Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., La idea de tener parásitos hace que imaginemos con repelús a
gusanos recorriendo nuestro sistema digestivo, pero las lombrices
intestinales no son ni los únicos ni, con mucho, los más dañinos
"aliens" que podemos encontrar en el cuerpo humano, sobre todo en el
mundo en desarrollo."Hay un refrán chino que dice que
no hay ser vivo sin parásito, los que viven en el interior de su huésped
son endoparásitos, o son protozoos o son gusanos", explica a EFEverde
Antonio Osuna, presidente de la Sociedad Española de Parasitología y
director del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada
Lutzomyia es un género de jejenes, o mosquitos flebotomos. Son insectos hematófagos nocturnos, con metamorfosis completa. Se conocen cerca de 450 especies, distribuidas por el continente americano mayormente en zonas tropicales y subtropicales. Wikipedia.
Phlebotomus es un género de dípteros nematóceros de la familia Psychodidae; conocidos como jejenes de moscas de arena, son habitantes de las regiones mediterráneas y tropicales. En el pasado se los colocaba en la familia Phlebotomidae, pero hoy esa familia es considerada como una subfamilia, Phlebotominae, dentro de Psychodidae.1 La etimología indica chupador de venas (phlebo- = vena; -tome = chupar), en efecto, los Phlebotomus son insectos chupadores de sangre venosa. Wikipedia.
La diversidad de gusanos que parasitan al ser humano es
inmensa, y Osuna explica que, a pesar de los graves problemas de salud
que ocasionan en muchos lugares del mundo, sobre todo en zonas cálidas
de países en desarrollo, "se investiga a un nivel mucho menor" que otras
enfermedades parasitarias como la malaria: "son problemas olvidados."
FILARIAS DE METRO Y MEDIO
Es llamativo el caso de las filarias -nematodos o gusanos redondos- que producen varias enfermedades y al afectar el sistema linfático pueden llegar a provocar la "elefantiasis", una patología que causa deformidades monstruosas en las extremidades inferiores y en los genitales masculinos.
"Una hembra de filaria puede llegar a medir metro y medio dentro de los vasos linfáticos", indica Osuna.Otro de los nematodos que puede alcanzar una gran longitud en el cuerpo humano es el gusano de Guinea, que parasita a las personas tras la ingesta agua contaminada por la presencia de un crustáceo copépodo diminuto, el huésped intermedio, infectado por la larva del gusano.
Este nematodo produce la dracunculiasis -palabra derivada del latín "afección con dragoncitos"- una enfermedad muy extendida hace pocas décadas pero que ahora es, según Osuna, "uno de los pocos casos de parásitos que se podrían erradicar".
TENIAS Y TREMATODOS
Los nematodos, son uno de los tres tipos de gusanos parásitos que existen. Otros son los planos segmentados, que habitan a nivel intestinal, como las tenias; y los trematodos, que son planos pero no segmentados.
De entre los trematodos, Osuna explica que "hay un parásito en expansión, la 'fasciola hepática', que se sospechaba que era sólo del ganado pero se ha descubierto que hay mucha parasitación humana en zonas como el Sureste Asiático o el Altiplano Americano".
Este gusano vive en el hígado y "puede provocar trastornos parecidos a una cirrosis hepática."Son problemas sanitarios, como tantos otros, endémicos de los países en desarrollo.
"La mayor parte de estos parásitos se eliminan al subir el nivel de vida de la población", asegura Osuna, sobre todo porque con sistemas de saneamiento más avanzados "su ciclo de vida se interrumpe."Por ejemplo, para que la tenia cierre su ciclo de vida, el humano infectado debe liberar sus huevos defecando en el medio ambiente, algo que ya no ocurre en un país desarrollado.
COMPLEJOS CICLOS VITALES
Algunos de estos ciclos vitales son verdaderamente complejos, como el del trematodo "Paragonimus".
Sus huevos salen por las heces del ser humano, al llegar al agua se liberan las larvas, que infectan a un caracol, posteriormente entran en un cangrejo, y el ciclo se cierra cuando un humano come, crudo o poco cocinado, al cangrejo infectado por la larva.Al comerlo, una vez en el sistema digestivo, atraviesa la pared intestinal y se dirije al pulmón, dónde puede acabar provocando esputo sanguinoliento, o cavidades similares a las que produciría una tuberculosis.
