Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., Dos científicos que llevan décadas investigando sobre anticuerpos, el
biólogo británico Gregory Winter y el patólogo estadounidense Richard
Lerner, ganaron hoy el Premio Príncipe de Asturias de Investigación, por
su aporte a la inmunología y la creación de anticuerpos de gran valor
terapéutico.
PREMIO PRÍNCIPE ASTURIAS
Dos inmunólogos, ganadores del Premio Príncipe de Asturias de Investigación
Oviedo (España), 31 may (EFE).- Dos
científicos que llevan décadas investigando sobre anticuerpos, el
biólogo británico Gregory Winter y el patólogo estadounidense Richard
Lerner, ganaron hoy el Premio Príncipe de Asturias de Investigación, por
su aporte a la inmunología y la creación de anticuerpos de gran valor
terapéutico.
Greg Winter ha descubierto cómo modificar células animales para que produzcan anticuerpos que no sean rechazados por el organismo humano, mientras que Lerner ha combinado anticuerpos para construir repertorios inmunológicos muy superiores a los que el humano produce de por sí.
Gracias a las investigaciones de estos dos científicos ya se pueden tratar enfermedades degenerativas y tumorales con anticuerpos diseñados específicamente para cada caso, la que es conocida como "medicina personalizada".
El Jurado, compuesto por 21 miembros y presidido por el físico Pedro Miguel Etxenike, otorgó el galardón por unanimidad, tras imponerse a otras 44 candidaturas.
Winter, de 61 años, ha estado ligado a la Universidad de Cambridge desde que era estudiante, aunque a la vez tiene intereses en el mundo empresarial y ha registrado muchas patentes.
Las técnicas para fabricar anticuerpos de uso terapéutico en seres humanos de este británico se emplean en las dos terceras partes de productos con anticuerpos actualmente en el mercado.
Lerner, que cumplirá en agosto 74 años, creció en Chicago y ha trabajado principalmente en laboratorios del instituto de investigación The Scripps, en La Jolla (California).
En esas instalaciones científicas ha conseguido el avance más importante desde el descubrimiento de los anticuerpos monoclonales hace veinticinco años: la concepción, diseño y creación de bibliotecas combinatorias de anticuerpos.
Al conocer que había ganado el premio, Lerner subrayó que se trataba de un "reconocimiento estupendo para el campo de la inmunoquímica y las bibliotecas combinatorias de anticuerpos y para todo lo que han contribuido a la salud humana".
Lerner ha desarrollado técnicas para introducir los genes que codifican estos anticuerpos en organismos mucho más sencillos, como virus o bacterias, con el objetivo de seleccionar los que son de interés y fabricarlos en laboratorio a gran escala.
Estos cultivos o "bibliotecas combinatorias de anticuerpos" permiten fabricar repertorios inmunológicos "muy superiores a los que produce el sistema inmunitario humano", según explicó a Efe José María Rojo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.
Uno de los miembros del jurado, el físico y periodista español Manuel Toharia, destacó a la prensa la aplicación práctica de los avances conseguidos por los premiados.
Toharia explicó que un nieto suyo tiene un caso muy complicado de cáncer: "ahora le han empezado a tratar con anticuerpos monoclonales humanizados; antes eran de ratón y había rechazos" al inyectarlos en personas, pues generaban a su vez otros anticuerpos.
Sobre Lerner, Toharia refirió que ha hecho una especie de censo de anticuerpos para poder conjuntarles y que actúen de una manera determinada en cada persona.
Esta "medicina personalizada", dijo Toharia, no significa una pastilla diferente para cada paciente, sino el mismo medicamento pero en diferentes dosis o condiciones de toma.
Luis Álvarez-Vallina, jefe adjunto y responsable de la Unidad de Inmunología Molecular del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid y ex compañero de investigación de Winter en Cambridge, dijo a Efe que los dos científicos "han contribuido a desarrollar todo el conocimiento y la tecnología necesaria para usar los anticuerpos como herramientas terapéuticas y clínicas".
Los hallazgos de Winter y Lerner sobre anticuerpos monoclonales, "están revolucionando el pronóstico de muchos pacientes y abriendo nuevas expectativas terapéuticas en personas que no tenían apenas oportunidades", agregó.
El galardón está dotado con 50.000 euros (unos 62.000 dólares) y será entregado en el otoño boreal en esta ciudad del norte de España, junto a los premios Príncipe de Asturias de otras categorías.
