios, que crea y salva, que nos transforma” y el catequista es precisamente “un cristiano que pone esta memoria al servicio del anuncio; no para exhibirse, no para hablar de sí mismo, sino para hablar de Dios, de su amor y su fidelidad”.

(ER RV)


Texto completo de la homilía del Santo Padre Francisco:

1. «¡Ay de los que se fían de Sión,... acostados en lechos de marfil!» (Am 6,1.4); comen, beben, cantan, se divierten y no se preocupan por los problemas de los demás.

Son duras estas palabras del profeta Amós, pero nos advierten de un peligro que todos corremos. ¿Qué es lo que denuncia este mensajero de Dios, lo que pone ante los ojos de sus contemporáneos y también ante los nuestros hoy? El riesgo de apoltronarse, de la comodidad, de la mundanidad en la vida y en el corazón, de concentrarnos en nuestro bienestar. Es la misma experiencia del rico del Evangelio, vestido con ropas lujosas y banqueteando cada día en abundancia; esto era importante para él. ¿Y el pobre que estaba a su puerta y no tenía para comer? No era asunto suyo, no tenía que ver con él. Si las cosas, el dinero, lo mundano se convierten en el centro de la vida, nos aferran, se apoderan de nosotros, perdemos nuestra propia identidad como hombres: miren bien, el rico del Evangelio no tiene nombre, es simplemente «un rico». Las cosas, lo que posee, son su rostro, no tiene otro.

Pero intentemos preguntarnos: ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo es posible que los hombres, tal vez también nosotros, caigamos en el peligro de encerrarnos, de poner nuestra seguridad en las cosas, que al final nos roban el rostro, nuestro rostro humano? Esto sucede cuando perdemos la memoria de Dios. "Ay de los que se fían de Sión", decía el profeta. Si falta la memoria de Dios, todo queda comprimido en el yo, en mi bienestar. La vida, el mundo, los demás, pierden consistencia, ya no cuentan nada, todo se reduce a una sola dimensión: el tener. Si perdemos la memoria de Dios, también nosotros perdemos la consistencia, también nosotros nos vaciamos, perdemos nuestro rostro como el rico del Evangelio. Quien corre en pos de la nada, él mismo se convierte en nada, dice otro gran profeta, Jeremías (Cf. Jr 2,5). Estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, no a imagen y semejanza de de las cosas, de los ídolos.

2. Entonces, mirándoles a ustedes, me pregunto: ¿Quién es el catequista? Es el que custodia y alimenta la memoria de Dios; la custodia en sí mismo y sabe despertarla en los demás. Qué bello es esto: hacer memoria de Dios, como la Virgen María que, ante la obra maravillosa de Dios en su vida, no piensa en el honor, el prestigio, la riqueza, no se cierra en sí misma. Por el contrario, tras recibir el anuncio del Ángel y haber concebido al Hijo de Dios, ¿qué es lo que hace? Se pone en camino, va donde su anciana pariente Isabel, también ella encinta, para ayudarla; y al encontrarse con ella, su primer gesto es hacer memoria del obrar de Dios, de la fidelidad de Dios en su vida, en la historia de su pueblo, en nuestra historia: «Proclama mi alma la grandeza del Señor... porque ha mirado la humillación de su esclava... su misericordia llega a sus fieles de generación en generación» (Cf. Lc 1,46.48.50). María tiene memoria de Dios.

En este cántico de María está también la memoria de su historia personal, la historia de Dios con ella, su propia experiencia de fe. Y así es para cada uno de nosotros, para todo cristiano: la fe contiene precisamente la memoria de la historia de Dios con nosotros, la memoria del encuentro con Dios, que es el primero en moverse, que crea y salva, que nos transforma; la fe es memoria de su Palabra que inflama el corazón, de sus obras de salvación con las que nos da la vida, nos purifica, nos cura, nos alimenta. El catequista es precisamente un cristiano que pone esta memoria al servicio del anuncio; no para exhibirse, no para hablar de sí mismo, sino para hablar de Dios, de su amor y su fidelidad. Hablar y transmitir todo aquello que Dios ha revelado. La doctrina en su totalidad. Sin quitar ni agregar.

