domingo, 29 de mayo de 2022

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCLXI.- El matrimonio religioso de Rodrigo López Huamán y Edilsa Flores Morocho; se realizó en la capilla del pueblo, luego hubo fiesta en la casa de Fredelinda Campos, donde se divirtieron, pero Rodrigo se cuidó y no bebió licor alguno...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Rodrigo López Huamán y su hasta en ese momento amante Edilsa Flores Morocho, llegaron a la fiesta patronal del pueblo; ellos ya conversaron con el sacerdote para que los case, él abad les ofreció realizar el matrimonio en la misa del siguiente día; por que Edilsa le otorgó una generosa limosna, ellos después de llenar y firmar los documentos, salieron de la capilla muy contentos y todo estaba listo para el casorio.....  ..sigamos la historia.......... 

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Efectivamente al día siguiente; Rodrigo y Edilsa se levantaron muy temprano, ya la dueña de casa donde estaba hospedados había madrugado y preparaba el desayuno para la familia y sus huéspedes, Edilsa fue a la cocina y saludó a la anfitriona:
--- Buenos días doña Frede (Fredelinda), le cuento hemos dormido muy bien, al principio había bulla de los transeúntes, pero como estábamos cansados rápidamente nos quedamos dormidos, fue un sólo sueño hasta el amanecer.
Doña Fredelinda, quien estaba muy contenta con la visita de su amiga Edilsa, le respondió:
--- Me alegro mucho que hayan dormido, por que hoy es fiesta grande, su matrimonio es un suceso grande que nos alegrará a todos, y por lo que he visto su compañero parece un buen hombre; pues, que el Todopoderoso (Dios) les colme con sus bendiciones.
Edilsa, que se sentía radiante de felicidad, le contestó:
--- Si, doña Frede, Rodrigo es buen hombre y lo ha demostrado con hechos protegiéndome, espero que nunca cambie, me siento dichosa como si fuese una primeriza.. jajajajaja..
Doña Fredelinda que compartía esa felicidad, le dijo:
--- A propósito, mi esposo ya llevó los caballos al pasto y se quedará allí todo el día, ha sido castigado por ser un faltoso.. jajajaja, estoy exagerando, pero si está muy avergonzado, que al momento del desayuno les pedirá disculpas por su mal comportamiento.
Edilsa, quien buscaba la armonía, le contestó:
--- No es necesario doña Frede, su esposo es una buena persona, sólo fue efectos de los tragos; más bien nosotros somos los que pedimos disculpas por haber venido a romper la intimidad de su hogar.
Doña Fredelinda, echó más leña al fogón y le dijo:
--- Doña Edilsa, hoy nos beberemos varios tragos y nos olvidamos de todo.... jajajajajaja
Efectivamente, llegó la hora del desayuno, todos compartieron una comida que la anfitriona había preparado: gallina horneada con yucas sancochadas y un jarro de café de olleta; se disculpó el dueño de casa y todos se prepararon para asistir a la boda, se acordó hacer una pequeña fiesta y el dueño de casa se comprometió en poner la banda de músicos y los tragos en honor a los contrayentes.
En esos momentos se escuchó el tilín tilín de la campana de la capilla; invitando a los feligreses al oficio de la Santa Misa en honor al Santo Patrono San Idelfonso; todos salieron de la casa de doña Fredelinda incluidos sus hijos; los contrayentes cambiados con ropa limpia y bien peinados y sin sombreros fueron hasta la capilla, ya en la puerta estaba el sacristán, quien preguntó si eran los novios, ante la respuesta afirmativa, hizo sonar la campanilla de mano, ellos entraron cogidos de la mano, los feligreses se levantaron de sus asientos, los novios llegaron hasta la altura del altar, el sacerdote les dio la bienvenida poniendo su mano derecha sobre la frente de cada uno, luego dio inicio a la ceremonia.
Si hubo murmullos de los demás feligreses, por la esmerada atención del sacerdote a la pareja; pero, ellos no sabían que la novia fue muy generosa con el abad la noche anterior; pues, esa era la razón; en seguida el sacerdote hizo la petición mencionando el nombre de los contrayentes: Rodrigo y Edilsa, si alguien conocía algún impedimento, todos los asistentes guardaron silencio, por lo que el sacerdote continúo con el oficio de la misa y luego la ceremonia del matrimonio y los consagró como: Marido y Mujer.
Al finalizar, de nuevo el sacristán con la campanilla de mano haciéndola sonar adelante condujo a los flamantes novios a la puerta de la salida.
Doña Fredelinda y su esposo fueron los primeros en felicitarlos a los flamantes esposos, se colaron amigos de la anfitriona, se presentaron y los invitaron a la fiesta,  se inició la conversación, los hombres se separaron y las mujeres incluida la Edilsa fueron juntas a la casa a preparar la sala para recibir a los invitados.
Don Nacho, como le llamaban al esposo de la señora Fredelinda, invitó al novio que lo acompañe a un alambique que quedaba en los límites del pueblo para saborear un trago y comprar unas botellas para amenizar la fiesta, allí bebieron varios tragos que se llamaba: "probar el cate", era el grado de alcohol, don Nacho compró un bolsico lleno de botellas y desde allí fueron a otra esquina donde un compadre de don Nacho tenía una banda de músicos, al llegar conversaron y se pusieron de acuerdo para tocar unas cinco horas.
Después de los acuerdos, don Nacho y Rodrigo regresaron a la casa, al llegar ya encontraron a los primeros invitados, se saludaron y felicitaron; las mujeres estaban en la cocina en plena elaboración de la comida en ollas muy grandes.
