lunes, 16 de septiembre de 2019

HERENCIA ANCENTRAL : CHICHA DE JORA : Conoce la historia y tradición del ‘Néctar de los Incas’

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la chicha de jora, una bebida fermentada del maíz, es quizás el licor artesanal más delicioso que se heredó de la culturas pre colombinas, siendo la bebida indispensable de la alta nobleza incaica, usada en ceremonias de veneración a los dioses.
Aún es usual en la comarca campesina de Lambayeque, beber chicha de jora, donde el bebedor acude a un chicherío, pide una jarra de chicha y comparte con algunos amigos, y la dueña le invita un piqueo de caballa en seviche para que siga consumiendo la chicha.
Hasta hace unos 40 años atrás cuando uno era invitado a un cumpleaños en Lambayeque, se le servía jarras de barro llenas de chicha y  potos de calabaza listos para servir, había que hacer la ceremonia de inicio de la comelona, bebiendo un poto de chicha.
En Monsefú, se elabora la chicha de siete sabores con sabor a frutas, allí en los cumpleaños, la dueña de casa al momento de iniciar la ceremonia de la fiesta, usualmente de cumpleaños, o bodas de matrimonio, bautizos;  retaba al invitado a bailar marinera, donde ella llevaba una jarra de chicha sobre la cabeza, el desafío era que al son de baile ella suelte la jarra, pero como era tan ágil, nunca se cumplía ese reto y terminaba la pieza musical con la jarra de chicha sobre su cabeza, pero como usted perdió, el castigo era beber un poto lleno de chicha.
Si usted, nunca ha bebido chicha de jora, que es una delicia, y lo hace por primera vez;  tenga cuidado en beber poco a poco, nunca beba potos llenos, por que se embriagará muy rápido y no lo sentirá, si está sentado siempre levante el cuerpo y camine por que de lo contrario nunca más de levantará se permaneció sentado, es una bebida dichosa que emborracha sin sentir... 

https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/declaran-patrimonio-cultural-de-la-nacion-la-picanteria-y-la-resolucion-vice-ministerial-no-156-2015-vmpcic-mc-1313018-1/

Aquí en la imagen observamos que nuestros antepasados de la costa norte preparando chicha de jora, que hoy es una de las bebidas  fermentadas artesanales más difundidas en América.
PERÚ FOLKLÓRICO.


Aquí en la imagen observamos una jarra de chicha que se sirvió en un poto(cojudito) con suele llamarse en Piura, es un clarito listo para beber.
Imagen de : Foros Perú.

Aquí en la imagen observamos una jarra de chicha de jora que ya se sirvió en el cojudito(pote), junto a un mate de seco de cabrito con arroz y frejoles, un delicioso almuerzo típico de Piura.
https://www.facebook.com/piuranisimo/posts/la-chicha-de-jora-se-toma-en-jarra-de-barro-y-poto-de-calabazala-chicha-de-jora-/1756788197922525/
De PIURA.
La Chicha de Jora se toma en Jarra de Barro y Poto de Calabaza.
La chicha de jora es una bebida tradicional consumida por los sectores medios y populares en la mayoría de regiones del Perú, es una bebida alcohólica obtenida de la fermentación de la materia azucarada contenida en el mosto de la malta de maíz. Por intermedio de la fermentación se activa la micro flora láctica nativa la cuál es responsable de la fermentación láctica y/ o malolactica. Las bacterias lácticas son útiles como prebiótico por sus beneficios terapéuticos y nutricionales.
La Chicha de Jora, se sirve en Jarras de Barro en la mayoría de las comunidades del norte del Perú, y como recipiente para tomarla se usa el llamado Poto, vasija hecha de la fruta de calabaza que crece en los bosques secos de la región Piura.
Pero esta tradición lamentablemente se está perdiendo, y el uso de la jarra de barro está pasando al olvido, las chicheras de hoy prefieren servir el delicioso néctar de los Incas en baldes o jarras de plástico, y en el peor de los casos como vasija para tomar un vaso de plástico o vidrio, perdiéndose así todo el encanto de tomar la rica Chicha de Jora que se debe servir y tomar en Jarra de Barro y Poto de Calabaza.
Potos son los envases grandes y cojuditos son los más pequeños.

