Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., con gran beneplácito para este blog, es un honor presentar un conjunto de 133 fotografías peruanas captadas por la Revista National Geographic :
http://www.nationalgeographic.com.es/destinos/peru/fotos/133
http://www.nationalgeographic.com.es/destinos/peru/fotos/133
En donde en alta calidad informativa detalla en cada una de ellas los paisajes de diferentes regiones del Perú, empezando con los vestigios de culturas pre incaicas del norte peruano: como los Mochicas, Chan Chan, Sipán, Samanco, Caral; vistas de la biosfera de la selva peruana, las líneas de Nazca; panorámicas de Huaraz, fotografías de las comidas típicas como el seviche, causa; y un gran despliegue del descubrimiento de Machu Picchu con fotografías en blanco y negro captadas por Hiram Bingham, sobre como encontró a Machu Picchu.
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/descubren-la-tumba-intacta-de-una-mujer-de-la-elite-de-caral_10313
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/hallan-una-tumba-chimu-con-instrumentos-musicales_7869#article-text
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/descubren-la-tumba-intacta-de-una-mujer-de-la-elite-de-caral_10313
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/hallan-una-tumba-chimu-con-instrumentos-musicales_7869#article-text
https://www.youtube.com/watch?v=nK3-GEL5jCY
Reserva de la Biosfera transfronteriza de los Bosques de Paz, Ecuador y Perú
Situado al sudoeste del Ecuador y al nordeste del Perú, este sitio tiene una superficie total de 1.616.988 hectáreas. Abarca territorios de los contrafuertes de los Andes Occidentales cuya altura puede alcanzar hasta 3.000 metros, lo que hace que la reserva posea una diversidad biológica con un elevado índice de endemismo
Foto: UNESCO/Naturaleza y Cultura Internacional
Reserva de la Biosfera transfronteriza de los Bosques de Paz, Ecuador y Perú
El sitio cuenta con bosques secos estacionales del Ecuador y el Perú que forman el núcleo de uno de los lugares del mundo más importantes para la diversidad biológica: la región endémica de Tumbes.
Foto: UNESCO/Naturaleza y Cultura Internacional
Reserva de la Biosfera transfronteriza de los Bosques de Paz, Ecuador y Perú
Esta región alberga 59 especies endémicas, entre las que hay 14 en peligro de extinción.
Foto: UNESCO/Naturaleza y Cultura Internacional
Reserva de la Biosfera transfronteriza de los Bosques de Paz, Ecuador y Perú
La población de la reserva se cifra en unos 617.000 habitantes que viven esencialmente de la ganadería y el turismo.
Foto: UNESCO/Naturaleza y Cultura Internacional
Geoglifo
Geoglifo de Palpa (colibrí con trapecio).
Foto: Alfonso Casabonne
Huaraz, Perú
Este es el lugar de los grandes nevados de la Cordillera Blanca, en Perú, que forma parte de los Andes. Se extiende a lo largo de 200 km en dirección nordeste: todo un espectáculo de seismiles, glaciares, páramos, lagos y lagunas. Si lo tuyo es el senderismo y el montañismo, Huaraz es el centro. El Parque Nacional Huascarán, Reserva de Biosfera, es famoso por el gran macizo nevado que le da nombre. Algunos lugares asombrosos que se encuentran en la zona son: la laguna de Chinaconcha, la Laguna 69 (en la imagen), el Glaciar Pastoruri, el Alpamayo. Y no solo naturaleza, también la ruina de una civilización misteriosa: Chavín de Huántar, una de las ruinas preincaicas más importantes de Perú.
Foto: Gtres
Machu Picchu
Uno de los lugares más mágicos del planeta. El atractivo de alcanzar la antigua ciudad de Machu Picchu, en el promontorio rocoso que une los cerros de Machu Picchu y Huayna Picchu, concentra a miles de viajeros que llegan a Perú atraídos por los misterios de esta maravilla, tanto arquitectónica como de ingeniería de los incas. Es Patrimonio de la Humanidad y una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. Alcanzar la entrada de la antigua ciudad siguiendo el Camino del Inca es una experiencia única en la vida.
Foto: Gtres
Río Amazonas, a su paso por Iquitos
Uno de los ríos míticos del planeta. Su cuenca hidrográfica corresponde a cerca de una quinta parte del agua dulce líquida del planeta. Se trata de un universo maravilloso de fauna y flora. Es el río más largo del mundo, con 7.062 km de longitud desde su nacimiento hasta la desembocadura. Nace en Perú, atraviesa Colombia y desemboca en Brasil. A él llegan más de 1.000 ríos tributarios, algo que lo convierte en el río más caudaloso del mundo (contiene más agua que el Nilo, el Yangtsé y el Misisipi juntos). Su conservación es esencial para el planeta.
Foto: Gtres
Lago Titicaca
Uno de los lugares más bellos y misteriosos de América del Sur. El lago Titicaca, en el altiplano andino, entre Bolivia y Perú, es el lugar del origen del imperio Inca; al menos, para el Inca Garcilaso de la Vega, que así lo describe. Todavía en las tradiciones orales se considera la isla del Sol, en la parte boliviana del lago, como el lugar del que los legendarios Manco Capac y Mama Ocllo partieron para fundar el Tahuantinsuyo, nombre que recibió el territorio de los inca. Navegar el lago y visitar algunas de sus islas sigue siendo todavía un viaje al pasado y un escenario de una belleza impresionante. Un imprescindible: ver las puestas de sol.
Foto: Gtres National geographic
Cuzco, Perú
Un viaje al encuentro de los misterios incas pasa seguro por Cuzco, la capital de Perú. No obstante, la constitución peruana reconoce esta ciudad junto a la cordillera de los Andes como la “capital histórica” del país. Fue fundada, nada más y nada menos, que por los hijos del dios Sol, o al menos así dice la mitología inca. Desde la ciudad se pueden hacer una gran cantidad de excursiones para conocer el Valle Sagrado de los Incas o hacer el Camino Inca hacia Machu Picchu. Pasea por el Mercado de San Pedro para tomarle el pulso al día a día de los cuzqueños y atrévete a tomar un desayuno tradicional para tomar energía suficiente y salir a descubrir el mito de los incas.
Foto: Gtres
Ameerega trivittata
Foto: Gtres
"Break Time"
Categoría: People
La imagen fue tomada durante la pausa de un festival callejero de teatro llamado FITECA, en la periferia de Lima, Perú.
Foto: Sharon Castellanos / Smithsonian Photo Contest
Machu Picchu
Situado en un promontorio rocoso que une las montañas de Machu Picchu y Huayna Picchu, este antiguo santuario inca está declarado Patrimonio de la Humanidad y es una de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo Moderno. Fue la capital del Imperio inca, quienes construyeron en este valle sagrado un conjunto de templos a mediados del siglo XV, durante el reinado de Pachacuti Yupanqui. Está dividida en dos sectores: el agrícola, conformado por andenes; y el urbano, con funciones administrativas. Machu Picchu estuvo conectado con el resto de asentamientos a través de Qhapaq Ñan, la ruta de los caminos incas.