"La del 'paragominus' es una adaptación de muchos millones de años. Los parásitos son animales muy primitivos teóricamente, han ido evolucionando a la vez que sus hospedadores", explica Osuna, que añade que "curiosamente los más dañinos son los que peor adaptados al hospedador".
ANISAKIS, UN CLÁSICO
Algo así es lo que ocurre con el anisakis, que no son más que las lombrices del hombre en versión marina, es decir, propias mamíferos marinos como delfines o focas, pero que en el cuerpo humano provocan una reacción alérgica muy fuerte.
Es uno de los casos de parasitismo que más titulares de prensa y alarmas ha protagonizado últimamente, aunque su solución, como la de la mayoría de enfermedades que provocan los gusanos parásitos, es sencilla: unas básicas medidas sanitarias de prevención, algo que, por desgracia, sigue sin estar al alcance de muchos millones de personas en el mundo.EFE
Es llamativo el caso de las filarias -nematodos o gusanos redondos- que producen varias enfermedades y al afectar el sistema linfático pueden llegar a provocar la "elefantiasis", una patología que causa deformidades monstruosas en las extremidades inferiores y en los genitales masculinos.
"Una hembra de filaria puede llegar a medir metro y medio dentro de los vasos linfáticos", indica Osuna.Otro de los nematodos que puede alcanzar una gran longitud en el cuerpo humano es el gusano de Guinea, que parasita a las personas tras la ingesta agua contaminada por la presencia de un crustáceo copépodo diminuto, el huésped intermedio, infectado por la larva del gusano.
Este nematodo produce la dracunculiasis -palabra derivada del latín "afección con dragoncitos"- una enfermedad muy extendida hace pocas décadas pero que ahora es, según Osuna, "uno de los pocos casos de parásitos que se podrían erradicar".
TENIAS Y TREMATODOS
Los nematodos, son uno de los tres tipos de gusanos parásitos que existen. Otros son los planos segmentados, que habitan a nivel intestinal, como las tenias; y los trematodos, que son planos pero no segmentados.
De entre los trematodos, Osuna explica que "hay un parásito en expansión, la 'fasciola hepática', que se sospechaba que era sólo del ganado pero se ha descubierto que hay mucha parasitación humana en zonas como el Sureste Asiático o el Altiplano Americano".
Este gusano vive en el hígado y "puede provocar trastornos parecidos a una cirrosis hepática."Son problemas sanitarios, como tantos otros, endémicos de los países en desarrollo.
"La mayor parte de estos parásitos se eliminan al subir el nivel de vida de la población", asegura Osuna, sobre todo porque con sistemas de saneamiento más avanzados "su ciclo de vida se interrumpe."Por ejemplo, para que la tenia cierre su ciclo de vida, el humano infectado debe liberar sus huevos defecando en el medio ambiente, algo que ya no ocurre en un país desarrollado.
COMPLEJOS CICLOS VITALES
Algunos de estos ciclos vitales son verdaderamente complejos, como el del trematodo "Paragonimus".
Sus huevos salen por las heces del ser humano, al llegar al agua se liberan las larvas, que infectan a un caracol, posteriormente entran en un cangrejo, y el ciclo se cierra cuando un humano come, crudo o poco cocinado, al cangrejo infectado por la larva.Al comerlo, una vez en el sistema digestivo, atraviesa la pared intestinal y se dirije al pulmón, dónde puede acabar provocando esputo sanguinoliento, o cavidades similares a las que produciría una tuberculosis.
"La del 'paragominus' es una adaptación de muchos millones de años. Los parásitos son animales muy primitivos teóricamente, han ido evolucionando a la vez que sus hospedadores", explica Osuna, que añade que "curiosamente los más dañinos son los que peor adaptados al hospedador".
ANISAKIS, UN CLÁSICO
Algo así es lo que ocurre con el anisakis, que no son más que las lombrices del hombre en versión marina, es decir, propias mamíferos marinos como delfines o focas, pero que en el cuerpo humano provocan una reacción alérgica muy fuerte.
Es uno de los casos de parasitismo que más titulares de prensa y alarmas ha protagonizado últimamente, aunque su solución, como la de la mayoría de enfermedades que provocan los gusanos parásitos, es sencilla: unas básicas medidas sanitarias de prevención, algo que, por desgracia, sigue sin estar al alcance de muchos millones de personas en el mundo.EFE
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
ayabaca@hotmail.com
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