Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; Olzagon llegó a su casa, después de haber sufrido acontecimientos inesperados e ingratos entre el Supervisor de Ventas y él, incluso lo agredió, antes de estos episodios, el mismo Supervisor tuvo un fuerte altercado con el Gerente General, que abusando de la ingesta de abundante licor desfogó todos sus resentimientos acumulados durante 25 años de servicios como vendedor de la Fábrica de Productos Plásticos "El Dorado"; Olzagon conversó con Laurita(dueña de la pensión y su amante) que temía haber perdido su trabajo; superado éste desenlace, él invitó a Laurita a su cuarto pero ella rehusó y aceptó hacerlo después de las 22:00 horas de la noche.
Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen la consistencia del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derecho de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.
Olzagon, después de haber ingerido su exquisito y apetitoso almuerzo, y como ya eran más de las 17:00 horas del día y aprovechando de su día libre se fue a su dormitorio a descansar y rápidamente concilió el sueño y se quedó profundamente dormido.
En la pensión de aquel día, casi todos los comensales llegaron pasadas las 18:00 horas; aprovecharon sus alimentos y se retiraron a disfrutar las últimas horas que les quedaban del día; igualmente los hijos de Laurita habían sido invitados a una fiesta familiar y casi todos salieron dejando en la casa a Laurita y Olzagon su joven amante que dormía plácidamente.
Rápidamente Laurita hizo el aseo de su cocina, lavó las vajillas, barrió el piso, lo trapeó y todo quedó como un espejo para el día siguiente, su cuerpo estaba sudoriento; entonces, subió a su dormitorio, que era vecino con el de Olzagon; se desnudó y se metió al baño, dándose un duchazo, ella utilizó un jabón muy aromático, se enjuagó, secó su cuerpo con una toalla de felpa, cuyo haz era parecido como la lana de oveja, que cada vez que la pasaba por su cuerpo la excitaba.
Laurita, luego roció todo su ardiente cuerpo con colonia cítrica splah, luego se puso su clásica bata con descote a la altura de los senos, que los cubría solo la mitad, dejando al descubierto tan exquisitas tetas, que aún se conservaban tan sensuales como las de una joven de 25 años de edad.
El tiempo sigue avanzando, ya son pocos minutos después de las 22:00 horas del día; la noche estaba iluminada en la calle, pero completamente oscura en el segundo piso de la casa de la pensión; el ambiente se vuelve cómplice para facilitar los encuentros amorosos y Laurita lo deseaba con toda la pasión que le despertaban deseos de profundo erotismo, todo su cuerpo era un volcán a punto de erupción.
Laurita, sabia que a sus 45 años de edad, era una fruta madura con la lozanía de la juventud a la que se aferraba con garras para nunca abandonar.
En cambio, su joven amante Olzagon, recién había superado los 20 años de edad, él, era un espécimen masculino, lleno de energía, vigor y con toda la fogosidad listo para cazar a la presa femenina; en estos instantes seguía durmiendo en la tranquilidad de la noche, desconocía que al otro lado se preparaba Laurita para disfrutar un encuentro amoroso con él, que será libre y sin testigos por que todos los demás, se fueron, solo se quedaron los dos y había que aprovechar cada minuto y convertirlo en la felicidad total digna para lograr la bendición de los dioses del amor.
Laurita, salió de su dormitorio, cerró la puerta y se fue caminando en puntillas para no despertar a Olzagon y llegó hasta el cuarto, giró la chapa de la puerta y no tenía seguro; abrió la puerta lentamente para no despertar a Olzagon, ella pretendía darle un sorpresa erótica.
Olzagon seguía durmiendo y roncaba como un tren que sube a la sierra, tan fuertes eran sus ronquidos que aturdían ; pero nada detenía a Laurita, poco a poco se fue acercando y llegó a la cama donde dormía Olzagon; ligeramente le acarició el rostro, luego siguió hasta el pecho y comenzó a desabotonar la camisa, llegó a la cintura y jaló la prenda, luego siguió con sus manos hacía a la entrepierna, su mano derecha rozó con el pene que en ese instante acompañaba a su amo en plácido sueño.
Y había que despertarlo ya que iba ser el protagonista, y en eso era experta Laurita dándole tiernas y suaves caricias, rápidamente la sangre erótica bajó y el miembro viril comenzó a levantarse y al mismo tiempo Olzagon abandonaba los reinos del dios Morfeo, y despertaba trasladándose a los aposentos del dios Cupido que junto con Eros cooperarían como cómplices en el próximo encuentro amoroso que se iba a desarrollar.
Como la oscuridad oculta imágenes, Olzagon simuló seguir durmiendo hasta roncaba, para favorecer las travesuras de Laurita; pues ella, no perdía tiempo al lograr levantar al miembro viril, comenzó a sacar el pantalón que cubría el cuerpo de Olzagon; éste, seguía "dormido" y cooperaba para que le "saquen" su pantalón y por su puesto lo logró.
Estando desnudo, la hembra se quitó la bata que cubría tan erótico cuerpo y se colocó encima; momento preciso que Olzagon esperaba y tomó la iniciativa abrazando y acariciando tan romántica como erótica hembra, suavemente la volteó y ahora él, estaba encima y empezó su romántico encuentro amoroso.
El joven amante estaba allí para complacer y cumplir a la dama que pedía a gritos ser poseída, deseo que se iba a cumplir, él la besó con intensidad, siguió sus labios por el cuello, continuó un poco más abajo y llegó a los senos, estaban duros cuyos pezones húmedos fueron absorbidos por los labios de Olzagon, comenzó a mamarlos, ella se retorcía y así continuaron con su ritmo erótico, cogiéndole ella el miembro viril y con su mano se lo introdujo a la vagina, rociando el clítoris.
Ellos no tenían ningún apuro, toda la noche era de ellos, justamente un deseo buscado por Laurita, por que para ella hacer el amor significaba rejuvenecer y a la vez recargar de energía su sensual cuerpo que se las transmitía Olzagon, la pareja se unió en un solo cuerpo, todo era pasión y satisfacción de deseos eróticos, desde luego habían otras cosas eróticas adicionales a este clímax que por obvias razones no se narran por respeto al lector para saque sus propias conclusiones,
Olzagon, subió la intensidad carnal penetrándola más y más y ella colaboraba abriendo sus piernas favoreciendo tal posición y recibía dichosa tal fogosidad que la hacía delirar de pasión, en aquellos instantes ellos ingresaron a los Aposentos Celestiales del dios Eros, y la hembra veía a todas las deidades juntas que con sonrisas picarescas y movimientos de ojos le incentivaban al disfrute de su placer, ella pedía más y era complacida hasta que llegó su primer orgasmo, justo en el preciso momento que Olzagon la penetró hasta el fondo, esto fue acompañado por gemidos que los soltaba sin peligro se ser descubierta.
El joven amante aumentó su capacidad viril propiciando el clímax total de su madura hembra y continuaron con sus ritmos eróticos y ella que era un volcán que erupcionó con toda la fuerza de su dichosa pasión que soltó su segundo orgasmo, justamente cuando el macho que era el artífice de este placer total también le llegó su momento eyaculando con ímpetu varonil que inundó con su semen las profundas cavidades uterinas de Laurita, quien se quedó dormida con su joven macho en su encima..... este encuentro amoroso fue: dos para Laurita y uno para Olzagon..... continuaremos......
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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