La Historia del Amor Cruel : Capítulo CLXXIX.- Olzagon y Delia empiezan un encuentro amoroso en el Hotel, les tocó la habitación N°177

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE LE BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; la cena ofrecida por don Santiago Carboleni a sus trabajadores finalizó; y cada empleado regresó a sus casas; sin embargo, el premiado fue Olzagon, quien sedujo a su acompañante  de baile llamada Delia y la invitó a terminar la noche en un hotel, al principio ella rechazó tal invitación; pero Olzagon utilizando su labia terminó por seducirla y ella aceptó de muy buena gana ir con Olzagon...

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen la consistencia del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derecho de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

 

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Olzagon y Delia al tomar un taxi, los condujo al Hotel "El nido del descanso", éste lugar de reposo ya era conocido  por Olzagon, al llegar él, hizo pasar a su pareja quien un poco avergonzada antes de entrar miró a los cuatro costados, tratando de otear a alguien que  pueda identificarla y vaya con el chisme a su familia; al observar y no ver a nadie, ingresó resuelta a pasar la noche con un joven aún desconocido, ya que recién le vio la cara en el Restaurante y se convirtió en su pareja.

Sin embargo, frente al hotel había un pequeño bar y allí estaba como parroquiano quien era; un pretendiente de Delia, llamado Nelson, a quien ella nunca le dio cabida para el amor, pero el individuo era un testarudo, no se daba por vencido y ver a su amada platónica ingresar a un hotel, le pareció una estocada directa al corazón y como conocía a su familia, llamó al mesero pido la cuenta y pagó el consumo y salió e ingresó al hotel, haciéndose pasar como un cliente al momento de registrarse leyó el nombre de Delia y Olzagon...

Hizo el pretexto que olvidó su equipaje y que regresaría, salió y de nuevo regresó al bar muy abatido y se sentía derrotado, pidió un trago  lo bebió de una sola vez todo; pidió otro trago y se sentó solitario en una mesa de dos sillas al fondo del establecimiento,

Ahora regresemos al hotel;  y veamos que sucedió minutos antes, Olzagon se registró con su Libreta Electoral(en los 1970s aún no existía la modalidad de D.N.I.)lo mismo hizo Delia; el joven pagó el hospedaje, y contrataron la habitación N°177 que era la única disponible; el empleado les dio la llave y la recibió Olzagon; quien abrazó tierna y amorosamente a su flamante conquista; luego caminaron en dirección al aposento, llegaron a la puerta, Olzagon la abrió suavemente e invitó a su pareja a ingresar al hacerlo se pudo observar una cama de dos plazas pulcramente tendida, en el ambiente se percibía un aroma de limpieza que invitaba a dormir.

Ella ingresó tímidamente, ya no había marcha atrás, ya que por su voluntad aceptó ir con él. Delia era una morocha de un espectacular cuerpo y la naturaleza le había previsto unos abultados senos, una cintura espigada y unos voluminosos glúteos; que le daba una impresión de imagen sensual y provocativa; a sus 20 años de edad, ella era de temperamento independiente, son su trabajo pagaba  sus estudios de Secretariado Ejecutivo( una profesión de corta duración de estudios con opción rápida para encontrar trabajo), ella ya había conocido a otro hombre con quien perdió su virginidad abruptamente.

Le quedó una secuela  de terror al acto sexual, pero dio su consentimiento a intentar algo nuevo con un joven que desde que lo vio le gustó, entonces habían motivos suficientes como para  entregar su cuerpo a alguien que le fascinaba, tal vez el amor no había aparecido, pero si había empatía y por ahora con eso era suficiente.
Son aproximadamente la 1.30 de la mañana, los gallos agitan sus alas y cantan sus quiquiriquis, en la habitación hay un silencio cómplice a lo que va a suceder; es el momento que Olzagon, cierra la puerta, le pone seguro y al regresar a la cama, su amada pareja se había sentado sobre la cama, ella era un primor de mujer una nueva conquista de Olzagon; y había que tratarla con mucha ternura y así empezó Olzagon:
Abrazó tiernamente a Delia y ella correspondió el abrazo con un beso  de sus labios carnosos y sensuales, se unieron en besos; y el joven galán sin decir palabra alguna, comenzó acariciando el cuerpo de Delia, ella cedía y ayudaba a las caricias, facilitando el movimiento de las manos de su joven amante.
Ambos se pararon abrazados y besándose intensamente, en aquel momento Delia recordó el Bolero Ranchera que bailó con su pareja, y fue decisivo por que al apegar los cuerpos ella sintió el roce del miembro viril de Olzagon, aún con el temor que sentía al acto sexual, pero le motivó profundos deseos y hasta le despertó pasiones ocultas que afloraron induciéndola a entregar su cuerpo.
Estando parados la pareja, ellos se estaban tomando su tiempo con mucha paciencia, ellos eran dueños en no apurar; es el momento de Olzagon que intensifica las caricias y sus labios bajan al cuello, ella lo abraza con todas sus fuerzas; el joven galán roza con sus labios los abultados senos y empieza a descubrirlos, con una mano sostenía la cintura de su amada y con la otra desabotona la blusa, uno por uno van saliendo los botones de los ojales y llega con la blusa abierta hasta la cintura.
Los erectos y deliciosos senos están que arden, el galán intenta besarlos por encima del sostén y esta vez con la ayuda de sus dos manos van a la espada de Delia y aflojan los pequeños ganchos broches que ajustaban el sostén, los suelta quedando el sostén en el aire, el galán lo retira, dando libertad, quedando  descubiertos dos volcanes, cuyos pezones están a punto de erupcionar, les había subido la temperatura por el inicio de la excitación que cubría el cuerpo de Delia.
El joven galán abrazando amorosamente a su amada concentra su atención en besar los pezones, luego los amamanta, ella siente un escozor en todo su cuerpo por acción de los labios ardientes y le entrega todo su pecho, siguen los labios de Olzagon buscando el néctar  de los dioses en los pezones y parece que llegó el flujo, los lame y saborea.
Delia, que está dispuesta a ser feliz sexualmente, era otro tipo de mujer que acababa de conocer Olzagon; ella era una hembra demasiado voluminosa para él, pero que importa estas elucubraciones.
Olzagon sigue adelante en su acción de calentamiento, con la mano derecha afloja el broche que sostiene la falda y ella también coopera aflojando el cinturón que sostenía el pantalón de Olzagon; en esa situación el joven galán arrima el cuerpo de su amada a la cama, ella cede y caen tumbados sobre cubrecama, situación que el galán aprovecha para retirar la blusa, ella coopera levantando el cuerpo, luego  le baja la falda, quedando al descubierto un escultural cuerpo cubierto con el calzón aún puesto.
El galán sigue con sus caricias y sus labios rozan el cuello, luego de nuevo amamanta los pezones y avanza hasta la cintura, ella está excitada, emite gemidos y comienza a desnudar a su galán, le retira la camisa, luego le jala el pantalón hacia abajo, quedando al descubierto el cuerpo con el calzoncillo aún puesto, en ese estado ambos se abrazan y se revuelcan sobre la cama y se prodigan besos y caricias; luego Olzagon con su mano derecha  le roza los genitales de su amada todo está totalmente húmedo.
Entonces, suavemente trata de retirar el calzón que cubre ese volcán llamado vagina, ella cede y también empieza a retirar el calzoncillo de su amante...... continuaremos......
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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