Hola amigos del blog.:Asociación Departamental Piurana de Lambayeque el blog., yo conocí personalmente las Ruinas Incaicas de Aypate desde la edad de 8 años, recuerdo que durante 1956 en compañía con mi Señor Padre Don José María Sánchez Saavedra cuando viajábamos a Tapal (Simbaca) a visitar un tío Don Lorenzo Achutegui Correa hermano de mi madre Doña Teresa de Jesús Achutegui Correa, era un camino de herradura el que nosotros utilizábamos para llegar ese lugar y necesariamente teníamos que pasar frente a las ruinas de Aypate, al llegar esta zona del cerro completamente boscosa y con frecuentes lluvias, era fascinante para mi sentarme sobre una hermosa piedra labrada, subir por restos de paredes, y admirar con sentimientos de orgullo y nostalgia a la vez la depurada técnica de nuestros incas en la construcciòn de infraestructura, se podía apreciar un supercamino empedrado que llegaba desde el sur a la ciudadela y la salida hacia norte era en las mismas condiciones, realmente esta ciudadela era muy grande y maravillosa, claro en esos tiempos estaba completamente cubierta por la vegetación, confieso que cuando abandonaba esta ciudadela sentí una tremenda fuerza espiritual como si hubiese sido recargada de energía positiva.
Años después en la década de 1970 llegó a mis oídos que la Universidad de Piura se interesó en investigar estas "ruinas de Aypate " y enviaron al catedrático Dr. Mario Polía quien organizó varias expediciones desde junio de 1971, asistido por la Profesora Ruth Rodrich Sarango, pero ella estaba mas interesada en las petroligos de Samanga.
Yo lamento mucho que se haya escrito la historia de las RUINAS DE AYPATE después de Mario Polía, señalándole como el " gran descubridor", lo que discrepo totalmente, para mi es una mentira; Aypate para los ayabaquinos siempre existió y existirá toda la vida, nosotros como estudiantes siempre conocimos Aypate como un símbolo del paso de los incas hacia el norte a la conquista de los "Quitos", la historia no es clara probablemente fue el Inca HUAYNA CAPAC fue el conquistador de estas zonas, se puede hablar de muchas cosas o fomentar especulaciones pero los llamados "Ayahuacas" nunca se rindieron al conquistador incaico. Quiero dejar muy claro que las ruinas de Aypate siempre fueron descubiertas por los ayabaquinos.
Desde luego debo reconocer que las expediciones organizadas por el Dr. Mario Polía y con la autorización del Instituto Nacional de Cultura con su Resolución Suprema No. 839 de noviembre de 1,971 se hace conocer al mundo científico la existencia de estas ruinas de Aypate.
Soy un convencido que nuestros antepasados fueron grandes conquistadores en condiciones muy duras , difíciles y perseverantes, nos toca a nosotros los ayabaquinos en particular y peruanos en general seguir su ejemplo pero ahora con tecnología y conquista pacifica para que nuestro Perú sea mas fuerte y próspero.
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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Aypate
ResponderEliminarVictor Velezmoro
Estimado amigo,
Ha llegado mi correo su nota sobre las Ruinas de Aypate. Simplemente para hacer unas aclaraciones a su indicación:
Aypate, como muchas otros centros arquitectónicos de nuestros antepasados, obviamente han estado en su lugar siempre. Y claro que los pobladores de la comunidad a su alrededor lo han visto y tenido cerca. Pero Polia Meconi es el descubridor porque lo llevó a un plano científico, a los estudios científicos. Si no hubiera sido por él, Aypate seguiría siendo un lugar desconocido alejado para todos los piuranos.
En cuanto a lo que menciona que los “Ayarhuacas” como usted los menciona, las crónicas y documentos que hacen referencia a esta zona indican que:
Los pobladores antiguos de estas zonas se llamaban Ayahuacas y formaban parte de una confederación los Guayacundos que abarcaba lo que ahora es Ayabaca y Loja (Ecuador).
No es cierto que resistieron a los Incas, si los enfrentaron y lucharon, pero en la Crónica del Perú de Cieza de León se indica claramente que los capitanes ayahuacas cansados del asedio de casi 5 meses de los Incas presentaron su rendición a Tupac Yupanqui; quien, en premio por su esfuerzo, no los destruyó sino que los incorporó al ejército inca. Por eso un grupo de Ayahuacas Guayacundos fue enviado a Quito a inicios de 1500 para que ayudara a poblar y mantener en calma esa zona. Esto último los dice Waldemar Espinoza (1977).
Finalmente, comentarles que los Ayahuacas no constituyeron una gran ciudad, sino una gran nación que reunía a muchos caciques pequeños dispersos por el bosque nublado. Sólo cuando había guerra se unían todos y peleaban en conjunto.
Le agradezco las referencias que ha hecho sobre la historia reciente de Aypate – Ayabaca.
Un saludo,
Víctor Velezmoro Montes
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