miércoles, 6 de diciembre de 2017

POLÍTICA NORTEAMERICANA : LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA.: LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA.- ISRAEL.- JERUSALÉN.- Donald Trump anuncia que Estados Unidos reconoce oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump,  reconoció como capital del Estado de Israel a Jerusalén, y es el único país que lo reconoce como tal, ningún otro país, se ha propuesto a semejante desatinada posición política, que seguramente originarán tensiones en el Medio Oriente, como era de esperarse el primer ministro de Israel,  Benjamín Netanyahu, baila en una pata muy agradecido por la "valiente política norteamericana de reconocer a Jerusalén, como su capital"..
Los invito a leer una amplia información sobre este acontecimiento de la Agencia: BBC Mundo Noticias....


http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-42258517
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-42217810
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Donald TrumpDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionTrump: "Esto no es más que el reconocimiento de la realidad".

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles el reconocimiento oficial de su gobierno de la ciudad de Jerusalén como capital del estado de Israel.
"Es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel", dijo Trump.
En una comparecencia en la Casa Blanca, el mandatario también confirmó la decisión de trasladar la embajada de su país desde Tel Aviv a Jerusalén.
Con estos anuncios -que fueron rechazados por el líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas y numerosos líderes árabes- Trump dijo cumplir con una ley aprobada por el Congreso estadounidense en 1995, cuya aplicación había sido postergada reiteradamente por todos los presidentes hasta ahora.
El mandatario indicó que dio instrucciones al Departamento de Estado para iniciar la preparaciones necesarias para la mudanza de la sede diplomática.
La decisión de Trump convierte a Estados Unidos en el primer país del mundo en reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
En abril pasado, el ministerio de Exteriores de Rusia dijo que reconocía a Jerusalén occidental como la capital de Israel, pero que consideraba a Jerusalén oriental como la capital del futuro Estado palestino.
El estatus de Jerusalén es uno de los temas más difíciles en las relaciones entre los países musulmanes e Israel y un punto central de cualquier negociación de paz entre palestinos e israelíes.

Proceso de paz

Durante su comparecencia, Trump advirtió que estas decisiones no significaban una ruptura con el compromiso de paz en la región y aseguró que su gobierno está preparado para respaldar la solución de dos estados (uno israelí y otro palestino), si eso era lo que acordaban ambas partes.


Mapa de fronteras de Jerusalén

"Esto no es más que el reconocimiento de la realidad", dijo Trump luego de recordar que Jerusalén es la sede actual de los poderes públicos de Israel y que allí han acudido todos los mandatarios estadounidenses a reunirse con sus contrapartes israelíes.
"Queremos un acuerdo que sea bueno para los israelíes y bueno para los palestinos. No estamos tomando ninguna posición acerca de cuál debe ser el estatus final de los temas, incluyendo las fronteras específicas de la soberanía israelí en Jerusalén o la resolución sobre las fronteras disputadas", apuntó.
"Esos asuntos dependen de las partes implicadas. Estados Unidos permanece profundamente comprometido en ayudar a facilitar un acuerdo de paz que sea aceptable para ambas partes", añadió.

"Día histórico"

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, celebró la decisión tomada por el gobierno de Estados Unidos sobre la capitalidad de Jerusalén, dijo que era un "día histórico" y expresó su agradecimiento a Trump por lo que calificó como una "decisión valiente y justa"


Un hombre camina junto a una proyección de las banderas de Estados Unidos y de Israel sobre el muro de la ciudad antigua de Jerusalén.Derechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionIsrael es el principal aliado de Estados Unidos en Medio Oriente.

"La decisión del presidente (Trump) es un paso importante hacia la paz, pues no hay paz que no incluya a Jerusalén como la capital del Estado de Israel", dijo.
"El pueblo y el Estado judío siempre estarán agradecidos", agregó.
Netanyahu destacó, sin embargo, que no habrá ningún cambio sobre la situación de los lugares sagrados.
"Israel siempre garantizará la libertad de culto para los judíos, cristianos y musulmanes por igual", aseguró.

Rechazo

En discurso pregrabado, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, aseguró que la decisión de mudar la embajada estadounidense en Israel equivalía a la abdicación de Washington a su rol de mediador en el proceso de paz.


Mahmud Abbas.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, rechazó la decisión de Trump.

Mientras, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, calificó la decisión tomada por Estados Unidos como "totalmente inaceptable" y advirtió que Trump estaba "fortaleciendo a las fuerzas de los extremistas en la región como nunca nadie lo había hecho antes".
"Él está en total violación de la ley internacional, de los derechos humanos, y está convirtiendo el conflicto entre palestinos e israelíes de un asunto político a uno religioso. Esa es una situación muy peligrosa", afirmó.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, manifestó su desacuerdo con el anuncio "unilateral" realizado por Trump.
"Es una decisión lamentable que Francia no aprueba y que va en contra de la legislación internacional y de todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo Macron durante una rueda de prensa en Argelia.
El Ministerio de Exteriores de Irán emitió un comunicado en el que manifiesta su "grave condena" a la decisión de Estados Unidos de mudar su embajada a Jerusalén, indicando que es una violación de las resoluciones internacionales.
A inicios de esta semana se informó que Trump estuvo consultando sobre su decisión en torno a Jerusalén con varios mandatarios del mundo árabe-musulmán quienes, según se informó, le indicaron su rechazo a una medida de este tipo.


Manifestantes frente a la embajada de Estados Unidos en Ankara.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionTras el anuncio de Trump, un grupo de manifestantes inició una protesta frente a la embajada de Estados Unidos en Turquía.

Jordania advirtió de "consecuencias graves" y el jefe de la Liga Árabe, Abul Gheit, indicó que esa decisión "nutriría el fanatismo y la violencia". Turquía aseguró que esto sería "una enorme catástrofe".
De igual modo, el representante de la Autoridad Palestina en Reino Unido, Manuel Hassassian, le dijo a la BBC que el cambio de política de EE.UU. sobre Jerusalén equivale al "beso de la muerte" para los esfuerzos de paz destinados a la solución de dos estados; mientras que el líder del grupo Hamas, Ismail Haniya, señaló que la decisión sobre Jerusalén cruzaría "todas las líneas rojas".
El papa Francisco, por su parte, llamó a preservar el status quo en relación con Jerusalén, alertando de que nuevas tensiones podían alentar los conflictos.
Pese a estas y muchas otras objeciones, Trump siguió adelante con su decisión que forma parte también de una promesa que hizo durante su campaña electoral en 2016.
El martes en la tarde, un conjunto de organizaciones nacionalistas palestinas y de grupos islamistas emitieron una declaración conjunta llamando a tres días de "ira popular" para protestar en los territorios palestinos, así como manifestaciones ante las embajadas y consulados de Estados Unidos alrededor del mundo.
En anticipación a las posibles reacciones negativas, el Departamento de Estado estadounidense emitió una advertencia entre sus embajadas y oficinas diplomáticas para que se preparan para posibles protestas.


