domingo, 8 de octubre de 2017

La Historia del Amor Cruel : Capítulo CCCXIII .- Olzagon y Mónica descansan, pero José Llanos no puede conciliar el sueño pensando en ella.....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; Mónica Ronceros conversaba como familiar del  paciente Olzagon, y le informó a él; que conoció a un médico, cuando ella fue a tomar una taza de café a la cafetería del Hospital; ya Olzagon supo de esta reunión(los enfermeros le informaron) y le pareció muy bien, y fue  él; quien le sugirió que selle su amistad con el médico, es más le insinuó salir a buscarlo.....



Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen la consistencia del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derecho de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Mónica Ronceros, quien había empezado enamorarse de Olzagon; se encontraba en una disyuntiva sin una salida razonable a su corazón, por que ella no sentía ningún afecto por el médico José Llanos, y como Olzagon le había sugerido que busque un teléfono y lo llame; fue cuando ella reaccionó y dijo:
--- Olzagon, como mujer no llego a entender tu magno desprendimiento en rechazar el amor limpio y desinteresado que te ofrezco;  y me envías a los brazos de alguien,  que apenas conozco y no siento ningún afecto por él; pero si tanto quieres que lo busque no  lo haré, yo no voy a entregarme; si algo quiere ese señor, tiene que ser él, quien me busque a mi...
Mónica, haciendo tripas  corazón, pensó un poco y agregó:
--- Yo te amo a ti; mi corazón ya decidió por ti, por que eres el hombre que me hizo feliz; no me interesa tu explicación que no tengas definido que piensas hacer, para mi vale el presente, por que tu eres mi guía, tu eres sendero que pienso elegir en el trayecto de mi vida; y de buenas a primeras conozco a un hombre, quien es médico y me vaya con él;  esa actitud no es de una mujer decente, soy honesta, la naturaleza me dio algunos dotes, pero no pienso hacer negocio con mi cuerpo; si trabajando honestamente se puede vivir muy bien...
Mónica, hizo una nueva pausa y añadió:
--- Olzagon, vamos hacer una cosa, yo no puedo rogarte a ti que me ames, pero si te daré gusto, yo invité al médico a almorzar al Restaurante; será un motivo de comprobar si él, siente algo por mi persona, él tiene que ir, y si nunca aparece quiere decir que allí terminó todo, y no tengo ningún compromiso ni cargo de conciencia, pero mientras tanto jamás lo llamaré antes...
Y finalmente, Mónica, dijo:
--- Muy bien señor paciente, ahora vas a descansar y dormir, para tu rápida recuperación; yo te haré guardia sentada en la silla, y tal vez a media noche o en la madrugada arrimaré mi cuerpo a tus pies y así amanecemos; mientras tanto  tengo que estar pendiente de los sueros y sedantes que están conectados a tu cuerpo, quiero que amanezcas lleno de energía y salud.
Olzagon, quien aún seguía aferrado a la mano derecha de Mónica, le contestó:
--- Mónica, eres una chica tan generosa y digna como la mejor mujer; creo que te equivocaste de profesión, por que siendo enfermera serías la estrella de este Hospital, gracias por ser tan noble conmigo; eres mi ángel de la guarda; nadie vino  por mi, pero que puedo pedir, si la dueña de mi antigua pensión aún está hospitalizada como yo y la nueva dueña de la otra pensión apenas la conozco, tenías que ser tu mi protectora...
Mónica, muy emocionada y sollozando y con un intento de taparle la boca al paciente, con suave delicadeza le puso la mano izquierda en la boca y le dijo:
--- Por favor, cállate Olzagon, yo solo estoy haciendo una acción de agradecimiento a alguien a quien lo amo, y el amor se demuestra en las buenas y las malas; creo que ahora es el momento más feliz de mi vida compartir mi existencia con un joven que piensa como hombre maduro y que está lleno de virtudes; pues no me equivoqué esta noche seré tu enfermera, y por favor duerme, ya no hables, me conmueves  y mi corazón estará muy destrozado, repito es tiempo de dormir; Dime que si...
