domingo, 4 de julio de 2021

Orígenes del Señor de Sipán : Capítulo LXXXV.- Siekik, con la desventaja de tener menos guerreros a su mando, logró una victoria contundente al dominar y matar al líder de la tribu invasora...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los : Orígenes del Señor de Sipán; el joven líder Siekik, tomó la decisión de conocer el "Cruce de los comerciantes", un lugar fuera de los terrenos de los cultivos; donde se encontraban comerciantes de diversas zonas y comarcas para intercambiar productos entre ellos, este famoso Cruce de los caminos, que efectivamente se formaba como una cruz que coincidía con los puntos cardinales; Chamokik, quien como su lugarteniente dispuso que irían acompañados de 50 guerreros, una previsión oportuna, por que en aquel cruce de los mercaderes, había llegado una tribu invasora desconocida para ellos que lo sabían........... sigamos el relato .........

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: 
Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.
Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Siekik y Chamokik al mando de 50 guerreros, abandonaron los terrenos de los cultivos, lo hicieron en dirección al Noreste, era un día claro e iluminado por el dios de los rayos dorados (El Sol), cuyo medio ambiente brillaba, era la ruta frecuentada por los  mercaderes.
Ellos, después que salieron de los terrenos de los cultivos a un lugar completamente llano, que el horizonte era apreciado a larga distancia, hubo un chequeo de los líderes y se visualizó que todo estaba tranquilo, al menos no se encontraron a los mercaderes, habituales caminantes de esta zona.
Siekik y sus guerreros, ya habían caminado un buen trecho, uno de los guerreros con excelente visión, detectó en la lejanía un movimiento de gentes; quien se adelantó y llegó hasta el joven líder y le dijo:
--- Oh Gran Líder, acabo de ver que en la lejanía hay un movimiento de guerreros, en la dirección que estamos siguiendo.
Siekik y Chamokik, pararon la marcha, fue el joven líder que intentó tranquilizar, argumentado lo siguiente:
--- Deben ser los mercaderes que están intercambiando sus productos entre ellos.
Pero, a los otros guerreros incluido Chamokik, no creyeron del todo la percepción del joven líder.
Entonces, Chamokik, quien comandaba a los guerreros dio una mirada a los cuatro ángulos de la zona, hasta que al Este, ubicó un pico del terreno, que podría servir como un mirador, quien dirigiéndose señalando a Siekik, le dijo:
--- Oh Gran Líder, destinaré a 10 hombres que suban a ese cerro, para detectar que tipo de gente se mueve en aquella lejanía.
Chamokik, recién recordó que dentro de los 50 guerreros habían algunos que si conocían esta zona y hablándoles en su propio dialecto, les dijo:
--- Guerreros, los que conocen estos caminos pueden salir al frente, que los necesito para que vayan a ese cerro.
Del contingente, aproximadamente unos 15 conocían estos caminos, pero no del lado que estaban yendo sino desde Oeste al Norte (era el más frecuentado) ya que ellos estaban yendo en la dirección del Noreste, aún así salieron y con los seleccionados Chamokik, tomó el mando y se fue con ellos casi corriendo el tiempo apremiaba ser rápidos, en el trayecto algunos guerreros le informaron que por esa zona pululaban tribus errantes muy agresivas, les llamaban así por no tenían terrenos estables, su acción era asaltar a las tribus agrícolas y saquear la producción.
Los exploradores, avanzaron y Chamokik, era consciente, que estaban siendo observados por los supuestos mercaderes que ellos lo creían así; al llegar al pequeño cerro, lo subieron, vaya que si servía como un mirador de grandes distancias por la llanura del medio ambiente, se pudo apreciar todo el horizonte desde esa privilegiada altura.
Entonces, pudo detectar que los supuestos comerciantes, dejaron su posición estable y se movilizaban en dirección a ellos y efectivamente no eran comerciantes sino guerreros.
Chamokik, y sus guerreros bajaron de la pequeña colina, y regresaron donde los esperaba Siekik, quien al llegar, le dijo:
--- Oh Gran Líder, según la información de algunos guerreros, el movimiento de hombres que hemos detectado, son tribus errantes invasoras, que justamente se están moviendo contra nosotros; ellos, avanzan muy rápido, todo indica que ellos nos descubrieron antes que nosotros a ellos, y pudimos evitar una trampa en estas llanuras.
En el ambiente, era el medio día, el dios de los rayos dorados (El Sol) abrazaba y quemada con intensidad y como felizmente los guerreros llevaban cántaros llenos de chicha de maíz; el líder Siekik quien estaba planeando recibir a los atacantes, ordenó beber la chicha para apaciguar la sed.
En seguida se pusieron de acuerdo Siekik y Chamokik, en atacar en forma horizontal por que la llanura del terreno así lo permitía, y era una ventaja recibir al enemigo.


Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío. 
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Mientras tanto, los guerreros errantes avanzaban rápido, por que levantaban polvo del camino por sus aceleradas pisadas; claramente estaban informando que ellos atacarían, que por el momento los guerreros de Siekik, permanecían inmóviles.
Siekik, con esa visión que era su don, detectó que los atacantes avanzaban en grupo, se veían muy numerosos, por lo que se acercó a Chamokik, y le dijo:
--- Chamokik, nosotros esperamos a los atacantes, permaneceremos unidos hasta que ellos se cerquen a unos cuantos pasos y después nos abriremos horizontalmente para envolverlos.
Por esas casualidades de la guerra, parece que ellos también pensaban igual y fueron ellos que siendo un grupo compacto se abrieron horizontalmente, pero curiosamente lo hicieron hacia el Oeste, no se pudo captar ese raro movimiento que podría haber sido un trampa que no surtió efecto.
Entonces, se dio inicio al combate y fueron los guerreros errantes quien levantaron sus armas; se lanzaron al ataque por los flancos y por el centro con gran concentración de guerreros.
Siekik, quien previó este ataque, se quedó en el centro e hizo frente a la primera oleada que fue feroz, que ellos desconocían que se enfrentaban a guerreros diferentes y entrenados que fueron repelidos; quienes se trenzaron en combate cuerpo a cuerpo con el jadeo guerrero de gritos y sonidos de golpes en las cabezas y como la pampa del combate era gigante daba opción para la pelea.
Siekik, al mando de unos 30 guerreros, hizo frente a un ejército muy numeroso de aproximadamente unos 80 guerreros, era una pelea desigual, por que cada guerrero defensor peleaba y se enfrentaba al mismo tiempo a tres enemigos muy feroces.
El combate, estaba en su apogeo, Siekik con ese olfato muy propio de él, detectó que ellos siendo muy numerosos no tenían ese espíritu de lucha y siguió atacando y le tocó enfrentarse a un guerrero más alto que él en talla y como se le venía con toda fuerza exhibiendo una tremenda fortaleza corporal y con la porra erguida, él no tuvo otra alternativa que tumbarse al suelo, y el invasor pasó por encima, que Siekik con esos escasos segundos desde abajo y con todas sus fuerzas le aplicó un golpe con su porra, que le alcanzó a la altura de los genitales del agresor, tumbándolo de bruces hacia adelante.
Siekik, rápidamente se levantó y su agresor caído retorciéndose de dolor, él lo remató con un golpe de su porra en la cabeza, que lo hizo con tanta fuerza que voló por los aires la oreja izquierda y parte del cráneo derramándose en miles de gotas la sangre del moribundo agresor, y como este enemigo quedó fuera de combate, el joven guerrero siguió peleando.
Siekik, se batía cuerpo a cuerpo con cuanto invasor se le presentaba, hasta que uno de ellos al ver al guerrero tumbado en el suelo que fue matado por Siekik, levantó la porra y gritó:
--- OOOOOOOuuuuuuuuuugggggggggg...
Era un raro grito, que produjo efecto inmediato, por que todos los guerreros invasores, que estaban ganando la pelea y habían avanzado haciendo retroceder a los guerreros defensores, retrocedieron misteriosamente y el que gritó lo hizo corriendo muy apurado.
Ante inesperado acto de guerra, Chamokik, que conocía a sus guerreros todos casi ilesos, les preguntó en su dialecto, la razón que retrocedieron los invasores y uno de los guerreros que si fue herido, le contestó:
--- El guerrero alertó a sus compañeros, que su líder murió y que lo mató el guerrero líder defensor.
Chamokik, le replicó:
--- No entiendo que hay dicho mucho, tan solo pronunció con un grito.
El joven guerrero, limpiándose la sangre que le salía de un brazo donde fue herido, pero era superficial, le contestó:
--- Oh Gran Líder, ellos son errantes y cuando pierden a su líder en combate, retroceden para no morir todos hasta que tengan otro líder y como observamos que el joven líder Siekik lo mató a su líder, para ellos terminó el combate.
Chamokik, se tocó la cabeza agradeciendo a los dioses, por que según su percepción ellos los estaban venciendo.
Como saldo de este imprevisto combate, tan sólo hubo un muerto, que fue el líder errante. con muchos heridos de ambos bandos, se pudo observar a los invasores que cargaban a sus heridos sobre sus hombros, algunos casi arrastrando los pies.
Siekik, una vez más victorioso e ileso, se preocupó por sus guerreros que resultaron heridos y fueron 18 miembros, que de inmediato sacaron de los quipes pastas de hierbas para desinflamar las heridas y aumentar la rápida cicatrización.
Siekik, decidió no avanzar más sino regresar, hizo formar a los guerreros que resultaron ilesos, con  señas a Chamokik que lo siga delante de ellos y se realizó una invocación a los dioses en agradecimiento a la victoria lograda. así:
--- "Oh dioses de la guerra, imploramos su venia a nuestro agradecimiento por lograr la victoria en completa desventaja ante el enemigo, ya que ellos eran muy numerosos; como guerreros retrocedemos para que los enemigos recojan a su líder muerto.."
Siekik, después de agradecer a los dioses, dispuso que los heridos sean llevados en hombros de regreso a los terrenos de cultivo, desde cierta distancia ellos observamos que sus enemigos habían estado a la expectativa, un grupo de ellos regresaron y recogieron el cadáver de su líder y se lo llevaron.....
Continuaremos.........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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