domingo, 21 de julio de 2019

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DXIV.- Azael y sus compinches, aceptando la derrota y con frustración total, inician el retorno a Matalacas a pie....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Azael y tres de sus compinches esperaban el regreso de Marcelo y Mauricio, quienes fueron en búsqueda de las acémilas que se fueron desde el día anterior, al principio si detectaron los rastros, pero después los perdieron y ante lugares desconocidos; los rastreadores decidieron retroceder sin encontrar las acémilas, justamente Azael aceptando su derrota por azares del infortunio; él esperaba las acémilas para regresar a Matalacas, pero cosas del destino las acémilas viéndose libres de los jinetes, sin aperos y malcomidas enrumbaron a Matalacas de modo propio, pero los frustrados viajeros no lo sabían....

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Luego del amanecer del día siguiente; Azael y tres de sus compinches esperaban el regreso de Marcelo y Mauricio con las acémilas para montarlas y retornar a Matalacas, por que fueron presas del infortunio, según así lo pensaban ellos; pero en realidad ellos fueron presas fáciles de los huestes satánicos "quienes juegan" a  su libre albedrío, sin que tampoco Azael lo haya detectado, el mal ya estaba hecho y hay que decidir en seguir o retroceder, se eligió el retorno a casa.
Aproximadamente, a las 10:00 horas de la mañana, regresaron Marcelo y Mauricio totalmente agotados con sueño, hambre y dolidos por el fracaso de no poder ubicar a las acémilas, ellos fueron recibidos por Azael fríamente y hasta con rabia por verlos llegar sin nada; pero él rápidamente reaccionó su mala conducta y con buenos modales, después de saludarlos, les preguntó:
--- Muchachos : ¿Dónde están las acémilas?
Marcelo, lugarteniente de Azael, le respondió:
--- Jefe, no pudimos identificar el lugar donde se metieron las bestias(acémilas), caminamos por largos trechos, pero perdimos el rastro; solo en un ramal que subía una cuesta arriba había rastros que se fueron por allí, pero no estábamos seguros si eran los de las nuestras o de otros viajeros; además esa cuesta arriba era un camino en dirección a Matalacas..(justo ese fue el sendero que tomaron las acémilas de retorno a Matalacas)..
Al mismo tiempo, casi interrumpiendo intervino Mauricio, quien dijo:
--- Jefe Azael, hemos sido víctimas de los espíritus de el más allá...
Azael al escuchar esa expresión soltó una tremenda carcajada, de las conjeturas de Mauricio y lo repitió así:
--- "Espíritus de el más allá .. jajajajajajajajajaja...
Y siguió riéndose con más fuerza, que contagió a Ciro, quien también se rió a carcajadas imitando a su jefe, que parecía que sufrió un ataque de risa....
Marcelo y Mauricio, paralizados por la burla de su jefe Azael, no atinaban a decir nada; salvo que recién se dieron cuenta con asombro que la choza ya no existía, todo era escombros de cenizas y de nuevo habló Marcelo, así:
--- Jefe, no entiendo por que se ríe tanto de lo que dijo Mauricio, eso es cierto y tengo pruebas; pero dejemos de conjeturas y diga la verdad: ¿Por qué quemó la choza, allí estaban mis aperos, bolsicos y mi poncho de lana de vicuña...?
Azael, dejó de reírse y ya muy serio y tal vez muy colérico, le respondió:
--- Marcelo, me estás enfureciendo:¿Cómo crees que yo incendié la choza? Son cosas del infortunio, se prendió fuego en la madrugada, mientras dormíamos afuera; pero se acabó el descanso en este momento regresamos a Matalacas...
Todos los restantes en semblante frágil, por que no habían comida nada ayer  y hoy, con sed, hicieron esfuerzos recogiendo lo poco que se salvó del incendio y se alistaron a partir...
Entonces, Azael recapacitó y bajando el tono de la voz, les dijo:
--- Muchachos, disculpen mi ira; tal vez la desesperación me hizo actuar así, ustedes no son culpables de nada, son cosas del destino que yo los metí en una jornada para ir a Socchabamba; ya teníamos conocimiento de lo poderoso que es ese "Sánchez", que según pregonan tiene un "Pacto con el Diablo", misteriosamente nos han sucedido cosas que nunca antes pasaron entre nosotros, pero lo importante que contamos con lo más preciado: La vida...
