domingo, 16 de enero de 2022

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo CXIII.- Siekik, logra recuperarse de la picadura de una víbora, gracias a los antídotos que le preparó la Instructora, la joven hermosa ya soportó los primeros dolores del parto.....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán; el joven líder Seikik y Kamokac, salieron fuera de los terrenos cultivados para internarse en las planicies de las tierras eriazas, que debido a la escaza presencia humana, la naturaleza había tomado el control con el crecimiento de arbustos, que hacían difícil caminar, teniendo que abrir camino para avanzar; el joven líder Siekik, movió una roca, que al levantarla ocultaba a una víbora venenosa anillada con múltiples colores conocida como: Coral, le picó brazo, dando un grito de dolor, que lo escuchó Kamokac, quien estaba a una distancia de unos 30 metros, al acercarse le hizo los primeros auxilios, usando su boca para succionar el veneno, ya que el herido hizo fuerza para matar a la víbora, el veneno avanzó comprometiendo todo el organismo, Kamokac le aplicó un torniquete, lo transportan los guarda espaldas; Kamokac se adelantó pidió apoyo a la instructora, la única mujer especialista en brebajes para curar al herido.... ...sigamos el relato....

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: 
Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.
Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Kamokac, ya se encuentra con la instructora, quien le pidió permiso para ir a su dormitorio, ya que allí estaban las hierbas que le permitirán preparar el antídoto contra los efectos del veneno de la víbora, ya que el coral está considerado como la víbora que posee el veneno más mortífero.
La instructora, fue a su dormitorio, movió los diferentes hatos de las hierbas secas y encontró el antídoto, que era una hierva muy usada contra mordeduras de serpientes; ella eligió a dos, una para la infusión (pócima) para beber que tenía que cocinarla y la otra planta era remojada en agua fría las hojas secas y luego molerlas en un batán para preparar una torta (pasta), este remedio era fundamental para evitar la infección de la herida (hinchazón).
El joven líder Siekik, era transportado en hombros de los guardaespaldas, que lo hacían lentamente, parece que los efectos venenosos avanzaron rápidamente, hasta que llegaron al templo, allí estaba la joven hermosa Nachamok descansando, ella ya sentía los dolores en la barriga, parece que se acercaba el parto.
Mientras tanto, la instructora ya en la cocina y con la vigilancia de Kamokac, quien estaba muy preocupado por la salud del líder Siekik; ella usó una olla pequeña, la llenó con las hierbas y agua que tenían que hervir, sólo era un hervor, como habían brasas calientes, rápidamente se logró la infusión, ella bajó la olla y vertió todo el líquido en un mate(pocillo) y con un cuchara de palo lo movía; al mismo tiempo, sacó las hojas que estaban en remojo y las tendió sobre el batán y las molió, cuando se formó la torta, la infusión aún estaba muy caliente, y como ella era mi diligente, cogió otro mate para enfriar rápidamente, levantado el mate lleno del líquido y lo vertía al otro vacío de abajo, con que logró su objetivo.
Siekik, tenía su salud desmejorada, el veneno había invadido su cuerpo, el brazo estaba hinchado y tomó un color morado antes del torniquete, la infección avanzaba; en esos momentos llegó Kamokac y le avisó que se le estaban preparando remedios.
La instructora con las hojas molidas formó una masa verde, más infusión lista para beber, pidió a otra mujer que la acompañe al templo.
Al llegar, encontró al líder Siekik totalmente débil y le tocó la frente, tenía calentura (fiebre) eran las consecuencias de la infección del veneno, de inmediato le dio de beber la infusión que era el antídoto que le salvará la vida.
Luego le retiró torniquete, le aplicó la masa verde alrededor de la zona de la herida y con una faja de tela, le dio varias vueltas y con una tira le ajustó para que sostenga la faja, este tratamiento reemplazó al torniquete.
Luego con su ayudante, quien tenía varios paños, uno de ellos lo mojó en el pocillo de agua fría y le pasó por la frente, enseguida usó otro paño lo humedeció y lo puso en la corana de la cabeza; todo indica que el antídoto tenía efectos alucinógenos y narcóticos, por que el paciente se quedó dormido y en ese estado balbuceaba expresiones incoherentes, manoteaba como si estuviese peleando con alguien, hasta que se quedó dormido.
La mujer ayudante humedecía los paños y limpiaba el sudor de la frente, del mismo modo el paño que iba  a la corona, que rápidamente se secaba por la alta temperatura que reinaba sobre la cabeza.
Era asombroso observar la aplicación de los primeros auxilios con gran destreza en condiciones muy incómodas y que eran efectivas en pleno Siglo 1 de nuestra era.


Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío. 
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

La instructora no dejaba de tocar la frente del líder para comprobar el avance o la disminución de la calentura; ella se mostraba con un rostro adusto, era imposible sacarle una sonrisa; al mismo tiempo allí pendientes estaban los guardaespaldas y Kamokac.
Seguramente pasaron unos 100 minutos, el líder se calmó y siguió durmiendo y empezó roncar, recién la instructora hizo un ligero movimiento de sus labios brotando una leve sonrisa, era la señal que esperaba ver Kamokac, pero calló; ella continuaba cambiando los paños humedecidos que los aplicaba a la frente y la corona de la cabeza del líder.
Que cosas, tan absurdas y reales al mismo tiempo, donde la noche anterior, ella pretendía dormir con él, sin importarle que estaba acompañado del Nachamok (joven hermosa) y fue castigada con crueldad, ahora ella era la curandera y el castigador era su paciente.
La instructora observó el brazo y palpó la pasta, vio que lentamente la piel iba recuperando su color natural, la hinchazón cedió y ya desapareció el color morado de la piel.
Entonces, como la instructora notó la franca mejoría del paciente, que para la curación aún faltaban otras pócimas que eran desagradables al paladar, pero muy efectivas en sus efectos medicinales, ella se levantó de la cama y dirigiéndose a Kamokac, le dijo:
--- Oh Gran Líder, para su tranquilidad nuestro líder ya está en recuperación, pero aún falta otra pócima (infusión), tengo que buscar en mi dormitorio, sino la tengo, iré al bosque de la entrada (Sur), sólo allí nace y crece esa hierba; por lo que usted y la mujer controlarán al líder, la mujer ya sabe que los paños serán humedecidos y aplicados, y si usted ve algo grave me busca.
Kamokac, ya más tranquilo, le contestó:
--- Instructora, puede llevar a los guardaespaldas para que vayan con usted a buscar la hierba que falta, si estaré pendiente hasta su regreso.
La instructora, no quería la compañía de hombres diferentes a Siekik, él era su único hombre y le contestó:
--- Oh Gran Líder, yo no necesito a nadie me vasto sola.
La instructora, salió ante la atónita mirada de Kamokac, que bien la conocía que era altiva, quien se puso a meditar y se dijo asimismo: "Pensar que esta mujer pudo morir por su atrevimiento y el líder Siekik no lo hizo, sólo la castigó colgándole los brazos, esto es obra de los dioses.."
Mientras tanto,  la joven hermosa (Nachamok) permaneció callada soportando el dolor de la barriga, pero esta vez ya no lo aguantó más y comenzó a gritar, agarrándose con las dos manos la barriga, era el anuncio del alumbramiento, que estaba muy próximo.
Entonces, Kamokac, que ya tuvo experiencia con su propia pareja, ordenó a uno de los guarda espaldas ir a las cocinas y traer una mujer que sirva de partera; pero la mujer que estaba atendiendo al líder le replicó:
--- Oh Gran Líder, no tiene que buscar partera, por que yo soy mujer que hace parir a las mujeres.
Kamokac, le respondió:
--- Mujer, tu tienes que atender al líder, que venga otra.
De inmediato la ayudante de la instructora, le contestó:
--- Oh Gran Líder, puedo hacer las dos cosas.
Y como la joven hermosa daba alaridos ensordecedores por el dolor de la panza, la mujer se levantó y fue hasta la parturienta, le hizo abrir las piernas y le rozó los genitales y comprobó que iba a nacer el feto, la llevó hasta una soga colgante desde el techo, la hizo que se aferre con las dos manos casi colgada y que puje, la joven hermosa gritaba de dolor y la mujer le instaba que puje y puje.
La joven hermosa (Nachamok) aferrada a la soga pujaba y pujaba; por lo que la partera tendió un manto sobre el suelo y obligó a la parturienta pararse encima y seguir de pie aferrada a la soga, parece que el dolor no le ayudaba mucho a la parturienta por que se torcía de dolor.
La partera, le gritó:
--- ¡¡¡ Párate mujer y puja !!!
La parturienta seguía aferrada a la soga pujando, la partera allí la dejó y regresó al paciente, le tocó la frente ya estaba fría, aún así humedeció los paños y lo colocó en la frente y la corona, el joven líder ya no roncaba, pero continuaba dormido y el brazo había recuperado su estado normal.
En esos instantes retornó la instructora, que si escuchó los gritos de la parturienta y en voz fuerte le dijo:
--- ¡¡¡ Puja mujer, puja que pronto tendrás un hijo que será el heredero del líder Siekik, yo no pude, tu eres la afortunada, sigue pujando que te ayudaré a parir !!!
Pero, la joven hermosa, le tenía terror a la instructora y gritó así:
--- ¡¡¡¡ Oh Gran Líder Kamokac, sálvame, por que la instructora matará a mi hijo, no quiero su ayuda, aayyyyyyyy ..!!!
La instructora que trajo otra infusión, le levantó la cabeza al líder, despertándolo para que beba un nuevo remedio.....
Continuaremos.............................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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