sábado, 24 de septiembre de 2011

LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA..CAPÍTULO CXXIII.- EL BANDOLERO HUAMÁN EVADE A SUS ACOSADORES Y DISFRUTA UN ENCUENTRO AMOROSO CON "CHEPITA"

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior, el bandolero Huamán logra el hospedaje de su antigua amante "Chepita" y con ello desvía la atención de sus acosadores que le siguen sus pasos para liquidarlo.
El bandolero Huamán, cuando terminó de borrar sus huellas del desvío del camino que lo condujo a la casa de María Josefa "Cabeza Chica" o simplemente "Chepita" como él le llamaba cariñosamente; escuchó a lo lejos un tropel de jinetes que aceleradamente cabalgaban en dirección del sendero que él, usó momentos antes y entraron a la pequeña hoyada en donde discurría un hilo (poco) de agua.


Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA" , esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI. Fuente de imagen: Archivos del blog.

El bandolero Huamán cuando llegó a la hoyada, se apeó de su caballo y lo jaló cuesta arriba siguiendo la corriente de agua y lo hizo hasta donde el caballo pueda caminar y luego pasó a una pampa que lo condujo a la casa de "Chepita", esto constituyó una jugada maestra que le permitía seguir viviendo, su accionar más obedecía a mucha experiencia evadiendo persecuciones que habilidad misma en la lucha, por que cuando estas se presentaban el bandolero huía y nunca hacía frente a los retos.

Los perseguidores orientados por la luz del día y guiados por las pisadas del caballo del bandolero Huamán, siguieron el rastro y al llegar a la hoyada, la cruzaron y no se tomaron el trabajo de seguir observando las pisadas; absorbidos en su excesiva confianza que pronto lo encontrarían, aceleraron el trote en dirección a Cuchayo; pero la presa se quedó atrás, una vez más salva su cochino pellejo de una muerte segura. Como bien dice un viejo refrán... "La hierba mala nunca muere...."

El bandolero Huamán, al observar la polvareda que hacían los caballos de sus perseguidores se escondió y desde una posición de privilegio que le permitía estar guarnecido por los matorrales se tomó el tiempo suficiente para otear y pudo distinguir que en efecto eran sus cazadores: Pedro "el corajudo", Porfirio "Mata rápido" y otro, quienes desde Asiayaco venían por él, y se preguntó asimismo : ¿Pero quién los ayuda en la dirección de mi ruta?; la certeza del seguimiento era tan evidente : ¿Qué o quién les dio el dato? y pasó por su mente la idea que había peleado con su antiguo compañero Arnulfo "ojo travieso" y este en represalias lo había "echado"(delatado); en fin tenía muchas conjeturas; pero lo que contaba en aquel instante que gracias a su astucia se salvó una vez más del eminente peligro de morir.

Luego que el peligro pasó, el bandolero Huamán retornó a la casa de "Chepita", ella estaba muy entusiasmada por el regreso inesperado de su antiguo galán, aun con el recuerdo no muy grato del pasado; es más ella había deseado en sus pensamientos verlo de nuevo y ese sueño se cumplió a pedido en asombrosa realidad; entonces, ella se dijo asimismo que hay que atender bien a su "hombre" y lo primero que hizo fue prepararle la cama por que lo vio muy cansado y al mismo tiempo atizó el fogón para calentar agua y preparar un delicioso café; luego, bajó de la tarima un queso que recién el día anterior lo había colocado allí para que se oree (secar por efecto del humo y calor del fogón).

En Socchabamba, es una costumbre secar el queso para que la humedad no lo descomponga; un queso seco sirve por mucho tiempo y constituye un agradable fiambre para viajar rutas muy largas en varios días. "Chepita" seguía preparando el desayuno, cuando llegó el jinete Huamán, nuevamente se abrazaron y probablemente se besaron ( por que este individuo era muy hosco y un pésimo amante, no acostumbraba dar caricias a sus "hembras", simplemente les bajaba las polleras y a la acción directa); lo cierto es que "Chepita" estaba muy romántica y al sentir el abrazo de su "macho" se estremeció todo su cuerpo sintiéndolo con el deseo de ser poseída y la pasión para disfrutarla.

