Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma y como informamos en el capítulo anterior, los bandoleros Aurelio "mata ricos" y Cristóbal "cristo matón" tuvieron un larga conversación sobre los planes de la incursión que la ejecutarán el día viernes y la conveniencia que hoy jueves enviarán como guía exploratorio a Gamaniel; claro está, todo había sido calculado hasta ese momento por Aurelio, de otra parte la probable parte afectada que era la hacienda de los Valladares Ontaneda, también se habían `preparado, pero estaba relajándose y para colmo el mismo jueves asistieron a cumpleaños de uno de los guardianes llamado Gabriel.
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú;
es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas,
sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás,
seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al
misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra
literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA"
, esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en
creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de
derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con
fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI. Fuente de imagen: Archivos del blog .
Luego de la conversación entre Don Elmer y su guardián Julián; el patrón llegó a la Casa Hacienda y llamó a una empleada y le ordenó pelar(matar y desplumar) el mejor pavo y al mismo tiempo a otro peón le ordenó ir a la despensa y sacar arroz, yucas y menestras que serán embolsados en una alforja; en seguida él, mismo ingresó a su almacén privado en donde guardaba sus licores macerados y al llegar allí, abrió una botella y al retirar el corcho, salió el aroma con un bouquet que invitaban un trago y al no poder resistir ante semejante tentación, el dueño sirvió un buen chorro de licor dentro de un jarro y lo bebió.
Caramba, debió ser un delicioso el macerado que el libar se sirvió un segundo trago, seguramente Don Elmer, debió pensar así: .." Pues, bien vale un trago si estoy logrando defender mi patrimonio".
Mientras tanto el pavo pagó con creces los cuidados que le brindaron por que su carne se notaba muy sabrosa, la empleada le estaba sacando la piel de la última pata y regresó Don Elmer, quien al ver tan abultada presa y mirando a la matadora(cocinera), le dijo:
--- Imelda, pensándolo bien, mejor echa leña al horno y prepara el pavo aquí mismo, estando horneado lo enviaremos a casa de Gabriel, para que ellos preparen los adicionales con yuca y arroz.
La empleada que era una especialista en hornear pavos y a la vez un poco vanidosa, le contestó:
--- Como usted ordene Don Elmer, en seguida guiso la carne y luego que caliente el horno lo echo para su cocimiento, pero dígame tanta etiqueta para un "indio" como Gabriel, quien supongo, que nunca sabes distinguir de buena comida y voy a gastar mis fuerzas en algo que no vale la pena.
Don Elmer, entendió el mensaje de Imelda y lo ingrata con alguien de su misma raza pero no quiso entrar en mayores y le contestó.
---Imelda eres mi fiel cocinera y solamente quieres cocinar para mi, pero te diré que yo también comeré y saboreare la sazón de ese pavo en casa de Gabriel.
La cocinera llena de vergüenza al habérsela desaprobado en su ligereza de la lengua, pidiendo disculpas, le contestó:
--- Disculpe señor Elmer, sólo hice un comentario y también celebraré el cumpleaños de Gabriel y me esmeraré preparándolo para que tenga el mejor sabor.
Don Elmer sin pronunciar más palabras, sólo movió la cabeza aceptando las disculpas de su cocinera y salió hasta el patio a ordenar algunas cosas en aquel lugar.
Y como el tiempo sigue su curso, justo estamos llegando a la "hora de la oración" (18 horas), en aquel instante Imelda sacaba su bandeja del horno conteniendo un exquisito pavo, cuyo aroma inundaba el ambiente invitándolo a saborearlo, pero no será en ese sitio sino en la casa de Gabriel, a esa misma hora ya estaba listo el caballo y el jinete que llevaría los manjares al dueño del cumpleaños, y como las provisiones iban en lado de la alforja con arroz, yuca y menestras y al otro lado iban seis botellas de licor macerado y un pequeño odre con aguardiente de caña.
Don Elmer, inspeccionó que todo vaya bien, hizo montar al jinete y le alcanzó la bandeja con el pavo y le dijo:
--- Dile a Gabriel que le estoy enviando este regalo por su onomástico y que tal vez a las 10:00 de la noche (22 horas) llegue a su casa a saludarlo.
