La Historia del Amor Cruel: Capítulo.- LXXI.- Olzagon luego de salvar a Melany la lleva a su casa y regresa a su domicilio y recibe la visita de Laurita en su cama

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; Melany fue salvada de un ultraje sexual que tenía planeado su ex enamorado; gracias a la ayuda  que prestaron dos choferes quienes informaron a Olzagon tal como la vieron a la joven mujer ser llevada en hombros de su depredador; y ella se salvó por que el agresor preparó una sobre dosis pasándose la mano con el somnífero que afectó severamente al organismo de Melany, que le impidió reaccionar cuando su verdugo pretendía consumar su vejamen contra ella en estado consciente para sufriera en carne viva  por haberlo rechazado como su enamorado.

 Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen la consistencia del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derecho de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Olzagon, luego de haberla salvado, seguía pacientemente esperando la recuperación de Melany, la abrazaba tiernamente y lo más que a él, le animaba, fue que el agresor no pudo ultrajarla por que llegó a tiempo en su ayuda; ella, lentamente iba recuperando la razón, hasta que reaccionó con fuerza y comenzó a agredir a Olzagon por tenerla en una cama  en un dormitorio que ella desconocía y no sabía como llegó allí; el joven no se ofuscó por las bravatas de su enamorada más bien lo tomó con una sonrisa y mucha satisfacción saber que Melany había recuperado sus facultades y mirándola con ternura le dijo:

--- Amada mía, yo soy la última persona que estoy junto a ti; gracias a la colaboración de dos choferes llegué a este lugar para salvarte de un ultraje que pudo hacer el soberbio "Fedo"; no puedo explicarme como llegaste aquí; sólo sé, que no tenías control de tu cuerpo y te trajeron cargada en hombres de tu agresor....

Melany, ya con sus plenas facultades, interrumpió a Olzagon y le contestó:

--- Ohh ya entiendo, mi último recuerdo fue que subí al bus y allí también estuvo el miserable Federico ("Fedo") y se sentó a mi lado; intenté levantarme para cambiar de asiento y me lo impidió y comenzamos a discutir y en ese trajín me dio un caramelo y tan inconscientemente lo llevé a la boca; no recuerdo más; perdoname por atacarte, fue una reacción natural y ahora vamos a mi casa por que todos me estarán echando de menos.

Olzagon, ayudó a levantarse a Melany, pasaron por la oficina y amonestaron al empleado con estas expresiones que Olzagon, le dijo:

--- Amigo, usted ha cometido el peor de los delitos permitiendo ingresar a una pareja con problemas de salud; voy a pasar  por alto y no asentaré denuncia policial, pero queda advertido que si reincide con otras parejas, seguramente alguien que se sienta lesionado, usted irá a la cárcel por su evidente complicidad con el agresor.

El empleado acorralado y sin argumentos valederos, sólo atinó a contestar:

--- Señor, pido disculpas por lo sucedido, pero usted entenderá que ellos llegaron como esposos y su acompañante me informó que su "esposa" se había pasado de tragos en una fiesta y que pernoctaban esta noche en el hotel  y mañana regresarán a su casa.

Melany, escuchando los descargos del empleado se mordía los labios por lo enojada que se sentía y la tremenda vergüenza que le atormentaba por lo que estaría pensando su amado Olzagon e intentó en agregar  a su defensa, diciendo:

--- Seguramente, entré en estado de shock (totalmente inconsciente) y usted cometió un grave error en hospedar a alguien en ese calamitoso estado de su salud, pero como dice mi enamorado no pasó nada y le recomiendo nunca más permitir estos hechos en contra de las indefensas mujeres.

Los amados salieron del hotel y Olzagon siguió contratando los servicios de su amigo conductor del taxi y emprendieron rumbo a la casa de Melany, la dejó en la puerta del domicilio se abrazaron amorosamente, se despidieron y en el mismo carro retornó a su casa.

Melany, entró a su casa y pasó a su dormitorio, estando allí y sola recién entendió la verdadera dimensión de lo que le había sucedido y que pudo ser más grave y que gracias a Olzagon ella estaba bien; su corazón latía con más fuerza expresando su gratitud a su salvador y como era muy religiosa dio las Gracias a Dios, que guió a su amado al lugar de su suplicio.Ella se sentía comprometida y agradecida con Olzagon y se dijo asimismo:.. si Olzagon me lo pide le daré todo mi cuerpo sin condición alguna por que lo amo con la fuerza de una mujer agradecida que desea ser suya.