Fte: Chulucanas noticias.



Potos y cojuditos


Asi llaman los piuranos a estas vasijas hechas de la cubierta de la Calabaza.
Potos son los envases grandes y cojuditos son los más pequeños.
Al poto en el Perú, o para ser mas exactos en el Norte del Perú, yaa bueno, sólo en el extraño departamento de Piura... o no era así, como sea, el caso es que se le asocia con toda razón a la chicha, a las chicheras y al sabor de Piura.
Al hablar de un poto en Piura, generalmente hablamos de calabazas, recias y huecas que bien pulidas sirven para tomar la tradicional chicha de jora piurana.
Catacaos - Piura
Peru

https://www.flickr.com/photos/marcosg/3775367197
flickr.

Poto o mate / Por Juan José Vega 

Mate es el nombre genérico de todos los frutos de la lagenaria, endurecidos que según formas y lugares reciben diversos nombres: el más divulgado es poto. Esta es la definición de Juan de Arona, quien agrega que es "el vaso de los pobres".
Pero la palabra se presta para jugar con ella en un doble sentido, como vemos en un fragmento de Cumanana, ubicado por Federico Villarreal en 1921 y que cantan las muchachas como diversión: "échame un poto de china moy, / echámelo pronto que ya me voy". Moy es una palabra de la región que equivale a "de lo que sea". También conocemos un cantar recogido por Rubén Vargas Ugarte, que editó varias obras durante el siglo XX, entre ellas una Antología de versos populares: "Me dicen que en Calicuy, / venden la chicha barata, / un poto por medio real / y la chichera de yapa". Etc.
Muchos tonderos se caracterizan por sus letras picantes, seleccionamos uno que se relaciona con nuestro tema: "En tu tierra la chicha / se toma en vaso. / En la mía se toma en poto / que tal si hacemos un cambiazo / yo te doy el vaso / y tú me das el poto". Abelardo Gamarra, en su obra "La ciudad de los pelagatos", recoge otro tondero: "Las muchachas de estos tiempos, / son igual a las de Ocote, / al que grita más fuerte / le alcanzan primero el poto"; etc. Por su parte Manuel Beingolea describe la fiesta conmemorativa de la Feria de Otuzco en su cuento "15 de Diciembre" comentando que a los presentes se ofrecía "un poto de jora".
Por su lado, Oswaldo Reinoso llama "Pota" a una de las protagonistas de su obra novelística. La palabra mencionada ha dado lugar también a algunas frases como caer de poto , es decir caer sentado; poto dorado le dicen a la secretaria "favorita" de algún alto empresario o "burócrata dorado". "Potos sucios" es el nombre de una chichería conocida en Catacaos. La chicha en poto , frase oída en Piura, en el sentido de que debe estar cada cosa en su lugar. Poto bendito le dicen a las mujeres que están con curas o sacerdotes, leemos esto en el libro "Erasmo" en el cual colaboraron José Mattos Mar y Erasmo Carbajal.
Volviendo al tema de los nombres existe también el "cojudito" que es un matecito pequeño y redondo que flota en las grandes pailas u otros depósitos de chicha y servía para llenar los vasos y probar bien el contenido. Al respecto, de este matecito, en la Enciclopedia ilustrada del Perú, de Alberto Tauro del Pino, está registrado como " Potito mate pequeño de forma globular pero achatada. Se le emplea para extraer la chicha del porongo y escanciarla o invitarla, pues su capacidad suele equivaler a la de un vaso común; para que los brujos depositen las sustancias empleadas en sus artificios; o para los juegos infantiles. También se le llama cojudito".
Estamos seguros que Alfredo Bryce, que acaba de ganar el premio Planeta, merecidamente, usa también este peruanismo en algún momento de sus antiguos cuentos teñidos de una elegante procacidad; asimismo, Manuel Scorza, Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Ribey-ro, Pepe Bravo A. Y otros. La palabra poto que ha traspasado las fronteras del Perú y llegado hasta Bolivia y Chile, tiene muchos sinónimos en el habla popular como: rabo, trasero, culo, potaje, sieso (Piura), totorrete, ocoti (Arequipa), potaje, hortencio, popó, pompis, cucú, chico, batán, ojete, orto, etc.