Llegó la banda de músicos, que haciendo gala, se adelantó desde una cuadra, levantando la curiosidad de los vecinos, que le siguieron el recorrido y entraron a la casa de doña Frede....
Con la llegada de la banda de músicos se inició la fiesta, el primer baile lo hicieron los novios, quienes fueron unos excelentes bailarines, que dejaron la boca abierta a los pueblerinos, alguien de ellos comentó: 
--- "Estos campesinos bailan mejor que muchos montubios del pueblo, y que bien lo hacen...."
Efectivamente, la fiesta se prolongó por más de cinco horas, que los músicos agregaron tiempo por su cuenta, en toda la fiesta Rodrigo se cuidó de no ingerir licor, cuando le tocaba la copa con habilidad lo retenía en la boca y disimulando una ligera tos y lo arrojaba en un rincón con tanta ligereza que nadie lo notó, y en todo momento se dedicó a bailar con todas las mujeres que asistieron a la fiesta, ellas encantadas se lo disputaban por ser un gran bailarín.
Rodrigo, hizo bien en no beber, por que teniendo muchos enemigos, nadie lo sabía, pero alguien de ellos podría asomarse por allí y lo encontrarían con la guardia baja si estaba bebido; pero, felizmente nadie llegó y la fiesta se prolongó hasta la noche; ya el dueño de casa dormía plácidamente embriagado, la señora Frede se había agarrado un mano a mano con la señora Edilsa y se mancornaron sobre una tarima abrazadas de las manos, tan ebrias que se volvieron cantantes, que los músicos les acompañaban con los instrumentos.
Rodrigo, totalmente ecuánime, era un observador de privilegio de la diversión en la fiesta de su matrimonio de los invitados; le parecía muy bien, y estaba feliz que por primera vez nadie lo desafió ni retó, como le solía suceder en otros pueblos, todos mamados(ebrios) pero muy decentes no hubo malcriados.
Seguramente, eran las 20:00 horas de la noche, ya los músicos de fueron y los pocos asistentes que hubieron se fueron con ellos, los tragos se consumieron en su casi totalidad, si había sobrado una botella y era el mejor trago, llamado : "cogollo" por ser el primer humo del alambique.
Rodrigo, cogió la botella y la subió al segundo piso donde estaba su cama y se dijo:
---  "Mañana bebo esta botella con don Nacho, antes de regresar a casa.." 
Rodrigo, bajó de nuevo en búsqueda de su esposa Edilsa, no la encontró, pero si escuchó bulla en el dormitorio, él no podía ingresar allí, se sentó a descansar y tenía hambre, decidió ir a la cocina y vaya que encontró una olla casi llena de presas horneadas de gallina; pues, se sirvió y con el mate lleno regresó a la sala y comenzó a comer, él observaba que sobre las sillas y tarimas dormían don Nacho y dos de sus amigos que estuvieron tan embriagados que no podían ni pararse.
"Pues, que duerman hasta que les pase la mamada (ebriedad)".. se dijo asimismo y siguió comiendo su bien servido mate.
En esos instantes salieron abrazadas y llorando de borrachas doña Frede y Edilsa, quienes con botella en mano seguían bebiendo licor, al llegar a la sala una de ellas se tropezó que halando a la otra iban directo al suelo, y que gracias a la agilidad de Rodrigo quien dio un salto felino y las atrapó en el aire, evitando un grave accidente que podría haber tenido consecuencias por las botellas en manos de ellas.
Rodrigo, abrazado a las dos mujeres, las arrastró a una tarima, las hizo sentar, ellas ni cuenta se dieron por la borrachera de sus cuerpos.
Justo, en esos instantes se despertó don Nacho, a quien ya se le habían evaporado los efectos del alcohol ingerido, inició la conversación con Rodrigo, quien al verlo totalmente sereno y juicioso, le preguntó:
--- Don Rodrigo, le ruego me disculpe, estaba tan contento que se me pasó la mano, me emborraché y no recuerdo nada, veo a las mujeres que se doblan de borrachas y usted fresco y moderado, como si nada hubiese bebido.
Rodrigo, se sonrió y le contestó:
--- Don Nacho, le estoy agradecido a usted a su digna esposa que nos hayan hospedado en su casa y celebramos la fiesta de nuestro matrimonio, es una deuda con usted que la tendré presente; yo si he bebido, pero tuve que cuidarme por que alguien tenia que vigilar la casa; todo sucedió muy bien, no hubo ningún incidente, sus amigos salieron bien mamados(ebrios), tal como los dos que duermen allí.
Don Nacho, quien recobró totalmente la ecuanimidad y con hambre, viendo que las mujeres se quedaron dormidas y abrazadas sobre la tarima, y las tripas que le sonaban, dijo:
--- Don Rodrigo, las mujeres están mamadas (ebrias) y no pueden ni pararse, acompáñeme a la cocina para servir comida, tengo hambre.
Rodrigo, quien ya estaba con la panza llena, tuvo que aceptar acompañar al dueño de casa, al llegar don Nacho eligió dos mates y sirvió las presas, luego de una olla chica había pasta picante que se echaba a las presas para abrir el apetito y beber un trago, el dueño de casa colmó los mates con presas y yucas sancochadas y dijo:
--- Don Rodrigo, vamos a servirnos y lo asentamos con una botella del "cogollo" que si la guardé para nosotros.
Rodrigo, casi suelta el mate de comida de la vergüenza ya que él había escondido la botella  sonriendo le contestó:
--- Lo que usted orden don Nacho.
Cuando estuvieron en la sala, algo olvidó don Nacho; él regresó a la cocina, tiempo que lo aprovechó Rodrigo para bajar la botella del segundo piso.....................
Continuaremos.....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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