El premio de Investigación Científica y Técnica es el cuarto fallado de la presente edición de los Príncipe de Asturias, una vez concedidos los de Ciencias Sociales (a la filósofa Martha Nussbaum), Artes (al arquitecto Rafael Moneo) y Comunicación y Humanidades (al creador de videojuegos Shigeru Miyamoto).
EFEGreg Winter ha descubierto cómo modificar células animales para que produzcan anticuerpos que no sean rechazados por el organismo humano, mientras que Lerner ha combinado anticuerpos para construir repertorios inmunológicos muy superiores a los que el humano produce de por sí.
Gracias a las investigaciones de estos dos científicos ya se pueden tratar enfermedades degenerativas y tumorales con anticuerpos diseñados específicamente para cada caso, la que es conocida como "medicina personalizada".
El Jurado, compuesto por 21 miembros y presidido por el físico Pedro Miguel Etxenike, otorgó el galardón por unanimidad, tras imponerse a otras 44 candidaturas.
Winter, de 61 años, ha estado ligado a la Universidad de Cambridge desde que era estudiante, aunque a la vez tiene intereses en el mundo empresarial y ha registrado muchas patentes.
Las técnicas para fabricar anticuerpos de uso terapéutico en seres humanos de este británico se emplean en las dos terceras partes de productos con anticuerpos actualmente en el mercado.
Lerner, que cumplirá en agosto 74 años, creció en Chicago y ha trabajado principalmente en laboratorios del instituto de investigación The Scripps, en La Jolla (California).
En esas instalaciones científicas ha conseguido el avance más importante desde el descubrimiento de los anticuerpos monoclonales hace veinticinco años: la concepción, diseño y creación de bibliotecas combinatorias de anticuerpos.
Al conocer que había ganado el premio, Lerner subrayó que se trataba de un "reconocimiento estupendo para el campo de la inmunoquímica y las bibliotecas combinatorias de anticuerpos y para todo lo que han contribuido a la salud humana".
Lerner ha desarrollado técnicas para introducir los genes que codifican estos anticuerpos en organismos mucho más sencillos, como virus o bacterias, con el objetivo de seleccionar los que son de interés y fabricarlos en laboratorio a gran escala.
Estos cultivos o "bibliotecas combinatorias de anticuerpos" permiten fabricar repertorios inmunológicos "muy superiores a los que produce el sistema inmunitario humano", según explicó a Efe José María Rojo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.
Uno de los miembros del jurado, el físico y periodista español Manuel Toharia, destacó a la prensa la aplicación práctica de los avances conseguidos por los premiados.
Toharia explicó que un nieto suyo tiene un caso muy complicado de cáncer: "ahora le han empezado a tratar con anticuerpos monoclonales humanizados; antes eran de ratón y había rechazos" al inyectarlos en personas, pues generaban a su vez otros anticuerpos.
Sobre Lerner, Toharia refirió que ha hecho una especie de censo de anticuerpos para poder conjuntarles y que actúen de una manera determinada en cada persona.
Esta "medicina personalizada", dijo Toharia, no significa una pastilla diferente para cada paciente, sino el mismo medicamento pero en diferentes dosis o condiciones de toma.
Luis Álvarez-Vallina, jefe adjunto y responsable de la Unidad de Inmunología Molecular del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid y ex compañero de investigación de Winter en Cambridge, dijo a Efe que los dos científicos "han contribuido a desarrollar todo el conocimiento y la tecnología necesaria para usar los anticuerpos como herramientas terapéuticas y clínicas".
Los hallazgos de Winter y Lerner sobre anticuerpos monoclonales, "están revolucionando el pronóstico de muchos pacientes y abriendo nuevas expectativas terapéuticas en personas que no tenían apenas oportunidades", agregó.
El galardón está dotado con 50.000 euros (unos 62.000 dólares) y será entregado en el otoño boreal en esta ciudad del norte de España, junto a los premios Príncipe de Asturias de otras categorías.
El premio de Investigación Científica y Técnica es el cuarto fallado de la presente edición de los Príncipe de Asturias, una vez concedidos los de Ciencias Sociales (a la filósofa Martha Nussbaum), Artes (al arquitecto Rafael Moneo) y Comunicación y Humanidades (al creador de videojuegos Shigeru Miyamoto).
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
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