(*) jjvegab@hotmail.com

http://revistaindependientes.com/el-oro-liquido-de-los-incas/
 El oro líquido de los incas

https://lahora.pe/aniversario-de-piura-conoce-la-historia-y-tradicion-del-nectar-de-los-incas-rv/?fbclid=IwAR1PPHoXS6oBax33g46Y822LCDkfq-NcsawVHEdxr0DZFf2WJYXyq37Sd_k
La Chicha de Jora es un símbolo de amistad y compañerismo. Sin embargo ¿Conoces la historia detrás de este sagrado néctar?.
Una de las bebidas preferidas de los pobladores de Catacaos y Piura. La Chicha de Jora, guarda una interesante historia llena de tradición y costumbres.



Historia
Según la leyenda, esta tradicional bebida hecha de maíz fue creada casualmente durante el gobierno del inca Túpac Yupanqui. Una fuerte lluvia deterioro los silos que almacenaban el maíz cosechado, originando que los granos se fermenten y originen una malta que fue desechada. Un día, un indígena hambriento encontró en la basura la bebida desechada, consumiéndola completamente y quedando embriagado. Tiempo después de ese origen humilde, la chicha de jora se convirtió en la principal bebida de la nobleza inca, utilizándose en importantes ceremonias religiosas en honor a las wacas (lugares sagrados) y apus (dioses incas).
Tras la llegada de los españoles, el inca Atahualpa le ofrece al sacerdote dominico Vicente de Valverde un kero (vaso) de oro con chicha de jora. La bebida fue arrojada por el europeo pensando que el inca quería envenenarlo, cuando este acto es una tradición incaica para iniciar una conversación.
En la actualidad Hoy en día la chicha de jora mantiene su condición de bebida ceremonial en la sierra peruana, para servirse durante las festividades en honor a los incas como el Inti Raymi. El delicioso licor de maíz también es usado para preparar platos típicos como el seco de cordero y adobo arequipeño, potenciando su sabor. En Chiclayo, se usa en la maceración de la carne del cabrito, para la preparación del: Seco de cabrito una delicia de la culinaria peruana.
En el norte, como Piura, los paisanos consumen esta deliciosa bebida acompañando sus platos favoritos, convirtiéndose en un símbolo de amistad y unión ya que es tomada en compañía de amigos y familia.


 PREPARACIÓN ARTESANAL 
Ingredientes:
– 1 kg de maíz de jora.
– ½ kg de azúcar Rubia.
– ½ tapa de chancaca.
– 3 litros agua.

Preparación:
– Remoje la jora en agua tibia por media hora. Luego cambie el agua y deje remojar por media hora más.
– Cuele el maíz de jora y póngala a hervir en tres litros de agua a fuego lento durante ocho horas removiendo constantemente.
– Cuando entre en ebullición no se debe permitir que el maíz de jora se reduzca, por lo que se debe agregar agua tibia para mantener el nivel.
– Agregue el azúcar y la chancaca hasta que se disuelva y espere que la bebida se enfríe.
– Coloque la chicha en vasijas de barro y protéjala con tamices tipo colador por donde filtre aire.
– Deje la chicha en reposo por ocho días, terminando el plazo retire la espuma, cuele los sedimentos y endulce al gusto.
Por último, llegó el momento de servir este delicioso y auténtico licor peruano que viene deleitando el paladar de las personas hace varios siglos.
https://lahora.pe/aniversario-de-piura-conoce-la-historia-y-tradicion-del-nectar-de-los-incas-rv/?fbclid=IwAR1PPHoXS6oBax33g46Y822LCDkfq-NcsawVHEdxr0DZFf2WJYXyq37Sd_k
Diario La Hora.
15 de Septiembre del 2019

LA CHICHA DE JORA EN LAMBAYEQUE



En los hábitos alimenticios de nuestra Región, están presentes su personalidad y pasado.
Nuestra cocina es cultura, creación de los lambayecanos a lo largo de su historia; evidenciando un estrecho contacto con su entorno, por lo que debemos preservar la originalidad de sus potajes y bebidas, cuidando de no alterar sus recetas originales.

