Aquí en la imagen observamos al Beato Juan Pablo II, muy bondadoso tocando la cabeza de su devoto Olzagon, derramándole sus bendiciones. Foto: Archivos del Blog: A vuelo de un quinde.
Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., los seres humanos que tenemos la dicha de haber nacido y vivir en La Tierra; nos sentimos dueños de todo cuanto existe, en algunos casos acaparamos más de la cuenta y dejamos sin nada a miles de otros que los condenamos al desamparo y la miseria. Felizmente dentro de esta lucha de intereses se presenta un Piadoso Hombre que como un Líder en cuyo campo haciendo las veces de un árbitro trata de conciliar a los contrincantes, pero ellos los poderosos nunca dan su brazo a torcer y avasallan contra los indefensos sin poder; pues a nuestro pesar, esas son las reglas de la vida cotidiana injusta y dramáticamente desigual.
Cierto pueblo llamado: CUNASOCC, en la sierra de la Región Piura, Perú, existe como un minúsculo punto en el mapa y casi olvidado por la lejanía, consta de no muchos habitantes, rodeado de una hacienda, propiedad de los Hermanos Huamán Paúcar y destaca como el "Jefe" que decide todo Don Teodoro Huamán Paúcar, quien dotado de un carácter indomable tiene doblegados a sus hermanos y todos los pobladores de CUNASOCC.
Su dominio es simple, pero mortífero en su ejecución, al disponer del control de la infraestructura y logística, sojuzga al pueblo en comprar y vender todos los recursos económicos que generan las actividades de la comarca: "yo compro, yo vendo".
En una pequeña choza de una sola habitación que sirve como: Cocina, Dormitorio y Sala; vive una familia muy pobre y ellos son cinco miembros: Rodolfo (padre y esposo de 40 años), Elvira (Madre y esposa de 38 años), los hijos: Miguel (10 años), Juan (8 años) y Dagoberto (6 años) y residen dentro de la propiedad de la hacienda como peones y tienen que trabajar desde las 6:00 a.m. hasta las 5:00 p.m. (17 horas del día) son 11 horas de trabajo diario y las labores son desde lunes a sábado; sólo descansa el domingo, que Don Rodolfo lo dedica a su pequeña chacra de una hectárea que le permite sembrar verduras y algunas plantas de maíz.
La vida es dura, pero no hay otra opción, y lo grave la alimentación es muy mala y parece que Don Rodolfo tiene muy perforados los pulmones (tuberculosis), enfermedad contagiosa; ya que el padre de familia tose frecuentemente y los escupitajos sangrantes los arroja al piso dentro y fuera de la choza, y es más grave su dolencia en las noches por que aumenta la frecuencia de la tos.
Y como lo que se podría decir cama, es una pocilga sobre el piso con mantas viejas, hediondas y cochinas llenas de pulgas, piojos y cucarachas y sobre esa cochinada duerme la familia todos juntos y para agravar la pésima situación de esta familia, la esposa Elvira, tiene un color pálido en su cara y últimamente está muy débil en su estado de salud.
Don Teodoro Huamán, el hacendado es implacable y autoritario en distribuir y hacer cumplir las tareas agrícolas que todo peón debe trabajar, por que de lo contrario es expulsado y sus míseros bienes son confiscados en favor de la hacienda y nadie puede contradecir las reglas establecidas ni siquiera los hermanos del hacendado.
Don Rodolfo se siente cada día más debilitado y lo único que toma como medicamento para curar sus pulmones son hojas de matico hervidas, que si bien no le curan la grave enfermedad, pero si le permiten cumplir con su faena diaria del trabajo y a duras penas.
Como de costumbre, Don Rodolfo, retornó a su casa (choza) a las 17 horas del día; de un lunes; al abrir la puerta de ingreso, escuchó quejarse a su esposa y lloraba desconsoladamente y al verlo llegar, sollozando le dijo:
--- Esposo mío, creo que mis pulmones están mal, tengo fiebre, no puedo respirar bien y lo grave acabo de escupir un trozo de sangre viva y siento dolor muy fuerte a mi espalda, además las fuerzas abandonan mi cuerpo... esto es tuberculosis....
Don Rodolfo, sólo escuchaba los males de su esposa y nada podía hacer por que él mismo lo sufría y lo único que le respondió, fue:
--- Esposa mía, el pago de nuestro jornal recién es el próximo sábado, no tengo ningún centavo en el bolsillo, creo que debes hervir un poco de hojas de matico y bebe todo lo que puedas, esas hierbas cicatrizan las heridas internas del cuerpo.
Empero, la esposa quería otras medicinas por que temía morir y dejar hijos huérfano y esposo viudo y enfermo y viendo al consorte, le dijo:
--- Por favor ve, hasta la Casa Hacienda y pide a Don Teodoro un adelanto de tu jornal y si te da el dinero, vas hasta el boticario (dueño de la botica) para que te recete remedios para curar los pulmones enfermos.
Don Rodolfo, cansado y afligido, conocía muy bien a su Patrón; quien era mezquino hasta el último centavo lo cobraba y sabía que nunca adelantaba el jornal, si antes no aseguraba con una gallina o una oveja del peón; en fin se dijo asimismo lo intentaré.
