La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo CLXXXIV.- El bandolero Cristóbal "Cristo matón"; logra ser acogido como pretendiente de Iralda.

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; los bandoleros Aurelio "mata ricos" y Cristóbal "cristo matón" llegaron a la pulpería de Melesio, quien tiene dos hijas: Luzmila la mayor e Iralda la menor, ambas en edad  casamentera, ellos están afincados en las faldas del Cero Usaime junto al Río Calvas; estos bandidos tenían como plan conquistar a estas señoritas y Aurelio quien conquistó a primera vista a Luzmila y luego pidió ser admitido como cortejante al padre de la Huambra; Don Melesio quien en principio rechazó tal pretensión, pero Aurelio apeló a su "don de convencer"  y sedujo finalmente a Papá e hija y es admitido como enamorado; y él, quiso ayudar a su amigo Cristóbal para que haga lo mismo con Iralda, pero el hombre era torpe y tosco para enamorar, por lo que fracasó e Iralda lo rechazó, al menos así sucedió, es probable que sucedan muchas cosas.

 Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA" , esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI. Fuente de imagen: Archivos del blog .

Cristóbal, tenía sentimientos encontrados al ser rechazado por Iralda, lo que más lamentaba era la intromisión de Aurelio, quien se tomó atribuciones sin consultar con él, al solicitar que sea admitido como cortejante de la huambra Iralda; incluso él,  había planeado hacerlo en otra ocasión y con la tremenda vergüenza, se despidió, diciendo:

--- Don Melesio, le pido perdón por mi torpe manera de pedir la mano de su hija Iralda; era mi deseo conversar con usted en otra fecha y mi amigo Aurelio se adelantó en mi nombre y francamente  no estuve preparado para .un acontecimiento tan importante; me voy a retirar muy avergonzado por haber faltado la confianza y el respeto a la familia, prometo nunca más pisar los terrenos de esta finca.

Y  de las palabras pasó a los hechos, estiró tímidamente la mano y cuando llegó a Iralda, le dijo:

--- Señorita Iralda, le pido miles de perdones y que usted se compadezca de este pobre infeliz que no supo llegar a su corazón, adiós amiga.

Iralda al ver a su pretendiente completamente abatido le contestó:

--- Don Cristóbal, usted es famoso por ser un gran peleador y no acepto que se sienta derrotado por un NO muy pasajero de una mujer que necesita  escuchar más palabras amorosas, que le cautiven para irse con el hombre que mi corazón ame; no tiene que pedir perdón, sólo le digo que luche por la mujer que ama, no se rinda tan fácil; usted es bien macho, pues demuestre reconquistando a la huambra.

Tal vez,  eran las palabras que necesitaba Cristóbal para sentirse motivado y por su puesto, él,  no era un cobarde y el reto que le planteó la huambra Iralda dándole la oportunidad de insistir en reconquistarla con amorosas palabras que la seduzcan y con ello pueda ella cambiar sus sentimientos hacia él.

Aurelio, si tenía las palabras amorosas apropiadas para declarar a oídos sedientes por escuchar lisonjas muy  usadas en aquellos tiempos; los hombres enamorados solían cantar acompañados al son de notas musicales tocadas briosamente a las cuerdas de  guitarras fabricadas a la usanza de artesanos de origen hispano,.

Cristóbal, logró recomponer su compostura de hombre enamorado y como había sido retado justamente por la huambra que le interesaba; recordó unos viejos versos que escuchó a sus padres n su natal Amaluza y fingiendo ser un poeta, contestó:

--- Señorita Iralda, nunca me he rendido ante nada; sino  que quería retirarme por haber faltado a la confianza que ustedes me brindaron y nunca llegué amparado o guiado por intereses ajenos, lo que sucedió fue que al conocer su persona, mi corazón dio latidos fuertes indicándome que era tiempo de buscar a una hermosa doncella para entregarle mi amor y fue justamente usted la elegida; pero nunca le dije lo profundamente enamorado que siempre estuve de usted, todas las veces que acudía a esta pulpería me contentaba con verla y suspiraba....