Olzagon, entró a su casa y ya eran las 1:30 a.m., a esa hora el tiempo sigue su curso y sólo hay sueño por el cansancio y la a vez la satisfacción de haber salvado a su amada de las garras de su depredador; en el otro dormitorio de Laurita, ella tenía insomnio y a la vez sentía celos por que seguramente su amado joven habría pasado casi media noche en brazos de una joven de su edad; ella, no podía impedir esa doble vida de Olzagon; así lo aceptó y continuará en el futuro; pero, para qué hacer problemas si se puede remediar  "visitándolo" a su cama.

Entonces, se levantó sin encender ninguna luz y llegó a tientas hasta su cómoda tocando un perfume con rociador y se lo aplicó al cuello y algunas gotas llegaron a sus bien proporcionados senos que aún se mantenían firmes a los 45 años de edad que ella rozaba; luego de ese acicalamiento , caminó en punta de píes, abrió la puerta y salió y la cerró; en seguida fue hasta el dormitorio de Olzagon, por suerte él, no echó seguro a la puerta; ella, tímidamente cogió la chapa de la cerradura y la giró a la izquierda y cedió; su cuerpo comenzó a temblar de emoción; con un ligero impulso abrió la puerta, entró y la cerró sin hacer ruido; el cuarto estaba completamente oscuro; ella sentía que sus genitales se humedecían y llegó a la cama donde Olzagon intentaba dormir; incluso ya había dado el primer ronquido que fue interrumpido por la "visita" de la apasionada Laurita.

 Los deseos del amor no tienen control si hay compatibilidad de los amados; y entre Olzagon y Laurita existía ese  elixir que se acrecentaba agregando las sustancias mágicas de la pasión en hacer el amor, la única barrera, si es que se le considera así; era que ella le duplicaba en edad a su joven amante y habían riesgos de ser descubiertos por los hijos de ella, quienes tenían la misma edad que Olzagon.

Laurita,  estando sobre la cama de su amado, comenzó a besarlo con todas las fuerzas de sus deseos, ella quería ser poseída y disfrutar el amor que le brindaba un joven con todas las energías en crecimiento que eran transmitidas a su maduro cuerpo.

Olzagon, estaba cansando y dolorido emocionalmente por lo que le había sucedido a Melany, pero tenía que responder a los requerimientos sexuales de Laurita; después de todo ella le daba sexo sin peligros de ninguna clase; además, de las atenciones recibidas en los bien servidos platos de comida; pues, de alguna manera había que satisfacerla en agradecimiento; entonces, la abrazó y correspondió a las caricias que ella le ofrecía y como ella estaba encima; él,  tomó el control del acto comenzó acaricendo sus nalgas que aún estaban suaves y tersas y por su puesto ella le quitó el pantalón del pijama, quedándose desnudos y en ese estado, él la volteó hacia la cama y se colocó encima, con la mano derecha rozó la vagina que estaba completamente húmeda pidiendo a gritos la penetración; pero él, se tomó su tiempo. 

La besó a sus labios ardientes, siguió por el cuello bajando su boca hasta los senos y empezó a chuparlos para succionar el néctar de los pezones; esas caricias avivaron los deseos sexuales de Laurita, quien cogió el pene de su amado y se lo introdujo y dando movimientos de la cópula con acompañamiento de gemidos del placer que embriagada a todo su cuerpo; naturalmente Olzagon respondía con todo el empuje de su juventud introduciendo más y más el pene hasta  el ardiente útero, tanta fue esta apasionada unión sexual que Laurita tuvo una dichosa recompensa con su orgasmo dando un alarido tan  fuerte que todo su cuerpo vibraba con desenfreno alrededor de sus genitales, esta reacción asustó a Olzagon por que hayan escuchado los vecinos de los dormitorios colindantes; aún así siguió introduciéndola y penetrando hasta que eyaculó logrando el climax total.

Laurita, estaba tan satisfecha que siguió besando apasionadamente a su joven macho, luego de un rato la pareja   se paró y cada uno trató de descansar y vaya que lo lograron.

Olzagon, por unos instantes olvidó a Melany, tampoco tenía cargo de conciencia de haber cometido pecado de infidelidad alguna; por que con ella sólo había iniciado un platónico romance que se intensificará en el futuro.....
Continuaremos....

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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