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Por qué Jerusalén es una ciudad tan disputada y por qué ninguna potencia excepto Estados Unidos la reconoce como la capital de Israel




Una bandera israelí ondea en Jerusalén.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionIsrael considera a Jerusalén como su capital indivisible. Los palestinos quieren que Jerusalén Este sea la capital de su futuro Estado.

Ningún asunto en Medio Oriente ha sido tan contencioso como el estatus de Jerusalén, una ciudad que tanto israelíes como palestinos reclaman como su capital.
En 1980, el Estado de Israel declaró a la ciudad como su capital. Y los palestinos designaron a Jerusalén del Este como la sede de su Estado.
Aunque ninguna potencia reconoce ninguno de estos reclamos, aquí está la raíz de las crecientes tensiones entre israelíes y palestinos.
Y estas tensiones están ahora en riesgo de estallar luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociera el miércoles a Jerusalén como la capital de Israel.
Con el anuncio, Estados Unidos se convierte en el primer país en reconocer a Jerusalén como la capital israelí, desde la fundación del Estado de Israel en 1948.


Donald Trump y Mike PenceDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionEl presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que era tiempo de "reconocer oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel".

"Esta decisión es una decisión lamentable que Francia no aprueba y que va en contra de la ley internacional y todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", dijo el presidente de ese país, Emmanuel Macron.
Arabia Saudita, por su parte, había expresado antes del anuncio de Trump que la medida "tendría un impacto nocivo en el proceso de paz".
Se sumó Jordania para advertir de "consecuencias graves" y el jefe de la Liga Árabe, Abul Gheit, indicó que la decisión "nutriría el fanatismo y la violencia". Turquía aseguró que esto sería "una enorme catástrofe".
La medida de Trump, que prometió durante la campaña electoral, coloca a EE.UU. a contracorriente de las decisiones de la ONU sobre esta materia y en abierta contradicción con el resto de potencias occidentales.
Pero ¿por qué es tan controvertido el tema de Jerusalén?


Fachada de la embajada de Estados Unidos en Tel Aviv.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionDurante la campaña presidencial, Donald Trump prometió mudar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén.

Una "entidad aparte"

El ser considerada como una ciudad sagrada por los fieles de las tres grandes religiones monoteístas —judíos, cristianos y musulmanes— paradójicamente convirtió a Jerusalén en objeto de numerosas disputas que, a lo largo de siglos, derivaron en reiteradas conquistas y reconquistas.
Cuando en 1947 la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 181 para la partición de Palestina en un Estado judío y otro árabe, se pensó en considerar a Jerusalén como una "entidad aparte", una ciudad internacional que sería administrada durante diez años por la ONU antes de realizar un referendo para definir su destino.
El documento preveía además garantizar la protección, el libre acceso y la libertad de culto en los lugares sagrados de la ciudad, no solo para sus habitantes sino incluso para los extranjeros sin discriminación por causas de nacionalidad.


BBC

Este plan no llegó a aplicarse debido al estallido de la primera guerra árabe-israelí en 1948, que en la práctica derivó en la división de la ciudad en dos partes: Jerusalén este, bajo control árabe; y Jerusalén oeste, en manos de Israel.

La "unificación" de la ciudad

La parte oriental de Jerusalén, que incluía la ciudad vieja y los lugares sagrados, quedaron en manos de Jordania desde entonces hasta 1967, cuando durante la Guerra de los Seis Días, Israel quedó en control de toda la ciudad.
Entonces, la Knesset (el Parlamento israelí) aprobó una ley de protección a los lugares sagrados, en la que garantizaba el acceso a estos por parte de los fieles de las distintas religiones.
Además, el gobierno israelí hizo un acuerdo con el Waqf islámico de Jerusalén, una fundación religiosa musulmana que quedó a cargo de la administración de lugares sagrados como la Explanada de las Mezquitas (o el Monte del Templo, para los judíos), complejo dentro del cual se encuentra la mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca.

Un vínculo antiguo

La presencia judía en Jerusalén se remonta a tiempos muy antiguos.


Un grupo de judíos rezan junto al Muro de los Lamentos.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl triunfo en la Guerra de los Seis Días permitió a los judíos volver a rezar junto al Muro de los Lamentos.

"Según la Biblia, era la capital del Estado unido de (los reyes) David y Salomón, alrededor del año 1000 a.c.. Históricamente, comprobado por evidencia arqueológica, fue la capital del Estado hebreo de Judea poco después de esa fecha, el sitio del templo judío en el Monte del Templo y así permaneció hasta que fue conquistada y destruida por Nabucodonosor II, rey de Babilonia, en el año 586", le dijo a BBC Mundo el historiador británico Simon Sebag Montefiore, autor del libro "Jerusalén, la biografía".
El experto explicó que después la presencia hebrea allí fue restaurada por Ciro II el Grande de Persia hasta la conquista por parte de Alejandro Magno, aunque el templo siguió siendo el centro de la vida judía hasta que intentó destruirlo Antíoco IV Epífanes, un rey de la dinastía Seléucida cuya represión aceleró una rebelión por parte de los judíos.
"Jerusalén fue la capital de un Estado judío independiente con los macabeos, que entonces era un reino satélite de Roma bajo Herodes el Grande, quien reconstruyó el segundo templo que luego fue destruido por Tito en el año 70 D.C., cuando tomó control de la ciudad y ordenó la expulsión de los judíos", contó Montefiore.
"En el siglo II, Adriano intentó destruir la Jerusalén hebrea y colocó un templo idolatra en el lugar del templo judío. Lo que llevó a una amplia revuelta que fue reprimida por el emperador, quien volvió a expulsar a los judíos y renombró a Jerusalén y a Judea con el nombre de los enemigos bíblicos de los hebreos: los filisteos", agregó.


El Domo de la Roca.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl Domo de la Roca, en el complejo de la mezquita de Al Aqsa, es el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.