Con estas palabras alentadoras y de disculpas, animó a los demás individuos, quienes se dispusieron a regresar a Matalacas con las manos vacías, así suceden los hechos en una vida precaria y de peligro constante de delincuentes; a veces se gana y otras veces se pierde todo lo ganado...y con muertes...pero esta vez no hubo ninguna..
Cuando, Azael y los cinco compinches se disponían a partir rumbo a Matalacas, ya era casi el medio día; agotados y hambrientos estaban obligados a caminar en esas condiciones; uno de ellos Felipe, se apartó para hacer sus necesidades fisiológicas en el campo y al llegar al escondite orinó y cuando estiró la mano para agarrar una piedra para limpiarse el trasero, pudo notar que a unos metros hacia arriba había un bulto con apariencia humana tumbado sobre el suelo.
El sorprendido individuo, rápidamente se limpió el trasero con una piedra, se paró y se aproximó hacia donde estaba el bulto, al llegar casi se cae de espaldas, al observar que era una bolsa largo llena de huesos, era un esqueleto metido dentro de la bolsa, que parecía una mortaja, y al acercarse la cabeza ya siendo sólo un cráneo desnudo, pero la forma era de la viuda que los atendió el día de ayer, por curiosidad manoseó la bolsa, para identificar si tenía el vestido negro; vaya que allí estaba el cadáver  o mejor dicho el esqueleto con el vestido exactamente como lo tuvo ayer.
Felipe, se quedó paralizado del espanto que sufrió y sintió que su cuerpo se quería desmayar y perdió el habla(la voz), solo retrocedió dando traspiés y llegó donde estaban los demás y empujando a Ciro, le señaló el lugar donde estuvo él, pero como no hablaba, Ciro no le dio importancia, pero si lo vio Marcelo, quien dijo:
--- Tranquilos todos, Felipe ha sido asustado por fantasmas, tratemos de ayudarlo.....
Azael, rápidamente reaccionó y mirando a Felipe casi desmayándose, lo abrazó y le hizo que descanse su cabeza sobre su hombro, trató de tenerlo así por un tiempo hasta que reaccione el asustado hombre, quien venía a ser otra víctima de los huestes satánicos.
Felipe, poco a poco se recuperó, recobrando el habla(la voz) y se desprendió del abrazo y dirigió al jefe Azael, le dijo:
--- Jefe no lo va a creer, sucede que estaba orinando y al agarrar una piedra para limpiarme, vi cerca a mi, un bulto y era el esqueleto de la señora que nos atendió ayer en la choza, que no se salvó del incendio....
Azael, esta vez ya no era incrédulo y aceptando la verdad de lo que escucharon sus oídos con la versión de Felipe; él optó por apurar el viaje, por que tenían que salir de ese lugar, que era un desierto sin nada de vida ni agua, les dijo:
--- Muchachos, nos vamos en este momento, seguro que la viuda quiere quedarse con uno de nosotros, pues no le dejemos disfrutar de ese macabro gusto.. vámonos.....
Pero, El Sol, alumbraba con más fuerza y caminar a pie provocaba sed y cansancio; el calor era abrazador y ningún árbol para guarecerse, a paso lento los bandoleros retornaban a casa....
Por otra parte, las acémilas que nunca las encontraron, retornaron a Matalacas y ya están en manos de sus dueños, todos ellos estaban desconcertados, por que sus animales llegaron sin aperos, tampoco frenos(riendas), tan solo con la soga que siempre la tuvieron cuando estaban en los potreros; los vecinos y sobretodo los dueños; se pusieron de acuerdo en llevarlas al pasto y esconderlas, para esperar a Azael y pedirle explicaciones por haber robado a sus propias hermanos de la comarca....
Pero, Azael y sus compinches tiene sus propios problemas y aún están muy lejos a una distancia de día y medio de camino a Matalacas, ellos seguían caminando lentamente con hambre y sed, hasta que llegaron a una enorme pampa, pero no tenía árboles, pero si notaron que al pie se notaba un pequeño bosque, los bandoleros recuperaron las fuerzas corporales y casi corriendo fueron en dirección al terreno del bosque y llegaron muy agotados y con suerte había abundante agua, todos se tiraron hasta la corriente de agua y bebieron tal como lo hacen los animales, después de saciar su sed, se levantaron y Azael, les dijo:
--- Muchachos, aún estamos muy lejos de Matalacas, aprovechemos los árboles y las hojas secas y descansemos hasta el anochecer y caminaremos toda la noche, ya el camino es familiar, estamos desandando lo caminado..............
Continuaremos..................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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