El jinete escuchó las ordenes y partió, estando sólo Don Elmer en aquel instante, observó al horizonte y detenidamente sus ojos fijaron hasta el Cerro Usaime y tuvo un presentimiento y se dijo asimismo:..." hoy que estamos descuidando la vigilancia, somos vulnerables y los asaltantes pueden atacarnos y no podríamos defendernos..", pero fue sorpresivamente interrumpido en sus pensamientos por su guardián Julián, quien le dijo:
--- Patrón, usted si que es diferente con sus peones, por que hasta donde tengo conocimiento, los hacendados nunca comparten una comida con la pobreza del trabajador por que siempre les apesta la mugre de la casa o la picazón de las pulgas.
Don Elmer, que estaba preocupado de un posible ataque de bandoleros; al escuchar las expresiones de su guardián, tal vez con un sentimiento acusativo y de remordimiento hacia su persona, por que si bien , él, era diferente, pero no escapaba ser miembro de la élite del poder económico agrario, que agrandaban su riqueza explotando al máximo a los peones; en cambio él, como un ser paternalista hacia sus peones, le contestó:
--- Escúchame Julián, siempre les he demostrado a todos ustedes aprecio y que les pague lo justo por su trabajo y que nadie trabaje más del tiempo permitido, asimismo todos tienen mi apoyo en cuanto a necesidades tengan como seres humanos; tal vez hay hasta exageración por que la fecha casi todos los niños que han nacido son mis ahijados de bautizo y sus padres son mis compadres y a la vez mis peones; entonces, jamás voy a permitir la explotación de seres queridos por mi persona, por lo que te hago la aclaración que no tengo ningún prejuicio compartir un desayuno o almuerzo en la casa o choza de cualesquiera sea el peón.
Julián dio por terminados los elogios hacia su patrón y le recordó que las 10:00 p.m. de la noche (22 horas) se reunirán todos en casa de Gabriel para celebrar su cumpleaños.
La cocinera llena de vergüenza al habérsela desaprobado en su ligereza de la lengua, pidiendo disculpas, le contestó:
--- Disculpe señor Elmer, sólo hice un comentario y también celebraré el cumpleaños de Gabriel y me esmeraré preparándolo para que tenga el mejor sabor.
Don Elmer sin pronunciar más palabras, sólo movió la cabeza aceptando las disculpas de su cocinera y salió hasta el patio a ordenar algunas cosas en aquel lugar.
Y como el tiempo sigue su curso, justo estamos llegando a la "hora de la oración" (18 horas), en aquel instante Imelda sacaba su bandeja del horno conteniendo un exquisito pavo, cuyo aroma inundaba el ambiente invitándolo a saborearlo, pero no será en ese sitio sino en la casa de Gabriel, a esa misma hora ya estaba listo el caballo y el jinete que llevaría los manjares al dueño del cumpleaños, y como las provisiones iban en lado de la alforja con arroz, yuca y menestras y al otro lado iban seis botellas de licor macerado y un pequeño odre con aguardiente de caña.
Don Elmer, inspeccionó que todo vaya bien, hizo montar al jinete y le alcanzó la bandeja con el pavo y le dijo:
--- Dile a Gabriel que le estoy enviando este regalo por su onomástico y que tal vez a las 10:00 de la noche (22 horas) llegue a su casa a saludarlo.
El jinete escuchó las ordenes y partió, estando sólo Don Elmer en aquel instante, observó al horizonte y detenidamente sus ojos fijaron hasta el Cerro Usaime y tuvo un presentimiento y se dijo asimismo:..." hoy que estamos descuidando la vigilancia, somos vulnerables y los asaltantes pueden atacarnos y no podríamos defendernos..", pero fue sorpresivamente interrumpido en sus pensamientos por su guardián Julián, quien le dijo:
--- Patrón, usted si que es diferente con sus peones, por que hasta donde tengo conocimiento, los hacendados nunca comparten una comida con la pobreza del trabajador por que siempre les apesta la mugre de la casa o la picazón de las pulgas.