"Desde aquel momento, los judíos han reverenciado ese lugar y han orado en torno al muro del templo destruido. Habiéndola tenido por algunos momentos bajo su control, los judíos han soñado y han anhelado volver a Jerusalén… hasta que en el siglo XIX comenzaron a emigrar a Palestina. Desde 1880 ha habido una mayoría judía en Jerusalén".
Montefiore también destaca los lazos antiguos que unen a los musulmanes con Jerusalén.
"El vínculo islámico con la ciudad se remonta a la conquista árabe alrededor del año 638, cuando el califa Omar tomó la ciudad, garantizando la libertad a los judíos y cristianos que aceptaran el control político y religioso musulmán. Los musulmanes reverenciaban las escrituras judías y compartían su creencia de que Jerusalén sería el lugar místico del apocalipsis, que consideraban inminente", relató el historiador.
"Mahoma veneraba las escrituras judías y a Jerusalén misma, al punto que los primeros musulmanes oraban hacia Jerusalén y no hacia la Meca. En las primeras décadas de gobierno árabe, realizaban su culto religioso en el Monte del Templo, pero permitían a los judíos realizar también su culto religioso allí. La tolerancia hacia otros credos monoteístas se acabó cuando el islam se convirtió en una religión de Estado más rígida bajo el califa Abdalmálik, quien construyó el Domo de la Roca encima de la base fundacional del templo judío", indicó Montefiore.


Una barricada en Jaffa durante la guerra árabe-israelí de 1948.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl plan de la ONU para la partición de Palestina no llegó a aplicarse debido al inicio de la guerra árabe-israelí de 1948.

El experto explicó que, posteriormente, los cruzados conquistaron Jerusalén en el año 1099, mataron a todos sus habitantes musulmanes y judíos; y gobernaron la ciudad hasta 1187, cuando Saladino la retomó, restaurando el control islámico y reubicando en ella a muchos de los antepasados de los palestinos actuales, aunque también hay otros que llegaron posteriormente durante el imperio Otomano e, incluso, durante el mandato británico.
"En otras palabras, judíos y musulmanes comparten unos vínculos antiguos y auténticos con Jerusalén. Es absurdo negarlo", apuntó Montefiore.

Soberanía no reconocida

Ese lazo histórico de judíos y musulmanes con Jerusalén ha hecho de la ciudad un elemento central en las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos.


Yitzhak Rabin, Bill Clinton y Yasser Arafat.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionEn los Acuerdos de Oslo, suscritos en 1993, se estableció que el tema de Jerusalén sería abordado posteriormente como parte de las negociaciones de paz.

Así, por ejemplo, en los acuerdos de Oslo suscritos en 1993 entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina se estableció que el estatus de la ciudad sería discutido en etapas más avanzadas de las negociaciones.
Efectivamente, el tema surgió en las negociaciones de paz de Camp David, auspiciadas por el presidente de Estados Unidos Bill Clinton en el año 2000.
Allí el entonces líder de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, y el primer ministro israelí, Ehud Barak, hablaron por primera vez directamente sobre el estatus de Jerusalén.
Según relató Clinton, Barak flexibilizó mucho más su posición que Arafat, quien terminó rechazando las propuestas discutidas. Desde entonces, el proceso de paz no ha registrado ningún avance sustancial.
Aunque desde 1967 Israel ha ejercido una soberanía de facto sobre Jerusalén, esta no ha sido reconocida internacionalmente al punto que, incluso los países más cercanos a Israel, mantienen sus embajadas en Tel Aviv.
Detrás de esta negativa aparece reiteradamente el argumento de que el estatus de la ciudad debe definirse en el marco de las negociaciones para el establecimiento de dos Estados, uno palestino y otro israelí, que convivan con paz y seguridad.
También se cuestiona que Israel ha creado numerosos asentamientos, considerados ilegales por la legislación internacional, en los territorios ocupados de Cisjordania.


El papa Francisco visitó Jerusalén en compañía de líderes de las comunidades musulmanas y judías de Argentina.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl papa Francisco visitó Jerusalén en compañía de líderes de las comunidades musulmanas y judías de Argentina.

En mayo de 2016, el entonces secretario general de la ONU, Ban Ki moon, durante una conferencia internacional sobre Jerusalén, aseguró que el estatus de esa ciudad sigue estando en el corazón de cualquier solución negociada sobre el conflicto israelí-palestino.
"Debemos fortalecer y reafirmar los esfuerzos internacionales destinados a preservar la solución de dos estados y definir un horizonte político", afirmó Ban.
Montefiore coincide con esa visión: "Creo que la paz no puede llegar hasta que Jerusalén sea reconocida como una parte legítima y auténtica de la narrativa histórica y de la herencia cultural de ambos. Debería ser y ya es en efecto la capital de Israel, pero no indivisible porque para alcanzar la paz también necesita ser la capital de Palestina".


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3 razones por las que Jerusalén es una ciudad sagrada para judíos, musulmanes y cristianos



Ciudad viejaDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionLa ciudad vieja de Jerusalén contiene los sitios religiosos más sagrados para judíos, musulmanes y cristianos.

Es una decisión que incrementará las tensiones en una región donde la hostilidad es permanente: el anuncio de que el presidente Donald Trump reconoce a Jerusalén como la capital de Israel.
La controvertida medida, informada el miércoles por el presidente de Estados Unidos, ha provocado condenas de líderes palestinos y grupos musulmanes que están convocando tres días de "indignación popular".
Se ha dicho también que éste será "el beso de la muerte" del proceso de paz en la región.
Estados Unidos se convierte así en el primer país que reconoce a Jerusalén como la capital oficial de Israel desde la fundación del Estado de Israel en 1948.
Trump ordenó el traslado de la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalén y reiteró que su decisión no significa "una salida de nuestro fuerte compromiso para facilitar un acuerdo de paz duradero" entre israelíes y palestinos.
La ciudad de Jerusalén ha sido uno de los territorios más ferozmente disputados del mundo. Jerusalén occidental es la sede del gobierno de Israel, y los palestinos consideran a Jerusalén oriental como la capital de su futuro Estado.


La mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca vistas desde el barrio de Silwan en Jerusalén orientalDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca vistas desde el barrio de Silwan en Jerusalén oriental.

En la ciudad vieja de Jerusalén se ubican algunos de los lugares religiosos más sagrados del mundo: la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al Aqsa de los musulmanes, el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones de la religión judía y el Santo Sepulcro de la religión cristiana.
Y es considerada la ciudad más sagrada para el judaísmo y el cristianismo, y es la tercera ciudad más sagrada del islam.

Disputada historia​

Conocida en hebreo como Yerushalayim y en árabe como al Quds, es una de las ciudades más viejas del mundo.
Ha sido conquistada, destruida y reconstruida una y otra vez, y con cada capa de tierra se revela una pieza distinta de su pasado.
Aunque a menudo ha sido el foco de historias de división y conflicto entre los pueblos de distintas religiones, a éstos los une la veneración que sienten por la ciudad sagrada.


