domingo, 24 de junio de 2018

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo CDLVIII.- Emilio Segundo; sorprendido por la repentina visita de Inés Chinchay, entendió que ella quería entregarse a él..........

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de la Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Inés Chinchay tenía una obsesión: entregarse al bandolero Emilio Segundo, como en el camino ella se encontró con un agricultor, quien le informó que Emilio Segundo y Rebeca "Bocona" estuvieron encerradas casi toda la tarde solos en la casa del bandolero; sin pérdida de tiempo ella fue a la casa de Rebeca, y ella le confirmó que efectivamente compartió el almuerzo con Emilio Segundo en su casa, y que él, se encontraba sólo; esa noticia fue lo que quería escuchar Inés Chinchay, quien se fue a esa casa, aún siendo un poco más de las 19:00 horas del día, era oscura la noche, que felizmente fue iluminada por la Luna llena, pero al llegar a una hoyada profunda, donde no llegaba la luz lunar, al avanzar a tientas tocó el anca de una bestia........que le causó terror...

Aquí en la imagen observamos una típica casa en laComunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Inés Chinchay, avanzaba a tientas en la hoyada profunda, allí no llegaban los rayos lunares(Luna llena), y casi ciega por la oscuridad, al estirar el brazo izquierdo hacia adelante, justo rozó con algo ancho de cuerpo y pelo asentado, era el anca de un caballo viejo que vagaba por caminos y pampas, sin conocer quien era el dueño.
Inés retrocedió con pánico y dando un grito de espanto:
--- Ayyy Dios mio ¿Qué fue eso?
El equino levantó la cabeza, por que estaba bebiendo agua, algo inusual que lo hacía en la noche oscura, y avanzó unos pasos hacia adelante y como había hierbas, comenzó a mordisquear como un agradable y sabroso forraje que era fresco y lleno de energía, sin importarle mucho quien le tocó el anca...
Inés Chinchay, se había quedado paralizada de espanto,  por que no veía nada, pero cuando sintió los pasos del cuadrúpedo, se tranquilizó y de nuevo emprendió la caminata muy lentamente y arrió al caballo viejo para lograr espacio en el sendero estrecho y cruzar la hoyada, pues ambos lo hicieron caballo y persona, ya al otro lado de nuevo había la luz lunar.
Inés Chinchay, esta vez palmeó el lomo del caballo y mentalmente le agradeció por haberla acompañado cruzar la peligrosa hoyada; aunque con tremendo susto al inicio, y el caballo como si hubiese entendido los pensamientos de su compañera, caminó hacia un costado, en pretexto de seguir mordisqueando pasto, dejando libre el sendero para que camine su ocasional pasajera.
Inés Chinchay, siguió caminando cuesta arriba abandonando al equino, hasta llegar a la parte llana del terreno y al llegar al lugar, siguió caminando por una larga ladera y después de hacerlo y al llegar a un cruce de caminos, tomó la derecha cuesta abajo por un corto trecho y llegó al cerco que protegía la casa de Emilio Segundo.
Inés Chinchay, estando en la puerta grande que daba acceso al patio de la casa, observó hasta el fondo y había luz, era una lámpara de mechón a kerosene; era la mejor noticia de su viaje, suponiendo que Emilio Segundo estaba en pie, él no había acostado y desde allí llamó:
--- Buenas noches Emilio Segundo, por favor abre la puerta...
El bandolero Emilio Segundo, totalmente sorprendido al escuchar su nombre  con voz femenina y temiendo un ataque sorpresivo, rápidamente cogió sus chavetas, y además cogió un puñal que era su arma preferida y estando armado, le contestó:
--- ¿Quién es usted? No puedo abrir la puerta a gente desconocida, por favor váyase, por que no me acercaré a la puerta grande, nunca recibo a gente después de la "Hora de la Oración(18:00 horas)"..
Pero, Inés Chinchay, se envalentó, sabiendo que tenía al hombre de sus sueños obsesivos al alcance de sus manos, le replicó:
