domingo, 22 de agosto de 2021

La Historia del Amor Cruel : Capítulo DXIV.- Cuando el joven Olzagon, descansaba en el Centro de la Ciudad de Tapal, sentado en una banca de un parque, llegó una joven mujer muy hermosa, que entablaron conversación y se fueron almorzar a un lujoso restaurante, que los premió con un sorteo a comer gratis por tres días, después del almuerzo ellos fueron al Hotel "El Ensueño del Descanso"...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; el joven Olzagon después de gozar una noche de placer con la religiosa Sor María del Carmen, cuyo nombre de pila era Hortelia Del Río Blanco Muñoz, ella se fue a la Capital, a cumplir un descanso de prueba, para decidir si cuelga los hábitos y renuncia a los votos de castidad, que ya se hicieron añicos; el joven Olzagon haciendo uso de su descanso del día domingo, desayunó temprano, fue al Centro de la Ciudad, entró a una Iglesia asistió a misa muy contrito,  después del santo oficio, salió y se puso a caminar, al finalizar su recorrido se sentó en una banca que era la última de un parque, lo hizo en un costado; después de unos minutos llegó una joven mujer y también se sentó al otro costado de la misma banca donde descansaba Olzagon... sigamos la historia.....................

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices.
Este es el símbolo de la novela: La Historia del Amor Cruel.
Fuente: Archivos del blog: A vuelo de un Quinde.                                                
Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según: Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.


Sueños del Dichoso Amor................

