HUANCABAMBA........................UNA BELLA TIERRA CON MUCHOS MITOS. CAPÍTULO IX. GALLINA HORNEADA CON GUSANOS

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., en el Alto Piura existen en algunos hogares "dos esposas", la primera a quien usted amó y se casó con ella y es la madre de sus hijos, es la ama de casa, que le cocina, le lava su ropa y le brinda todas las atenciones a usted como su esposo; pero como usted es mujeriego se lanza a la conquista de la "segunda",(imagen de la izquierda una gallina horneada) y generalmente suele ser una pariente de su esposa, a ella se le llama: amante, concubina, "trampa", moza, querida; muchos adjetivos más, sin embargo esta "segunda" cuando se encamota del esposo ajeno, lo quiere para ella sola, y para lograr su objetivo tiene que eliminar a la legítima esposa, recurriendo a acciones de los brujos, siguiendo los Mitos y Leyendas de Huancabamba, los invito a leer esta leyenda:

------------------- GALLINA HORNEADA CON GUSANOS ------------

Anochecía ya, cuando doña Mercedes --- después de haber lavado toda la tarde la ropa de sus menores hijos, con su tina a hombro volvía a su humilde morada. Faltaba poco para llegar a su casa cuando sintió un hincón en el talón derecho; cojeando logró llegar.

Su esposo Alejandro , al verla llegar así, le preguntó: ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? Doña Mercedes, muy adolorida respondió: "Yo creo que se ha metido una espina en el talón derecho, ¡ay! ¡ay!".

---- Haber, déjame ver; ¡ah, ya! es una astilla de alcanfor, De un fuerte jalón, don Alejandro logró sacar la puntuda astilla, y para evitar que la herida se infecte aplicó un trapo humedecido con kerosene tibio.

El tiempo avanzó inexorablemente. Pero a causa del hincón, el pie y toda la pierna derecha se hincharon tanto que doña Mercedes no podía caminar con normalidad. La medicina de farmacia, como pastillas, jarabes, cápsulas, ampollas, así como otras medicinas caseras surtieron efectos negativos en al curación.

Llegó el día en que doña Mercedes ya no pudo caminar. De la herida le brotaba un líquido marrón y pestilente. Don Alejandro, preocupado por la salud de su esposa tuvo que recurrir a la medicina de campo.

Así fue como un Miércoles Santo del año cincuenta, los esposos viajaron al caserío de Palo Gacho; allí vivía el famoso clarividente don Gregorio Quiroz. Como Rosita era la hija mayor, quedó al cuidado de sus hermanos menores.

Don Goyito (cariñosamente lo llamaban así) ya sabía que los esposos iban a llegar a su casa. Don Goyito no tomaba GUACHUMA, sus sueños le indicaban con qué debería curarse tal o cual paciente.

Para curar a doña Mercedes, solamente le bastó quemar un pedazo de madera de "palo santo", y la ceniza se la puso en toda la pierna hasta el talón, luego la cubrió con una venda empapada de agua de Las Huaringas.

---- Doña Mercedes, usted está curada. En el cielo está Dios y en Palo Gacho vive Quiroz-- atinó a decir don Goyito.

Don Goyito no tenía "mesa" alguna, y tenía por costumbre retirarse a descansar a las cuatro de la mañana. Antes de retirarse, en forma discreta llamó a doña Mercedes y le dijo:

---- Respetable señora, la hinchazón que usted ha tenido no ha sido así nomas, es una jugada que le han hecho. ¿Recuerda Ud. cuando ya casi era "la oración", y al volver a su casa con una tina de ropa al hombro sintió un fuerte hincón en el talón derecho y se le introdujo una astilla? ¿Quiere que le diga quien es la persona que le ha hecho esto?. La persona es una querida que tiene su esposo; la muy facinerosa es prima hermana suya , y "ardida" porque no pudo formar un hogar con el que ahora es su marido quiere que usted pague los platos rotos. Bueno, bueno , ya dejemos eso, ya todo pasó, que el Señor se encargue de premiarla o de castigarla. Quiero decirle otra cosita: su querida primita, no sé cuando será, le va a llevar una "gallina horneada"que provoca; por nada del mundo la vaya a comer, ni su marido o sus cholitos, porque al facinerosa si no ha podido con el talón, con el estómago si los manda al panteón. Así que tenga mucho cuidado.