Don Elmer, que estaba preocupado de un posible ataque de bandoleros; al escuchar las expresiones de su guardián, tal vez con un sentimiento acusativo y de remordimiento hacia su persona, por que si bien , él, era diferente, pero no escapaba ser miembro de la élite del poder económico agrario, que agrandaban su riqueza explotando al máximo a los peones; en cambio él, como un ser paternalista hacia sus peones, le contestó:
--- Escúchame Julián, siempre les he demostrado a todos ustedes aprecio y que les pague lo justo por su trabajo y que nadie trabaje más del tiempo permitido, asimismo todos tienen mi apoyo en cuanto a necesidades tengan como seres humanos; tal vez hay hasta exageración por que la fecha casi todos los niños que han nacido son mis ahijados de bautizo y sus padres son mis compadres y a la vez mis peones; entonces, jamás voy a permitir la explotación de seres queridos por mi persona, por lo que te hago la aclaración que no tengo ningún prejuicio compartir un desayuno o almuerzo en la casa o choza de cualesquiera sea el peón.
Julián dio por terminados los elogios hacia su patrón y le recordó que las 10:00 p.m. de la noche (22 horas) se reunirán todos en casa de Gabriel para celebrar su cumpleaños.
En ese mismo instante, pero al otro lado del Cerro Usaime, después de haber recibido las últimas instrucciones, montaba en su caballo el jinete Gamaniel, era su primera vez en un trabajo de este tipo que lo hacía completamente sólo; iba armado con chaveta, puñal y navajas, no le dieron la carabina para evitar sospechas si durante el trote se encuentra con un desconocido; claro está, era una misión con muchos riesgos y de mucha responsabilidad, por que será él, el responsable de abrir el camino al grueso de los demás bandoleros que avanzarán el día siguiente (viernes) confiados que no serán atacados ni sorprendidos por contrarios (rivales) en la incursión.
Volviendo a la hacienda de los Valladares Ontaneda, estamos en la casa (choza) de Gabriel, y se ha reunidos todos los integrantes del grupo de guardianes y familiares del anfitrión y como ya nos acercamos a las 10:00 de la noche (22 horas), la cocina está en todo su apogeo, se han preparado varios potajes como el arroz seco con fréjol verde, yucas sancochadas y se está alistando los mates (vasijas de calabaza secas) que en aquellos tiempos reemplazaban a los platos; pues bien todo está listo, solo esperando la presencia del patrón.
Como Don Elmer, siempre es puntual, éste se apareció en el lugar, pero llegó por un lugar diferente al usual, lo hacía como medida de seguridad, de inmediato los asistentes incluido el dueño de casa se levantaron a saludar al recién llegado y como él, puso todo lo que se iba a comer; entonces, sugirió abrir una botella de licor macerado para brindar con el cumpleañero y empezar la fiesta.
El licor fue servido en jarros de loza que recién aparecían como una innovación, ya que usualmente se bebía usando la copa de los sombreros o jarros de madera o de barro cocido(arcilla).
Julián como el líder del grupo, hizo uso de la palabra felicitando a Gabriel y recalcando que se ha formado un grupo de hombres valientes que se encargarán de la defensa de la hacienda hasta con su vida misma, era contagiante el entusiasmo que se vivía en aquel instante, luego del brindis inicial, continuaron bebiendo sucesivos tragos hasta que sirvieron la comida y para asentar el pavo, se abrió el odre que contenía aguardiente de caña con alto contenido de alcohol sirviéndose medio jarro a cada uno de ellos y con ellos empezó los efectos de embriaguez que se presentaron con rapidez que motivaron a Don Elmer, sacar su guitarra que siempre lo acompañaba y comenzó a pulsar las cuerdas produciendo notas musicales y cantando un entonado sanjuanero que entusiasmó la jarana.
En esa misma dirección avanza Gamaniel, ya ha cabalgado casi tres horas sin novedad y lo seguirá haciendo hasta las primeras horas de la madrugada, todo parece indicar que nadie interrumpirá su ruta, más bien, está muy favorecido, por que nadie vigila la finca, los guardianes están de parranda que probablemente se prolongará toda la noche y la misma madrugada..... continuaremos......
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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