domingo, 15 de enero de 2023

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCXCIV.- Simeón y sus compinches, estando ebrios salieron de la cantina y fueron a su casa; allí las "prostitutas" los sedujeron, sacándolos para acompañarlas y los condujeron a un precipicio donde murieron los cuatro compinches; Simeón se salvó, quien al regresar a su casa encontró a las cuatro mujeres, que le pedían explicaciones por la ausencia de sus maridos...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; los huestes satánicos disfrazados de prostitutas, trataban de seducir al delincuente Simeón y sus compinches; quienes estuvieron bebiendo tragos en una cantina; los espíritus diabólicos muy camuflados impedían que los descubran. Mientras en Socchabamba el señor Sánchez hizo una visita a su fundo "El Azote Negro", y allí se encontró con su amante Séfora, con quien disfrutó de un encuentro sexual debajo de un frondoso árbol, era el amor natural al estilo campesino... ..sigamos la historia....


Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

El señor Sánchez, quien no tenía hijos, disfrutaba de sus tesoros junto a su esposa, en forma sencilla; ellos no podían darse el lujo de salir a la ciudad o visitar otros lugares, por que estaban expuestos a ser asaltados, ya que muchos asaltantes y bandoleros codiciaban sus tesoros; pero, nunca nadie ha logrado usurparle su riqueza, por que él, está protegido por los huestes satánicos, quienes le ofrecen seguridad y cuidados de su vida, en base a un "Pacto con Satanás".
Es muy probable, que se cuestione el origen y veracidad de esta historia, que se vuelve fascinante en su lectura, que se desenvuelve en base a personajes que pretendieron asaltar a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo; sin embargo, intentamos describir en ficción lo que en verdad sucedió; invito al lector seguir favoreciendo con sus visitas, que en recompensa le seguiremos aportando historias fantásticas sobre los movimientos de personajes; quienes intentaron asaltar a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo y todos fracasaron, y los que sobrevivieron son mudos testigos de las andanzas de Satanás, buscando imponerse a los hombres.
Volviendo a la historia, los bebedores Simeón y sus compinches disfrutaban de la compañía de las "prostitutas", ya se bebieron dos botellas más del licor de alto contenido de alcohol, ellos ya estaban mamados (ebrios), y como ya era hora de salir, ellos se levantaron de sus asientos y salieron cada cual acompañado de su "hembra"; el cantinero sólo los vio salir y soportó sus nauseas por el hedor putrefacto, de los personajes "prostitutas" que los bebedores no podía distinguir.
La noche, llegó con fuerza, estando completamente oscuro, los delincuentes ya en casa de Simeón pretendían forzar a las "mujeres"; pero, ellas desparecieron misteriosamente; que estando ellos completamente ebrios se tiraron sobre las tarimas para dormir; a la media noche se despertó Simeón, quien salió hacer sus necesidades fisiológicas; pero, como él había bebido tanto y seguía ebrio y sus compinches roncaban plácidamente, que se escuchaba como un concierto de roncadores, el dueño de casa se volvió a dormir.
En la primera hora de la madrugada, regresaron las "prostitutas", eran la 1:00 horas, "ellas" despertaron a los borrachos y los sedujeron, que debían salir de la casa y les mostraría donde ellas tenían una alcoba donde disfrutarían haciendo sexo con "ellas".
Los delincuentes, ya casi libres de los efectos del alcohol, que habían ingerido licor macerado;  al menos eso parecía; ellos aceptaron salir con las meretrices, quienes con trucos satánicos, les mostraban con luces de luciérnagas que iluminen el sendero; "ellas" abrazadas con los hombres, los conducían, quienes como borregos seguían sus pasos, el camino les parecía como una calle empedrada de la Ciudad.
Después de caminar, por espacio de dos horas, las "mujeres" los llevaron justo al borde de una peña; una de las "prostitutas", haló a uno de ellos y lo empujó al precipicio, y desapareció con él;  siguió el otro y finalmente le tocaba a Simeón, quien entretenido manoseando a su "hembra", no se dio cuenta de la misteriosa desaparición de sus compinches.
Simeón al pretender seguir a su "mujer"; justo escuchó el canto de un gallo, ave que había sido bendecida por un sacerdote jesuita, para que cubra una parvada de gallinas que existían en el corral de un Convento de Abades.
El hueste satánico al escuchar el quiquiriquí del bendito gallo, no pudo resistir la presencia divina y explotó en el aire, desapareciendo sus restos misteriosamente, que no quedó ni rastros.
Simeón, recién "despertó", de un "recóndito sueño", quien estaba caminando justo en la orilla de su precipicio, también captó los sonidos del medio ambiente y no se explicaba de como había llegado a ese lugar; él tampoco, recordaba que caminaron juntos con los compinches, siguiendo a unas "prostitutas", ya él completamente sólo retrocedió, pero no pudo hacerlo parado, sino gateando, por que el lugar era resbaladizo, que rodándose conducía a un precipicio.
