domingo, 25 de julio de 2021

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo LXXXVIII.- El joven líder Siekik; tuvo una noche tranquila acompañado de la joven tejedora hermosa, lo mismo disfrutó Chamokik, quien encontró la pareja que buscaba, las jóvenes mujeres regresaron a sus deberes...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán; el joven líder Siekik, después de un agotador día, que tuvo que enfrentarse por dos veces a una tribu invasora, que ya le habían puesto la mira a los terrenos que fueron de Zankoc que ahora están bajo el dominio del señor Chonkik; él se dispuso a descansar y fue al pequeño templo (que en realidad era un aposento de descanso) que le había construido Kamokac, para que pueda pernoctar durante su estadía en estos terrenos; como estaba previsto pasará la noche acompañado de una joven aprendiz de telares, que siendo la más hermosa era también virgen y tenía tan solo 16 años de edad, ella llegó al lugar acompañada de otra joven............. sigamos el relato...........

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: 
Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.
Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Siekik, se disponía a descansar, él tenía en mente el interés de su lugarteniente Chamokik, quien pretendía conocer a una joven mujer para hacerla su pareja; todo indicaba que esta noche logrará su objetivo; por que la joven hermosa que ya llegó y aún estaba afuera del templo donde estaba Siekik, ella trajo una amiga, quien podría ser la ansiada pareja de Chamokik.
Entonces, Siekik conversaba con Chamokik sobre su interés de vincularse con una joven de aquellos terrenos muy fértiles, y fue el joven líder, quien le dijo:
--- Chamokik, puedes pernoctar aquí en este templo, hay espacio suficiente; pero, tendrás que hacer guardia durante la entrada de la noche por que me visitará una joven aprendiz de telares, a quien le preguntaré casi por movimiento de manos, ya que no hablamos el mismo dialecto, que si tiene una amiga o compañera disponible que sea tu pareja.
En esos momentos alguien entró, que al enfocar con los mechones era un guerrero, quien se dirigió a los líderes, así:
--- Oh Líderes Guerreros, afuera hay dos mujeres jóvenes, que los están buscando a ustedes, una de ellas dice que usted la conoce y la otra dice que quiere conocer al líder Chamokik.
Siekik, sintió como una bendición de los dioses al escuchar al mensajero, que la joven hermosa vino acompañada, que la segunda será la pareja de Chamokik y respondió:
--- Guerrero, haga pasar a las jóvenes mujeres, cierre la puerta desde afuera y con los centinelas resguarden el templo toda la noche.
El guerrero salió del interior y fue hasta donde estaban las jóvenes mujeres y al llegar, les dijo:
--- Mujeres, dice el gran líder que pueden entrar al templo.
Las jóvenes mujeres sonrieron mirándose entre ellas; fue la más hermosa quien entró primero, seguida de la amiga, ambas adentro se sobre pararon y alcanzaron a ver a la mitad del templo a los líderes, quienes con movimiento de manos les indicaron que avancen hasta ellos; las jóvenes mujeres algo nerviosas avanzaron y al llegar fue la más hermosa quien inclinó su cuerpo hacia adelante como sumisión y le dijo:
--- Oh Grandes Líderes, hemos venido las dos mujeres, por que la instructora nos indicó que acompañaremos a ustedes durante todo la noche.
Siekik, recurrió a Chamokik, para que traduzca lo que joven habló, el lugarteniente lo hizo.
Siekik sonriente, viendo más hermosa a su elegida, le invitó a sentarse junto a él, dejando a la otra mujer quien era más alta e igualmente hermosa para que sea la invitada de Chamokik, como efectivamente así lo hizo y le dijo:
--- Joven mujer, yo soy Chamokik, guerrero al servicio del gran líder Siekik, puedes acompañarme, saldremos afuera a un lugar más pequeño donde pernoctaremos juntos.
La joven mujer muy sonriente, aceptó y se acercó a Chamokik y juntos salieron por la puerta interior de la retaguardia del templo; allí había un aposento algo pequeño, si muy acogedor con mantas, ellos entraron y compartieron el aposento.
Afuera los centinelas vigilaban todo el contorno del templo, donde sus líderes disfrutaban del descanso.
Siekik, y su joven acompañante se juntaron sobándose los cuerpos, ella se apegó más al cuerpo del joven líder; él le pasó la mano por la cintura y fue hasta abajo al filo del vestido que estaba debajo de las rodillas, le levantó la bata hasta que llegó a la cabeza y le retiró el vestido quedando completamente desnuda, lo mismo hizo él, se quitó su ropa, que era una sola pieza; en aquellas épocas no se usaba ropa interior ni tampoco había catres.
Los jóvenes, ya habían tendido las mantas y se acostaron desnudos; el romance en aquellos tiempos no se acostumbraba con besos, ni caricias, a lo sumo un abrazo, que el sexo funcionaba como instinto, no como un símbolo de afecto o romance, el plan era procrear hijos.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío. 
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

