miércoles, 29 de enero de 2020

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo X.- Monkik, con la ordenes recibidas de Chonkik, doblega a cuatro enemigos, que ya estaban tumbados observando los movimientos de los habitantes de la vivienda en son de ataque...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de : Orígenes del Señor de Sipán;  Chonkik I., haciendo de líder de su reciente nacimiento de su "Gran Familia" como él le denomina; que por ahora es un asentamiento humano, ya rindió culto en una evocación ofreciendo tres corazones extraídos de tres venados vivos cazados para esta ceremonia de súplicas a los "Dioses de las Tormentas"; con la singularidad increíble siempre se mantenía cerca revoloteando de árbol en  árbol el "Búho de la suerte"(Pucu nikosäk ærô) , esta ave anticipó que hay enemigos cercanos incluso ya al pié del gran patio, tumbados sobre el piso observando los movimientos de los miembros de la familia.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I. Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA-INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Era un grupo de cinco exploradores y cazadores a la vez, quienes fueron enviados por el poderoso Tankik, quien deseaba apropiarse por la fuerza de todas las propiedades de Chonkik y había elegido justo esa noche de evocación a los dioses, para el ataque, pero él se anticipó enviando a cinco de sus hombres que le informarían de todos los movimientos de la familia.
Pero, gracias al ulular del "Búho de la suerte" (Pucu nikosäk ærô); Chonkik captó el peligro que se cernía contra su familia, actuó con silencio y sin mencionar nada a las mujeres, convocó a los hombres al depósito y les entregó armas y salieron por atrás, avanzaron rodeando la vivienda y llegaron al camino de acceso al gran patio de la vivienda, allí encontraron las huellas de los enemigos, incluso se precisó que son cinco, pero se desconocía: ¿Qué pretendían? ¿Quienes eran? ¿Para quién lo hacían?....
Chonkik con una serenidad asombrosa, que infundía confianza a su gente, encomendó a Monkik y sus hombres seguir las huellas de los intrusos, mientras lo permitía la luz de la Luna, que a veces ese reflejo se apagaba, pero era el único medio de sorprender al enemigo.
Monkik, dispuso el avance contra los intrusos formando con sus tres hombres una especie de cabeza de lanza, yendo él el primero y lo seguían por los flancos sus hombres, ellos bajaron la cabeza mirando el suelo en el sentido direccional de la vivienda.
Mientras tanto, los cinco hombres enviados por Tankik, seguían tumbados sobre el piso observando a las cocineras, ni siquiera notaron que ya no habían hombres, y como tenían mucha hambre estaban adormecidos por el aroma de la comida.
Monkik y sus hombres caminaban despacio para que sus pisadas no los delate ante el enemigo, estando a pocos pasos del gran patio, uno de sus  soldados detectó(observó) sobre el suelo a unos 200 metros delante de ellos que habían unos bultos negros que se movían sobre el piso, eran los cinco hombres de Tankik.
Entonces, el soldado se acercó a su antiguo jefe y en voz muy baja casi imperceptible, le dijo:
--- Señor delante de nosotros hay un grupo de hombres tumbados sobre el suelo  mirando(observando) al gran patio.
Monkik, quien también era un guerrero, se paró en seco y con señas acercó a los tres hombres, los abrazó formando un círculo y en voz muy baja les dijo:
--- Tenemos enemigos que están tumbados sobre el suelo, en aquel lugar al inicio del gran patio, vamos a bajar el cuerpo haciendo el recorrido en cuclillas y los sorprenderemos...
En efecto, los cuatro hombres avanzaron formando un pelotón de ataque, Monkik armado con un protector pectoral, llevaba en sus manos: la derecha con una porra cuya cabeza tenía dientes puntiagudos que la convertían en un arma letal, y en la mano izquierda llevaba un objeto de cobre macizo parecido a un puñal que terminaba en punta siendo igualmente un arma ofensiva, sus tres ayudantes iban provistas de porras; en esas condiciones ofensivas llevaban el ataque sorpresivo contra los intrusos.
Y adelante los descuidados exploradores y cazadores de Tankik, muy distraídos y embelesados observando el movimientos de las cocineras; descuidaron por completo la retaguardia, que permitió avanzar a los hombres de Monkik y cuando les pisaban los talones, todos gritaron al unísono:
--- ¡¡¡ Ataque !!!
Y cayeron encima de cuatro hombres tumbados, pero uno no fue alcanzado, se descolgó y retrocedió tratando de huir hacia atrás, pero fue capturado por Chonkik que venía a la retaguardia.
Monkik, y sus hombres encima de los cuerpos de los exploradores de Tankik, les tomaron los pelos largos de la cabeza levantándola y con arma de cobre puntiagudo se disponían a degollarlos; pero Monkik, que ya estaba en el lugar, cambio de parecer y ordenó golpear con las porras en las cabezas, para privarlos del conocimiento y pierdan el control de los sentidos, así tomarlos prisioneros, con agilidad de guerreros todos hicieron(dieron) el golpe a las cabezas.
En esos momentos llegaba Chonkik con su hijo y Renkik, con el fugitivo capturado totalmente doblegado y aprisionado por los brazos, a quien no se le golpeó la cabeza, para interrogarlo.
Entonces, Monkik haciendo la venia de sumisión y totalmente identificado con la causa de su señor, el dijo:
--- Oh gran Señor Chonkik, aquí tiene cuatro prisioneros, sólo se les privó del conocimiento, usted ordenará el siguiente paso que haga con ellos...
Chonkik, quien en persona seguía aprisionando al que intentó fugarse, le contestó:
--- Monkik, esos prisioneros son tuyos y necesitamos seguir ofreciendo sacrificios a los Dioses de las Tormentas, para que aplaquen su furia; ellos nos enviaron a estos atacantes que pretendieron destruirnos, mientras suplicábamos; por lo que los condeno a servir como siervos donantes de sus corazones a los Dioses, que ahora quieren más sangre humana.
Todos los allí presentes, se quedaron paralizados al escuchar la sentencia de muerte, que era dramática y cruel; pero el explorador aún consciente, que no fue herido, se arrodilló ante Chonkik e implorando piedad, le dijo:
--- Oh Gran Señor, nosotros hemos sido enviados, por el señor Tankik, quien lo atacará a la media noche, hicimos la enmienda de que nunca lo mataríamos a usted, solo sería capturado y convertido en sirviente del gran Tankik, imploro su piedad y me convertiré en su soldado a su servicio, le ofrezco que convenceré a mis compañeros cuando despierten que hagan lo mismo, estamos muy cansados de los abusos y atrocidades de Tankik, todos formaremos un ejército y sorprenderemos a su enemigo Tankik, quien estará en el trayecto hacia su casa.
Chonkik, antes de contestar a tan sorpresivo ofrecimiento del soldado enemigo, dio una mirada al "Búho de la suerte" (Pucu nikosäk ærô), el ave dio un movimiento afirmativo con el cuello que siempre lo tiene en desplazamiento circular, abrió las alas y haciendo un ademán que era afirmativo aceptar a los nuevos soldados.
Pero, así tan fácil, había que tomar precauciones y cambiando de parecer, dio vuelta la cabeza hacia su hijo quien estaba desocupado y le dijo:
--- Siekik, ve al depósito y trae sogas para maniatar a los cinco guerreros enemigos y que nos permita pensar con tranquilidad si los aceptamos como nuestros soldados....
Continuaremos..................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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