Formación de estrellas mediante filamentos en RCW106.
20 febrero 2017
Las estrellas cobran vida a lo largo de esta imagen del observatorio espacial Herschel de la ESA. Se trata de la nube molecular gigante RCW106, una inmensa acumulación de polvo y gas a casi 12.000 años luz, en la constelación de Norma (La Escuadra).
El polvo cósmico, un ingrediente menor aunque crucial de la materia interestelar que cubre nuestra Vía Láctea, brilla a las longitudes de onda de infrarrojos. Al seguir el brillo del polvo con el detector de infrarrojo de Herschel, los astrónomos pueden explorar las incubadoras estelares con todo lujo de detalles.
Salpicando la imagen se aprecian densas concentraciones de una mezcla interestelar de polvo y gas en las que nacen las estrellas. Las partes más brillantes, con un halo azulado, se calientan por acción de la potente luz procedente de las nuevas estrellas de su interior, mientras que las regiones más rojizas están más frías.
Las delicadas formas que podemos ver en la imagen son el resultado de la radiación y los fuertes vientos provocados por estas jóvenes estrellas, que producen burbujas y horadan el medio interestelar circundante.
De las distintas regiones azuladas y brillantes, la situada en el extremo izquierdo es G333.6-0.2, una de las partes más luminosas del cielo infrarrojo. Su brillo se debe a un cúmulo estelar que alberga, como mínimo, una docena de estrellas jóvenes y brillantes que calientan el gas y el polvo que las rodea.
Las estructuras más delgadas y alargadas destacan entre la maraña de polvo y gas, marcando las porciones más densas de esta nube de formación de estrellas. Es precisamente a lo largo de estos filamentos donde encontramos numerosos núcleos brillantes y compactos en los que se están formando nuevas estrellas.
Lanzado en 2009, Herschel observó el firmamento a ondas submilimétricas y del infrarrojo lejano durante casi cuatro años. Gracias al estudio de la Vía Láctea mediante su detector de infrarrojos, Herschel nos ha revelado un enorme número de estructuras filiformes, subrayando así su presencia universal a lo largo de la Galaxia y su papel clave para el nacimiento de estrellas.
Esta imagen tricolor combina las observaciones de Herschel a 70 micras (azul), 160 micras (verde) y 250 micras (rojo), y abarca más de 1º a lo largo, quedando el norte arriba y el este a la izquierda. La imagen se obtuvo dentro del proyecto clave Hi-GAL de Herschel, que capturó la totalidad del plano de la Vía Láctea en cinco longitudes de ondas de infrarrojos distintas. En abril de 2016 se publicó una panorámica en vídeo compilando todas las observaciones de Hi-GAL.
ENGLISH VERSION:
- Title Star formation on filaments in RCW106
- Released 20/02/2017 9:30 am
- Copyright ESA/Herschel/PACS, SPIRE/Hi-GAL Project. Acknowledgement: UNIMAP / L. Piazzo, La Sapienza – Università di Roma; E. Schisano / G. Li Causi, IAPS/INAF, Italy
- DescriptionStars are bursting into life all over this image from ESA’s Herschel space observatory. It depicts the giant molecular cloud RCW106, a massive billow of gas and dust almost 12 000 light-years away in the southern constellation of Norma, the Carpenter's Square.Cosmic dust, a minor but crucial ingredient in the interstellar material that pervades our Milky Way galaxy, shines brightly at infrared wavelengths. By tracing the glow of dust with the infrared eye of Herschel, astronomers can explore stellar nurseries in great detail.Sprinkled across the image are dense concentrations of the interstellar mixture of gas and dust where stars are being born. The brightest portions, with a blue hue, are being heated by the powerful light from newborn stars within them, while the redder regions are cooler.The delicate shapes visible throughout the image are the result of radiation and mighty winds from the young stars carving bubbles and other cavities in the surrounding interstellar material.Out of the various bright, blue regions, the one furthest to the left is known as G333.6-0.2 and is one of the most luminous portions of the infrared sky. It owes its brightness to a stellar cluster, home to at least a dozen young and very bright stars that are heating up the gas and dust around them.Elongated and thin structures, or filaments, stand out in the tangle of gas and dust, tracing the densest portions of this star-forming cloud. It is largely along these filaments, dotted with many bright, compact cores, that new stars are taking shape.Launched in 2009, Herschel observed the sky at far-infrared and submillimetre wavelengths for almost four years. Scanning the Milky Way with its infrared eye, Herschel has revealed an enormous number of filamentary structures, highlighting their universal presence throughout the Galaxy and their role as preferred locations for stellar birth.This three-colour image combines Herschel observations at 70 microns (blue), 160 microns (green) and 250 microns (red), and spans over 1º on the long side; north is up and east to the left. The image was obtained as part of Herschel’s Hi-GAL key-project, which imaged the entire plane of the Milky Way in five different infrared bands. A video panorama compiling all Hi-GAL observations was published in April 2016.
- Id 373561
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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