domingo, 11 de abril de 2021

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo DCIV.- Rogelio Campos; tuvo un gran encuentro familiar con sus hijos mellizos, acordó donar una parte de su rebaño de ganado como herencia para ellos...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; los jinetes Rogelio Campos, su ex cuñado Nemesio y el primo, llegaron a la casa de Liceria Yamala y encontraron un cuadro de tragedia, por que el mellizo menor  Segundo Nemesio Campos Yamala, había sido gravemente herido con un chavetazo a la espalda que le comprometió el pulmón izquierdo; ante semejante hecho; Rogelio Campos respondió curando a su hijo con una sutura a la herida que tuvo que hacerlo con la aguja de coser, que la desinfecto con agua hervida de matico y el herido empezó su mejoría; sin embargo el mellizo mayor Segundo Rogelio Campos Yamala, se había ido al pueblo por compra de remedios, estando allí el joven mellizo, quiso vengar el ataque a su hermano y pretendió él sólo enfrentarse a 06 chaveteros, y cuando lo iba hacer llegó el padre Rogelio Campos y Nemesio a la cantina...............  sigamos la historia.............

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

El joven mellizo Segundo Rogelio Campos Yamala, abandonó su mesa y con su puñaleta desenvainada y erguida iba a atacar al individuo que lo identificó del grupo de los 06 chaveteros; él ya estaba a unos pasos; justo entra su padre Rogelio Campos en compañía de Nemesio quien le señaló a su hijo que iba atacar y desde la distancia le gritó:
--- No hijo, ellos te matarán, déjame hacer la justicia que pretendes ejecutarla tu sólo....
El grito detuvo a Segundo Rogelio, a tan solo escasos pasos de la mesa de los 06 chaveteros, quienes al unísono se levantaron de sus asientos y se pusieron en guardia con sus armas desenvainadas; y ante la protesta del joven que volteó a mirar quien le había hablado y devolvió el grito:
--- ¿Quién es usted que impide hacer justicia?, contra estos criminales que anoche nos atacaron sin ningún motivo, e hirieron por la espalda a mi hermano, yo iba a matar al maldito.
Los 06 chaveteros, rápidamente identificaron al joven con quien lidiaron en una bronca que ellos buscaron, y el más agresivo era justamente el hechor que atacó por la espalda a Segundo Nemesio Campos Yamala, el chavetero desafió al recién llegado amparado de la protección de los 05 compañeros y desafiante le gritó al joven:
--- Jovencito, te libraste anoche de enviarte al cielo, por que tuviste suerte, pero hoy se te acabó tu buena laya.
El chavetero desafiante levantó su puñaleta, abandonó la mesa y se dirigió amenazadoramente contra el joven, que Rogelio Campos ya había previsto ese ataque y hacerle frente, quien antes que llegue donde estaba su hijo, se lanzó como un felino y justo llegó y le atacó con su chaveta el brazo armado logrando mocharlo (cercenarlo de cuajo) a la altura del antebrazo cayendo al suelo y el atacante se quedó con el resto de su antebrazo, quedándose manco y la sangre que corría a borbotones con el grito espantoso del herido por el dolor que lo atormentaba.
Los demás parroquianos horrorizados por lo que veían sus ojos, unos optaron por huir y otros hicieron ruedo ante la bronca entre el desconocido contra los 06 bebedores.
Efectivamente los 05 bebedores restantes se lanzaron contra Rogelio Campos, pero ellos no contaban con la reacción del joven Segundo Rogelio, quien le puso el pie a uno de ellos quien perdió el equilibrio y cayó de bruces pesadamente al suelo y el joven se lanzó encima y le clavó su puñaleta por la espalda.
Mientras tanto el padre el bandolero Rogelio Campos, quien era un terrible asesino, fue atacando a los 04 restantes que no fueron rivales, los atacó por el pecho, la espalda y la barriga cayeron y murieron, ante el espontáneo aplauso de los ocasionales testigos, quienes sufrieron y fueron  víctimas de ataques humillantes de los pendencieros (06 chaveteros) que sembraron el terror atacando a muchos infelices que se cruzaron en su camino.
Felizmente estuvo presente el Comisario Popular, quien también había asistido en compañía de dos amigos a beber unos tragos; ellos se hicieron cargo de levantar a los cadáveres y cuando quisieron tomar las generales de ley; los hechores Rogelio Campos, su cuñado Nemesio y su hijo Segundo Rogelio ya habían abandonado la cantina.
Estando afuera de la cantina; Nemesio presentó a Rogelio Campos, como su padre al joven Segundo Rogelio, se dieron un abrazo muy emotivo entre padre e hijo, que nunca se conocieron en 18 años; como el tiempo apremiaba para salir del aquel lugar, montaron sus acémilas y regresaron a casa; en el trayecto hubo un amplio diálogo entre padre e hijo que se conocieron en circunstancias especiales y que ellos hicieron justicia con la muerte de los hechores, así era la ley popular en aquellas comarcas, se cumplía ese refrán de : "Quien a hierro mata, a hierro muere".
Al llegar a la casa, ya era la media noche; la dueña de casa había matado una gallina y con ella preparado una sopa, esperando el regreso de la familia que felizmente llegaron sanos y salvos.