Palestinos y judíos en la Puerta de Damasco en JerusalénDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionPalestinos y judíos en la Puerta de Damasco en Jerusalén.

En el núcleo está la ciudad vieja, un laberinto de callejones estrechos y arquitectura histórica que caracteriza a sus cuatro barrios: cristiano, musulmán, judío y armenio.
Está rodeada por un muro de piedra parecido a una fortaleza y es hogar de algunos de los sitios más sagrados del mundo.

Los barrios

Cada barrio representa a su propia población.
Los cristianos tienen dos barrios, porque los armenios también son cristianos y su barrio, el más pequeño de los cuatro, es uno de los centros armenios más antiguos del mundo.
Es único en el sentido de que su comunidad ha conservado su propia cultura y civilización particular dentro del Templo y monasterio de San Jaime, que comprende casi toda la sección.
Y en ellos están situados tres de los lugares más sagrados del mundo.


Cúpula de la RocaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionJerusalén es uno de los territorios más disputados del mundo.

1- La iglesia
Dentro del barrio cristiano está la Iglesia del Santo Sepulcro, uno de los lugares más sagrados de los cristianos en todo el mundo.
Está ubicada en un lugar que es central para la historia de Jesús, su muerte, crucifixión y resurrección.
De acuerdo con las tradiciones cristianas, Jesús fue crucificado allí, en el Gólgota o monte Calvario, su tumba se encuentra dentro del sepulcro y este fue también el lugar de su resurrección.
La iglesia está administrada conjuntamente por representantes de distintas denominaciones cristianas, principalmente el patriarca ortodoxo griego, frailes franciscanos católicos y el patriarca armenio.
Pero también están involucrados las iglesias etíope, copta y siria.


Palestinos musulmanes rezan frente a la mezquita de Al Aqsa en la ciudad vieja de Jerusalén, el tercer sitio más sagrado del islam.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionPalestinos musulmanes rezan frente a la mezquita de Al Aqsa en la ciudad vieja de Jerusalén, el tercer sitio más sagrado del islam.

Es uno de los principales destinos de peregrinación para millones de cristianos en todo el mundo, quienes visitan la tumba de Jesús y rezan en el sitio.
2- La mezquita
El barrio musulmán es el más grande de los cuatro y contiene la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al Aqsa en una explanada conocida para los musulmanes como Haram al Sharif, o el Noble Santuario.
La mezquita es el tercer sitio más sagrado del islam y está bajo la administración de un fondo de donaciones islámico llamado Waqf.
Los musulmanes creen que el profeta Mahoma viajó allí desde la Meca durante un viaje nocturno y oró por las almas de todos los profetas.
A unos cuantos pasos de distancia, la Cúpula de la Roca contiene la roca desde la cual Mahoma ascendió a los cielos.


Miles de cristianos se reúnen cada año para rezar en la Iglesia del Santo Sepulcro en la ciudad vieja de JerusalénDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionMiles de cristianos se reúnen cada año para rezar en la Iglesia del Santo Sepulcro en la ciudad vieja de Jerusalén.

Los musulmanes visitan el sitio sagrado todo el año, pero cada viernes durante el mes sagrado de Ramadán, cientos de miles de musulmanes llegan a orar a la mezquita.
3- El muro
El barrio judío es hogar del Kotel, o Muro de las Lamentaciones, uno de los cuatro muros de contención del monte Moriá erigidos para ampliar la explanada donde fueron edificados el Primer y Segundo Templo de Jerusalén.
Dentro del templo estaba el Sanctasanctórum o "Santo de los Santos", el lugar más sagrado del judaísmo.


TrumpDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionTrump prometió durante su campaña que reconocería a Jerusalén como capital de Israel.

Los judíos creen que esta era la ubicación de la primera piedra donde se construyó el mundo y donde Abraham se preparó para sacrificar a su hijo Isaac.
Muchos judíos creen que la Cúpula de la Roca es el sitio del Santo de los Santos.
Hoy el Muro de las Lamentaciones es el sitio más cercano al Santo de los Santos donde los judíos pueden rezar.
Está administrado por el rabino del Muro de las Lamentaciones y cada año llegan millones de visitantes.
Los judíos de todo el mundo visita el sitio para rezar y vincularse a su patrimonio, especialmente durante los días sagrados.


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Los habitantes de Israel que se oponen a a la decisión de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital del país



JerusalénDerechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionNo hay tema más sensible en Medio Oriente que Jerusalén.

Aunque es presumir que la inmensa mayoría de los israelíes está de acuerdo con el controvertido anuncio de Donald Trump de este miércoles, existe una minoría que cree que la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y de mover allí su embajada es, sencillamente, una muy mala idea.
Para la comunidad internacional, la situación de Jerusalén debe definirse en las conversaciones de paz entre israelíes, que la consideran su capital y controlan Jerusalén Oeste, y palestinos, que la ven como capital de su futuro Estado y administran Jerusalén Este, anexionada por los israelíes tras la guerra de 1967.
Allí no hay embajadas y su Ciudad Vieja es el sitio más sagrado para los judíos y el tercero para los musulmanes. No hay tema más sensible en Medio Oriente que Jerusalén.
Daniel Seidemann no tiene dudas de que la decisión del presidente de Estados Unidos, el más férreo aliado que tiene Israel, será contraproducente.
"Es claramente una decisión desestabilizadora", le dice a BBC Mundo quien fuera asesor del ex primer ministro Ehud Barak (1999-2001), quien considera que "los israelíes, los palestinos y los estadounidenses estarán menos seguros".
"¿Qué es lo más importante en pos del genuino interés nacional de Israel? El reconocimiento no servirá para solucionar la cuestión de fondo", añade.


BBC

Seidemann, director de Terrestrial Jerusalem —una ONG que se dedica identificar el desarrollo de los controvertidos asentamientos israelíes en Jerusalén— no es el único dentro de Israel en advertir del posible impacto en la seguridad en la región.
"No sé cuáles serán las consecuencias sobre el terreno. ¿Qué pasará en los próximos días? No sé qué esperar", dice en diálogo con BBC Mundo el parlamentario Ayman Odeh, líder de Lista Unida, el tercer bloque en importancia en la Knesset, la asamblea unicameral israelí.
"En cierto modo", apunta, "es solo cuestión de tiempo para que las cosas exploten. Esto alimenta la desesperanza. Y cuando la gente se siente así, más siente que no tiene nada que perder y algunos pueden recurrir a la violencia".