Cristóbal se toma una pausa y continuó:

--- Era para mi tan venturoso verla atender en la venta de los productos; muchas veces usted misma me atendió, sus ágiles manos despachando, su sonrisa  animando al cliente y su graciosa  silueta despertando el amor, eran sus cualidades que todas las veces que vine a esta pulpería las observaba; en algunas veces  intenté decirle lo mucho que la admiraba, pero callé, y yo mismo me hacía el reto al decir:..." en la siguiente visita trataré de declarar mis sentimientos amorosos hacia ella .. pero no lo hice.. tenía miedo.." 

Nuevamente, Cristóbal hace una pausa y agregó:

--- Señorita Iralda, el amor nace a la primera vez, sólo que a veces es de una persona sin saber si la otra quiere corresponder; eso justamente me pasó a mi, temía que al decirle algo sea rechazado, y como ya sabe que la amo, quiero decirle que una vez pensaba que estaba por los campos de Amaluza, era el mes de mayo y había muchas flores y distinguí una de ellas, era una rosa roja y me dijo:.." el día que conozca a una bella mujer le diré: tu amada mía eres la rosa más bella del mundo que naciste en este jardín para abrazar con tu aroma al hombre que te admira y te cuide como la joya más apreciada de la tierra "; justamente usted Iralda es esa flor digna de mi admiración, respeto y mucho amor, nada en el mundo es mejor que su jovial sonrisa que todos los días cautiva a mi corazón.

Ya dueño de la situación Cristóbal, pudo notar que todos lo miraban con sorpresa y en completo silencio y finalizó:

--- Señorita Iralda, me voy a retirar con la tranquilidad en lo más profundo de mi corazón de que por primera vez, hice a su parecer (conocimiento) mi amor hacia usted y como ya me rechazó, aún así, tengo la alegría que usted sabe que la quiero y si  algún día llego a conquistar su corazón, deseo que sea la compañera de toda mi vida.
Cristóbal de inmediato estiró su mano derecha para despedirse de su huambra; él, estaba muy tranquilo y ya no le dolía haber sido rechazado y le dijo:
--- Hasta muy pronto señorita Iralda, me voy enamorado y que la sabia  naturaleza la mantenga siempre buena, bonita y siempre joven.
Iralda, había cambiado totalmente el concepto  de aquel hombre hosco que intentó conquistarla minutos antes, fue feo el primer instante dijo ella asimismo, pero ahora era otra persona que usando palabras sencillas y muy  sentimentales le llegaron a su corazón, y ella jamás iba a despreciar a alguien que sabía recuperar la compostura y ella lo veía como todo un hombre que lo necesitaba para unir su corazón y estirando su mano, le contestó:
--- Amigo Cristóbal, admiro en usted ese "Don de Caballero" y ese empuje de hombre que sabe sobreponerse en momentos no siempre buenos por un inicial rechazo a ser aceptado como pretendiente; pues,  lo logró, yo si deseo ser cortejada por usted y aquí estaré esperándolo cuando decida visitarme y pronto llegue ese día que me toque unir mi vida e irme con usted.
Cristóbal y los presentes se abrazaron mutuamente por  tan feliz suceso que gracias a las palabras sinceras y sentimentales conmueven corazones haciendo posible llegar al dichoso amor. Aún en ese mundo aparentemente muy salvaje por las mismas situaciones de atraso, si se cultivaba los valores de: amor , aprecio y cariño entre las familias.
Melesio, padre de Iralda se sentía alegre y a la vez muy triste por su su engreída hija cambió de parecer y aceptó al pretendiente y como su progenitor, dijo:
--- Estoy sorprendido y con mucha alegría de escuchar palabras muy lindas dedicadas a mis hijas, pero me siento a la vez muy triste por que las acabo de perder, me quedaré sólo una vez más, pero no puedo detenerlas por que ellas ya eligieron, solamente pido a los señores cortejantes y próximos esposos hagan felices a estas dos mujeres que han sido criadas para el amor y respeto al hombre que se haga de ellas.
Los futuros yernos se miraron entre ellos y al mismo tiempo abrazaron muy fuerte al futuro suegro, aceptando que tenía razón en cuanto a su pedido y por su puesto ellos iban a honrar su palabra haciéndoles una vida dichosa a las huambras....... continuaremos......
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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