Los esposos, muy agradecidos por las muchas atenciones recibidas por parte de don Goyito, se despidieron y regresaron a su querido Catulún.

Los días, los meses y los años avanzaron inevitablemente. Fue después de cinco largos años cuando la prima de doña Mercedes realizó un "pelamiento"; para ello peló la mejor gallina y la horneó.

Al día siguiente, doña Mercedes tuvo la grata visita de su prima; en una fuente repleta de tallarines estaba una suculenta gallina horneada. Su prima, toda ella cariñosa, le dijo: "Primita de mi vida, no creya (crea) que me olvidao (olvidado) de usté (usted), poquí (por aquí) le estoy trayendo esta gallinita con tallarines; se la he preparao (preparado) especialmente para usté (usted). Discúlpeme que no la haiga (haya) invitao (invitado) al "pelamiento" de mi Melquiades; como ha llovido fuerte y se ha hecho barro, y como está usté panzona, me dio temor de que se podía caer. Así como está es peligroso un golpe y a su cholito lo podía perder".

Doña Mercedes agradeció a su prima el obsequio, diciéndole: "Es usted muy amable conmigo; o pensé que se había olvidado de mi. Su rica gallina ha caído del cielo; como mi esposo no demora en venir de la chacra, junto con mis hijos la comeremos en su nombre, la fuente se la envío mañana con mi Rosita". Dándole un fuerte abrazo, la prima de doña Mercedes a su domicilio se retiró diciéndole: "Que tenga un buen provecho".

Ya en el interior de su domicilio, doña Mercedes se puso a meditar y para sus adentros se dijo: "Esta es la galllina horneada que me dijo aquella vez, allá en Palo Gacho , don Goyito Quiroz. No y no, carajo no tengo por qué comerla así tenga que morir de deseo".

En un mantel grande doña Mercedes envolvió la gallina horneada y la escondió debajo de un batán. Veremos qué es lo que ocurre el día de mañana....., y sobre tal obsequio no hizo comentario alguno.

Al día siguiente, doña Mercedes, al estar sola, se dirigió adonde había escondido la exquisita gallina horneada, y al destaparla grande fue su sorpresa: Lo que el día anterior había sido una provocativa gallina horneada, en la fuente había cientos de gusanos con cabeza negra. Doña Mercedes, exclamó: "¡Santo Dios!; esto es cosa del diablo, es pura brujería, estos gusanos malditos me iban a comer los intestinos; tenía razón don Goyito al decirme que si me comía la gallina me iba a ir al panteón".

Amarrando de nuevo la fuente con el mantel, la iracunda señora doña Mercedes se dirigió al domicilio de su prima para reclamarle por su acción canallesca. Justo la encontró tejiendo un poncho, y con tono airado le dijo: "So perra desgraciada, mira el gran potaje que ayer me has llevado; ese era el apuro que tenías, querías que me como tu gallina horneada que estaba con brujería. Da gracias que estoy en días de parir, si no ya vieras como uno por uno te meto tus cochinos gusanos para que se den gusto y se coman ese culo flaco que tienes. So mierda, esta es la segunda vez que tratas de matarme; por tu mala acción, en los peroles del infierno te has de consumir y jamás alcanzarás el perdón del Padre Celestial", Pronunciando esto, doña Mercedes estampó en plena cara de su prima la fuente llena de gusanos.

Ya repuesta por el incidente, doña Mercedes se retiró a su casa. Su esposo al no encontrarla estaba impaciente, y al verla llegar "echando chispas", le preguntó; ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa?. Estás tan roja que pareces un verdadero tomate".

---- Que no voy a esta molesta, si la perra de mi prima por segunda vez ha querido matarme, pero ya todo pasó -- contestó ella.

Meses después, la prima de doña Mercedes alzó vuelo y se fue a vivir a otros lares, gracias a un secreto que le dio un famoso clarividente: Don Goyito Quiroz.

Amigos, una vez más estamos disfrutando de las leyendas de Huancabamba, gracias a la información de mi dilecto amigo Don Moisés Gonzalo Cordova Guerrero. Seguiremos publicando el siguiente, no se lo pierda.

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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