Rogelio Campos, preguntó por el mellizo herido y su madre le contestó que seguía profundamente dormido y roncaba sin dificultad; al escuchar este comentario, el padre mirando al otro mellizo, le dijo:
--- Hijo salvamos a tu hermano, pero te voy a recomendar que nunca cometas la imprudencia de enfrentar al peligro sabiendo que perderás; tu jamás hubieses vencido a esos chaveteros, ellos eran 06 contra tu persona, te hubiesen hecho carne molida; si no llego en esos momentos estaríamos lamentando tu muerte.
La señora Liceria, que escuchó las recomendaciones que le daba el padre a su hijo, ella intervino y dijo:
--- Rogelio, tienes razón tu hijo ha heredado tu carácter y según él, no quiere que le pisen el poncho y siempre quiere ganar.
Segundo Rogelio, arrepentido de su despropósito, les contestó:
--- Pido perdón padres míos, nunca más cometeré errores, sólo que no me gusta el abuso de los matones contra los débiles.
En seguida la señora Liceria, sirvió el caldo de gallina que fue una bendición del cielo para los jinetes que llegaron con el estómago vacío desde hacía 36 horas, después de la merienda reparadora del hambre, la señora Licería hizo las camas en la sala, para no interrumpir el descanso del herido que se recuperaba en el dormitorio, como siempre Nemesio se aseguró que Liceria y Rogelio duerman separados; era un ex cuñado muy celoso.
Al día siguiente, el herido amaneció mucho mejor, no tenía fiebre, se le lavó la herida con agua hervida de matico y le sirvieron un desayuno que consistió en sopa de gallina; pero, le atacó una tos interminable y comenzó a arrojar por la boca residuos de sangre.
Rogelio Campos, que estaba sirviendo como un "Sanitario", nuevamente le entregó su pañuelo para que el herido lo muerda y evitar que la fuerza de la tos le abra la herida, esa tos que provenía de residuos de sangre que el pulmón izquierdo lo estaba expulsando, se logró controlar la tos y se le dio varios jarros de agua fría hervida a beber al herido que necesitaba hidratación.
Rogelio Campos, revisó la herida que ligeramente se afectó por la fuerza de la tos, pero no había hinchazón y la piel recobraba su color, la mejoría avanzaba y el paciente tenía que seguir guardando cama con descanso absoluto según lo ordenó el "sanitario".
La dueña de casa preparó un suculento desayuno de estofado de gallina con yucas sancochadas y un jarro de café de olleta; después del desayuno el primo de Nemesio se retiró a su domicilio montado en su macho, Rogelio no le aceptó la devolución ni a él, ni a su ex cuñado Nemesio quien quiso pagar.
Rogelio Campos, quería conocer a su hijo Segundo Rogelio, quien estaba sano y lo invitó a salir para estar solos y le dijo:
--- Segundo Rogelio, quiero que enseñes la chacra que cultivas para hacerle un deshierbo.
El joven captó en el aire las intenciones de su padre, que quería estar solos y le contestó:
--- Con el mayor gusto padre, voy por un par de lampas (palanas).
Segundo Rogelio, salió con las lampas y partió con su padre a la chacra; Liceria que conversaba con Nemesio, solo los observaron que se ausentaban de la casa  y ellos siguieron parlando de todo lo que había sucedido mientras él no estuvo en casa.
Rogelio Campos y su hijo, llegaron a la chacra que era un cultivo de maíz, que estaba empezando a florecer y efectivamente necesitaba un urgente deshierbo; ellos mientras lampeaban conversaban fluidamente hubo una maravillosa empatía, Rogelio le hizo conocer su pesar por que nunca los visitó por desconocer su nacimiento y apeló a la mentira piadosa celosamente guardada por la madre del joven, que él, era un ganadero y sus propiedades quedaban a mucha distancia.
Durante toda la mañana, y parte de la tarde padre e hijo lampearon casi la totalidad de la chacra, donde conversaron tanto de lo que nunca hubo antes entre padre e hijo; las circunstancias les negó esa unión desde cuando eran niños, ese espacio lo cubrió Nemesio, quien se convirtió como en su padre de los mellizos y los educó con buenos modales; el que ahora sean parranderos y mujeriegos era herencia del padre que nadie en la naturaleza puede modificar.
Después de terminar la tarea agrícola, Rogelio y su hijo Segundo Rogelio regresaron a la casa, siendo aproximadamente las 14:00 horas del día, la señora Liceria había preparado un exquisito almuerzo que lo sirvió y hubo visitas, habían llegado dos hermanos más de Liceria, quienes siempre la ayudaron, que fue una sorpresa para ellos encontrar al bandolero Rogelio Campos, ellos fueron los únicos que nunca objetaron que él sea amante de su hermana, el único que nunca lo quiso fue Nemesio.
Pero, todo cambia en la vida y para bien, el almuerzo unió a toda la familia, que lo compartieron en confraternidad nunca antes visto.
Pasaron los días, se recuperó totalmente Segundo Nemesio que junto a su hermano mellizo compartieron con su padre, visitando potreros, haciendo tareas agrícolas, o simplemente comiendo una fruta silvestre madurada por la naturaleza.
Rogelio Campos, tenía que partir de nuevo y decidió donar parte de  su ganadería a sus hijos mellizos, quien partió y prometió regresar con la herencia............................
Continuaremos..........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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