La joven hermosa, se acostó boca arriba mostrando su incipientes senos que aún estaban en crecimiento ella se abrió de piernas y el joven líder por instinto la trepó encima, su miembro viril erecto, rozó la vulva de la joven mujer, él bajo su cuerpo sobre el de ella y la penetró con fuerza, la joven mujer que era virgen sintió un terrible dolor al romperse el himen, pero lo soportó sin manifestar ningún movimiento o expresar alguna voz, fue tan doloroso para ella que percibió que sus entrañas se rompían, que quiso levantarlo en peso para buscar alivio, prefirió seguir allí con tremendo dolor.
El joven líder encima de la mujer, comenzó a moverse provocando profunda penetración, que la joven mujer solo lagrimeaba de dolor, hasta que finalmente el joven eyaculó, se separó de la joven, recostándose al lado y se durmió profundamente.
La joven hermosa, ahora sin virginidad, con la dolorosa que fue toda su experiencia, no logró pegar un ojo hasta las primeras horas de la madrugada, quien se durmió por cansancio.
Siendo aproximadamente las 05:00 horas del nuevo día, se despertó el joven líder Siekik, escuchó que su joven acompañante dormía plácidamente roncando tan fuerte, que no la despertó, él se levantó y salió hacer sus necesidades fisiológicas, lo hizo por la puerta trasera, estando afuera escuchó sonrisas en el aposento de Chamokik con su joven mujer, él siguió de largo hasta encontrar un lugar para orinar.
Después de hacer sus necesidades fisiológicas, el joven líder retornó y al pasar cerca del aposento de Chamokik, escuchó los jadeos que ellos hacían en su cama; él pasó y entró al templo, llegó hasta la cama, ya la joven mujer se había despertado la encontró sentada, él pretendió acostarla de nuevo por lo que escuchó afuera; pero, ella muy llorosa se opuso acostarse y le enseñó los dedos de la mano derecha llenos de sangre que había encontrado en su vulva, eran los residuos de la penetración y perforación del himen.
Siekik, era un gran guerrero, y un líder nato entre los vasallos; pero, no era un amante, tal vez obraba por instinto, o por lo menos no sentía lo que es Amor, al sentirse rechazado por la joven mujer y viendo la mano ensangrentada le conmovió y se recostó al lado; pero, tampoco tenía palabras de afecto, por que simplemente no le inspiraba ni le brotaban de su corazón.
La joven hermosa; muy acongojada por el dolor que sentía en sus entrañas, sollozaba y aumentó la intensidad que se convirtió en llanto, algo que el duro joven líder Siekik no podía soportar, él también se levantó le alcanzó el vestido a la joven para que se ponga la ropa, se levantó y le estiró los brazos a la joven mujer para que se ponga de pie.
Recién estando parados ambos, el joven por instinto la abrazó, algo inaudito que nunca lo practicó en aquellos tiempos, la joven mujer se apegó a él, ella tal vez sintió ese calor de amor o afecto que no lo había percibido y ella por su propia iniciativa quiso premiarlo y lo empujó y ambos cayeron sobre las mantas, ella boca arriba se abrió de piernas aún con el dolor en sus entrañas, el joven líder al ver esa insinuación la trepó y la penetró.
La joven mujer sintió dolor, pero ya no tanto, más bien le pareció agradable sentirse penetrada y comenzó a moverse, nadie le enseñó esa reacción muy femenina, ella lo abrazó y siguió moviéndose, le iba bajando el dolor a sus entrañas y se cambió por una sensación de adormecimiento, en cambio el joven líder que por instinto seguía penetrándola, ella quería gritar no de dolor sino de la sensación de placer que sentía en sus entrañas.
Los jóvenes continuaron en sus movimientos hasta que se produjo la eyaculación por segunda vez, ella le atrapó el pene con su ahora gustosa vagina y permaneció allí hasta que el joven líder rompió el coito, ella no llegó al placer, estuvo cerca y que si le fue agradable sentir que el sexo no todo era dolor, sino hay algo placentero encontrarse penetrada.
Llegó las 06:00 horas del día, los centinelas desde afuera tocaron la puerta, anunciando que era hora de levantarse, entre ellos estuvo Kamokac.
Siekik, abrió la puerta junto a la jovencita hermosa, quien lucía sonriente y feliz, desapareció ese semblante de tristeza, salieron, apareció por el costado del templo Chamokik y su pareja, ellos denotaban mucha felicidad, las jóvenes mujeres se sonrieron entre ellas y se fueron juntas a cumplir sus deberes.
Los tres líderes Siekik, Chamokik y Kamokac, tenían muchos planes que discutir.......................
Continuaremos...............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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