Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., nuestra sierra piurana tiene una idiosincrasia muy especial, tal vez somos únicos, y dentro de nuestros mitos y leyendas, abundan con la existencia de fantasmas, o ánimas vivientes que se quejan, ríen y simplemente asustan a la gente, también nos "visitan" del más allá; siempre vemos visiones mágicas como un CARRO FANTASMA,(imagen de un camión FORD 1,950) o un camión de ánimas que salen del cementerio a las 12 de la noche, y van a visitar a la próxima muerte, siempre la "visita" es de 8 días antes de que el individuo señalado va a morir, invito a leer la siguiente leyenda de mitos y leyendas de Huancabamba...:
------------------- EL CARRO FANTASMA ---------------------
Quienes han cruzado el brazo de la cordillera andina por la ruta Huancabamba-Piura, podrán dar fe de lo tenebrosos que es le viaje y de lo misterioso que es el Rumitana. La carretera es una extraña linea serpenteante, sembrada en la panza del cerro cuyo principio o final es difícil predecir.
Los camioneros saben que le cerro es un ser omnipotente que puede manifestar pasiones y devociones. Así lo creen y así lo ven. Así lo ha conocido y así lo van a conocer. Es precisamente en la panza y pecho de este cerro que surge de manera inesperada y esporádica el carro fantasma.
Don Víctor cuenta que en uno de sus viajes, cuando timoneaba "El Zorro", un camión FORD del año 50', vio que un carro lleno de pasajeros bajaba por las curvas que están debajo de El Tambo.
Al ver la proximidad del vehículo, que no logró identificar, como es lógico en la ruta todos se conocen, optó por cuadrarse para facilitar el pase. Transcurrido el tiempo prudencial de la espera, e inclusive con un tiempo de ventaja, él continuó la marcha en la suposición que el chofer del otro camión había procedido de igual manera, considerando la escasez de atajos que sirvan para dar pase. Avanzó con precaución, haciendo señales de luces y tocando claxon. Su impaciencia iba en aumento a medida que se acercaba al punto exacto en que lo vio por primera vez. Mil ideas alborotaron sus neuronas; supuso, en primer término , que algo terrible le había pasado al camión desconocido. Pensó en un accidente, pero se extrañaba de no haber podido ver dónde ocurrió pese a la esmerada atención que le puso al asunto; sabía lo peligroso que es retroceder con el carro cargado y en medio de una espesa neblina. Cuando llegó a El Tambo, el reloj marcaba las seis de la tarde, buena hora para tomarse un café con tortillas, queso, carne asada de venado y otras delicias. Además, " cuando el hambre apura, así sea fiambre de cura". Don Víctor fue le último en entrar al recinto, ya que se entretuvo revisando la maquina y recorriendo con inquieta mirada el tramo de curvas que van a desembocar en la ladera del sitio denominado Las Ánimas. Al sentarse a la mesa junto a algunos de sus pasajeros que viajaban en la carrocería, se sorprendió de escuchar la pasmada conversación que giraba en torno al misterioso carro.
Todos lo habían visto bajar, todos los esperaron. Todos estaban estupefactos . Don Víctor removía la humeante taza de café perdido en su propios pensamientos. El carro fantansma, se decía a sí mismo, tiene que haber sido ese. No hay duda, de lo contrario nos hubiéramos encontrado, balbuceaba para sus adentros. Él sabía lo que significaba la aparición del motorizado fantasma. No era la primera vez que el carro misterioso recorría esos parajes. Muchas han sido las veces de su aparición. Algunas veces de día y otras veces de noche. Su tramo preferido para dejarse ver era el comprendido entre Los Chorros y El Tambo. Las pupilas que imprimieron la figura del carro fantasma jamás olvidarán el impacto de la fortuita experiencia. Todo caminonero, cuajado en al ruta, sobre todo en aquellos tiempos en que los carros y la ruta exigían destreza, fuerza y valentía, sabe que el carro fantasma traía el mensaje del trágico momento, del nefasto accidente. La presente aparición fue comentada a lo largo y ancho de la ruta. Los campamentos de la mina Turmalina se inundaron con el acontecimiento, y se empezó a correr el rumor de un posible accidente . En efecto, días más, días menos, cuando se tuvo la noticia de una volcadura. Un camión que transportaba todos los aperos de un circo hacia Los Ranchos, rodó por la pendiente del cerro a la altura de la revuelta que está en la ladera de Las Ánimas, encima de las minas.
El peritaje oficial arrojó rotura de dirección y vaciada de frenos. Casualidad, coincidencia o imprudencia, lo cierto es que el carro fantasma volvió a hacer noticia en el ámbito provincial.
Se dice que todos los pasajeros que ven a bordo del vehículo misterioso, son todos aquellos que pasaron a mejor vida en cada uno de los infaustos accidentes precedidos por tan repentina aparición del carro fantasma. Muy pocas personas han podido describir las características del vehículo , puesto que se muestra en diferentes formas y colores. Quienes lo han visto por repetida vez afirman que es el mismo de siempre, solo que se muestra más desgastado y descolorido. Los ruteros han llegado a la conclusión de que es el cerro Rumitana el dueño del enigmático carro, de cuyo espíritu se adueñó en los primeros tiempos en que se construyó la carretera , en venganza por los daños que le causaban las máquinas de acero que le taladraban la piel y las entrañas.
Anocheció en Huancabamba y , en medio de una lluvia torrencial, "El Zorro" se cuadraba encarpado en el empedrado perímetro de la Plaza de Armas.
Amigos, una ves más estamos disfrutando de esa hermosa lectura de las leyendas de Huancabamba, información proporcionada por mi dilecto amigo don Moisés Gonzalo Cordova Guerrero, continuaremos difundiendo estos mitos.
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Que gracioso eres amigo, con tu camión fantasma, seguro que los choferes cansados en subir la cuesta esa que mencionas estan viendo visiones como el Camión Fantasma!!!!!!!!!!!!!!!!!
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