 LA CHICHA DE JORA.- Este delicioso néctar de maíz, de arraigado origen precolombino, llamado “kotso” en lengua Muchik, ha sido desde siempre nuestra bebida regional y aderezo de comidas norteñas.

Ofrecido como tributo sagrado a nuestros Dioses y Apus tutelares, se elabora en mágico ritual, remojando el maíz alazán por un día, se le envuelve en hojas de plátano (pichana), abrigándole hasta que germine, se le seca al sol y se le muele. Antiguamente, la chicha se elaboraba en enormes fogones en forma de “U”, llamados Asientos o Tabernas, donde se colocaban los chapes o tinajas y al centro ardía la leña de algarrobo.

Se le cocinaba durante todo el día y la noche, removiéndola constantemente con cucharón de palo. Producto de esta cocción se obtenía esta deliciosa ambrosía, la que al enfriarse se le cernía, sacándole la “chufla o afrecho” (dado a las parturientas para lactar mejor a sus bebés); luego se le tamizaba nuevamente, quedando en el cedazo (el ñuto), masa harinosa de alto valor proteico (que potenciaba la dieta de personas convalecientes). Finalmente, se le endulzaba con miel de caña, dejándola reposar hasta que fermentara. Antaño, se acostumbraba a repartirla en faenas comunales, sembríos de campos y limpieza de acequias. En las chicherías tradicionales de Lambayeque y Piura, se le sirve todavía en calabazos llamados “potos” y se bebe en otros mas pequeños llamados “cojuditos” y antiguamente anunciaban sus potajes, colocando en sus puertas las cabezas de aves o la pata del cabrito junto a una lechuga y ají de causa; y tenían nombres singulares, tales como: “La viento fuerte”, “La jijuna”, “La bota humo”, “La piedra oradada” y “El algarrobito”; en alusión al carácter de las dueñas o ubicación de la picantería.
En Lambayeque, es famosa la chicha del distrito de Mórrope, elaborada con agua de noria (rica en nitritos y fosfatos) y en Monsefú se ofrece chicha de diferentes sabores de frutas. Esta nutritiva y burbujeante bebida, exalta los ánimos según su grado de fermentación y como expresara nuestro inmortal “César Vallejo”: la chicha al final revienta en sollozos, lujurias y pugilatos.

Luis Alvarez Agurto
turismodeverdad@hotmail.com
Chiclayo - Perú
https://gastrolambayeque.blogspot.com/2009/06/la-chicha-de-jora.html?showComment=1568550280827#c534183344422141242


 UNIVERSIDAD CÉSAR VALLEJO
102 
Volumen 4, N°1 Enero – Junio 2015UCV-
HACERRevista de Investigación y Cultura
 “UCV-HACER” Revista de Investigación y Cultura. 4(1)6: 102-107.Enero – Junio 2015. ISSN: 2305-8552. 
Filial Chiclayo, Lambayeque-Perú

 La chicha, una refrescante tradición peruana 

 Lambayeque es una región bendecida, sus distintos pueblos aledaños guardan una impresionante riqueza cultural, reflejada en sus diferentes tradiciones y costumbres. Monsefú y Eten son dos poblaciones que albergan en su interior muchos secretos gastronómicos, que solo sus pobladores más antiguos conocen y disfrutan con todos aquellos que los visitan. 

 La chicha es una de las bebidas bandera de esta región, consumida por los antiguos y actuales moches. Esta bebida guarda innumerables secretos, que solamente sus cultivadores conocen secretamente sus bondades y misterios. Con la finalidad de conocer y descifrar las riquezas de la chicha en estos dos distritos, nos hemos constituido a dialogar con algunas personas, sobre todo de la tercera edad, quienes nos han podido revelar ciertas riquezas gastronómicas de la chicha.