Foto: icelight
Chan Chan
Esta zona arqueológica situada a 5 kilómetros de Trujillo está considerada como la construcción de adobe más grande de América. En total, Chan Chan consta de diez ciudadelas amuralladas donde se pueden contemplar algunos grabados con formas geométricas, figuras de animales como aves o peces, o algunos otros símbolos. El lugar, que está declarado Patrimonio de la Humanidad, fue la antigua capital del reino Chimor entre los siglos XII y XV y pertenecía a la antigua cultura Chimu.
Foto: David Holt
Sipán
Conocido como Huaca Rajada, aquí es donde se encontró en 1987 la tumba del Señor de Sipán, uno de los gobernantes mochica más importantes del Antiguo Perú cuya civilización dominó la costa norte del país entre los años 100 y 800 d.C. Con él se hallaron piezas de oro y plata, así como restos de mujeres, niños y animales que fueron sacrificados para que viajasen con él a la otra dimensión. Actualmente, este importante descubrimiento se encuentra expuesto en el museo del Centro Arqueológico de Sipán, uno de los más importantes de su época por su valor a nivel mundial. En la ciudad de Lambayeque, además, se ubica el museo Tumbas Reales de Sipán, donde se encuentran algunas de las joyas localizadas en la zona.
Foto: Renzo Tasso
Pachacámac
Consagrado a Pachacámac, el dios del fuego e hijo del sol, el lugar fue el oráculo más importante de la costa peruana durante la época preínca. El complejo estaba compuesto de majestuosas pirámides, palacios, templos y plazas dirigidas a la vida política, cultural y religiosa. Los primeros centros en construirse fueron el de Urpiwachak y Adobitos, caracterizados por su compleja arquitectura. Formaban parte de la cultura Ichma, quienes levantaron un gran centro ceremonial antes de la llegada de los incas. Con estos últimos, se construyó el templo del Sol, el Acllahuasi y algunos palacios. Actualmente, Pachacámac cuenta con un museo donde se puede conocer la historia del lugar y las épocas dominadas por las distintas culturas, así como contemplar las diferentes piezas y colecciones de cerámica, madera o textil.
Foto: Beatrice Velarde
El Brujo
Ubicado en el valle del río Chicama, El Brujo está considerado como uno de los complejos arqueológicos más importantes del norte de Perú. Compuesto por tres huacas: Prieta, Cao Viejo y Cortada, el lugar fue un importante centro religioso y político de la cultura moche. En él fue hallada la tumba y la momia de la Señora de Cao, una antigua gobernanta de la cultura mochica considerada casi divina y cuya historia se cuenta en el homónimo museo, en Cao Viejo. El complejo El Brujo se trata de un antiguo centro ceremonial cuyos restos datan de diferentes épocas y culturas como, además del moche, cupisnique, Lambayeque, chimú e inca, entre otras.
Foto: Renzo Tasso
Huacas del Sol y de la Luna
Localizado al sur de la ciudad de Trujillo, en la costa norte del país, el santuario de Huacas del Sol y de la Luna fue la antigua capital de la cultura mochica desde el siglo I a.C hasta el IX. En él se ubica la pirámide escalonada de 43 metros de altura que corresponde a Huacas del Sol y que se cree que contaba con fines administrativos; y Huaca de la Luna, que consta de varios templos superpuestos y que datan de diferentes épocas. Este último sirvió como importante centro religioso, pues en él se encontraron un altar ceremonial con varios cuerpos de guerreros sacrificados, patios y plazas ceremoniales y murales donde se representaron algunas divinidades como Aiapaec, el dios castigador de la cultura mochica. Entre ambos templos se localizaba el centro urbano con grandes avenidas, comercios y viviendas.
Foto: Renzo Tasso
Caral
Con más de 5.000 años de antigüedad, Caral- Supe está considerada por los arqueólogos como la civilización más antigua del continente americano. Fue contemporánea a otros pueblos de Egipto, India y Mesopotamia, y fue nombrada ciudad sagrada debido a los restos religiosos hallados en ella. Su asentamiento, localizado en el valle de Supe, al norte de Lima, se compone de seis pirámides, diferentes plazas circulares, los restos de un anfiteatro y varias viviendas que podrían ser utilizados también como talleres. Entre las ruinas también se han hallado varios instrumentos relacionados con la pesca y la agricultura, además del quipu más antiguo del mundo – un artilugio elaborado con cuerdas de lana y utilizado para la contabilidad del censo, cosechas, etc. – y 32 flautas realizadas con huesos de cóndores y pelícanos. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Foto: Michael Tweddle
Mascota y merienda
Los indígenas cultivan y cazan en el bosque de Manú, Perú, pero sólo para su propia subsistencia. Los monos araña son una de sus presas favoritas, además de sus mascotas.
Foto: Charlie Hamilton James / National Geographic
Yoina y el mico
Un tamarín de Spix (Saguinus fuscicollis) descansa sobre la cabeza de Yoina Mameria Nontsotega mientras que la chica, del pueblo amazónico de los Matsigenka, se refresca en el río Yomibato, en el Parque Nacional peruano de Manú.
Foto: Hamilton James / National Geographic
Myrmecophaga tridactyla
Foto: AP / Martin Mejia
Cyclopes didactylus
Foto: AP / Martin Mejía
Residencia de élite
Fotografía tomada con un dron que muestra la residencia de élite situada al sur de Chornancap.
Foto: cortesía Dr. Luis Jaime Castillo
Huaca Susy
Excavación en el frente norte de la Huaca Susy, donde los arqueólogos han excavado a más de doce metros de profundidad.
Foto: Carlos Wester La Torre
Cementerio chimú-inca
Cementerio chimú-inca situado al norte de la Huaca Chornancap, en el complejo arqueológico de Chotuna Chornancap, un antiguo centro ceremonial de la cultura lambayeque.
Foto: Carlos Wester La Torre
Botella escultórica
Botella escultórica chimú-inca, hallada en el complejo arqueológico de Chotuna Chornancap.
Foto: Carlos Wester La Torre
Personaje relevante
Entierro chimú-inca con los restos de un personaje relevante.
Foto: Carlos Wester La Torre
Entierro modificado
Entierro chimú-inca modificado intencionalmente.
Foto: Carlos Wester La Torre
Huaca Chornancap
Vista aérea de la estructura platafórmica de la Huaca Chornancap.
Foto: Carlos Wester La Torre
Ceviche (oficialmente se escribe: SEVICHE)
De origen precolombino, el ceviche forma parte del patrimonio cultural de Perú y se ha convertido en la seña de identidad del país. En sus orígenes se componía de pescado azul fresco que se cocinaba con el zumo de tumbo, una fruta de los Andes, y ají. Con la llegada de los hispanos se le añadieron otros ingredientes como la cebolla y la naranja agria que, años más tarde, fue sustituida por la lima. Dependiendo de la región del país se le pueden añadir más ingredientes o se puede cambiar el pescado azul por otros ingredientes.
Foto: Enrique Castro-Mendívil.