Valla que construyó Israel en CisjordaniaDerechos de autor de la imagenEPA
Image caption"Te voy a construir un hermano", dice el grafiti en la valla que Israel construyó en Cisjordania.

Poco más de 300.000 palestinos viven en Jerusalén y representan el 37% de la población. En la práctica hay zonas de la ciudad que ya funcionan como la capital israelí: el Parlamento, los Ministerios, el Banco Central y el Tribunal Supremo están allí.
EE.UU. se ha convertido en el primer país en reconocer a Jerusalén como la capital israelí desde la fundación del Estado de Israel en 1948 y Odeh, quien ha descrito a Trump como un "pirómano que podría incendiar la región con su locura", desaprueba cualquier decisión unilateral.
"Para la paz se necesita una reconciliación histórica. Hoy en la Knesset hablé con parlamentarios que entienden que el único camino para la paz es una solución compartida, pero que me decían que no pueden salir a decirlo".

"No me importa ser una minoría"

Eran Tzidkiyahu tiene 36 años, es israelí y nació en Jerusalén Oeste. Rodeado de aldeas árabes se convenció de que la ciudad era una.
"Es muy difícil de entender. Es estúpido", le dice a BBC Mundo sobre la decisión de Trump. "No mejora nada sobre el terreno. No nos va a acercar a un acuerdo".


Fachada de la embajada de Estados Unidos en Tel Aviv.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionDurante la campaña presidencial, Donald Trump prometió mudar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén.

Tzidkiyahu es investigador de The Forum for Regional Thinking (Foro para el Pensamiento Regional), un centro de análisis israelí, y organiza recorridos "turísticos geopolíticos" por Jerusalén Este, la que menos conocen los israelíes y donde los árabes son mayoría.
"No se eliminará ningún punto de control, ningún asentamiento, no tendrá un impacto real en la vida de los palestinos", apunta, pero aclara que "le demostrará a muchos que la resolución política no está en el horizonte".
Ello, dice, puede tener implicaciones como un incremento de la violencia y el refuerzo de la postura de quienes del lado palestino no buscan una solución pacífica al conflicto.
Jerusalén, concluye, "es definitivamente parte del problema, debe ser parte de la solución. Lo digo como israelí y en el interés de Israel. No veo la lógica en que se den pasos que fomenten la violencia y la desesperanza. No me importa ser una minoría. Me importa mi integridad intelectual".


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"EE.UU. renuncia a su papel como mediador de paz": la respuesta de los palestinos a la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel



Mahmoud Abbas, líder de la Autoridad PalestinaDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionMahmoud Abbas, líder de la Autoridad Palestina, condenó la medida tomada por el presidente de EE.UU., Donald Trump.

"Jerusalén es la eterna capital del Estado de Palestina".
Esa fue la respuesta del líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como la capital oficial de Israel.
Con la medida, Estados Unidos se convierte en el primer país en hacer este reconocimiento desde que se fundó el Estado de Israel en 1948.
El anuncio de este miércoles, en el que Trump también anunció que ordenó el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, fue rechazado por Abbas en un mensaje transmitido en la televisión palestina.
Según el líder palestino, la decisión "equivale a que EE.UU. renuncie a su papel como mediador de paz".
El presidente Trump, sin embargo, aclaró en su discurso del miércoles que la medida "no refleja una salida de nuestro compromiso para facilitar un acuerdo de paz" entre los israelíes y los palestinos.
La ciudad de Jerusalén está en el centro de las disputas entre israelíes y palestinos. Jerusalén Occidental es la sede del gobierno de Israel, y los palestinos consideran a Jerusalén Oriental como la capital de su futuro Estado.
La soberanía de Israel sobre Jerusalén nunca ha sido reconocida internacionalmente y, hasta ahora, todos los países mantenían sus embajadas en Tel Aviv.


mapa

Tres días de protestas

Este miércoles, centenares de palestinos quemaron papeles con la bandera de Israel y las caras de Trump y del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
Según la agencia de noticias AFP, se registraron enfrentamientos "relativamente pequeños" cerca de la ciudad palestina de Hebrón, en Cisjordania.


Queman fotografías de Donald Trump, del presidente israelí Netanyahu y papeles con la bandera de Israel impresa.Derechos de autor de la imagenEPA
Image captionComo protesta, palestinos quemaron papeles con imágenes de Trump, de Netanyahu y de la bandera de Israel.

Los palestinos convocaron a tres días de protestas o "días de ira" a partir de este miércoles, antes de que el presidente Trump hiciera el anuncio oficial.
Otros líderes políticos, además de Abbas, se pronunciaron en contra de la medida.
"Trump se aisló a sí mismo", le dijo a la BBC Mustafa Barghouti, secretario general del partido Iniciativa Nacional Palestina.
"No estamos preocupados... nuestras manos están libres ahora para tomar medidas como llevar a Israel a la Corte Penal Internacional... No aceptaremos lo que él hizo, nos mantendremos de pie por nuestros derechos en Jerusalén", señaló.


En otras ciudades, como Estambul (Turquía), hubo protestas en contra de la medida de EE.UU.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionEn otras ciudades, como Estambul (Turquía), hubo protestas en contra de la medida de EE.UU.

El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, calificó la decisión como "totalmente inaceptable" y advirtió que Trump estaba "fortaleciendo a las fuerzas de los extremistas en la región como nunca nadie lo había hecho antes".
"Él está en total violación de la ley internacional, de los derechos humanos, y está convirtiendo el conflicto entre palestinos e israelíes de un asunto político a uno religioso. Esa es una situación muy peligrosa", afirmó.
Mientras, un vocero del grupo Hamas, que tiene control sobre la Franja de Gaza, dijo que la decisión de Trump abre "las puertas del infierno" sobre los intereses de EE.UU. en la región.


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Edificio de la alcaldía de Jerusalén.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLuego del anuncio de Donald Trump, la bandera de Estados Unidos fue desplegada junto a la de Israel en el edificio de la alcaldía de Jerusalén.