 Nuestro trabajo ha hecho uso de la metodología de la investigación etnográfica, haciendo uso de varias entrevistas semiestructuradas y diario de campo. Se pretende rescatar aquellos conocimientos ancestrales acerca de esta bebida, con lo cual se está ayudando a preservar y difundir la riqueza cultural, antropológica y medicinal de la chicha. 

 Introducción
 Lambayeque, una región de costumbres ancestrales, se gloría de tener una gastronomía atractiva y nutricional, que atrae a propios y extraños. Esta región posee un rico legado cultural, presente en cada uno de sus distritos y comunidades.

 Cada vez que una persona o grupo de personas, visita sus diversos escenarios turísticos, como Monsefú, Reque, Eten o cualquier otro lugar, se encuentra con una tradición viva, con una diversidad cultural que refleja el arraigo antropológico-social, una herencia que se mantiene en el tiempo y espacio. 

Esto nos lleva a pensar que cuando alguien saborea un plato tradicional o una bebida artesanal, no solo degusta algo de comida o bebida, sino que se hace partícipe de un legado cultural mantenido en el tiempo por sus pobladores.

Con el fin de conocer sus riquezas culinarias, nos hemos constituido a la ciudad de Monsefú y Eten, con la intención de conocer más de cerca las riquezas culturales y antropológicas de esta parte de nuestro querido Perú; para lograr dicho objetivo, hemos entrado en contacto con algunas personas, como la Señora Lila Angélica Llontop Reluz, representante autorizada y conocedora de una bebida emblemática del antiguo y actual Perú.

 Nos estamos refiriendo a la chicha. Dicha bebida, en la actualidad está considerada como un patrimonio cultural por sus habitantes. La chicha, para los monsefuanos y etenanos, no es una bebida más, es algo que les da pertenencia e identidad cultural y antropológica, puesto que refleja el trabajo y la alegría de sus habitantes. 

Las entrevistas han sido realizadas con algunas personas expertas y depositarias de una milenaria sabiduría popular. Se ha podido observar la forma de preparación de la chicha y también se ha degustado con el fin de apreciar la generosidad de los lugareños.Desarrollo1. 

 La chicha, elemento de identidad cultural.Para todos los monsefuanos y etenanos, la chicha representa la conexión con sus antepasados y un elemento de unidad en la actualidad, es por esta razón, que esta bebida tiene un gran significado para ellos. Prueba 

 De ello es el testimonio de la señora Angélica, quien testifica que el aprecio por la chicha le viene de la tradición familiar: su madre le ha enseñado todo lo referente a esta bebida, quien a su vez recibió la herencia de su madre y así sucesivamente.

La preparación de la chicha, según refiere la señora Llontop, requiere de un proceso largo, aproximadamente 24 horas. Para lo cual utiliza las famosas “chapas” (ollas especiales de barro) y mucha leña de algarrobo. Dejando disolver la jora en un balde para luego hervir durante 12 horas.

 Ayudados con un cucharón grande de madera van moviendo la masa constantemente a fin de evitar que se pegue la jora en el chape. Una vez que ha hervido lo suficiente, se pasa a cernir en costales de arroz sobre el chape. Luego se cuela y se deja fermentar por lo menos 15 días. 

Finalmente se endulza con miel de caña y el afrecho que sale de la jora, nos comenta la señora Llontop, se usa como alimento de lo patos. Esto nos hace pensar que cuando alguien bebe un vaso de chicha, no solmente degusta un agradable sabor, sino que tiene ante sí, el esfuerzo, sabiduria y tradición de una o más personas.

 Remiténdonos a la historia, tal como lo señala Álvarez, L.(2009), se sabe que la chicha de jora, en la época incaica, tuvo gran relevancia, ya que fue una bebida que proporcionaba fuerza a los incas. 