San Pablo recomienda a su discípulo y colaborador Timoteo sobre todo una cosa: Acuérdate, acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, a quien anuncio y por el que sufro (Cf. 2 Tm 2,8-9). Pero el Apóstol puede decir esto porque él es el primero en acordarse de Cristo, que lo llamó cuando era un perseguidor de los cristianos, lo conquistó y transformó con su gracia.

El catequista, pues, es un cristiano que lleva consigo la memoria de Dios, se deja guiar por la memoria de Dios en toda su vida, y la sabe despertar en el corazón de los otros. Esto requiere esfuerzo. Compromete toda la vida. El mismo Catecismo, ¿qué es sino memoria de Dios, memoria de su actuar en la historia, de su haberse hecho cercano a nosotros en Cristo, presente en su Palabra, en los sacramentos, en su Iglesia, en su amor? Queridos catequistas, les pregunto: ¿Somos nosotros memoria de Dios? ¿Somos verdaderamente como centinelas que despiertan en los demás la memoria de Dios, que inflama el corazón?

3. «¡Ay de los que se fían de Sión!», dice el profeta. ¿Qué camino se ha de seguir para no ser «superficiales», como los que ponen su confianza en sí mismos y en las cosas, sino hombres y mujeres de la memoria de Dios? En la segunda Lectura, san Pablo, dirigiéndose de nuevo a Timoteo, da algunas indicaciones que pueden marcar también el camino del catequista, nuestro camino: Tender a la justicia, a la piedad, a la fe, a la caridad, a la paciencia, a la mansedumbre (Cf. 1 Tm 6,11).

El catequista es un hombre de la memoria de Dios si tiene una relación constante y vital con él y con el prójimo; si es hombre de fe, que se fía verdaderamente de Dios y pone en él su seguridad; si es hombre de caridad, de amor, que ve a todos como hermanos; si es hombre de «hypomoné», de paciencia y de perseverancia, que sabe hacer frente a las dificultades, las pruebas y los fracasos, con serenidad y esperanza en el Señor; si es hombre amable, capaz de comprensión y misericordia.

Pidamos al Señor que todos seamos hombres y mujeres que custodian y alimentan la memoria de Dios en la propia vida y la saben despertar en el corazón de los demás. Amén.
(María Fernanda Bernasconi – RV).RADIO VATICANO
Radio Vaticano

Todos los gustos y todas las desgracias



REFLEXIÓN DOMINICAL
jesuita Guillermo Ortiz
(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 La lengua seca y ácida quema como un fuego peor que una resaca. Después del desenfrenado darse todos los gustos en vida, mi extrema sed pide una gota de agua. Y el que tiene esa gota medicinal descansa feliz del otro lado del abismo, después de haber sufrido en vida todas las desgracias. Mi cuerpo entero se estremece en un eterno estertor por el síndrome de abstinencia. Y yo que pensaba que no existía Dios, ni el infierno -dice el rico Epulón-. Yo mismo he creado este muro que me separa de la felicidad y de la vida y en mi cuerpo y alma taladra el gusano con el que yo mismo me infecte. Dios nunca me condenó. Soy yo mismo el que me condene.

Todos los gustos y todas las desgracias tienen su consecuencia. Jesús mismo relató el destino final de dos vidas hechas por caminos distintos. El rico Epulón y Lázaro murieron, pero uno se había dado todos los gustos, mientras que el otro había sufrido todas las desgracias.

Él mismo contó que el rico en el infierno pedía que Lázaro le mojara la punta de su lengua para aliviarle el terrible tormento.

Como pasa también hoy aquí a la vuelta de la esquina, el rico banquetea y al frente un pordiosero espera una migaja. Al final, los muros de la casa cerrada en sí misma al hermano, se convierten en un abismo. Se repite ayer y hoy aquí y allá. Nos pasa a vos y a mí con el insaciable apetito de la naturaleza caprichosa y egoísta que quiere darse todos los gustos. Tenemos hoy delante vos y yo los dos caminos. ¿Que vida eliges, que vida elijo?, ¿La de la libertad del amor generoso que comparte todo? o ¿la del egoísmo caprichoso y mezquino, que hace sufrir a los demás?