Cuy
El cuy es el nombre de un roedor originario de la región andina de América del Sur que se consume tanto en Perú como en algunas zonas de Estados Unidos. Una delicia de la gastronomía peruana que se cocina generalmente entero, con la cabeza incluida, a la brasa o en el horno, depende de la región. El más común, no obstante, es el picante de Cuy. Su principal característica es que su carne cuenta con poca grasa y es rica en omega 3. Este plato es tan importante en la cocina del país que, en la catedral de Cuzco hay una réplica de La última cena de Leonardo da Vinci en la que Jesús y los doce discípulos están sentados frente a una fuente de cuy.
Foto: Miguel Mejía
Lúcuma
La cocina peruana se caracteriza por sus sabores picantes. Sin embargo, también aprecian gustos más dulces, como el de la lúcuma. Esta fruta originaria de los Andes se utiliza generalmente en la elaboración de postres, batidos y helados. Se suele consumir madura, varios días después de su caída. Para los peruanos, este es un fruto nacional y un producto bandera del país.
Foto:Yayo López.
Anticuchos
Servidas como entrada o aperitivo, estas brochetas de carne se sirven en todo Perú, tanto en los restaurantes más exquisitos como en los puestos de comida ambulantes. El más tradicional está elaborado con corazón de res y viene sazonado con aceite vegetal, ajo picado, lima, sal y en ocasiones con vinagre de vino. De origen precolombino, los anticuchos comenzaron a popularizarse durante la época colonial cuando fueron servidos para alimentar a los esclavos del antiguo virreinato de Perú.
Foto: Gihan Tubbeh
Causa
Perú cuenta con cientos de variedades de patatas, el ingrediente estrella de muchos de sus platos y una de las verduras más frecuentes de los mercados del país. La causa se compone precisamente de trozos de patata amarilla que, mezclada con aceite, lima, sal y pimienta, se amasa hasta conseguir la textura de un puré. Una vez adquiere consistencia se rellena con aguacate, atún, carne o vegetales. En algunos restaurantes la causa se decora con mayonesa en su parte superior.
Foto: Miguel Mejía
Rocoto Relleno
Este plato originario de Arequipa, la segunda ciudad más importante de Perú, es uno de los más destacados de la gastronomía peruana. Está compuesto de rocoto, un tipo de pimiento rojo muy picante que se cocina para suavizarlo y que se rellena de carne molida, guisantes y queso fresco. Está realizado al horno y suele ir acompañado de patatas.
Foto: Enrique Castro-Mendívil
Lomo saltado
Este plato originario del siglo XIX es el resultado de la fusión de la cocina asiática, de los inmigrantes chinos llegados al país, con la tradicional peruana. Está compuesto de un sofrito de carne de vaca, tomates, pimientos y cebollas que se mezclan en la sartén con salsa de soja y patatas fritas. Se suele servir acompañado de arroz.
Foto: Christopher Plunkett
Ají de gallina
El ají es un tipo de guiso o de crema espesa muy común en la gastronomía peruana. El más tradicional es el que se elabora con la carne de gallina, aunque en algunas ocasiones puede ser sustituido por el pollo. La carne se guisa con un caldo al que, para darle cierto espesor, se le añaden migas de pan. El resultado es una masa de color amarilla cuyo sabor es delicioso. El plato suele ir acompañado de patatas cocidas o arroz blanco. También hay una versión vegetariana.
Foto: Feralbt
Cuzco, Perú
La capital del antiguo Imperio inca es actualmente uno de los principales atractivos turísticos de Perú. La gran mayoría de los viajeros tienen como objetivo contemplar la ciudad sagrada de Machu Picchu, cuya construcción se atribuye al noveno inca del Tahuantinsuyo, Pachacútec, en el siglo XV. Según los historiadores, esta fue su residencia de descanso, aunque se cree que también se usó como santuario religioso. Nunca llegó a ser capital inca, pues siempre fue Cuzco, la ciudad que llegó a convertirse en la más importante de los Andes y América del Sur. Su época de máximo esplendor ocurrió durante el mandato de Pachacútec, quien hizo de la ciudad andina un potente núcleo político y religioso.
La llegada de los españoles fue un factor decisivo en la decadencia del Imperio inca. En 1534, Francisco Pizarro conquistó la ciudad de Cuzco con el apoyo de otras etnias descontentas con el imperio. Ahí comenzó el virreinato, momento en el que la ciudad desarrolló la arquitectura típica colonial con la construcción de la catedral, palacios y plazas neoclásicas que hoy son uno de sus principales atractivos turísticos.
Descubren la tumba intacta de una mujer de la élite de Caral
Estaba enterrada en posición flexionada, envuelta en telas y con más de 400 cuentas de collar y cuatro prendedores de hueso.
Descubren la tumba intacta de una mujer de la élite de Caral
Estaba enterrada en posición flexionada, envuelta en telas y con más de 400 cuentas de collar y cuatro prendedores de hueso.
Alec Forssmann
28 de abril de 2016
Huaca de los Ídolos
La Huaca de los Ídolos, situada en el sitio arqueológico de Áspero, es un edificio de forma piramidal, con plataformas superpuestas y una escalera central.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral
Fardo intacto
El fardo ha permanecido intacto durante unos 4.500 años.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral
Mujer de la élite
El cuerpo de la mujer estaba en posición flexionada. Un textil de algodón de color marrón envolvía el cráneo del individuo y otro textil de algodón cubría el cuerpo y los objetos asociados. Todo ello estaba envuelto, a su vez, por un tejido de fibra de junco sujeto por soguillas. El fardo fue depositado sobre una ofrenda, consistente en un cuenco de mate con tubérculos y semillas, se cubrió con una capa de ceniza y se tapó con tierra.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral
Colgante de 'Spondylus'
Dije o colgante del género de moluscos Spondylus.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral
Prendedor con forma de ave
Prendedor con forma de ave del litoral con engastes del mineral crisocola en los ojos.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral
Prendedor con forma de ave
Prendedor con forma de ave del litoral con engastes del mineral crisocola en los ojos.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral
Prendedor con forma de mono
Prendedor con forma de mono aullador amazónico.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral
Prendedor con forma de mono
Prendedor con forma de mono aullador amazónico.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral
La semana pasada se anunció el hallazgo de una tumba intacta de unos 4.500 años de antigüedad en el sitio arqueológico de Áspero, la ciudad pesquera más antigua de América, en Puerto Supe, a unos 180 kilómetros al norte de Lima. El entierro corresponde a una mujer de la élite de Caral, la civilización más antigua del continente americano, y ha sido hallado en la Huaca de los Ídolos, un edificio de forma piramidal, con plataformas superpuestas y una escalera central. "La mujer tenía entre 40 y 50 años de edad cuando murió, entre 1,48 y 1,58 metros de estatura, era diestra, con deformación craneal e indicios de parto. Presenta tres fracturas ante mortem que habrían sido ocasionadas por caídas", explica a este medio la arqueóloga Ruth Shady, directora de la Zona Arqueológica Caral.