Además de usarla como bebida eje para los rituales y sus adoraciones, ésta era sagrada para ellos. Cuando los españoles llegaron, no apreciaron el valor cultural de este bebida, debido a que desconocían su importancia. Aun así hasta el día de hoy, muchas personas no estiman el enorme valor cultural de la chicha de jora, ni tampoco su valioso aporte medicinal.

 La chicha, según comentan nuestros entrevistados, no solamente se utiliza como bebida de gran sabor y calidad, sino también que sirve como ingrediente importante para la preparación de diversos platos típicos de la región, como Arroz con pato, Cabrito con frejoles, Guiso de pato, etre otros. Y para todo buen mosefuano, la chicha es una bebida infaltable y gran compañera a la hora del almuezo. 

 La señora Lila, muy emocionada nos cuenta que en 1974, fue partícipe del Fexticum, en el que puedo presentar 71 sabores de chicha ordenándolos según el origen del ingrediente principal en costa, sierra y selva, teniendo cada uno diversas propiedades, gerenado muchos beneficios para la poblacion (tabla N°01).Lista de sabores de chicha

 En la actualidad, la señora Lila, prepara una rica variedad de chicha, de modo que sus visitantes pueden desgutar de sus bondades y quedar encantados. Aunque nos comenta que la chicha de jora es la más significativa, ya que está más relacionada con la tradición peruana.  

Una de las formas más conocidas de consumir la chicha, luego de la fermentación, es usando una calabaza trabajada (típica de la región norte), conocida en todo el norte como el “poto”. Según la experiecia de los cultores de esta bebida, este material le da a la chicha un sabor enriquecedor y ayuda a no fermentarse más, puesto que si sirve en vaso de plástico, se fermenta más rápido.

La chicha para las comunidades tradicionales de Lambayeque, posee un valor simbólico, siempre se utiliza en ceremonia y fiestas locales, por ejemplo en las bodas, en ciertas festividades patronales y también en algunos rituales ceremoniales.

 Estos datos llevan a pensar que la chicha posee una especie de magia, es cosiderada la bebida de los dioses, une a las personas en comunidades muy cercanas y alegra el corazón de todos aquellos que la beben. 

 Si bien es cierto que los sabores de la chicha son agradables, sin embargo la preparación de este bebida demanda de mucho esfuerzo físico, están expuestos a una serie de enfermedades, que muchas veces no se dan cuenta. Al momento de la cocción por varias horas y en grandes cantidades, se exponen a las altas temperatutas del calor y a la inhalación de grandes cantidades de humo. 

 Los efectos se reflejan en complicaciones respiratorias, incluso en cáncer al pulmón, tal como nos manifestron en Eten. Por el hecho de estar mucho tiempos parados moviendo la chicha, les ha traído como consecuencia problemas en los riñones y dolores intensos de columna; en otros casos se han presentado complicaciones en la hernia, debido a que tienen que desplegar mucha fuerza al momento de mover las ollas o levantar los materiales (cf. Barrios, S., 2012).2. 

La chicha y algo más 
En el marco de la sabiduría popular de los pobladores de Monsefú y Eten, la chicha
como alimento tiene un gran valor nutricional, ya que aporta a la persona que bebe, un alto índice de vitaminas (principalmente las vitaminas B y C), energía, proteínas, glúcidos, fibra, calcio, hierro, etc. 

No cabe duda que esta bebida ancestral posee propiedades curativas; de manera que los que la consumen, no solo están bebiendo una bebida tradicional, sino también una fuente cultural médica; los que han estudiado su proceso de fermentación han observado que la chicha de jora con su levadura aporta riboflavinas (puesto que trabaja con otras vitaminas del complejo B y es importante para el crecimiento corporal y la producción de glóbulos rojos e igualmente ayuda en la liberación de energía de los carbohidratos) y tiamina (en cuanto que ayuda a las células del organismo a convertir carbohidratos en energía).

 En este sentido, la chicha fermentada puede reducir el colesterol y los triglicéridos; puede además aumentar la concentración de proteínas y vitaminas. Además, la chicha fermentada puede colaborar con la digestión y al estimular la flora intestinal se convierte en un buen inmunoestimulante; siempre y cuando se le tome con moderación. 