Jesús habló también del buen samaritano, que tiene compasión del herido y comparte con él todo lo que puede.

Hoy todavía estoy a tiempo, ¡sí! ¡Todavía estoy a tiempo! Si puedo escuchar el siguiente evangelio, quiere decir que Jesús me da la oportunidad de ordenar mi vida con él como centro. Porque él sí ofrece la vida plena que vos y yo buscamos con tanto apetito; un gozo que dura, una fiesta sin fin, esa que no termina, el encuentro con Jesús vivo.

El rico Epulón pide que un muerto revivido prevenga a sus hermanos del infierno. Nosotros ya tenemos un resucitado. Es Jesucristo mismo el que hoy en su evangelio me previene. Hoy lo tengo frente a mí en el misterio eucarístico.

Pido a Jesús que la escucha de su Evangelio me purifique del empacho de mala vida, de la resaca de venenos existenciales como es la tristeza, el desánimo, la desesperanza que minan mi interior; como el síndrome de abstinencia, ese gusano que te come vivo, después de no haberte privado de nada, de haberme dado todos los gustos. Aunque sea como meterse los dedos en la garganta para vomitar el mal, lo malo, quiero vaciarme de lo que me daña y daña a los demás. De lo que me embriaga por un rato, pero que me envenena la vida dentro del alma. Jesús quiero llenarme del pan del cielo y del agua pura de tu corazón para purificarme del mal y llenarme de tu vida buena. Y compartir tu vida plena con los otros, especialmente con los que sufren más.

Evangelio: Lucas 16, 19-31

Dijo Jesús: “Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas. El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado. En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó: "Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan". "Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí". El rico contestó: "Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la cada de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento". Abraham respondió: Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen". "No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán". Pero Abraham respondió: "Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán".”

RADIO VATICANO
Radio Vaticano
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

11 comentarios:

  1. DIJO EL PAPA FRANCISCO; "SI EL DINERO SE VUELVO EL CENTRO DE LA VIDA, LOS HOMBRES NOS PERDEMOS", CUANDO EL DINERO YA ES EL CENTRO DE LA VIDA, MUY ESPECIALMENTE EN EL VATICANO DONDE ES EL UNICO Y VERDADERO DIOS QUE ES ADORADO POR TODA LA IGLESIA CATOLICA APOSTOLICA Y ROMANA, PRUEBA DE ELLO SU FABULOSA FORTUNA "ECONOMICA", A LA CUAL ADORAN Y POR LA CUAL VIVEN, SIGNO INEQUIVOCO DE QUE LOS HOMBRES QUE SIGUEN A ESTA IGLESIA YAAAAAAAAAAAA ESTAN ¡¡¡¡¡ PERDIDOS !!!!!.



    copernic66

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  2. Y LOS DUENOS DE LA BOLSA DE PARIS, NO GUSTAN DEL DINERITO, Y LOS DE LA BOLSA SUIZA TAMPOCO, Y LA BOLSA DE NWE YORK , Y LA BOLSA DE PEKIN, UY OTROS , OSEA QUE LOS UNICOS IDOLATRAS SON LOS CREYENTES, ACASO USTED ESTA EN LA CALELE DE SAN LAZARO EN PARIS, PIDIENDO EN LA CALLE...PARECE QUE SU PERSONA NO SUFRE DE EESA ENFERMEDAD QUE ES CONTAGIOSA...HAYQUE MIRAR PARA DENTRO TAMBIEN , Y SI NO SEREMOS COMO CMPANAN QUE RESUENAN, Y LA GENTE SE RIE D ELAS MENTIRAS DE LOS ATEOS TAMBIEN ...ANONIMO.