"Hace poco más de 4.500 años, durante la formación de la civilización Caral en la costa norcentral de Perú, el género femenino tenía acceso a posiciones relevantes en una sociedad cuyo sustento procedía de la agricultura y de la pesca. Esta dinámica económica promovió la interacción y el intercambio con gente de otras culturas e idiomas en condiciones de paz", reflexiona la arqueóloga peruana. "Hemos encontrado, con respecto a la posición social de la mujer, estatuillas de un personaje femenino, recurrente en varios sitios bajo la influencia de la civilización Caral, con rasgos en sus atuendos muy similares a los que usaron las coyas, las esposas de los incas, miles de años después y que evidencian el significado simbólico de estos rasgos en relación con la posición social", concluye.
La semana pasada se anunció el hallazgo de una tumba intacta de unos 4.500 años de antigüedad en el sitio arqueológico de Áspero, la ciudad pesquera más antigua de América, en Puerto Supe, a unos 180 kilómetros al norte de Lima. El entierro corresponde a una mujer de la élite de Caral, la civilización más antigua del continente americano, y ha sido hallado en la Huaca de los Ídolos, un edificio de forma piramidal, con plataformas superpuestas y una escalera central. "La mujer tenía entre 40 y 50 años de edad cuando murió, entre 1,48 y 1,58 metros de estatura, era diestra, con deformación craneal e indicios de parto. Presenta tres fracturas ante mortem que habrían sido ocasionadas por caídas", explica a este medio la arqueóloga Ruth Shady, directora de la Zona Arqueológica Caral.
Áspero es la ciudad pesquera más antigua de América y Caral es la civilización más antigua de AméricaEl cuerpo de la mujer estaba en posición flexionada. Junto al cuello había 460 cuentas de collar, tanto circulares como tubulares, elaboradas con conchas de moluscos, además de un dije o colgante del género de moluscos Spondylus y cuatro magníficos tupus o prendedores de hueso. "El diseño de dos prendedores está basado en aves del litoral con engastes del mineral crisocola en los ojos; y el de los otros dos en el mono aullador amazónico", observa Shady. Un textil de algodón de color marrón envolvía el cráneo del individuo y otro textil de algodón cubría el cuerpo y los objetos asociados. Todo ello estaba envuelto, a su vez, por un tejido de fibra de junco sujeto por soguillas. El fardo fue depositado sobre una ofrenda, consistente en un cuenco de mate con tubérculos y semillas, se cubrió con una capa de ceniza y se tapó con tierra.
"Hace poco más de 4.500 años, durante la formación de la civilización Caral en la costa norcentral de Perú, el género femenino tenía acceso a posiciones relevantes en una sociedad cuyo sustento procedía de la agricultura y de la pesca. Esta dinámica económica promovió la interacción y el intercambio con gente de otras culturas e idiomas en condiciones de paz", reflexiona la arqueóloga peruana. "Hemos encontrado, con respecto a la posición social de la mujer, estatuillas de un personaje femenino, recurrente en varios sitios bajo la influencia de la civilización Caral, con rasgos en sus atuendos muy similares a los que usaron las coyas, las esposas de los incas, miles de años después y que evidencian el significado simbólico de estos rasgos en relación con la posición social", concluye.
Lineas de Nazca y la carretera Panamericana
A pesar de que se crearon hace más de 2.000 años, cuando no existía ninguna tecnología para volar, se observan claramente diversos dibujos en el desierto, lo que ha alimentado la descabalada teoría de que fueron creadas por extraterrestres. Las Líneas de Nazca se descubrieron a finales de la década de 1920 y desde entonces miles de turistas acuden a la zona para verlas en directo.
Foto: Gtres
Mono con cola de espiral, Líneas de Nazca, Perú
En esta vista aérea se observa claramente el dibujo de una especie de mono con cola de espiral. Desde que fueran descubiertas en 1920 las Líneas de Nazca han dado lugar diversas interpretaciones.
Foto: Gtres
Mapa de situación de Nazca, Perú
Nazca, la población que da nombre a las famosas y extrañas figuras, se encuentra al sur de Lima, en Perú, y es uno de los mayores reclamos turísticos del país junto a Machu Picchu. El último geoglifo ha sido descubierto en Pampa de Majuelos, en el departamento de Ica, al suroeste de Perú, muy cerca de Nazca.
Mapa: Google Maps
Cabeza con lengua larga
La figura es imprecisa pero se puede distinguir una cabeza con una lengua larga y un cuerpo con patas.
Foto: Masato Sakai, Universidad de Yamagata, Japón
Contorno de la figura
Dibujo que resalta el contorno de la figura.
Foto: Masato Sakai, Universidad de Yamagata, Japón
Reconstrucción de la figura
Reconstrucción de la figura. La parte izquierda de la figura presenta una cabeza con una lengua larga, mientras que la parte derecha, con manchas y salientes, podría corresponder al cuerpo y las patas.
Foto: Masato Sakai, Universidad de Yamagata, Japón
Guerrero arrodillado y desarmado
Botella de asa estribo con representación de guerrero foráneo arrodillado y desarmado, del estilo mochica (400-850 d.C.).
Foto: Museo de Arte de Lima, Donación Memoria Prado
Guerreros mochicas y foráneos
Dibujo que representa un enfrentamiento entre guerreros mochicas y guerreros foráneos. Se pueden diferenciar los atuendos, las armas e incluso la forma de pelear.
Dibujo: Christopher B. Donnan and Donna McClelland Moche Archive, Trustees for Harvard University, Washington D.C. / MALI
Atuendo ceremonial
Atuendo ceremonial de estilo mochica (200-850 d.C.) de diversos materiales (oro, cobre, algodón, concha, pluma y resina) que lleva puesto el Ai-Apaec en la ceremonia del chacchado de coca.
Foto: Yutaka Yoshii, Proyecto Arqueológico Huacas del Sol y de la Luna, Ministerio de Cultura del Perú / MALI
Mascando coca
Cuenco de estilo mochica (200-850 d.C.) con representación del rostro de un personaje chacchando coca.
Foto: Proyecto Arqueológico Huacas del Sol y de la Luna, Ministerio de Cultura del Perú / MALI
Ai-Apaec con atuendo ritual
Botella de asa estribo de estilo mochica (200-850 d.C.) que representa a Ai-Apaec con atuendo ritual, rodeado por una serpiente bicéfala. Destaca la concha Strombus y el calero a sus pies.
Foto: Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, Ministerio de Cultura del Perú / MALI
Personaje con tocado
Escultura de estilo recuay que representa a un personaje con tocado y un atuendo colgante posterior.
Foto: Museo de Arte de Lima, Donación Memoria Prado
Personaje con tocado
Escultura de estilo recuay que representa a un personaje con tocado y un atuendo colgante posterior.
Foto: Museo de Arte de Lima, Donación Memoria Prado
Ai-Apaec y la serpiente bicéfala
Ai-Apaec participa en un ritual chacchando coca junto con sus anfitriones, los cuales portan armas propias de los vecinos altoandinos. Por encima de la escena aparece una serpiente bicéfala al tiempo que parecen iniciarse las lluvias. Ai-Apaec captura la serpiente y se la enrosca en la cintura.
Dibujo: Christopher B. Donnan and Donna McClelland Moche Archive, Trustees for Harvard University, Washington D.C. / MALI
Personaje con semillas
Botella de asa estribo de estilo mochica (200-850 d.C.) con representación de personaje que sostiene un grupo de semillas de nectandra.
