domingo, 15 de octubre de 2023

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCCXIV.- Los cuatro jinetes al llegar a Socchabamba y estando tan cerca de la casa de la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo, les sucedieron cosas misteriosas que terminaron desafiándose entre ellos y murieron atravesados por sus propias armas...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la Historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; por órdenes del bandolero Erasmo Huamán, fueron un grupo de jinetes a Socchabamba; quienes, partiendo desde Ayabaca, llegaron a su destino aproximadamente a las 06:00 horas del día, era un amanecer sereno y tranquilo; pero, esa paz en apariencia era engañosa, por la inesperada aparición de un grupo de seis jinetes totalmente desconocidos, quienes en actitud agresiva bloquearon el camino, y, uno de ellos expresándose con palabras guturales, les ordenó a los cuatro jinetes que se larguen; por lo que, el jefe del grupo de los jinetes les respondió sacando sus escapularios de la Virgen del Carmen, que los portaban en el pecho; los agresores se evaporaron como arte de magia, dejando en el ambiente un aroma de azufre, los jinetes pensaron continuar; pero, sus caballos se negaron a trotar, que los jinetes al palparles el cuerpo, los animales estaban bañados en sudor....  ..sigamos la historia.............


Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Los jinetes muy asustados por la rebeldía de sus caballos; que, se negaron a trotar, estaban llenos de sudor en todo su cuerpo, en apariencia era una muestra que los animales estaban soportando un exceso de peso y muy cansados; pero, era el mismo peso cuando llegaron allí; pero, como saber la razón de los caballos en negarse a continuar la trotada.
Entonces, el jefe del grupos, les dijo:
--- Muchachos, estamos atrancados (bloqueados) por las bestias diabólicas, que no los podemos ver por que son espíritus; pero, los caballos si los ven, esperemos un rato hasta que cante un gallo.
No había terminado de hablar y en efecto se escuchó un quiquiriquí de un gallo, que fue un alivio para todos; ellos sintieron una sensación como que se les despejaron los oídos, que tal como si hubiesen estado con las orejas tapadas; el jinete montó de nuevo su caballo, y, siguieron trotando y ya estaban acercándose a la casa de la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo.
Ellos, sobre pararon y observaron la casa, que estaba completamente en silencio, por lo que no se pudo detectar algún movimiento de seres humanos; fue un motivo, para que el jefe de los jinetes pensara así: "Veo que esta casa no tiene protección ni vigilancia; pues, vamos asaltarla en este momento", y cuando trataba de comunicarse con sus compinches, aparecieron unos bultos con mechones con luz azul alrededor de la casa; los caballos completamente asustados intentaron corcovear, por lo que los jinetes bandoleros muy temerosos de lo que estaba sucediendo; no les quedó otra opción que retroceder, volteando a sus caballos y trotaron huyendo de algo que ellos no veían, pero si le temían.
Para los cuatro jinetes, era un ataque misterioso que arropaba al medio ambiente y que era lo peor, que ya no es escuchó el quiquiriquí de ningún gallo; siendo ya el amanecer se llegó a escurecer el firmamento algo muy raro.
Los jinetes ya muy lejos de la casa, que ellos creían que era su objetivo al alcance de sus manos; por lo que el jefe tratando de controlar al grupo buscando la tranquilidad, les dijo:
--- Muchachos, parece que es muy cierto, lo que comentó nuestro compañero en la cantina, que el tal Sánchez tiene un "Pacto con el diablo", por que nosotros mismos estamos siendo testigos que nos están sucediendo cosas misteriosas y que no sabemos quien nos está atacando, todo es un sigilo; pero, ya estamos amaneciendo.
Uno de los tres jinetes, le respondió:
--- Tienes razón amigo, por que yo llegué a observar que de la casa salían hombres armados con sus machetes erguidos; creo, que esos seres deben ser los diablos que protegen al tal Sánchez; por lo que mejor nos regresamos, ya que aún estamos vivos.
Otro de los jinetes, también intervino y dijo:
--- No se trata de saber quién nos está impidiendo seguir adelante, sino saber si nosotros mismos estamos llenos de miedo que estamos viendo cosas que no existen, creo que todo es fruto de nuestro temor, por que yo no vi nada y no siento nada en el ambiente, pero si quiero regresar.
Pero, el que actuaba como el jefe del grupo, no estaba de acuerdo en huir, era un símbolo de cobardía que él no estaba dispuesto a aceptar y les dijo:
--- Muchachos, como ya amaneció, seguro que los espíritus diabólicos ya se retiraron al infierno, y nosotros estamos protegidos por la luz del Sol; no vamos a retroceder, tenemos seguir adelante y cerciorarnos si efectivamente la casa tiene protección o si todo lo que nos sucedió fue fruto de nuestros miedos que observamos visiones que nos están atormentado. 