Se sabe que la chicha de Jora, bebida que se obtiene de la fermentación de la melaza sobre la malta de maíz, es muy apreciada por sus propiedades. Su sabor viene de la fermentación, donde se activa un proceso llamado “maloláctico”, en donde las bacterias que se producen son útiles para tratar enfermedades y de gran valor nutritivo.

 Destaca por su sabor y su cuerpo, pero son pocos los que conocen su verdadero origen u otros datos curiosos sobre ella. Es indudble que la chicha de jora es un nutriente natural, contribuyendo al fortalecimiento corporal a través de la vitamina B y C, lo cual se traduce en un componente energético y rico en proteínas.

 Para la señora Llontop y expertos monsefuanos de esta bebdida, la chicha encierra una gran riqueza y propiedad curativa, dependiendo de las bondades de cada ingrediente. 

El consumo de chicha de maní, por ejemplo, según se nos comentó, ayuda a los varones a sortear problemas de próstata, debido a la gran cantidad de enzimas y zinc que contiene. También ayuda con el control de la presión alta, ya que su consumo moderado elimina líquidos corporales, y contribuye a rebajar la presión arterial y la mantiene.A su vez, el consumo de la chicha de “pata de toro”, es bueno para tratar el problema de los bronquios.

 La chicha de cocona y berenjena, según Lila, ayudan para calmar problemas renales y cerebrales. La chicha “siete machos”, permite tratar los problemas de cálculos renales, ya que actúa casi como un diurético; además despierta el apetito sexual.
La sabiduría y experiencia de la señora Lila, le lleva a comentarnos que la chicha, sirve para tratar los problemas de la gripe; la chicha, dice Lila, “sana muy rápido a las personas que están enfermas, solo es necesario hacer un concentrado de todas las chichas, lo cual ayuda a mejorar los bronquios y aliviar los problemas de la gripe”. 

 Es así como ella alivia el malestar de la gripe. (cf. Sevilla, E., 2007)Su experiencia en la elaboración de esta bebida, le lleva a contarnos que la chicha “maicera” (de maíz), ayuda en la fecundación de las mujeres. No quiso entrar en detalles sobre este tema, deja a la imaginación el resto de la información. 

 A modo de anécdota, una de las entrevistadas de Eten, nos compartió que cuando dio a luz a su primer hijo no tenía mucha leche para darle de lactar, por lo que sus abuelos le dieron de tomar chicha de jora caliente en un “poto”, y al día siguiente se dio cuenta que tenía lecha. 

 106Volumen 4, N°1 Enero – Junio 2015UCV-HACERRevista de Investigación y CulturaFig. 5 Depósito
 en el que se sirve la chicha. 

Según las entrevistas, la chicha de maca ayuda en los problemas de visión y caída de cabello; y la chicha de trigo ayuda solucionar los problemas de los nervios y la chicha de jora mejora los síntomas de la gripe Lila está segura que la chicha fermentada puede reducir el colesterol y los triglicéridos, puede además aumentar la concentración de proteínas y vitaminas. 

Estos beneficios han salido en los diálogos, sin embargo no se ha logrado profundizar más allá de los datos obtenido, contado y mantenidos de forma oral. Se necesita acompañar las creencias tradicionales con ciertos estudios más científicos, ayudados por laboratorios para saber realmente las bondades curativas de esta bebida. Gracias a estos beneficios algunos artesanos de la chicha, como el señor Miguel Ángel Jotta, han elaborado algunos versos pícaros que acompañan esta tradición monsefuana. 

Según comentarios de los pobladores, dichos versos han sido creados durante algunas tertulias chicheras; en dichos versos se invita a probar la chicha de una manera poco usual, lanzando una copla, y al ser aceptada por la otra persona, esta tenía que responder de la misma manera. 3. La chicha en la actualidad

 Los artesanos de esta bebida tradicional, nos manifiestan que la difusión y propaganda de la industria de licores nacionales e internacionales, elaborado a base alcohol, ha hecho que exista una fuerte modificación en los hábitos de consumo de la chicha en las comunidades lambayecanas, sobre todo en las generaciones más jóvenes, lo cual ha traído como consecuencia el abandono y hasta cierto desprecio de las bebidas tradicionales, por considerarlas “bebidas de indios pobres”. 