Foto: Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, Ministerio de Cultura del Perú / MALI
Patrimonio de la humanidad
PARQUE NACIONAL HUASCARÁN, PERÚ
El monte Huascarán, de 6.768 metros de altitud, da nombre a este parque nacional peruano que alberga hasta 16 picos nevados y numerosos lagos glaciares. Declarado bien natural en 1985, el retroceso de sus glaciares es un signo inequívoco de cómo le está afectando el calentamiento global.
El monte Huascarán, de 6.768 metros de altitud, da nombre a este parque nacional peruano que alberga hasta 16 picos nevados y numerosos lagos glaciares. Declarado bien natural en 1985, el retroceso de sus glaciares es un signo inequívoco de cómo le está afectando el calentamiento global.
Foto: Wigbert Röth / Imagebroker / AGE Fotostock
El pulso del planeta
Agua
¿QUÉ ES? Una imagen del río Tambopata, en el este de Perú, generada por el lidar (un dispositivo de medición por láser que funciona como un radar) instalado a bordo del observatorio Carnegie.
¿QUÉ NOS INDICA? La zona está cubierta por el bosque lluvioso. Algunos pulsos del lidar atraviesan la selva y rebotan en el suelo, revelando su topografía (las áreas rojas son unos metros más elevadas que las azules) y los canales fluviales abandonados que han dado forma al bosque y contribuido a crear su biodiversidad.
Foto: Gregory Asner, Instituto Carnegie para la Ciencia
Desde que en 1911 Hiram Bingham descubriera la enigmática ciudadela de los incas, ésta se ha convertido en uno de los grandes hitos viajeros del mundo. Se accede a esta ciudad escondida en la selva peruana a través del Camino del Inca, una senda empedrada de 40 kilómetros que lleva hasta sus puertas a lo largo de una travesía de cuatro días.
Construida en el siglo XV por la sofisticada civilización inca, la gran urbe de los Andes está compuesta por palacios y templos: el Templo del Sol, el del Cóndor, el de las Tres Ventanas... que rodean la plaza Principal en un orden impuesto por la orografía y la función ritual. Su máximo símbolo es el Intihuatana –significa «donde el sol se amarra», en quechua–, la gran piedra cuyos ángulos están orientados a los cuatro puntos cardinales.
Construida en el siglo XV por la sofisticada civilización inca, la gran urbe de los Andes está compuesta por palacios y templos: el Templo del Sol, el del Cóndor, el de las Tres Ventanas... que rodean la plaza Principal en un orden impuesto por la orografía y la función ritual. Su máximo símbolo es el Intihuatana –significa «donde el sol se amarra», en quechua–, la gran piedra cuyos ángulos están orientados a los cuatro puntos cardinales.
Gtres
Cápsulas de cristal suspendidas al vacío, Perú
Si se desea contemplar desde las alturas el Valle Sagrado de los Incas, en Perú, y vivir una completa aventura, la elección es el Skylodge Adventure Suites. El complejo tiene de varias cápsulas de cristal, instaladas a 400 metros de altura y suspendidas en el vacío, a las que se accede tras una ascensión por vías ferratas y puentes colgantes. El habitáculo con paredes totalmente transparentes mide de 7,5 metros de largo x 2,60 de alto y ancho y consta de una cama, un pequeña sala y baño. La bajada se realiza a través de seis tirolinas.
naturavive.com
Ceviche. Perú
Está de moda, dentro y fuera de Perú, aunque tomarlo en una cevichería peruana acompañado de leche de tigre (hecha a base de zumo de pescado) es una experiencia gastronómica trascendental. Existen muchísimas variaciones de este plato cuyos ingredientes básicos son el pescado crudo macerado en limón, ají, cebolla morada, mazorcas de maíz y también marisco.
Cañón del Colca
En la región de Arquipa, en Perú, se hallan dos de las hendiduras más profundas. Junto al cañón del Colca (3.200 metros) está el Cotahuasi que le supera (3.535 metros), aunque el primero es el rey en cuanto a longitud, con más de 200 kilómetros. A su espectacularidad, hay que añadir la posibilidad única de ver sobrevolar la gran colonia de cóndores que habita en sus oquedades. Un lugar privilegiado para contemplar el conjunto es el mirador de la Cruz del Cóndor, imprescindible.
Gtres
Causa , Perú
Aclamado por muchos como el mejor destino culinario del mundo, en 2014 recibió el World Travel Awards por la riqueza, originalidad y diversidad de su gastronomía y por el empeño empresarial que la promueve. Lima, la capital, alberga un buen puñado de reputados restaurantes, pero en cualquier lugar del país se puede disfrutar con las inspiradas recetas peruanas que tienen en el ceviche (pescado crudo y marinado), el ají de gallina y los camarones acaramelados, tres de sus especialidades más tradicionales y a la vez innovadoras.
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Lima, la ciudad de los reyes
Lima se convirtió en una próspera ciudad donde convergían las riquezas de América y de Oriente. En la imagen, la catedral.
Foto: Gonzalo Azumendi / Age Fotostock
Hallan en Perú una tumba chimú con instrumentos musicales
Ha sido datada en el siglo XV o XVI y contiene los restos de cuatro individuos de la nobleza chimú-inca que debieron ser tejedores y músicos
Samanco
Las más de 50 vasijas estaban colmadas de cerveza de chicha y carne de llama.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE
Joyería variada que incluye una concha rara de spondylus, piedras preciosas como el lapislázuli, la turquesa y el cobre, que engalanaban los cuerpos de los nobles difuntos.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE
Samanco
Esta tela de estilo chimú, ricamente decorada con aves marinas, envolvía los restos de uno de los difuntos.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE
Samanco
Cuchillos de cobre de media luna con una pátina coloreada que habían sido colocados en la cámara de los sacrificios, envueltos en tela y situados en la parte delantera de la silla de manos, que estaba recubierta de plumas.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE
Samanco
Ídolos musicales tallados en madera de algarrobo y depositados en la tumba principal. Ambas deidades sostienen una flauta y están tintadas con cinabrio y cobre.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE
Samanco
El arqueólogo Jeisen Navarro sostiene un vaso silbador de cerámica hallado en la tumba principal y que representa a la diosa chimú de la luna, los tejedores y el mar.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE
Samanco
Vaso silbador de cerámica que imita el canto de un pájaro al introducir agua y soplar.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE
Samanco
Dos sacrificios humanos acompañaron a los nobles difuntos en su viaje hacia la eternidad.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE
A finales del pasado mes de agosto, los arqueólogos Matthew Helmer y Jeisen Navarro hallaron una tumba del período tardío de la cultura chimú, del siglo XV o XVI, justo antes de la colonización española, en el sitio arqueológico de Samanco, en el desierto costero al norte de Perú, según se ha podido conocer recientemente a través de un artículo de National Geographic. La tumba consta de tres amplias cámaras de adobe recubiertas con pintura blanca y ubicadas a tres metros de profundidad. La habitación central, que había sido parcialmente saqueada en época colonial, contenía los restos de cuatro individuos de sexo indefinido que, a juzgar por su ajuar funerario, debieron ser tejedores y músicos pertenecientes a la nobleza del período chimú-inca. Las cámaras laterales, que estaban intactas, contenían magníficas ofrendas: dos llamas sacrificadas atadas a sendos postes a la entrada de una de las cámaras, junto a más de 50 vasijas colmadas de bebida y comida; y la otra cámara contenía dos sacrificos, probablemente mujeres jóvenes, frente a una gran litera o silla de manos que debió ser utilizada para transportar a los nobles, además de excelente textil rojo y amarillo, plumas de aves exóticas y dos cuchillos ceremoniales de cobre.