Generó indignación y cosechó titulares en medios de comunicación de todo el mundo. La decisión del presidente Donald Trump de dar vía libre al traslado de la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, anunciada el miércoles pasado, hará de esta la única representación diplomática de máximo nivel en la llamada Ciudad Santa.
Sin embargo, hubo una época en la que tener una embajada en Jerusalén no era tan raro. De hecho, hasta inicios de la década de 1970 había allí 16, de las cuales 12 pertenecían a países latinoamericanos: Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Las otras cuatro se correspondían con tres países africanos -Costa de Marfil, Zaire (la actual República Democrática del Congo) y Kenia- y uno europeo: Países Bajos, considerado entonces como el principal aliado de Israel en el Viejo Continente.
Para entonces, ya se habían producido tres conflictos armados entre los países árabes e Israel, en el más reciente de los cuales -la Guerra de los Seis Días, de 1967- las Fuerzas de Defensa Israelíes lograron tomar el control de toda la Ciudad Santa que estaba dividida desde 1948.
Pero, ¿cómo y por qué se fueron de Jerusalén estas embajadas?

Solidaridad No Alineada

Las primeras embajadas en ser retiradas de Jerusalén fueron las de los tres países africanos, que cerraron después de una reunión del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) realizada en Argelia en septiembre de 1973.

La bandera de Israel ondea en Jerusalén.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionIsrael tiene el control sobre Jerusalén desde 1967.

Entre abril de 1972 y noviembre de 1973, 26 estados de África rompieron las relaciones diplomáticas con Israel en solidaridad con los países árabes que denunciaban la ocupación de sus territorios.
En septiembre de 1973, la conferencia del MNOAL exigió una "retirada inmediata e incondicional de Israel de todos los territorios ocupados", manifestó su solidaridad con el pueblo palestino y se comprometió a "ayudar a Egipto, Siria y Jordania a liberar sus territorios ocupados, por cualquier medio".
Además llamaron a "cortar, suspender o congelar" las relaciones con Israel y pedían boicotear a este país en el ámbito diplomático, económico, militar y cultural.
Cuatro semanas más tarde, los ejércitos de Siria y Egipto atacaron en dos frentes a Israel en Yom Kippur, el día más sagrado para los judíos. El inicio de hostilidades tomó desprevenido al gobierno de la primera ministra Golda Meir, aunque al cabo de tres semanas, Israel había logrado dar la vuelta a la situación evitando una derrota militar.
No ocurrió lo mismo en el campo diplomático. Para el 6 de noviembre de 1973, un mes después del inicio de la guerra, 18 estados africanos habían roto relaciones con Israel.
Así, las embajadas en Jerusalén de Costa de Marfil, Zaire y Kenia terminaron siendo cerradas, aunque luego fueron reabiertas durante la década de 1980 pero en nuevas sedes ubicadas en Tel Aviv.

Una ley controvertida

La salida de las restantes embajadas presentes en Jerusalén se produjo en 1980, tras la aprobación por parte de la Knesset (parlamento) israelí de una ley con rango constitucional, mediante la cual se declaraba que "Jerusalén, completa y unida, es la capital de Israel".

Protesta en Gaza en contra de Estados Unidos e Israel.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEste jueves hubo protestas en los territorios palestinos en contra de

La legislación generó una fuerte respuesta por parte de la comunidad internacional e, incluso, fue motivo de disputa entre los gobiernos de Israel y de Estados Unidos.
El 20 de agosto de 1980, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 478 mediante la cual acordó "no reconocer" la controvertida ley sobre Jerusalén, así como tampoco otras acciones que -como resultado de esa norma- "busquen alterar el carácter y estatus de Jerusalén".
Además, el texto llamaba a "aquellos estados que han establecido misiones diplomáticas en Jerusalén a retirar esas misiones de la Ciudad Santa".
Esta cláusula era el resultado de una negociación diplomática, pues originalmente los países árabes querían que el Consejo de Seguridad impusiera un embargo comercial global contra Israel, una demanda que abandonaron al comprobar que no contaban con los votos requeridos.

"Jerusalén D.C."

La resolución del Consejo de Seguridad fue aprobada por 14 votos a favor y una abstención, de Estados Unidos. Lo que creó un conflicto diplomático entre Israel y la superpotencia.
El primer ministro israelí, Menájem Beguín, reclamó a Washington por no haber vetado una decisión a la que calificó como "odiosa y vergonzosa".

Menájem BeguínDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionMenájem Beguín criticó al gobierno de Jimmy Carter por no haber votado en contra de la resolución 478.

El mandatario israelí cuestionó duramente al secretario de Estado estadounidense, Edmund S. Muskie, quien había criticado que Israel alterara de forma "unilateral" el estatus de Jerusalén.
"Me gustaría preguntar, ¿dónde hay un país en el mundo que no escoge su capital de forma unilateral?", dijo Beguín.
"Yo podría decir Washington D.C., Washington, Distrito de Columbia. Prefiero decir Jerusalén D.C., Jerusalén, la capital de David (David's capital, en inglés)", agregó en referencia al rey David, quien según los relatos bíblicos gobernó Jerusalén en un periodo que los historiadores ubican en torno al año 1.000 A.C.
En un discurso ante la Knesset, Beguín incluso reveló que él había amenazado con retirarse de las conversaciones de paz en Camp David con Egipto cuando el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, propuso incluir como parte del acuerdo una declaración en la que señalaba que Estados Unidos consideraba a Jerusalén oriental como "territorio árabe ocupado".

Retroceso diplomático

Pero la argumentación de Beguín no hizo mella en el rechazo internacional hacia las medidas legales y de hecho que Israel estaba aplicando en relación con Jerusalén.
El 30 de junio de 1980, exactamente un mes antes de que la Knesset aprobara la Ley básica sobre Jerusalén, el Consejo de Seguridad emitió una resolución en la que expresaba su "seria preocupación" sobre los pasos que estaba tomando el Parlamento israelí en relación con Jerusalén y le urgía a "desistir de seguir adelante" con la política y las medidas que afecten "el carácter y el estatus" de la Ciudad Santa.
El malestar internacional no se limitaba a la Ley sobre Jerusalén.
El 23 de junio de 1980, el secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, expresó "gran preocupación" por el anuncio de que Begn pensaba trasladar su oficina y la sala del gabinete de gobierno a Jerusalén oriental. Waldheim temía que esa medida aumentara la tensión en Medio Oriente e hiciera más difícil la búsqueda de la paz.

Kurt WaldheimDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionKurt Waldheim, quien era secretario general de la ONU en 1980, cuestionó la decisión de trasladar la oficina del primer ministro de Israel a Jerusalén oriental.