 Estas conductas preocupan a los cultivadores y guardianes la cultura en Monsefú y Eten. Sugieren que desde la educación, en todos sus niveles, se haga conocer la riqueza cultural e histórica de la chicha, no solo como bebida tradicional, sino también como elemento medicinal y de identidad social.

 Para las comunidades indígenas de Lambayeque, preparar la chicha significa volcar amor y ternura, porque la persona que conoce las propiedades y el valor de la chicha, al prepararla se siente identificada y orgullosa, de tal manera que existe una especie de identidad intrínseca entre la chicha y la vida de sus cultores. 

Sin embargo, en las ciudades que hemos centrado nuestra investigación, la chicha, más que una bebida medicinal o de orgullo cultural, se está convirtiendo en una bebida comercial. Esto es algo que preocupa a los ciudadanos y que se debe trabajar acerca del valor cultural, social y simbólico de la chicha. 

El acercamiento a estas comunidades lambayecanas, nos ha permitido conocer de cerca el simbolismo cultural y antropológico de la chicha. A través de esta bebida, cada uno de ellos guarda una conexión con el pasado; sus antepasados no han desaparecido, siguen existiendo en sus recuerdos, en sus prácticas milenarias, es por esta razón que como sociedad que aprecia sus raíces culturales, tiene que valorar lo que hacen y ofrecen sus ciudadanos. 

 Una forma de apreciar esta riqueza cultural es visitando y degustando sus variados sabores culinarios. Visitemos Monsefú y no dejemos que sus valores culturales desaparezcan. 

 Esta bebida forma parte de la cultura popular, de la identidad cultural que tratamos de alcanzar, evitando una ruptura material y psicológica con el pasado; no debe ser relegada solamente al papel de bebida de la población de escasos recursos económicos, sino que también la vemos como un patrimonio común y una de las cartas de presentación para el turismo. 

Conclusión

 La chicha es una parte importante de nuestra cultura lambayecana (cf. El Comercio, 2010), como sociedad que aprecia sus raíces antropológicas y culturales, debemos sentir orgullo y aprecio por este legado histórico. 

 De tras de este bebida, no solo encontramos un rico “refresco”, sino rostros de la cultura moche, invitándonos a ser parte de esta cultura. Si bien es cierto que la chicha sigue teniendo vigencia, salta a la vista la necesidad de proteger las formas artesanales de cultivarla, ya que una avalancha de vivencias “modernas”, se presenta como una amenaza para esta bebida. Se necesita, además, involucrar a las generaciones jóvenes para que conozcan más sobre este tema.

También es necesario volcar algunos estudios más científicos a fin de corroborar los datos empíricos que se maneja en torno a las bondades de la chicha en favor de la salud.Finalmente, queremos agradecer a Miguel Ángel Jota, a la Sra. Albina Liza Neciosup, a la Sra. Lila Angélica Llontop Reluz y a Tolu (pseudónimo de una de las fuentes), quienes han contribuido generosamente con la información para este estudio. 

 Referencias:
 BibliográficasÁlvarez, L. (2009). La chicha de jora. Rescatado de: http://gastrolambayeque.blogspot.com/2009/06/la-chicha-de-jora.html 

Barrios, S. (2012). El secreto de los carbohidratos. Lima, Ed. Planeta.

 Cáceres, B. (2000) La historia de la cocina peruana. Lima: Fondo Editorial USMP. 

El Comercio (2010). Bebidas del Perú en la historia. Rescatado de: http://bebidasdelperu.blogspot.com/  

Sevilla, E. (2007). La chicha de jora, bebida de Chiclayo y Lambayeque. Rescatado de: http://www.chiclayoyalrededores.com/2007/12/la-chicha-de-jora.html
Universidad César Vallejo.

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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