Entre los años 800 y 200 a.C. se originó en Samanco el primer asentamiento importante, cuyo comercio se basaba principalmente en los recursos marinos. Parece ser que esta ciudad fue abandonada y el lugar fue reutilizado como cementerio por grupos posteriores que querían rendir culto a sus ancestros.
A finales del pasado mes de agosto, los arqueólogos Matthew Helmer y Jeisen Navarro hallaron una tumba del período tardío de la cultura chimú, del siglo XV o XVI, justo antes de la colonización española, en el sitio arqueológico de Samanco, en el desierto costero al norte de Perú, según se ha podido conocer recientemente a través de un artículo de National Geographic. La tumba consta de tres amplias cámaras de adobe recubiertas con pintura blanca y ubicadas a tres metros de profundidad. La habitación central, que había sido parcialmente saqueada en época colonial, contenía los restos de cuatro individuos de sexo indefinido que, a juzgar por su ajuar funerario, debieron ser tejedores y músicos pertenecientes a la nobleza del período chimú-inca. Las cámaras laterales, que estaban intactas, contenían magníficas ofrendas: dos llamas sacrificadas atadas a sendos postes a la entrada de una de las cámaras, junto a más de 50 vasijas colmadas de bebida y comida; y la otra cámara contenía dos sacrificos, probablemente mujeres jóvenes, frente a una gran litera o silla de manos que debió ser utilizada para transportar a los nobles, además de excelente textil rojo y amarillo, plumas de aves exóticas y dos cuchillos ceremoniales de cobre.
La cámara principal contenía más de 20 flautas de caña y numerosos instrumentos para tejer, incluido hilo en ruecas y otros objetos que nos han permitido interpretar la antigua ocupación de los difuntos. También hemos hallado vasos silbadores de cerámica [a través del siguiente enlace se puede escuchar el sonido que emitían] y dos grandes ídolos tocando flautas, restos de textil que probablemente formaban parte del envoltorio de las momias, más de 50 botellas con gollete estribo habitualmente utilizadas para bebidas ceremoniales, partes de un gran cetro de madera y variada joyería antigua hecha con una concha rara de spondylus, piedras preciosas como el lapislázuli, la turquesa y el cobre, además de los huesos de los esqueletos, explica Matthew Helmer a Historia National Geographic. Helmer y Navarro dirigen las excavaciones de un proyecto de investigación de la Universidad de Anglia del Este, financiado por National Geographic y la Fundación Waitt.
Los contenidos de las cámaras laterales están siendo analizados microscópicamente y las pruebas preliminares indican la existencia de maíz, probablemente cerveza de chicha, y carne de llama. Eran productos alimenticios muy apreciados por los antiguos grupos andinos y servían de acompañamiento en ocasiones especiales, comenta Helmer.
Entre los años 800 y 200 a.C. se originó en Samanco el primer asentamiento importante, cuyo comercio se basaba principalmente en los recursos marinos. Parece ser que esta ciudad fue abandonada y el lugar fue reutilizado como cementerio por grupos posteriores que querían rendir culto a sus ancestros.
Los últimos integrantes de la cultura chimú [que se desarrolló entre los siglos X y XV d.C.] ya habrían olvidado a los ocupantes originarios del cementerio, pero la mística de las ruinas y la práctica generalizada en los Andes de rendir culto a los ancestros debieron sentar las bases para la colocación de la tumba, sostiene Helmer.
En los objetos funerarios se aprecia una mezcla de influencias de las culturas chimú e inca, pues datan de la época en que estos últimos conquistaron el territorio. Los habitantes de la zona continuaron venerando la religión chimú y las demás religiones antiguas costeras incluso después de la conquista de los incas, concluye.
Pucallpa, Perú
Una escultura de caoba en un parque de Pucallpa simboliza la importancia de este árbol.
Foto: Alex Webb
Cientos de años talados
Un agente del servicio de parques de Perú mide el diámetro del tronco de una caoba talada ilegalmente. Un leñador armado con una sierra mecánica puede derribar un árbol multicentenario como este en menos de media hora.
Foto: Alex Webb
Río Ucayali
Un remolcador que navega por el río Ucayali deja atrás el centro de Pucallpa para entregar los troncos a uno de las decenas de aserraderos que hay en el puerto. El floreciente puerto madererero está situado estratégicamente en la intersección de este importante afluente del Amazonas y una autopista que permite que los camiones transporten la madera hasta la costa del Pacífico, atravesando los Andes.
Foto: Alex Webb
Unos hombres descargan de las embarcaciones un cargamento de capirona, una madera muy densa utilizada en la construcción, en las afueras de Pucallpa. Gran parte de la madera peruana se obtiene sin los permisos reglamentarios y luego se vende con documentación falsa
Foto: Alex Webb
La cuenta atrás
Un guarda del servicio de parques (a la izquierda) y un guía ashéninka miden esta vieja caoba, muy valiosa para los leñadores furtivos. Ante la dificultad de proteger árboles de forma individual, este gigante tiene los días contados.
Foto: Alex Webb
Explotaciones locales
En medio de una nube de astillas y serrín, un leñador sierra un tronco de caoba en una parcela forestal de una comunidad indígena a lo largo del río Alto Purús.
Foto: Alex Webb
Nueva Bella, Perú
Mujeres y niños ashéninka se reúnen en su remoto asentamiento de Nueva Bella. Estas comunidades son el blanco de los leñadores sin escrúpulos, que consiguen su madera a precios ridículos y roban la caoba de las reservas cercanas, donde las tribus viven en total aislamiento.
Foto: Alex Webb
Río Alto Tamaya, Perú
La niebla matinal aún flota sobre el río Alto Tamaya cuando los ashéninka de Saweto se preparan para un viaje río arriba que los llevará a enfrentarse a una banda de leñadores furtivos. Durante años sus selvas han sido saqueadas por su madera de primera calidad. Ahora han decidido actuar.
Foto: Alex Webb
Dulce Gloria, Perú
La cultura del consumo llega a la aldea de Dulce Gloria en forma de guitarra eléctrica. Las comunidades de la Amazonia a menudo adquieren productos gracias a las propinas de los leñadores, muchos de los cuales violan los permisos de tala al cortar árboles fuera de los límites de la comunidad.
Foto: Alex Webb
La responsabilidad de una tribu
Una mujer ashéninka cruza una cancha de baloncesto en la aldea de Dulce Gloria. Los ashéninka están en la primera línea de los esfuerzos por poner freno a la tala ilegal en la Amazonia peruana.
Foto: Alex Webb
Puerto Breu, Perú
La colada tendida es un lugar de juegos para los niños de Puerto Breu, un municipio situado a unas pocas horas en barco río arriba de la frontera con Brasil.
