domingo, 3 de noviembre de 2024

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCCXLIX.- El jefe de los bandoleros del pueblo, quien al recibir los caballos aperados sin jinetes; detectó el mensaje que le enviaron, así lo expuso a los demás integrantes de la banda y se encuentran en plena discusión las acciones que tomarán; mientras tanto en la hacienda llegó la calma, sólo Erasmo Huamán sigue pensando si fue aceptado su mensaje que envió a los contrarios(enemigos)...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma y como informamos en el capítulo anterior; los jinetes enviados desde el pueblo, cometieron muchos errores y no pudieron convencer que ellos eran perneadores de ganado y que al ser descubiertos por los peones macheteros, si tuvieron el escaso tiempo para desenvainar sus machetes; pero, estaban en inferioridad numérica, tuvieron que enfrentarse a feroces 8 peones macheteros, y con valeroso apoyo de su jefe Irenio Campos y el caporal Erasmo Huamán, fueron rápidamente vencidos y muertos; sin ningún herido en el bando en los defensores de la hacienda, después de la contienda(pelea), los cuerpos de los muertos fueron retirados del Altillo y trasladados fuera de los límites de la hacienda y allí fueron enterrados, los caballos fueron arreados con sus aperos, que más tarde fueron encontrados por los músicos que retornaban al pueblo, uno de ellos descubrió el caballo de Silverio, que al llegar al pueblo informó a su familia; pues, gracias a este vecino todos los demás presagiaron la muerte de los jinetes...... ..sigamos con la historia....................


Aquí en la imagen observamos una casa típica de la  Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú;  Es una construcción de adobe con un techo de tejas rojas y agua, en el techo distinguimos un fantasma que viene a ser " El Rey de las Tinieblas": Satán , seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para entender la narrativa de la obra literaria:  "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA ", esta imagen será nuestro símbolo y logotipo de identificación en la creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Registro Partida Nº 00393-2010, Asiento 01, de fecha 27 de marzo de 2010 por el INDECOPI


Este es el símbolo de  la Marca Perú , que distingue todos los productos elaborados por peruanos.