Sin embargo, ante estas críticas, Israel respondía que la ONU y otras organizaciones internacionales no expresaban ninguna o muy poca preocupación por Jerusalén oriental cuando durante más de 20 años estuvo bajo control de Jordania y aseguraba que ahora -por primera vez- los sitios sagrados estaban realmente abiertos a todos los credos.
En cualquier caso, cuando finalmente la Knesset aprobó la Ley básica sobre Jerusalén ya la mayor parte de la comunidad internacional tenía una posición contraria a esa norma y las reacciones no se hicieron esperar.
El 26 de agosto de 1980, menos de una semana después de la aprobación de la resolución 478 del Consejo de Seguridad, los Países Bajos informaron sobre el cierre de su embajada en Jerusalén.
El anuncio había sido precedido por decisiones similares de Venezuela, Uruguay, Chile y Ecuador, países que ya estaban a la búsqueda de nuevas sedes en Tel Aviv.
En los días siguientes mudarían sus sedes diplomáticas Haití, Costa Rica, Panamá, El Salvador, Colombia y Guatemala. Luego lo harían Bolivia y República Dominicana.
En la década de 1980, Costa Rica y El Salvador reabrieron sus embajadas en Jerusalén pero las volvieron a trasladar en 2006.
El entonces presidente costarricense Oscar Arias alegó que tener su sede diplomática en la Ciudad Santa había sido un error histórico que impedía a su país tener casi cualquier tipo de relación con los países árabes.
Está por ver qué ocurrirá en ese sentido con Estados Unidos. La decisión de Donald Trump ya ha sido recibida con mucho malestar en el mundo árabe-musulmán.


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Donald Trump y Mike PenceDerechos de autor de la imagenEPA
Image captionDonald Trump muestra la proclamación de su reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel.

El anuncio fue condenado por gran parte de la comunidad internacional: Donald Trump declaró que Estados Unidos reconoce a Jerusalén como la capital de Israel.
Los palestinos, que reclaman la ciudad como la capital de su futuro Estado, quemaron en Gaza imágenes del presidente de Estados Unidos, y el movimiento islamista palestino Hamas llamó a una nueva intifada.
La decisión de Trump aísla a Estados Unidos en uno de los asuntos más delicados de una de las regiones más conflictivas del mundo.
Y generó fuertes críticas de líderes internacionales, incluidos los aliados tradicionales de Washington.
Pero, más allá de las condenas que desató la polémica decisión, ¿qué cambia realmente con el reconocimiento de Trump del estatus de Jerusalén como capital de Israel?

Protesta en territorios palestinosDerechos de autor de la imagenEPA
Image captionMuchos protestaron por la decisión de Donald Trump y el movimiento islamista palestino Hamas llamó a una nueva intifada.

En su anticipado discurso en la Casa Blanca, el presidente estadounidense dijo: "Esto no es ni más ni menos que el reconocimiento de la realidad".
Y la realidad es que, en la práctica, Jerusalén ha sido la capital del Estado de Israel, aunque ninguna potencia internacional lo haya reconocido como tal.

Ciudad dividida

La ciudad, una de las más antiguas del mundo, ha estado dividida entre Jerusalén oriental y occidental desde el final de la guerra árabe-israelí en 1948.
Para dividir ambas partes se trazó una Línea Verde, que era la línea de demarcación entre las fuerzas combatientes.
El área occidental, que estaba habitada principalmente por judíos, quedó bajo hegemonía israelí, mientras que el área oriental, habitada principalmente por palestinos musulmanes y cristianos, quedó bajo control de Jordania.
Los árabes que residían en los barrios de la parte occidental fueron obligados a marcharse hacia el este y viceversa, los judíos que residían en la parte oriental tuvieron que irse.
Entre 1949 y 1967 Israel controló la parte occidental y Jordania tomó el control de la parte oriental, que incluye la ciudad vieja de Jerusalén donde están los importantes sitios sagrados de judíos, musulmanes y cristianos.

JerusalénDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionLa ciudad, una de las más antiguas del mundo, ha estado dividida entre Jerusalén oriental y occidental desde el final de la guerra árabe-israelí en 1948.

Pero en 1967, durante la guerra de los Seis Días, Israel capturó la parte oriental de la ciudad y extendió los límites municipales para colocar a toda Jerusalén bajo su soberanía y su ley civil.
En 1980 Israel aprobó una ley en la que afirmaba que Jerusalén era "una parte integral de Israel y su capital eterna".

Ocupación "ilegal"

El estatus de la ciudad, sin embargo, continuó siendo disputado. Ninguna potencia internacional reconoció a la ciudad como capital israelí y el derecho internacional consideró ilegal la ocupación por parte de Israel de Jerusalén oriental.
Desde entonces, el estatus de Jerusalén ha sido uno de los asuntos clave en el conflicto israelí-palestino y la ciudad continúa dividida entre la parte oriental, donde viven unos 300.000 palestinos, y la parte occidental, con cerca de medio millón de judíos.
En términos prácticos, el Knéset (Parlamento israelí), la oficinal del ​primer ministro y la Corte Suprema israelí están ubicados en el Jerusalén occidental.
Y aunque las embajadas internacionales están en Tel Aviv, los líderes y diplomáticos que visitan Israel mantienen sus reuniones en Jerusalén occidental.

ProtestasDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionEstados Unidos es la primera potencia que reconoce a Jerusalén como capital israelí.

Este año, Rusia reconoció a Jerusalén occidental como capital de Israel.
Trump, en su discurso sobre Jerusalén, no hizo distinciones entre este y oeste.
De hecho, subrayó que su decisión no comprometía los límites geográficos y políticos actuales de la ciudad y que seguía "determinado" a avanzar con el proceso de paz entre israelíes y palestinos.
Indicó que su gobierno "no está tomando partido sobre ningún asunto de estatus final, incluidos los límites específicos de la soberanía israelí en Jerusalén".
Estas palabras, afirman los expertos, dejan abierta la posibilidad de un arreglo eventual en el que un Estado palestino tenga su capital en la parte oriental de Jerusalén.
Trump tampoco se refirió a la "Jerusalén integral" que promueven los líderes israelíes que quieren mantener un control permanente sobre toda la ciudad.
El mandatario también pidió mantener el estatus quo en la ciudad vieja y en los sitios sagrados musulmanes que controlan actualmente autoridades musulmanas.

¿Bueno o malo?

La decisión de Trump, aseguran los analistas, puede ser tanto positiva como negativa para un conflicto que tiene décadas, que varios presidentes estadounidenses han tratado de solucionar y con el que todos han fracasado.

Jerusalén orientalDerechos de autor de la imagenEPA
Image captionEn Jerusalén oriental viven unos 300.000 palestinos según el censo de 2015.