--- Soy tu amiga Inés Chinchay, yo vivo en la loma, y como se me hizo tarde, te pido Emilio Segundo, me brindes una posada(alojamiento) en tu casa por esta noche, hasta que amanezca y te juro que me iré a primeras horas; tu sabes mi casa está muy lejos, y puedo ser violada por gentes desconocidas.
Emilio Segundo al escuchar: "violada", se removió todo su cuerpo como un sentimiento de culpa, por recordar que él, lo hizo así a Florinda Campos, pero aún así, nadie garantizaba que sea Inés Chinchay y respondió:
--- Señorita Inés Chinchay, no estoy seguro que sea usted; quien lo sabe, si sea una trampa de contrarios(enemigos) que tengo muchos en la loma de su casa...
Pero, Inés Chinchay no daba su brazo a torcer y  volvió a interrumpir y le replicó:
--- Emilio Segundo, estoy totalmente sola, tu digo una muestra de mi cuerpo, para que sepas que soy yo; tengo un lunar grande  debajo de la oreja izquierda, que tu una vez lo viste y te burlaste, pues casi nadie lo sabe...
Emilio Segundo, por fin entendió que efectivamente la mujer que estaba delante de la puerta grande, era Inés Chinchay, y causó gracia y sonriendo le contestó:
--- A ya ... eres "la lunareja : Mañosa hasta vieja", tal como dice el refrán; aun que la palabra "mañosa" significa otra cosa, en este momento voy a abrir la puerta...
Emilio Segundo que había permanecido sentado sobre el poyo de su casa, con la lámpara en la mano, se puso de pie y con esa iluminación avanzó hacia la puerta grande del patio, al llegar efectivamente estaba allí Inés Chinchay sola y la saludó así:
--- Buenas noches Inés, nunca me imaginé recibir tu visita a estas horas de la noche, por favor agarra la lámpara para poder retirar la tranca de la puerta.
Inés, sintió que todo su cuerpo se envolvía en un halo de deseos sexuales(ella eran virgen), que le impidió contestar con soltura el saludo de su hombre que ya lo tenía al alcance de sus manos y que tanto lo había deseado, y solo le dijo:
--- Buenas noches amigo Emilio, será un honor descansar en tu casa; como vez siempre hay una primera vez y cuando se quiere no importa el tiempo ni las horas que pasan y se llega...
Emilio Segundo, a él si le gustaba Inés Chinchay, por que además de lunareja, ella tenía buenas caderas(glúteos abultados), que cuando caminaba levantaban ligeramente el vestido por lo menos se observaba un desliz de la ropa que llevaba puesta desde la caderas hacia abajo, pero también le llamó la atención la expresión..."..y cuando se quiere no importa el tiempo ni las horas que pasan y se llega..".
Al abrir la puerta, Emilio Segundo le extendió la mano derecha en señal de saludo a su flamante inquilina, pero ella, dejó en un costado sobre un poste de madera la lámpara y se lanzó a abrazarlo, el anfitrión nuevamente totalmente sorprendido, sólo atinó a corresponder el efusivo abrazo y lo hizo con fuerza y allí sintió y captó que el cuerpo de Inés temblaba, pero no de miedo hacia él, sino que hervía de deseos y aprovechando el abrazo, él bajó a propósito el brazo derecho hasta la cintura apretando más el cuerpo de la recién llegada y le dijo:
--- Inés, cuanto tiempo he deseado darte un abrazo, pero tu siempre me esquivabas cuando nos íbamos a encontrar frente a frente como transeúntes, te cambiadas del sendero dejándome solo, que amoroso este abrazo que estoy recibiendo estos instantes.
Inés, no hablaba, estaba sumida en sus deseos de ser poseída, y deseaba apurar el motivo de su visita esa casa, pero intentó contestar y le dijo:
--- Emilio Segundo, tu alocas a las mujeres, no se que cosas tienes, pero todas te deseamos, y si alguna vez no te di la mano, fue por respeto y algo de miedo, tu sabes lo que la gente piensa de tu persona, yo no quiero repetirlo, pero yo si te considero un muchacho atractivo y me gustas...
Emilio Segundo, al escuchar.."me gustas.." como reacción de macho mujeriego levantó el cuerpo de Inés chinchay por la cintura y marcada en sus brazos la llevó en vilo hacia la casa.se olvidó de cerrar la puerta y dejaron lámpara ardiendo en aquel lugar......
Continuaremos...............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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