Continuando con la historia, en el mundo del delito, donde sus integrantes caminan a salto de mata, por que en cualquier momento los atrapan las autoridades policiales o los deudos de las víctimas; ya que antiguamente la justicia se aplicaba por mano propia; no habían jueces, ni policías, sólo el juramento de la venganza en el próximo encuentro.
Siguiendo la historia, gracias al vecino de Silverio, la ahora viuda del finado bandolero, ella fue al escondite de la banda, no encontró a nadie (eran aproximadamente las 07:00 horas del día) de los integrantes; pero, si habían llegado los otros tres caballos, por lo que la viuda de Silverio comprobó que a los jinetes les pasó algo tan peor como la muerte; ella con el dolor en su corazón esperó la llegada del jefe, la permanencia en aquel se hizo larga y tediosa, ya que ella no conocía el domicilio de alguno de ellos y menos donde vivía el jefe de la banda.
Ya, al medio día, se apareció el jefe con una sonrisa en los labios; pero, que al ver los caballos sin jinetes, se alarmó y colmó su asombro al notar la presencia de una mujer muy llorosa, que él pensó que algo andaba mal, ya que él no conocía a esta mujer y que ella sostenía al caballo ya sin aperos en el que viajó Silverio, ella llorando desconsolada, y el jefe,  le preguntó:
--- Señora: ¿Por qué está llorando usted?, acaso sabe algo de los jinetes que no los veo por ningún lugar.
La ya viuda, llorando a moco tendido, le respondió:
--- Señor, Yo soy la que debe preguntar a usted: ¿Qué pasó con los jinetes de estos caballos?
El jefe, se apresuró a contestar:
--- Señora, ellos salieron antier por la noche en un viaje de negocios (supuestos perneadores) y me extraña que sólo hayan retornado los caballos aperados.
La mujer muy acongojada insistió:
--- Señor, usted ya sabe lo que les pasó, por que seguro los envió a un lugar lleno de contrarios (enemigos) y estos tomaron venganza y los mataron a los cuatro; pero, ¿Por qué dejaron que los caballos regresen sin haber tocado sus aperos ni alforjas?
El jefe, entendió el mensaje del contrario (enemigo), quien al devolverle los caballos que no sufrieron ningún rasguño, era que la pelea la ganó y que desea que no se vuelva a repetir y que si van nuevos jinetes en por de venganza sufrirán o correrán  la misma suerte.
En aquellos tiempos, eran los gestos los que descifraban la victoria de unos contendientes y la triste derrota de otros cargando con sus muertos a cuesta, esa era la ley de la selva que imperaba y era muy respetada, ya que algún otro día cambien las condiciones volviéndose favorables para el "ajuste de cuentas", por que no había perdón ni olvido de la ofensa en ninguno de los bandos.
Por lo que, el jefe con el mensaje captado, no tuvo otra alternativa que consolar a la casi probable viuda (ya que él aún no aceptaba haber sido derrotado) y le dijo:
--- Señora, esperemos que los jinetes lleguen esta noche, ya que sigo creyendo que los caballos abandonaron intempestivamente el lugar donde se apearon los jinetes y por algún motivo las acémilas se asustaron y corrieron de regreso; pero, no se preocupe, Yo estaré siempre junto a usted para ayudarla.
La mujer, se calmó y optó por regresar a su domicilio, con la leve esperanza que durante la noche regrese su conviviente sano y salvo: pues, nunca hay que perder las esperanzas y la fe que algo bueno podría venir, con esos pensamientos en su mente regresó a su casa, allí en el corredor encontró al músico quien como  vecino la puso en alerta y ella le dijo:
--- Vecino, no solamente regresó el caballo de Silverio, sino que también los hicieron los caballos de los otros jinetes, sin que nadie de ellos hayan retornado; pero, el jefe dijo que seguro se asustaron las acémilas y regresaron dejando a pie a sus amos.
El músico que si conocía, que Silverio andaba con asaltantes, no dijo nada, sólo le hizo una venia de retiro a la vecina  y regresó a su casa; pero, él estaba seguro que su vecino nunca regresará con vida.
Mientras tanto, el jefe con el mensaje recibido, desensilló a los caballos y los metió al corralón, les dio de beber agua en las pailas y les tendió pasto seco, atrancó la puerta y salió a la pampa y con su mente pensando que haría, fue a la casa más cercana de uno de los integrantes de la banda, que al encontrarlo le dijo:
--- Oye amigo, fracasamos rotundamente con el viaje de los muchachos a la Hacienda "La Pampa Encantada", por que en la madrugada regresaron los cuatro caballos aperados y ese mensaje no escrito significa que ellos son muy fuertes y que no desean nuestra venganza y que si lo intentamos correremos la misma suerte; me duele en el alma haber perdido a cuatro muchachos; pues, anda y comunica a todos que nos reuniremos en la noche y tomaremos acuerdos, de lo que haremos en los próximos días.
El emisario, muy apesadumbrado por la muerte de su amigo Agapito que lo consideraba como su hermano, salió muy rápidamente pensando en la venganza, el jefe se fue a su casa para retornar en la noche al escondite.
Por la noche, se reunieron los seis integrantes, ellos esperaron hasta las 22:00 horas con la esperanza que iban a regresar los cuatro jinetes y como no aparecieron, el jefe, les dijo:
--- Muchachos, hemos esperado el regreso de los jinetes y no lo hicieron, por lo que ya debemos aceptar que ellos fueron asesinados, desconocemos por completo en que lugar murieron; pero, si de acuerdo al código, ellos fueron enterrados y no serán carne para los gallinazos o los zorros, por lo que tomaremos un acuerdo de lo que haremos y les plateó lo siguiente:
--- Dar por terminado el asunto de la Hacienda "La Pampa Encantada" ó..
--- Vengar la muerte de nuestros compañeros; pero no sabemos quien o quienes lo hicieron, ni siquiera sabemos si ellos llegaron a la hacienda y que los estuvieron esperando y a traición (ataque sorpresivo) los mataron; pero, recuerden los que lo hicieron son bandoleros como nosotros, así que escucharé sus respuestas para tomar acuerdos; por favor, piensen antes de hablar.
Hubo un murmullo de voces de los cinco restantes, que al tranquilizarse, uno de ellos dijo:
--- Jefe, no tenemos otra opción que castigar a nuestros contrarios(enemigos) con la venganza, ya que no podemos quedarnos con los brazos cruzados, sabiendo que los muchachos murieron trabajando para todos nosotros, ellos asumieron el riesgo por nuestro bien y nosotros tenemos que devolver el valor que pusieron ellos, matando a sus asesinos.
Otro, intervino y dijo:
--- Jefe, no actuemos muy precipitados pensando en la venganza, toquemos nuestro cerebro y razonemos mejor, por que los asesinos nos estarán esperando y corremos el mismo riesgo, ese es su mensaje al devolver a los caballos sin tocar ni siquiera las alforjas, y otra desventaja no conocemos esos caminos y ellos con tremenda ventaja nos esperarán nuestra respuesta sin ningún conocimiento de cuantos son ellos y si ya tenemos el entendimiento que son crueles y actúan con frialdad y planean muy bien sus acciones, que se dieron el tiempo de arrear a los caballos aperados.
Por otra parte, ese mismo día, en la Hacienda "La Pampa Encantada", después que se fueron los músicos, regresaron a la casa hacienda, Florián y Erasmo Huamán, con sus cuerpos sudorosos y sus ropas manchadas de tierra fresca, al primero que encontraron  fue a Juan y le informaron todo lo que sucedió en horas de la mañana.
En esos momento llegó el hacendado Luciano Castillo, a quien si le llamó la atención verlos así y sobre todo a Florián quien se vestía con elegancia y les preguntó:
--- Pero: ¿Qué les pasó a mis caporales, no los he visto durante toda la mañana?
Fue Florián, quien le contestó:
--- Luciano, tuvimos una visita hoy a las 06:00 horas de la mañana de 4 bandoleros en el Altillo, los enfrentamos y los matamos y ya se enterraron sus cuerpos fuera de los límites de la hacienda, no hicimos bulla para no malograr la fiesta, Yo fui quien los descubrió, mientras todos roncaban la borrachera y con el empuje de Erasmo y los valerosos peones todo nos salió muy bien, sin ningún herido nuestro.
Poco, después, Erasmo Huamán y Florián se asearon y tomaron sus alimentos, lo mismo sucedió con los valientes peones quienes junto a Irenio Campos, ya eran grandes defensores de la hacienda.
Sin embargo, en la cabeza de Erasmo Huamán, estaba latente la venganza, que era muy probable como respuesta de la banda que envió a los cuatro jinetes; él, no estaba seguro si ellos aceptaron el mensaje no escrito que les envió...............................
Continuaremos................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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