Olzagon, en efecto sintió la anestesia dichosa del abrigo de Mónica y le vino el sueño y apenas le contestó así:
--- Gracias Mónica, me llegó un manto divino y me envolvió adormeciéndome en un dichoso sueño, adiós...
Rápidamente, el paciente Olzagon se quedó dormido y lo hizo tan profundamente que comenzó a roncar, algo que le pareció maravillosamente a Mónica;  que de verdad hacía las veces de "enfermera" y que efectivamente estaba haciendo las veces de su familiar, apartó la mano de Olzagon de su mano derecha, se paró se acercó hasta su cara y le dio un beso en sus labios abiertos que roncaban plácidamente; luego se sentó sobre la silla y recién sintió frío, como su vestido era algo como una minifalda el frío se colaba por todo su cuerpo.
Pero, ese frío iba a desaparecer; por que los enfermeros del Tópico, ellos conociendo el medio ambiente, fueron al depósito de ropa y sacaron una frazada de lana reservada únicamente para los médicos de guardia, eligieron la nueva, y se dirigieron a la sala de recuperación del paciente Olzagon, al entrar y encontrarla sentada casi tiritando de frío y uno de ellos le dijo:
--- Señorita Mónica, aquí le traemos una frazada de lana, para que se abrigue y pase la noche llevadera junto a su paciente; lamentablemente en este Hospital no hay cama adicional, pero si estamos nosotros para ayudarla, le deseamos una dichosa noche; estaremos haciendo la guardia, si no nos equivocamos a las 02:00 de la madrugada cambiaremos los sueros y calmantes al paciente, usted puede descansar en completa tranquilidad.
Mónica, un poco avergonzada por que estando sentada  y con la falda corta exhibía todo su cuerpo, se tapó con la cartera y recibió con sumo placer la frazada, agradeciendo así:
--- Muchas gracias jóvenes, no saben lo feliz que me siento con esta frazada, será una ayuda contra el frío de la noche; realmente ustedes si son verdaderos enfermeros se preocupan de los pacientes y de  los acompañantes, muchas gracias nuevamente...
El enfermero parlanchín le contestó:
--- A usted las gracias por su exquisito café, no se donde sacaron tanta delicia, que estuvo dotado de muchas calorías en la tarde que estaba muy fría, que descanse hasta mas tarde.
Los jóvenes enfermeros salieron de  la sala y se fueron al Tópico, la joven acompañante se paró y se envolvió con la frazada con aroma a ropa nueva y envuelta como un fardo de cabeza a pies, se sentó y se arrimó con su cabeza a un costado que daba a la pared y allí se cobijó, seguramente después de algunos minutos se quedó dormida..
En esas mismas horas, pero en un lugar muy lejano del Hospital, en una elegante casa del Galeno José Llanos; en su dormitorio él; trataba de dormir y no conciliaba el sueño, el frustrado dormidor en su cama se daba la vuelta a la izquierda.se cansaba e esa posesión y se daba la vuelta a la derecha y nada de sueño, en su imaginación no podía dejar de ver  las exuberantes piernas de la joven mujer que conoció en la cafetería.
Entonces, el médico Llanos, tomó una decisión en contra de su voluntad, por el insomnio  se levantó de la cama, fue hasta la sala y buscó en su bar, allí tenía muchos licores que él nunca bebía; pero esta noche si deseaba un trago, era el sedante que necesitaba para su cuerpo, sacó una botella de Whisky, que días antes unos amigos colegas abrieron esa botella, la destapó, cogió un vaso  y sirvió cerca de la mitad, luego cerró la botella la colocó en su sitio, con el vaso en mano fue hasta la cocina y se acercó a la refrigeradora abrió la nevera y retiró unos trozos de hielo, los echó a su vaso, lo levantó hizo el saludo a un supuesto acompañante, acercó a su boca abrió los labios y bebió un buen trago que pasó raspando la garganta y no pudo esquivar el frío del sabor del licor que le produjo tos, tan intensa que casi suelta el vaso al piso, si  pudo ponerlo sobre la mesa.
Pero, la tos se intensificó y como buen médico entendió que su diafragma había sido afectada; la condujo a hacer ejercicios bucales indicados para estos casos...,,
Continuaremos..........
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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