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  3. Francisco: “Si el dinero se vuelven el centro de la vida, los hombres nos perdemos”



    Lo dijo durante el Ángelus ante una plaza de San Pedro colmada. También les envió un mensaje a los catequistas.
    anonimo

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  4. TODOS LOS ADORADORES DEL DIOS DON DINERO, ENTRE ELLOS INCLUIDOS EN PRIMERA FILA LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA CATOLICA APOSTOLICA Y ROMANA, CON LA SALVEDAD DE QUE LOS OTROS ORGANISMOS NO NIEGAN QUE SU DIOS SEA DON DINERO Y LA IGLESIA SI DICE QUE TIENE UN DIOS INVISIBLE QUE NECESITA MUCHO DINERO PARA SUS IGLESIAS , QUE POR CIERTO ESTAN PERDIENDO SU VALOR COMERCIAL PUES MUCHAS ESTAN CERRADAS Y EN QUIEBRA TOTAL, EN VENTA POR NADA Y MENOS.



    EL PECADO DE LOS CREYENTES ES QUE FANFARRONEAN DE ADORAR A UN DIOS INEXISTENTE, CUANDO EN REALIDAD A QUIEN ADORAN ES AL DIOS DE TODOS "DON DINERO" Y QUE SIN SER MEJORES QUE NADIE SE QUIEREN HACER PASAR POR SANTOS, BEATOS Y OTRAS YERBAS , LO QUE INDIGNA ES SU "FALSEDAD" Y SU PRETENDIDA

    BUENA FE, CUANDO EN REALIDAD TODO ES LA REACCION PSICOLOGICA NORMAL DE MIRAR A TRAVES DEL CRISTAL DEL GEOCENTRISMO Y POR LO TANTO TENER SUS FALLOS NATURALES DE SENTIRSE EL CENTRO DEL UNIVERSO SIN PERCATARSE DE LA REALIDAD QUE NOS CONVIERTE EN INSIGNIFICANTES PARTES DEL TODO, PERSISTIENDO EN SUS ABSURDAS TEORIAS DE GRANDEZA, ELEVADA A LA MAXIMA POTENCIA PRETENDIENDO LA SANTIDAD JUNTO A SU INEXISTENTE DIOS Y ESO SOLAMENTE PARA LA ETERNIDAD, AMEN.



    copernic66

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  5. josé prudencio silva marcano7:55 p. m., septiembre 29, 2013

    LOS PERMANETES ACTOS DE AVARICIA, GULA Y PEDOFILIA HAN HECHO QUE LA MASCARADA DE LAS IGLESIAS, RELIGIONES Y DIOSES SE CAIGAN POCO A POCO. ASI COMO LOS IMPERIOS SE CAEN, TAMBIEN ESA ESTAFA DENOMINADA RELIGION E IGLESIAS SE CAEN. AHORA TRATAN DE RECOGER LOS PEDAZOS EN QUE HAN CONVERTIDO A ESA PERVERSION . LA IGNORANCIA SE RETRAE Y LAS CONCIENCIA HUMANA SE CRECE, PORESO LAS RELIGIONES Y LOS IMPERIOS ASESINOS COMPLICES SE DEBILITAN.

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  6. SobraN LOS EJEMLOS DE LAS COSAS COSAS: CREYENTES QUE TODO LO CIFRAN EN TENER, Y ATEOS QUE TODO LO C IFRAN EN SER.

    Esa frase no resiste el cotejo con la realidad..
    Y no me pongan a decir que los ateos solo les interesa el tener, y que a los creyentes también. LO REPITO: TANTO EN CREYENTES COMO EN ATEOS, HAY QUIENES CIFRAN TODO EN TENER, Y LOS HAY QUE CIFRAN TODO EN SER.

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  7. ENTONCES HAY DE TODO COMO EN BOTICA, O SEA , QUE LOS CREYENTES NO SOMOS PROPIETARIOS DEL MAL.. TONY.

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  8. MUY ACERTADO, PERO LOS ATEOS NO OYEN POR ES LADO, TONY.

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  9. CREIA QUE ERA DE ALGUN CHUECO ACADEMICO!!! PERO ES DE LA SABIDURIA DEL GRAN POETA MACHADO, GRACIAS. ANONIMO.

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  10. MUCHAS GRACIAS, Y NO HAY TITULO PARA MI , HOY? ANONIMO. PARECE QUE ENO ESTA INSPIRADO, O LAS MUSAS ESTAN EN EL OLIMPO.

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  11. ... del gran poeta español Antonio Machado:

    «¿Tu verdad? No, la Verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela».

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