Al llegar a la Casa Hacienda con las 6:00 p.m. (18 horas), "por suerte" está el Patrón Teodoro, el peón con el dolor de su cuerpo y el sufrimiento de su esposa se acerca temeroso y le dijo:
--- Don Teodoro, tengo muy enferma a mi esposa, por favor puede adelantar mi pago, para ir a la Botica y comprar remedios.
El hacendado frunciendo el seño (la frente), le contestó:
--- Escúchame Rodolfo, tu rendimiento en el campo va del mal en peor, hoy ni siquiera has terminado la tarea, y no estoy seguro si llegarás a cumplir todos tus trabajos hasta el sábado y así pretendes que te pague adelantado una tarea que no la haces, pues no tengo dinero, vuelve mañana y veremos que hay para ti.
El hacendado para su interior se dijo: "Rodolfo hoy es tu último día en esta hacienda y mañana te despacho fuera de aquí".
Don Rodolfo, quiso suplicar que el dinero era para hoy por la gravedad de la enfermedad de su esposa, pero el Patrón le cerró la puerta de la Casa Hacienda y allí terminó el intento.
Mientras tanto la esposa había encendido el viejo radio, aquel dándole unos golpes funcionaba y escuchó una noticia: "Ha muerto el Papa Juan Pablo II, hay congoja de dolor en todo el mundo, el más conocido como [ Papa viajero ] dejó sumida a la humanidad llorando su muerte; era el 2 de abril del 2005, en la Ciudad del Vaticano se preparan sus funerales".
Entonces, Doña Elvira, suplicó a Dios Todopoderoso por intermedio del alma del Santo Padre y dijo:
--- "Almita de Juan Pablo II, que ya estás en el Reino de los Cielos, pídele a Dios que me ayude a curarme, soy una madre de familia muy pobre y tengo esposo e hijos para cuidarlos; por favor Dios Mío, tu que tienes a tu Papa Juan Pablo II, envíalo de nuevo a La Tierra para que me cure".
Doña Elvira, después de suplicar a Dios, las fuerzas la abandonaron y quedó dormida de tanto cansancio y tuvo un sueño: Vio a un Señor vestido de traje blanco como médico, quien le dijo:
--- "Tu fe en Dios te ha salvado"
Mientras tanto en otro lugar Don Rodolfo, se fue al boticario a suplicarle le fié (un crédito) remedios para llevarlos a su esposa y a escasos metros de la botica se cruzó con un Señor vestido con ropa blanca y su aura brillaba alrededor de todo su cuerpo y como ya anochecía se notaba con mucha nitidez. y al verlo triste y lloroso le dijo:
--- " ¿Por qué lloras Rodolfo? ya tengo los remedios para ti y tu esposa, en este momento te vas a la Plaza de Armas, allí verás que hay un automóvil de color rojo con cinco asientos, luego ve a tu casa y trae a tus esposa y tus hijos para irnos de viaje".
Don Rodolfo, incrédulo, pero obedeció y dio la vuelta y al pasar por la Plaza de Armas allí estaba el automóvil rojo y siguió a su casa, la esposa y sus hijos lo estaban esperando listos, todos juntos cerraron la puerta de su humilde choza y se fueron a la Plaza de Armas, allí los recibieron dos personas vestidos de blanco, los embarcaron siendo las 19 horas del día y los llevaron a la Gran Ciudad.
Al llegar, al mejor hospital fueron recibidos por médicos y enfermeras los internaron de inmediato incluidos los hijos y aplicaron los medicamentos a los enfermos, quienes entraron en un profundo sueño y se despertaron al tercer día, Don Rodolfo estaba muy preocupado con tanta atención médica recibida y no tenía ningún centavo en el bolsillo.
De nuevo se apareció el Señor vestido de blanco como un médico y le preguntó:
--- ¿ Cómo se sientes en su salud?
Don Rodolfo y esposa le contestaron al unísono:
--- Estamos muy bien Señor.
El Señor de blanco, les dijo:
--- Dentro de 15 días ustedes irán a trabajar en una parcela de 15 hectáreas, está ubicada al otro lado de la Ciudad, su tratamiento médico será por tres años y cada 8 días serán atendidos en la misma parcela por médicos destinados a su curación, ese terreno ha sido donado para ustedes, ellos los recogerán y los llevarán a su parcela.
Don Rodolfo, le preguntó;
--- Pero, Señor ¿cómo podré pagar tanto dinero?
El caballero de blanco, le contestó:
--- " No tienes que pagar nada, por que el Alma del Papa Juan Pablo II, rogó a un poderoso amigo para que los cuiden en todo lo que necesitan, sólo tienes que agradecer rezando todos los días, ya que la fe de tu esposa en Dios los ha salvado.
Repentinamente apareció una luz brillante y desapareció el caballero vestido de blanco.
La señora Elvira mirando a su hijos y su esposo, dijo:
--- "Esto es un milagro de Juan Pablo II" ......... continuaremos......
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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