domingo, 6 de diciembre de 2020

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo DLXXXVI.- Ubelinda Cunyarache Jiménez; por imprudencia ingresó al interior de la casa de Elvira Yanayaco Morocho y ésta en defensa propia con su puñal le hirió el brazo...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el bandolero Rogelio Campos, se despertó a media noche, él había dormido en la sala de la casa de Elvira Yanayaco Morocho - "Viuda de los 12 Apóstoles"; cuando ya había ensillado su caballo y se disponía a poner sobre al hombro el poncho y el bolsico desde el poyo; él vio una sombra negra, quien blandiendo un puñal largo trataba de atacarlo; él huyó hasta su caballo, soltó la soga, pisó el estribo y montó y desapareció en larga ladera, cuando ya estaba lejos, su caballo se negó a trotar, él se apeó y salieron del camino, cuando ya descansaban, de nuevo el caballo le anticipó que alguien llegaba por allí, se retiraron más lejos y desde esa distancia vieron pasar a 02 jinetes que venían en sentido contrario; eran Ubelinda Cunyarache Jiménez y su amante Tiberio quienes iban justamente a buscarlo para un ajuste de cuentas, ya que según Ubelinda, el bandolero le robó un tesoro, Rogelio desconocía todo, él no sabía que Ubelinda lo buscaba y tampoco le robó el supuesto tesoro....

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.



Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Ubelinda Cunyarache Jiménez y su acompañante y amante Tiberio, habían pasado a escasos metros donde se encontraba Rogelio Campos que justamente era su objetivo, tampoco él lo sabía que ella lo buscaba; estos jinetes llegaron muy cerca a la vivienda y no encontraron el caballo de bandolero; Ubelinda se aceró a su acompañante y le hizo conocer que el bandolero huyó, pero ella no se rendía tan fácil, sabiendo que lo tuvo al alcance de sus manos, gracias al excelente trabajo de su rastreador Tiberio.
Ubelinda, por su iniciativa, se acercó al corredor de la casa, observó el poyo y varas colgantes no había ningún apero colgado, ella continuó caminando todo estaba oscuro, llegó a la puerta de la sala, la empujó y cedió, nadie la atrancó desde el interior;  sin hacer ruido abrió una hoja, ella ingresó y caminó a tientas, pero hizo un chasquido por desconocer el lugar.
Elvira, dueña de casa en lo profundo de su sueño, tuvo una pesadilla que era atacada, se despertó y desde su cama con la penumbra de la noche observó que la puerta había sido abierta y que alguien caminaba por allí y como tenía el puñal al costado, lo cogió y lentamente se levantó, creyendo que el bandolero Rogelio Campos había regresado por ella para matarla; ella blandiendo su puñal fue directo al bulto negro que lo había observado y atacó, dando en el cuerpo y escuchó el grito de una mujer, así:
--- Aaaaaaaayyy... me cortaste el brazo bandolero cobarde....
Elvira, como dueña de casa, sabía la ubicación de sus cosas, fue hasta un mechero y con fósforos lo encendió y descubrió a una mujer provista de una puñaleta en la mano derecha, pero con el brazo izquierdo herido y sangrando.
Elvira, era una mujer de carácter fuerte y decidida, ella tenía que terminar, levantó el puñal para cercenarle la cabeza sin preguntar quien era la intrusa.
Pero, Ubelinda tenía la misma fortaleza de su contrincante y aún estando herida se lanzó al cuerpo de Elvira y le interceptó el brazo armado, ambas mujeres se agarraron a empellones para evitar ser la próxima víctima; Elvira muy ágil, le cogió el brazo derecho  de la intrusa, la inutilizó y le preguntó:
--- Mujer: ¿Quién eres tu?
Ubelinda, ya desarmada y herida, ya había perdido la sorpresa y se convertía en la próxima víctima, sacando fuerzas para no doblegarse, le respondió:
--- Yo no vine por ti mujer; busco a un bandolero y que es muy peligroso, me robó y traté de encontrarlo por Cielo y La Tierra, hasta que ubicamos su caballo en tu patio, pero veo que una vez más él huyó.
Recién, Elvira entendió que ella era la "mujer misteriosa", sonriendo pero sin soltarle los brazos, le contestó:
--- Mujer, te soltaré para curar tu herida, nunca quise matarte, pero tu ingresaste sin permiso ¿Estás de acuerdo?
Ubelinda, ya estaba perdida y de remate su compañero Tiberio no se aparecía, ella cedió a la sugerencia y le contestó:
--- Usted gana mujer, nosotras no somos contrarias (enemigas).
Ubelinda, soltó parte del brazo de Elvira y esta le soltó todo el cuerpo y le dijo:
--- Te amarraré el brazo para cortar la hemorragia.
Elvira, muy ágil, de un trapo lo hizo tiras y amarró como un torniquete el antebrazo cortando la circulación de la sangre a la herida, le aplicó con otro trapo aguardiente a 80° que le hizo gritar de dolor a la intrusa y se le cortó la hemorragia.
Emiliana, se despertó por el ruido y murmuraciones en la sala, pero no se levantó, ella ya era una anciana de avanzada edad, que nada podría hacer a esas horas de la madrugada.
Elvira, siguió atenta a  la mujer intrusa y le preguntó:
--- Mujer: ¿Cómo lograste llegar hasta mi casa?
Ubelinda, le narró toda la historia, de como conoció a Rogelio Campos y que fue su amante y que le robó un tesoro que ella heredó.
Pero, Elvira aún conociendo muy poco a Rogelio, y no lo creía capaz de robar a sus amantes, ella misma fue una más; y con esa interrogante en pensamientos, le contestó:
--- Mujer, no conozco mucho a Rogelio, pero te aseguro que él no te robó, no es su estilo de trabajo, alguien más de tu casa lo hicieron sin que lo hayas notado y acusas con injusticia al bandolero.
Ubelinda, captó que su anfitriona también era o fue amante de Rogelio, y ahora son dos juntas por el mismo hombre y más tranquila le dijo:
--- Mujer, creo que somos las dos mujeres del bandolero y dices cosas defendiéndolo; pero, mi tesoro desapareció justo cuando él se fue de mi casa y de madrugada.
Elvira, sintió un remezón en todo su cuerpo, quien tenía una talega llenas de monedas de oro y plata, justo en la sala en un rincón, pero en esos instantes no podría descubrirse ante la extraña, pero si muy preocupada de haber sido una víctima de robo por el bandolero, le dijo:
--- Mujer vuelve a tu camino, ya te curé y nunca más regreses a esta casa, por que no eres bienvenida.
Ubelinda, entendió el mensaje de desagrado de su anfitriona, que pudo matarla, ella miró a la puerta y no llegó Tiberio, se levantó de su asiento y le dijo:
---Gracias mujer, pudiste terminar conmigo y no lo hiciste, te prometo nunca más pisar estas tierras.
La mujer, que seguía siendo una desconocida, se retiró y salió de la sala, Elvira con su puñal en la mano derecha la siguió caminando por detrás, hasta que se perdió el camino de entrada a la casa.
Elvira, regresó entró a la sala y cerró la puerta y la atrancó desde el interior, para no ser sorprendida por esa falla que ella tuvo y sin curiosos fue hasta el rincón donde guardaba su talega de tesoros, la encontró intacta tal como ella la había dejado allí; comprobando su apreciación por el bandolero que nunca quiso robarle y lo mismo pensó que sucedió con la supuesta víctima que acababa de irse.
Ubelinda, humillada y derrotada llegó hasta donde había dejado su caballo, allí encontró a su acompañante tumbado sobre el suelo completamente dormido, lo despertó dándole un puntapié sobre la espalda, insultándole le dijo:
--- Pedazo de mierda, eres un cobarde y maricón, cuando más te necesitaba nunca llegaste.
Tiberio, que se despertó bruscamente por la patada limpia que recibió en la espalda y tartamudeando, le contestó:
---Doña Ubelinda, usted se fue sola y nunca pidió que la siga, estuve aquí esperándola y como no llegaba me recosté para descansar. 
Ubelinda con la herida en el brazo que le dolía, y humillada por el abandono de su acompañante, llena de ira, le replicó:
--- So pedazo del carajo, por ser mi compañía estabas obligado a seguirme, pero el miedo te consumía y te quedaste tendido sobre la tierra como una mansa culebra sin ponzoña; ahora regresamos a la casa que nos sirve de refugio para curar mi herida, ayúdame a montar, estoy herida en el brazo izquierdo.
Tiberio, ayudó a montar a su amante, pero nunca estuvo arrepentido de no haberla seguido; ya que él era un rastreador y de los mejores pero no era un asesino ni matón; estando ella sobre su caballo le ayudó a coger la rienda (brida) y él fue a su caballo pisó el estribo y montó y partieron.
Ambos jinetes regresaron por el camino que llegaron sin encontrar a Rogelio Campos; Ubelinda si tomó en cuenta las palabras de la mujer que la hirió, quien le dijo que Rogelio no fue quien le robó su tesoro, pero entonces:¿Quién fue? se preguntó ella...............
Continuaremos.................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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