Como la cama ya estaba lista la pareja de amantes se subieron y comenzaron a vivir o tal vez revivir tiempos pasados; lo interesante de este encuentro era recordar un pasado algo tormentoso pero deseado a la vez; en aquellos tiempos tal vez no se acostumbraban los "juegos amorosos previos" a la consumación sexual; pero a su manera también se disfrutaba una unión carnal que no obligaba asumir un compromiso formal de matrimonio; es más era la costumbre y por cierto casi nunca "habían divorcios", la unión de pareja se hacía para toda la vida; claro está, la excepción eran los bandoleros que salvo algunos casos, la mayoría nunca "asentaba cabeza" por que su vida que eran errante y disipada se lo impedían..

A su debido tiempo "Chepita" ofreció su cuerpo a su ex amante, su estado emocional y sentimental habían revivido las circunstancias de aquel instante que inducían a su pasión carnal que se iniciaba nuevamente a un hombre que tal vez no la hizo feliz en tiempos atrás. Sin embargo, ahora era la oportunidad que ella buscó y que aún no la había disfrutado; lamentablemente el ser que debía ser el "activo amante", sólo era un hombre cansado y agotado cuyo estado anímico estaba más concentrado a la defensiva, por que sen sentía que alguien le podía dar un "chavetazo final" por que los cargos de su conciencia así lo ameritaban.

La pareja estando sobre la cama no mostraban signos de acción; más bien ella estando abajo se transformó en la activa participante y comenzó a desvestir al "macho" aflojando el cinturón y desbotonando la sucia y maloliente camisa que cubría a un asqueroso cuerpo que no había conocido el aseo tal vez por muchos días, y los "olores" del recién llegado con pestilentes sobacos y una apestosa boca con dientes podridos, en aquella situación tan adversa el encuentro carnal entre una mujer limpia y romántica que no había conocido la presencia y acción de un hombre por mucho tiempo, aún así muy motivada se entregaba a un abatido "macho" que más actuaba por instinto, más no por una amorosa pasión como ella lo deseaba.

Por desgracia todo sucedió tan rápido y al final se terminó todo sin que se hubiese vivido un acto digno de dos amantes que se reencontraban después de muchos años. "Chepita" se quedó en ascuas (no sintió ningún placer) con parte de su cuerpo lleno de sustancias que en vez de haber encontrado la felicidad, sólo le daba asco y mucha repugnancia que la condujeron a una frustación que como toda una "hembra" deseada disfrutar junto a su "macho".

El bandolero Huamán, después de su desastrosa acción "amorosa", actuando como un ser machista se recostó sobre la limpia y romántica cama que le había hecho "Chepita" y se quedó dormido en un profundo sueño que dejó una vez más con los "crespos hechos" a "Chepita" que ya le había preparado un delicioso desayuno; ella insistió en despertarlo para que tome sus alimentos tan necesarios a su desnutrido cuerpo, pero el individuo nunca se movió.... ¡¡¡ Que fatalidad estar al lado de un fantasma !!!!

"Chepita", no tuvo más remedio que beber su jarro de café sola y luego salió de su casa para atender a sus animales llevándolos al pasto, mudar de las estacas a sus caballos y ordeñar algunas vacas; y el tiempo transcurría sin detenerse, para eso ya habían pasado 4 horas y recién se despertó el bandolero Huamán sobre una cama que nunca la había disfrutado en muchos años, las mantas olían a aromas muy concentrados de rosas y las jergas habían sido tejidas con la mejor lana y decoradas con figuras que le daba un delicado acabado; en aquellos tiempos las camas constituían en tarimas de carrizo que descansaban en cuatro parantes plantados sobre el suelo, su estructura era rígida y permanente, su duración era prolongada y no se usaban colchones, las jergas especialmente tejidas en telares artesanales por las mismas "chinas" (campesinas) suplían con creces al saco relleno rectangular.

"Chepita" después de haber realizado sus labores pecuarias y agrícolas que le habían consumido casi toda la mañana, retornó a su casa para atender al huésped que había dejado durmiendo, para eso ya eran las 12:oo del medio día: Al llegar ya encontró despierto a su "macho" y esta vez si hicieron un encuentro amoroso digno, tal vez un poco salvaje pero al final era la forma de manifestar y vivir las pasiones en aquellos tiempos.

Mientras tanto, los perseguidores que iban en dirección a Cuchayo, recién se dieron cuenta que habían sido burlados por la astucia del bandolero Huamán y dieron medio vuelta para seguirle en dirección a Jurupe, como bien lo sugirió Arnulfo "ojo travieso" información que nunca tomaron en cuenta, y el tiempo ya era un poco demasiado tarde como para retomar la dirección correcta que se escapó el jinete Huamán... continuaremos....
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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