Aquella atractiva y hermosa mujer desconocida para el joven Olzagon, era una turista que había llegado a la tierra donde había nacido, pero como la sacaron aún bebé, sus padres que viajaron al extranjero; ella regresaba al origen de su nacimiento, pero no conocía a nadie, ni a su propia familia, si aún existía, con esos antecedentes, ambos jóvenes se miraron y fue ella quien inició el diálogo, así:
--- Buenas horas joven, podría decirme ¿Qué hora es?
Olzagon, asombrado por la belleza de la joven desconocida, levantó la manga de su camisa y oteó su reloj marcando las 12:45 horas del medio día, le contestó:
--- Buenas horas mi bella dama, mi reloj marca las 12:45 horas.
La hermosa mujer siguió buscando la conversación y le dijo:
--- Que hermoso se ve este parque, está muy bien cuidado, los felicito a ustedes por tener árboles que nos ofrecen el oxígeno.
Olzagon, observando con más detenimiento a la joven mujer, le encontró un parecido a Zoraida Fuentes Plata, él mentalmente se dijo: "Creo que estoy obsesionado con esa mujer, que veo a otras igual a ella" y le respondió:
--- Tiene usted razón, los moradores de Tapal son gente diligente y cuidan muy bien sus parques: imagínese estoy aquí ya 15 días y observé todo belleza, especialmente las mujeres como usted que derrochan hermosura por doquier.
La desconocida joven entró en confianza por el piropo del joven y se acercó un poco colocándose en medio de la banca y volteó su posición hacia el joven Olzagon y desde esa pose, comenzó a observar y con una sonrisa a flor de labios le dijo:
--- Por lo que escuché, es usted un excelente galante; ya me lanzó un piropo, veo que también es transeúnte en esta Ciudad, o sea es un turista como yo.
Olzagon, observando y apreciando la belleza de la mujer, que hasta el tono de la voz  era similar a Zoraida Fuentes Plata, le contestó:
--- Si, vine de la Capital, no como turista, sino como vendedor representando a una compañía que tiene aquí a una de sus mejores clientes, que coincidió con la pronta inauguración de la ampliación de sus instalaciones comerciales.
Entonces, como ya era hora del almuerzo, ella deseaba comer algo y le dijo:
--- Joven, yo tengo acá exactamente 48 horas y siempre he estado sola, quisiera almorzar acompañada, no sé, si puede acompañarme, al final de la siguiente calle  hay un restaurante que he estado acudiendo y me gusta la sazón de la comida, que dice ¿Puede acompañarme?
Olzagon, que pensaba dedicar el día domingo para descansar y recuperar sus energías perdidas durmiendo tan sólo por pocas horas, ya que la mayor parte la pasó trepado sobre cuerpos de mujeres, contra su voluntad, ya que siendo educado y cortés, no podía despreciar la invitación de una mujer, con disimulo metió la mano al bolsillo del pantalón y vaya que si  había traído dinero y le respondió:
--- Encantado de acompañar a una bella dama como usted.
Ella se paró, lo mismo hizo Olzagon, se fueron conversando al restaurante; pero, caso curioso no se presentaron dándose los nombres, ellos llegaron al restorán, que se llamaba Restaurante "La comida para el paladar exigente".
Olzagon, al leer el pomposo nombre, se sonrió y se dijo: "Ojalá no sean exigentes con el monto de la cuenta".
Ellos entraron a un gran salón que estaba lleno de comensales, les salió para recibirlos un mozo pulcramente vestido con corbata michí, dándoles la bienvenida les dijo:
--- Bienvenidos, tengo disponible una mesa para dos personas, me acompañan por favor...
Los dos jóvenes siguieron al mozo, que los ubicó en una mesa al fondo de la izquierda que daba a un ventanal de vidrios multicolores  tipo catedral, que se veía muy elegante, ellos fueron sentados y el mozo les entregó la lista de los platillos. ella observando su platillo favorito, que este día había subido de precio, le incomodó pero no dijo nada y siguió buscando otro.
El joven Olzagon, observaba los precios, que eran excesivamente caros, pero tampoco podía salir o comentar, hubiese sido un desaire para la joven mujer aún desconocida; pero, fue ella quien dio la iniciativa y le dijo:
--- Amigo, creo que nos equivocamos de lugar, los precios son muy caros, yo he comido dos platillos diarios y ayer nomás uno de ellos costaba 50% menos, mejor salimos y vamos a otro lugar, que seguro se come rico a menos costo.
Olzagon, pensaba exactamente lo mismo y como ella dio la iniciativa, se levantaron y cuando salían se encontraron con el mozo, le dijeron que habían olvidado el dinero en el hotel, el mozo que llevaba dos copas de cócteles y un sobre les contestó:
--- Amigos, creo que no tendrán que usar su dinero, justo en el sobre viene un premio para ustedes, o mejor dicho para la señorita que ya es cliente y que ha ocupado este restorán por tres días.
Los jóvenes, se miraron entre ellos, se sonrieron y aceptaron la oferta del mozo y regresaron a su mesa, quienes al sentarse, el mozo les sirvió los cócteles y le entregó el sobre a la joven mujer, ella lo abrió y al leer el papel pulcramente fino ¡¡¡ Cual sorpresa !!! , ella había ganado el sorteo del mes, que acostumbraba realizar el restaurante y que tenía como premios, compartir las tres comidas diarias por tres días seguidos en compañía del novio o de un familiar; según las reglas del sorteo, ella tenía derecho a reponer su desayuno que aún no lo había compartido.
El mozo allí presente la felicitó y le dijo:
--- Como usted está acompañada de su novio, pueden elegir cualquier platillo y tienen derecho  a dos copas más del trago que les guste. ¡¡¡ Felicitaciones. !!!
Los jóvenes aún desconocidos entre ellos, que ni sus nombres lo sabían; se sonrieron y llevaron la cuerda al mozo que eran novios; eligieron los platillos de su preferencia y se retiró el mozo con los pedidos.
La joven mujer, le pareció que había dado en el clavo, buscando aventuras en Tapal. acababa de encontrarse con un joven que le trajo "Suerte" y se dijo: "Este muchacho está bueno y ya me dio mi suerte en la comida"...
Ellos brindaron con los cócteles, que les habían servido y siguieron conversando y ella le dijo:
--- Estoy buscando un hotel, por que donde me alojé, además de caro me tocó con ventana a la calle y con tanta bulla no puedo conciliar el sueño.
Olzagon, que si tenía su dormitorio con silencio absoluto no se atrevió a ofrecerlo y le contestó:
--- Si tiene razón, en el centro de la Ciudad, hay mucha bulla, yo me alojé en una zona residencial, que está muy distante del Centro.
Parece, que era el lugar que la joven mujer estaba buscando y le contestó:
--- Amigo, creo que coincidimos, busco un alojamiento fuera de este bullicio; tal vez si no es molestia, me puede llevar a su hotel y allí tomaré un dormitorio; claro está, si usted no tiene inconveniente.
Olzagon, al escuchar que ella quería su propio dormitorio, le pareció correcto y le contestó:
--- Si por su puesto, el Hotel "El Ensueño del descanso", tal como se llama, es un buen lugar para dormir tranquilo.
En esos momentos llegó el mozo con un azafate lleno de los platillos que los jóvenes habían pedido, les sirvió y deseándoles buen provecho se retiró.
Los jóvenes observando lo bien servido de sus platillos, se les hizo agua la boca y comenzaron a servirse, siguió una conversación pausada y muy amena, se hicieron bromas de la repentina suerte, que los estaba uniendo y se divertían como si fuesen viejos amigos que se habían reencontrado después de mucho tiempo; hasta que habían avanzado la mitad de su comida, regresó el mozo con los tragos, eran cuatro copas, de los cuales dos eran dulces con bajo alcohol y dos tragos fuertes con alto contenido de alcohol y al servirles, les dijo:
--- Como desconocemos los gustos de su licor preferido, les ofrecemos los tragos que he traído, por lo que tienen opción a pedir más, eso si sólo de estos tragos.
El mozo, después de serviles, se retiró; los jóvenes que ya habían terminado su cóctel del aperitivo, casi por elección ella decidió por los tragos dulces, quedando los otros para Olzagon.
Después de terminar de comer y beber los tragos, completamente gratis; la joven abrió su cartera y sacó un billete de dinero y lo dejó sobre la mesa; Olzagon iba hacer lo mismo, cuando rápidamente llegó el mozo, recogiendo lo que legítimamente era su propina, la devolvió, diciendo:
--- Ustedes son nuestros homenajeados, no se admite propina al mozo.
La joven, guardó su billete, agradecieron las atenciones y salieron, estando afuera ella le pidió a su joven acompañante ir a su hotel para sacar sus cosas.
Olzagon, accedió partieron y al llegar, la joven mujer subió a su dormitorio, el joven se quedó en el salón de recibo y allí la esperó.
Dentro de unos minutos, ella bajó portando una gran maleta y dos maletines pequeños, el joven muy acomedido fue ayudarla, ella se apartó fue a caja y pagó el uso del hotel, luego salieron juntos y afuera tomaron un taxi rumbo al Hotel "El Ensueño del descanso"; al llegar, bajaron las maletas y subieron las gradas, fueron a recepción y ella tomó por pura coincidencia un dormitorio que quedaba contiguo al de Olzagon................
Continuaremos..........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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