sábado, 17 de agosto de 2024

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCCXLIII.- Silverio y Agapito, fueron encomendados ir a la cantina, para averiguar los datos precisos de la hacienda que hará una saca de 150 reses; Erasmo Huamán, tuvo un presentimiento que habrá una nueva "visita" de asaltantes, mientras tanto la fiesta continuaba despidiendo a Juan....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Erasmo Huamán, tomó muy enserio ser nombrado como caporal de la Hacienda "La Pampa Encantada"; sin embargo, aún sin haber recibido el cargo, él, ya tomó las primeras decisiones, tales como resguardar la casa hacienda, ya que todos celebraban una fiesta, que al recibir un ataque sorpresivo por bandoleros, estarían vulnerables y serían presas fáciles para los asaltantes; pues, esto pudo suceder, si él, no hubiese encomendado a su amigo Irenio Campos, realizar la custodia; y que efectivamente, estuvieron expuestos, tal como le relató Irenio Campos, todo lo que sucedió en la noche y madrugada. Erasmo Huamán, lo tomó como un secreto, para no inquietar a la familia de la hacienda; como fue invitado compartió el desayuno en la mesa de ellos y como la banda de músicos renovó su contrato por dos días más, empezó de nuevo la festividad dando la despedida a Juan.... sigamos la historia.........


Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Continuando con la historia, el hacendado don Luciano Castillo, se sentía muy feliz celebrando la fiesta de despedida a su cuñado Juan, quien fue su mejor caporal, que por esas circunstancias de la vida, su nuevo reemplazo el peón Erasmo Huamán, será igual o lo superará con creces en el trabajo que hizo Juan y que era lo que justamente pensaba Juan, al recomendarlo como su relevo; por lo que se presume fue una elección correcta (por su puesto que se mantiene el secreto que Erasmo Huamán fue un asaltante y jefe de una banda de bandoleros).
Mientras tanto, en la Hacienda "La Pampa Encantada", continuaba la fiesta de despedida a Juan; pero, en el pueblo donde Juan estuvo  dos días atrás; justamente en una choza fuera del pueblo, que el mismo tiempo pasado hubo una reunión de una banda de bandoleros, quienes con la presencia de Silverio, hicieron planes para "visitar" una hacienda que por el momento ellos desconocían el nombre y sobre todo su ubicación, por lo que según Silverio, se acercaba una saca(venta) de 150 reses.
Pero, sin tener datos precisos, era algo que no valía la pena tomar mucho interés; sin embargo, la curiosidad ya cundió en las mentes de todos los bandoleros, por lo que el que fungía de jefe, dijo: 
--- Agapito, te irás mañana por la noche con tu amigo Silverio hacia esa hacienda, que al llegar, esperarás que amanezca y con toda seguridad te toparás con los peones y les mencionarás que eres un perneador (comerciante regatero) de ganado vacuno y que andas buscando reses para negocio; estoy completamente seguro que ellos te responderán, si hay o no esa saca de 150 reses de su hacienda.
Agapito, estaba muy preocupado, por que no sabía: por donde dirigirse, quien escuchando las órdenes que tuvo que respetarlas y le contestó:
--- Jefe, yo nunca troté por esos caminos, por lo que le propongo que seamos cuatro los que viajemos y lo haremos de día, para ir preguntando la ubicación y el nombre de la hacienda; incluso, quienes son los dueños, por que hasta ahora, sólo tenemos la información de lo que escuchó Silverio.
El que le llamó "Jefe", respondió:
--- Creo que tienes razón Agapito, irán cuatro hombres, todos ustedes llevarán betas enroscadas(cuerdas muy largas confeccionadas de cuero de vaca, como sogas) y fijadas a la silla de montar, para aparentar que son comerciantes de ganado, montarán en los mejores caballos, escogerán los más grandes y alforjas llenas de sogas, serán todos unos perneadores (comerciantes).
Sin embargo, uno de los asistentes que le tocará viajar por orden del jefe, preguntó:
--- Todos ya hicieron planes de aire y no se preguntaron: ¿Qué rumbo tomarán?, si ni siquiera hay una idea de: ¿ Qué camino se tomará para viajar a ese lugar?
El que hacia de jefe, siempre tenía todas las respuestas y le contestó así:
--- Amigo, no te moleste (enojes), aún estamos planeado lo que harán los muchachos y tu serás uno de ellos; pues, Silverio que bebió en la cantina, conoce al que lo atendió, por lo que mañana temprano regresará a ese lugar y se presentará como comerciante de ganado y averiguará los nombres de los bebedores del que uno de ellos mencionó la saca de 150 reses; pero, como nada es de balde (gratis), él comprará 3 botellas de licor para lograr la información del cantinero.
Silverio, que escuchó atentamente las palabras del "jefe", le pareció correcto el plan para lograr sacar la información, por que si se conocían de vista con el cantinero; sin embargo, el problema era, si él, le creyese que era un comerciante de ganado, y le contestó:
--- Jefe, usted tiene una mente brillante, justamente lo que acaba de pronunciar yo lo estaba pensando; pero, tres botellas de licor es muy poco, tendré que comprar un poco más, para interesar al cantinero a darme el dato, por lo que vi, ellos eran sus amigos, los que conversaron en ese mesa.