Foto: Alex Webb
Los colores de la selva
Las mujeres culina se pintan el rostro para las ocasiones especiales. En sus tierras abundan las caobas y unas bayas rojas y negras con las que elaboran las pinturas faciales.
Foto: Alex Webb
Puerto Esperanza, Perú
Dos mundos confluyen en la ciudad fronteriza de Puerto Esperanza, en el río Alto Purús, adonde llegan artículos de consumo importados como unas muñecas de ojos azules fabricadas en China y unos platos esmaltados.
Foto: Alex Webb
Caoba, el oro rojo
Una troza de ceiba cuelga de una grúa sobre el río Ucayali, en las afueras de Pucallpa. Las ceibas ofrecen un rico hábitat para primates, aves, anfibios e insectos. Además están muy buscadas para fabricar pulpa y madera contrachapada.
Foto: Alex Webb
Camino Inca
Expedición a las ruinas de la antigua ciudad inca de Choquequirao, en el Departamento del Cuzco, al sur de Perú.
HEMIS / GTRES
Litoral Pacífico, Perú
Los fuertes vientos procedentes del sur esculpen una cadena de dunas en una playa remota de la parte central de Perú. Las olas del océano aportan enormes cantidades de arena que ayudan a la formación de grandes dunas.
Foto: George Steinmetz
Barján. Litoral Pacífico, Perú.
Un barján es una duna en forma de media luna que se genera en los bordes de los mares de arena cuando el viento sopla regularmente en una sola dirección.
Foto: George Steinmetz
Pampallacta, Perú
Un nido de heno conserva la cosecha de patatas y tubérculos en Pampallacta, Perú. Antonia y Mariano Sutta Apucusi son miembros de una cooperativa regional de agricultores que plantan centenares de variedades en miles de localidades de los Andes. La diversidad asegura una generosa cosecha, una necesidad en una comunidad en la que cada persona consume de tres a cinco kilos de patata al día.
Foto: Jim Richardson
Los Andes, Perú
Los productores de patatas de los Andes saben desde antiguo cómo protegerse de las fluctuaciones del clima y de las plagas que pueden arruinar un campo plantado con una sola variedad: cultivar cientos de variedades en distintos lugares. Mariano Sutta Apucusi (tumbado) y su familia hacen una pausa mientras cosechan patatas en Pampallacta, Perú.
Foto: Jim Richardson
El Rocadero .
Muchachas andinas de facciones agradables
Una de ellas sostiene una vara de medir para ofrecer cierta idea de su estatura. Visten el atuendo propio de las indias montañesas peruanas. El tocado es un sombrero plano de paja forrado de franela roja por un lado y de panilla azul con cinta trenzada dorada por el contrario. Se lleva de uno u otro lado en función del tiempo que haga. Los bordes del sombrero hacia arriba indican que hace buen tiempo.
Foto: Hiram Bingham
Foto: Hiram Bingham
Muchacha andina de facciones agradables
Sostiene una vara de medir para ofrecer cierta idea de su estatura. Viste el atuendo propio de las indias montañesas peruanas. El tocado es un sombrero plano de paja forrado de franela roja por un lado y de panilla azul con cinta trenzada dorada por el contrario. Se lleva de uno u otro lado en función del tiempo que haga. Los bordes del sombrero hacia arriba indican que hace buen tiempo.
Hiram Bingham
Hiram Bingham
Pastorcillo de Chincheros con sus ovejas
Los muchachos quechuas aprenden pronto sus deberes de pastoreo y pasan buena parte de los años que deberían dedicar a la escuela apacentando los rebaños de sus padres.
Foto: Hiram Bingham
Foto: Hiram Bingham
Vista del valle del Urubamba desde Chincheros.
Apenas hay vallas de alambre en este país, donde son sustituidas por plantas espinosas tales como cactos, cambrones y ágaves o pitas.
Foto: Hiram Bingham
En las carreteras del valle de Cusco
Al igual que en todas las rutas del Perú montañoso, los indios hacen un alto para tomarse una chicha, la cerveza indígena, que se adquiere a un precio de unos dos centavos el vaso grande.
Foto: Hiram Bingham
La piedra Intiwatana, o reloj de sol . Machu Picchu
En la cima de la colina sagrada hay una piedra de curiosa talla llamada piedra Intiwatana, o reloj de sol. En quechua, la lengua de los incas, inti significa «sol» y huatana, «cuerda». También existen piedras Intiwatana en Cusco, Pisac y Ollantaytambo.
Foto: Hiram Bingham
Foto: Hiram Bingham
Colina del Intiwatana y bancales al oeste de la Plaza Sagrada Machu Picchu
A la izquierda se distinguen los precipicios que defendían Machu Picchu de las agresiones. En primer término un grupo de bancales, donde los antiguos habitantes plantaban sus cultivos.
Foto: Hiram Bingham
Cara B Machu Picchu
Cara interior de la misma piedra y nichos ornamentales de la pared oriental del Templo Principal. Con toda seguridad, el hueco de la esquina superior derecha alojaba alguna viga que sustentaba el tejado de este templo, hoy desaparecido.
Foto: Hiram Bingham
Foto: Hiram Bingham
Piezas clave Machu Picchu
Las esposas de dos peones frente a la piedra más grande del muro oriental del Templo Principal de la Plaza Sagrada.
Foto: Hiram Bingham
El centro de la ciudad concentra los ejemplos de cantería más exquisitos . Machu Picchu
A la derecha se aprecia el hermoso muro exterior del grupo caracterizado por contar con los hastiales más inclinados y los dinteles monolíticos de mejor factura. En el centro se ve un trecho de la escalera más larga. En el extremo izquierdo se distingue una parte de la torre semicircular y la ventana de las serpientes.
Foto: Hiram Bingham
Plaza Sagrada . Machu Picchu
Esta vista general de la Plaza Sagrada se tomó al término del trabajo de la temporada, una vez concluidas las excavaciones y renivelado el suelo. En ella se aprecia el esfuerzo invertido para dejarlo todo en las mismas condiciones, cuando no mejores, que al descubrirlo. Es probable que la estructura de la derecha, de un estilo constructivo radicalmente distinto al de las demás, se enluciese en su día, lo que se traduciría en un panorama general de la plaza más simétrico que el actual. En el suelo del edificio en cuestión se encontraron varias tumbas. La estructura de la izquierda, el Templo Principal, es sin asomo de duda una de las mayores proezas arquitectónicas de los incas. En el medio se encuentran las ruinas de lo que hemos denominado el Templo de las Tres Ventanas. Como quiera que las ventanas exceden en dimensiones lo que sería ideal para un clima tan frío, llegamos a la conclusión de que son simbólicas. Creemos que están relacionadas con la tradición sobre el origen de los incas.
Foto: Hiram Bingham
Exterior del muro ornamental, el más hermoso de Machu Picchu
Las hileras de sillares van disminuyendo de tamaño conforme se elevan. Se actuó con el máximo celo a la hora de escoger el granito más puro para crear un efecto comparable al de los templos marmóreos del Viejo Mundo.