Simeón, haciendo un esfuerzo extraordinario, logró salir de ese lugar y llegó a un camino real de herradura; era un lugar completamente desconocido para él, aún lo hizo a tientas, por que el día aún no aclaraba, hasta que los gallos apuraron agitando sus alas sus quiquiriquíes anunciando el nuevo amanecer.
Siendo las 06:00 horas de la mañana; Simeón muy hambriento, metió las manos a los bolsillos del pantalón y si le quedaban unos pocos billetes, él sin saber a donde iba, tomó una ruta, que lo conduciría al lugar donde pueda comer algo; él caminó un buen trecho y llegó a un cruce de caminos que formaban una cruz perfecta, fue todo un dilema para él escoger el camino correcto, ya que ni siquiera se encontró con un transeúnte que lo hubiese orientado; ya que él nunca pisó caminos rurales, era un delincuente urbano que atacaba negocios en la ciudad; pero, jamás pretendió ir al campo; con la única excepción de visitar la casa de la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo en Socchabamba.
Entonces, Simeón decidió tomar el camino hacia el Este, lo hizo muy acertado, por que era una ruta con una larga ladera, allí caminó por un par de horas y llegó a un altillo, que como mirador, él pudo apreciar a lo lejos la ciudad donde él vivía.
Simeón, reconfortado con el alma en su cuerpo, se sonrió y de dijo: 
"Por fin veo al pueblo y no me explico de como llegue a este lugar totalmente desconocido para mi".
Simeón, siguió recordando que el día de ayer estuvo en una cantina con cuatro amigos, celebrando un "Plan para asaltar a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo" en Socchabamba y también recordó, que allí fueron visitados por cinco "prostitutas" y que él escogió una de ellas; pero, no recordaba que salieron de la cantina y fueron acompañados  por "ellas" a su casa.
El delincuente, ya muy sonriente de la alegría que le produjo al observar a su pueblo, que lo tenía al frente y que tenía que caminar duro un largo trecho, por que estaba muy lejos; él sacó fuerzas corporales y emprendió la caminata, lo hizo a paso ligero y la barriga se sonaba pidiendo comida, la esperanza de llegar estaba a la vista y cuanto más temprano mucho mejor y poder conversar con los "muchachos" sus planes para ir a Socchabamba, él había perdido la noción del tiempo, o su mente estuvo completamente turbada que no recordaba que su compinches ya no existían.
Pero, repentinamente reaccionó y recordó que diez de sus compinches no aceptaron ir con él, por los peligros que corrían si pretendían asaltar a esa familia; al mismo tiempo llegó a su mente las "prostitutas" que los sacaron de la cantina y nada más recordaba; pero, ahora si pensaba una conjetura, que seguramente el señor Sánchez, conocedor de sus planes, envió a esas "mujeres" para seducirlos y desviar sus planes; con esos pensamientos dispersos en su mente, él llegó a la ciudad y se dirigió a su casa que quedaba al otro lado.
Simeón, hizo su aparición a su morada y encontró en el corredor a cuatro mujeres con semblantes tristes, él si las conocía, ellas eran las convivientes de los cuatro amigos con quienes estuvo bebiendo ayer en la cantina, al saludarlo una de ellas le dijo:
--- Don Simeón, todas nosotras hemos venido a buscarlo para saber de nuestros maridos que no llegaron a la casa; en la cantina donde estuvieron bebiendo ayer nos informaron que ustedes salieron en compañía de mujeres, por favor díganos: ¿Dónde están los demás hombres?
Simeón, totalmente sorprendido por la visita de las mujeres, que efectivamente estuvieron bebiendo con él, pero no recordaba ni la salida de la cantina ni como salieron, él había perdido la noción de la realidad por tanto licor ingerido, y lo peor que había caminado borracho hasta un precipicio y le contestó:
--- Señora, si ayer estuvimos bebiendo unos tragos con los muchachos y se nos pasó la mano, que no recuerdo hasta que hora estuvimos allí.....
Otra de las mujeres, le interrumpió y le replicó:
--- Don Simeón, ¿Cómo que no recuerda la hora que salieron, si usted lo hizo acompañado de una puta?, y los muchachos hicieron lo mismo..
Simeón, ahora ya muy asustado, por que las mujeres lo increpaban por no decirles la verdad, pero tampoco podía narrarles, que él había caminado borracho por un lugar desconocido y que nunca llegó a su casa; él revisó sus llaves y no las tenia en el bolsillo del pantalón y la puerta de la casa estaba abierta, por lo que optó en entrar y estando adentro comprobó que las tarimas estaban desordenadas y revueltas, demostrando que ellos si llegaron y salieron de la casa, él pensando en una mentira salió al corredor y les dijo:
--- Señoras, he revisado la sala de mi casa y no hay vestigios que llegué con los muchachos.....
Continuaremos.....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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