El que fungía de jefe, metió la mano al bolsillo y sacó un fajo de billetes y dijo:
--- Que no se diga más, compraremos 1/2 de botellas, llevarás una alforja nueva al hombro para compararlas y no regresarás, sino me traes la información detallada; aquí mañana te estaré esperando.
Silverio, cogió el fajo de billetes y los guardó en su bolsillo, se despidió de sus flamantes amigos y salió de la choza para regresar a su casa; pero, él, pertenecía a otra banda de asaltantes, justamente a quienes les iba a informar de esa saca de 150 reses; él, se puso a pensar y se dijo:
"¿Con quién me quedo y qué voy hacer si ellos descubren que los estoy traicionando?"
Como ese cúmulo de pensamientos en la cabeza de Silverio; él fue sorprendido por Agapito, quien venía a su tras y le llamó a viva voz:
--- ¡¡¡ Silverio, espérame !!!
Silverio, muy impresionado por la repentina aparición de su amigo Agapito, se paró y le contestó:
--- Amigo: ¿Qué pasó?
Agapito llegó y le dijo:
--- El jefe cambió de opinión, ahora dijo: que los dos entraremos a la cantina y beberemos una botella de licor y que compraremos las cinco restantes para nuestros amigos, que así será más natural, ya que conversaremos en voz alta de las: "muchas vacas que hemos comprado"; nos reiremos de los negocios que hicimos y que una vez también fuimos asaltados y nos divertiremos narrando nuestras aventuras de amigos y recordaremos que dejamos a nuestros amigos que nos esperan por los tragos.
Silverio, se quedó asombrado por la recontra orden que dio el jefe y quedó admirado por esa capacidad de raciocinio, que efectivamente parecía una acción espontánea y natural que dos comerciantes conversen sobre sus peripecias en el trajín de sus vidas y le respondió:
--- Amigo, tu jefe se las sabe todas; pues, mañana seremos dos comerciantes que estaremos bebiendo un trago y compraremos más para nuestros amigos, suena muy natural el hecho de comprar más botellas para beber en otro lugar; pues, el cantinero caerá en nuestro plan.
Ahora, regresemos a la Hacienda "La Pampa Encantada"; pues, nadie había comentado sobre la supuesta  saca de 150 reses; es más, Erasmo Huamán e Irenio Campos, arriaron justamente esa cantidad de ganado al Potrero de la Banda Grande, tal como se los ordenó el mismo hacendado, tampoco sabían que una nueva banda de asaltantes estaban haciendo planes para "visitarlos"(asaltarlos).
Sin embargo, en pleno festejo y que Erasmo Huamán, ya pensando en prepararse para bailar con la hija del hacendado; pero, repentinamente tuvo un presentimiento, aún en pleno desayuno, que probablemente serán "visitados" de nuevo por asaltantes aprovechando que estaban distraídos en la fiesta, por lo que él, agradeció las atenciones y cuando se iba a levantar de la mesa, fue Irma, quien le dijo:
--- Caporal Erasmo, me acompaña a bailar esta pieza musical que me trae muchos recuerdos de Quito.
Erasmo Huamán con esa intranquilidad en su mente, no podía negarse a tan amable invitación y le respondió:
--- Con el mayor gusto señorita Irma.
Ambos, se levantaron de la mesa, ella le cogió el brazo derecho y se dirigieron al patio, los músicos al ver la pareja más bailarina, subieron el tono y son de la música, para animar a la pareja, quienes empezaron a bailar con una armonía y compas perfecto, que motivó a la familia de la hacienda apoyarlos con grandes aplausos, esta vez era don Luciano Castillo el más alegre aplaudiendo y desde el corredor hacían lo mismo los peones; y naturalmente Irenio Campos, se sonría feliz viendo bailar a su amigo con la hija del hacendado.
Irenio Campos, se puso a pensar del cambio que les estaba sucediendo en sus vidas y se dijo:
"Dios mío, gracias por perdonar nuestros pecados y permitirnos cambiar el sendero de nuestras vidas".
En aquellos momentos terminó la pieza musical, por lo que Erasmo Huamán como todo un caballero, condujo a Irma hasta la mesa y pidió permiso para ausentarse y se dirigió al lugar donde estaba su amigo Irenio Campos, y éste quien al verlo le dijo:
--- Señor caporal, que bien baila y con la hija del hacendado, por allí algo huele bien.. jajajajaja...
Pero, Erasmo Huamán no estaba para escuchar pronósticos amorosos, estando muy preocupado cargando en su mente ese peso, se sonrió a la fuerza por esos halagos, le puso la mano derecha sobre el hombro izquierdo y le dijo:
--- Amigo, estoy pensando que tendremos más "visitas" (asaltos) de bandoleros, ahora mismo ellos escucharán la música de la fiesta y tratarán de sorprendernos, me imagino que podrían ser nuevos o los amigos de los muertos....................
Continuaremos..................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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