Foto: Hiram Bingham
Foto: Hiram Bingham
Mobiliario lítico
No es probable que las casas contasen con excesivo mobiliario, pero en algunos casos hay plataformas de piedra que tal vez se usaban a modo de lecho, y en un número reducido de casos existen bancos de piedra en los rincones de la casa, tal y como se aprecia en esta imagen.
Foto: Hiram Bingham
Foto: Hiram Bingham
Vista general de la Plaza Sagrada Machu Picchu
El emplazamiento de Machu Picchu donde se concentran los edificios que ostentan una mejor calidad arquitectónica. En el centro se yergue el Templo Principal; a la derecha, el templo de las Tres Ventanas. Sobre ambos templos descuella la colina sagrada, en cuya cima aguarda la piedra Intiwatana, o reloj de sol.
Foto: Hiram Bingham
Foto: Hiram Bingham
En el interior de la ciudadela Machu Picchu
La torre semicircular y el interior del muro mirando hacia el Grupo del Rey y la escalera próxima al Grupo de los Huertos Privados.
Foto: Hiram Bingham
Pequeños detalles Machu Picchu
La esquina del Grupo de la Princesa donde el muro ornamental se une con la torre semicircular es uno de los puntos de mayor valor estético de la ciudad y ofrece unas vistas magníficas. La torre albergaba una piedra sagrada, hoy parcialmente destruida por el fuego.
Foto: Hiram Bingham
Cuestiones de seguridad . Machu Picchu
Al parecer, las puertas de las casas carecen de sistemas de bloqueo, pero los portales de los grupos de clanes y el portalón principal de la ciudad, cuyo interior se muestra en esta imagen, estaban provistos de cajetines con cilindros de granito a los que podía atarse firmemente una tranca resistente. El anillo lítico que se aprecia sobre el dintel de piedra en la parte superior de la foto servía para asegurar la barra vertical.
Foto: Hiram Bingham
Foto: Hiram Bingham
Jerarquía social . Machu Picchu
En Machu Picchu moraban distintos clanes o grupos familiares. Cada uno de ellos contaba con entre seis y diez viviendas. En la foto, una cantería particularmente ingeniosa. Contiguo a la torre semicircular se alza un muro ornamental levantado con sillares de granito blanco, especialmente escogidos por su hermoso grano.
Foto: Hiram Bingham
Cuevas macabras
Ésta es la primera cueva funeraria de las descubiertas en Machu Picchu que contenía un cráneo. En total se abrieron más de 100 cuevas como ésta y se recogió gran cantidad de material esquelético.
Foto: Hiram Bingham
Inicio de las labores de excavación en el Templo Principal de Machu Picchu.
El teniente Sotomayor, a la derecha, supervisa a la brigada de indios.
Foto: Hiram Bingham
Puestos de vigilancia
En la mismísima cima de uno de los precipicios más impresionantes los incas construyeron una atalaya desde donde podían advertir enseguida a la ciudad, situada más abajo, si se aproximaba un enemigo.
Foto: Hiram Bingham
Una de las características más llamativas de la arquitectura de Machu Picchu es que la mayoría de las casas tiene una altura de un piso y medio y hastiales en los extremos. Los hastiales presentan unas piedras cilíndricas salientes que sugieren la antigua existencia de unas vigas de madera. En el caso de estas dos casas adyacentes sólo siguen en pie los hastiales de la cara sur; los del norte han sucumbido, bien a los terremotos, bien a la fuerza destructora de la vegetación.
Foto: Hiram Bingham
Un enclave inexpugnable . Machu Picchu
Las defensas de Machu Picchu constaban de dos murallas y un foso seco transversal a la cresta, de precipicio a precipicio.
Foto: Hiram Bingham
Valle de Yucay
En el extremo superior del valle de Yucay se ubican las ruinas de un maravilloso templo o ciudadela inca de nombre Pisac.
Foto: Hiram Bingham
Fortalezas de extrarradio
El valle del Urubamba alberga abundantes vestigios de arquitectura inca. Esta antigua fortaleza se halla en la margen occidental del Urubamba, cerca de Ollantaytambo, una de las ciudades incaicas más célebres de los Andes.
Foto: Hiram Bingham
Abriendo camino
El contorno de Machu Picchu destaca por lo agreste y por la belleza indescriptible del paisaje. La ciudad se encarama al borde de los precipicios que se aprecian al fondo de esta imagen. El camino lo abrió hace unos años el Estado peruano con un elevado gasto económico. Los primeros exploradores, obligados a evitar esta zona del valle del Urubamba por falta de vías, desconocían el emplazamiento de Machu Picchu.
Foto: Hiram Bingham
Problemas logísticos
Nuestros problemas de transporte no terminaron con la llegada de la balsa, pues las mulas se resistían con denuedo a saltar desde las rocas a la corriente, honda y rápida.
Foto: Hiram Bingham
Foto: Hiram Bingham
El puente rematado sobre los rápidos del Urubamba. Se aprecia el montante horcado todavía en su sitio. La gran dificultad de esta construcción radicó en que la madera era tan densa que no flotaba.
Foto: Hiram Bingham
Intercambio cultural
Los indios montañeses siempre mostraban interés por nuestro trabajo y solían contentarse con contemplar en silencio el paso de nuestras caravanas o especular en voz baja sobre las actividades del topógrafo. Una vez, sin embargo, el topógrafo jefe fue agredido por una docena de indios exaltados, convencidos de que su ayudante y él se traían alguna brujería entre manos con aquellos instrumentos tan extraños.
Foto: Hiram Bingham
Ganado local
Las llamas llevan siglos domesticadas, y no las hay en estado salvaje. La lana de alpaca es una de las exportaciones más selectas de Perú. Las llamas acarrean sal gema. La característica alcantarilla descubierta que recorre el centro de la calle existe en muchas villas montañesas.
Foto: Hiram Bingham
Las tierras altas
En los pastos de las tierras altas comprendidas entre el lago Titicaca y Cusco, miles de alpacas y llamas hallan su sustento natural.
Foto: Hiram Bingham
Catedrál de Lima, Perú
La primera parte de la expedición llegó a Lima justo a tiempo de asistir a la procesión anual de Corpus Christi. Partiendo de la catedral, la procesión, compuesta en su mayoría de niños con llamativo atuendo, recorrió los cuatro lados de la plaza y regresó al punto de partida.
Foto: Hiram Bingham
Preparativos previos
En la fotografía se distinguen la banda y la escolta militares, así como una alfombra de flores y hojas verdes.
Foto: Hiram Bingham
Puerto de Pacasmayo
En su viaje al sur de Perú los expedicionarios hicieron escala en varios puertos, entre ellos el de Pacasmayo, donde los marineros utilizan un tipo muy peculiar de canoa. Estas balsas se fabrican con juncos y deben secarse después de cada uso. La fotografía muestra también una típica cabaña de marinero construida con cañas de bambú partidas.
Foto: Hiram Bingham
Foto: Hiram Bingham
National Geographic
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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Gracias amigo por compartir esta belleza, buen día sábado para usted, que DIOS lo bendiga junto a su familia.
ResponderEliminarQue hermoso.
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