Pero, los otros tres jinetes no estaban de acuerdo, con lo expresado por el "jefe", y uno de ellos le respondió:
--- No amigo, nosotros nos regresamos, si tu quieres exponer tu pellejo para que te devoren los demonios es tu decisión; además, tu no eres nadie para que nos ordenes lo que debemos hacer; yo si me regreso, y no por cobardía, sino por salvar mi vida.
El que actuaba de "jefe", que si fue nombrado por Erasmo Huamán, sacó su largo machete que al desenvainarlo brilló a la luz de día, y dijo:
--- Amigos, de aquí nadie huye, y si lo intentan hacer, este machete irá al corazón del cobarde, que no regresará a casa para contarlo.
Los tres jinetes, ahora aterrados por el desafío del que pretende ser el jefe; pero, tampoco iban a ceder tan fácil a sus caprichos, uno de ellos saltó desde su caballo, quien apeándose se dirigió al jefe y lo retó:
--- Oye tu: ¿Quién te ordenó ser el mandón?, pues, baja y decidamos ¿Quién es el macho aquí?
Parece que el trabajo de los huestes satánicos era brillante, por que sin estar presentes estos espíritus, ya lograron dividir al grupo de jinetes y pelearse entre ellos; este raro comportamiento, si era un misterio que no tenía una explicación lógica; ya que se suponía que los cuatro jinetes eran amigos y compañeros.
Entonces, el "jefe" al ser retado(desafiado) por uno de sus compañeros; él estaba obligado a pelear para mantener su "autoridad", y sin pensarlo con su machete erguido se enfrentó al desafiante, que era un aprendiz de machetero que con su arma intentó defenderse y le entregó el pecho al "jefe", que le fue fácil atravesarle el corazón con un certero machetazo; el infeliz, cayó de bruces con el machete en su cuerpo, que también le atravesó los pulmones y la punta del machete salió por la espalda y rompió el escapulario que debía protegerle de una muerte tan horrenda.
Los otros dos jinetes en acto de compañerismo con el muerto; tuvieron dos opciones: Huir o enfrentarse al asesino que actuaba como su "jefe", ellos se miraron profundamente como intentando ponerse de acuerdo y se apearon de salto de sus caballos desenvainando sus machetes y sin pronunciar palabras se enfrentaron al "jefe", lanzándose contra él; pero, éste machetero era muy diestro y les esquivó el ataque a los dos, que se fueron en banda hacia adelante; pero, se controlaron parándose, dieron la vuelta y ahora parados uno de la derecha y el otro a la izquierda.
El "jefe", aún tratando de no matarlos, dijo estas palabras:
--- Muchachos, no quiero matarlos a ustedes, tal como sucedió con el desafiante, ustedes son mis amigos, como recordarán el que murió siempre fue un pleitista y murió en su ley; pero, ustedes ¿Quieren luchar por alguien que nunca fue un verdadero bandolero?......
Uno de los nuevos desafiantes no esperó más palabras y se lanzó con su machete erguido al corazón del "jefe" y éste que lo detectó con el rabo del ojo a tiempo, lo esquivó y no alcanzó herirlo, pero en respuesta si le clavó un chavetazo a la barriga con un certero puntazo directo al hígado, el herido dio su último grito de muerte, cayendo pesadamente al suelo boca abajo y expiró.
El "jefe", rápidamente le volteó el cuerpo al muerto y recuperó su ensangrentada chaveta y se preparó para enfrentar al último, quien se había quedado paralizado de pie, observando tan horribles muertes de sus compañeros.
Entonces, el desafiante hizo cálculos mentales, él poseía un largo machete y el que fungía de "jefe" tan sólo una corta chaveta, y sin pensarlo mucho, levantó su machete y se lanzó al ataque, que una vez más el ágil chavetero lo esquivó; pero, el  machetero no estaba dispuesto a rendirse y regresó con su machete erguido y atacó sin piedad y esta vez logró herir de muerte al "jefe", con un mortal machetazo; pero, éste no entregó su vida sin dar pelea y también hirió con un certero chavetazo el pecho del atacante que le atravesó el corazón; ambos peleadores cayeron al suelo moribundos y si logró expresar sus últimas palabras el desafiante:
--- "Jefe", el diablo ganó al inducirnos a pelear y matarnos entre nosotros, usted pisó el palito de las provocaciones... aaaayyyyyyy...
Pero, el "jefe", ya no le alcanzó la vida para contestarle muriendo con sus labios abiertos intentado pronunciar algo; los nobles caballos ensillados esperaban por sus jinetes; aproximadamente a las 10:00 horas de la mañana, pasaron por allí unos agricultores, quienes al ver los muertos, retrocedieron para buscar al capataz que no lo conocían, para informar, ya que no había ninguna otra autoridad.
Sin embargo, en estos lugares no habían autoridades, ya que los deudos recogían a sus muertos para enterrarlos y esperar una nueva ocasión para un ajuste de cuentas contra el asesino..........
Continuaremos........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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