Es un conflicto cuya solución radica en el "asunto de los dos Estados".
"Al final la pregunta no es realmente si la capital de Israel es Jerusalén occidental, sino si la ocupada Jerusalén oriental podrá ser la capital de un Estado palestino", afirma Barbara Plett Usher, corresponsal de la BBC en Nueva York.
La periodista agrega que Trump, al indicar que su administración no está tomando un partido sobre el estatus final de la ciudad, "parecería implicar que el reclamo palestino sobre Jerusalén oriental podría seguir en la mesa de cualquier futura negociación".
Trump dijo que Estados Unidos está comprometido con un acuerdo de paz negociado y que "apoyará una solución de dos Estados si la acuerdan ambas partes".
Algunos aseguran que al reconocer a Jerusalén como capital israelí, Estados Unidos está legitimando la ocupación israelí y la construcción de asentamientos en el oriente de la ciudad.
Pero Trump argumenta que el reconocimiento de Jerusalén avanzará el proceso de paz que su gobierno quiere promover en la región.
Y se dice que su decisión es una "táctica para preparar el terreno de las negociaciones".
Pero tal como señala la corresponsal de la BBC, en su declaración el presidente "no ofreció nada a los palestinos y su discurso se vio como un respaldo para Israel".
"Y es probable que con esto haya saboteado su propia iniciativa de paz", agrega.

Donald TrumpDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionEs claro que la decisión de Donald Trump tiene más que ver con una promesa de campaña que con la diplomacia.

La prueba sobre si sus esfuerzos para la paz en Medio Oriente rendirán frutos se verá en las próximas semanas.
Mahmoud Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina, tiene planeada para entonces una reunión con el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence.
Por lo pronto, los expertos afirman que está claro que estos últimos hechos tienen más que ver con una promesa de campaña del presidente estadounidense que con la diplomacia.
Tal como asegura Mark Landler, corresponsal en la Casa Blanca del diario The New York Times, "para Trump el estatus de Jerusalén siempre ha sido más un imperativo político que un dilema diplomático".
"Y ante la posibilidad de o desilusionar a sus patrocinadores evangélicos y pro-israelíes o alarmar a sus aliados y a los líderes árabes mientras pone en riesgo su propia iniciativa de paz, el presidente decidió ponerse del lado de sus principales partidarios".


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Los enfrentamientos entre palestinos e israelíes tras la decisión de Trump sobre Jerusalén dejan al menos cuatro muertos y más de 300 heridos



Enfretamientos en la ciudad de Nablus.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionManifestantes palestinos y fuerzas israelíes se enfrentaron en varias ciudades de Cisjordania y Gaza.

La violencia se desató entre fuerzas israelíes y palestinos en Cisjordania y Gaza desde el viernes.
Israel dijo que atacó sitios en Gaza pertenecientes al grupo militante Hamas en represalia por el lanzamiento de cohetes hacia territorio israelí.
Las fuerzas israelíes hicieron varias incursiones en almacenes de armas de Hamas el viernes, y llevaron a cabo ataques aéreos en las primeras horas de este sábado.
Durante el ataque murieron dos personas y resultaron heridas otras 160, según un hospital de Gaza.
Esa cifra se suma a la de dos muertos y 217 heridos leves registrados durante las protestas de manifestantes palestinos que se enfrentaron a las fuerzas israelíes el viernes.
Las protestas fueron convocadas por grupos palestinos, que llamaron a un "Día de la ira" en protesta por la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
Durante las protestas, las fuerzas israelíes usaron cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
Las escenas se repitieron en ciudades como Belén, Ramala, Hebrón y Nablus, y en otras localidades más pequeñas.

Enfrentamientos entre palestinos y fuerzas israelíes.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas fuerzas israelíes usaron cañones de agua para dispersar a los manifestantes.

Israel desplegó tropas extra en Cisjordania en anticipo de la violencia después de que los líderes palestinos llamaron a protestar después de las oraciones del viernes.
El jueves, el movimiento islamista palestino Hamas llamó a una nueva intifada.

Policías israelíes en el este de Jerusalén.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionIsrael desplegó policías extra en el este de Jerusalén.

En Jerusalén oriental se produjeron altercados cuando la policía intentó hacer retroceder a cientos de manifestantes fuera de la Ciudad Vieja.
Sin embargo, el corresponsal de la BBC en Jerusalén dijo que las manifestaciones tuvieron un menor seguimiento a las registradas en crisis anteriores.

Protestas en todo el mundo musulmán

El anuncio de Trump fue aplaudido por Israel, pero desató una condena generalizada en el mundo árabe. Miles de manifestantes pro palestinos se reunieron en Jordania, Egipto, Iraq, Turquía e Irán.

Manifestantes pro palestinos en Jordania.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionManifestantes pro palestinos en Jordania.

Las protestas se extendieron también a Malasia, Bangladesh, Pakistán, Afganistán, la región de Cachemira e Indonesia, el país con más musulmanes del mundo.
Sus aliados occidentales también desaprobaron la decisión de Trump, que revirtió décadas de neutralidad estadounidense sobre el estatus de Jerusalén.
Israel siempre ha considerado a Jerusalén su capital, mientras que los palestinos reclaman Jerusalén oriental, ocupada por los israelíes desde 1967, como la capital de un futuro Estado palestino.
Con el anuncio, Estados Unidos se convirtió en el primer país en reconocer a Jerusalén como la capital de Israel desde la fundación de ese Estado en 1948.

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El portaviones de EE.UU. USS Dwight D. Eisenhower (CVN 69) en el GolfoDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa Quinta Flota de EE.UU. patrulla el Golfo para contrapesar la influencia de Irán en la región. Pero, ¿cómo reaccionarán los aliados de EE.UU. a las medidas de Washington?

El reconocimiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de Jerusalén como capital de Israel ha generado más que una simple crítica por parte de los aliados de Washington.
En Bahréin, en la conferencia anual de seguridad Diálogo de Manama, hay una preocupación casi total de que el anuncio será un regalo para los adversarios de la región: Irán, los yihadistas de al Qaeda y el autodenominado Estado Islámico (EI).
"El presidente ha encendido el fuego y ha dejado que sus aliados árabes lidien con el incendio", expresó Elisabeth Marteu, consejera sénior del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés).
Un exoficial de las Fuerzas Especiales de Reino Unido, que solicitó no ser citado, comparó el anuncio con "arrojar en un cuarto una granada sin el gancho de seguridad".
Oficialmente, los líderes del Golfo Árabe siempre han apoyado el derecho palestino a una patria, reconociendo que es una continua fuente de quejas en toda la región, además de una popular causa panárabe y panislámica.
En privado, sin embargo, los miembros veteranos de las familias gobernantes nunca han olvidado por completo el apoyo que la Autoridad Palestina dio a la invasión de Saddam Hussein a Kuwait en 1990.
Poco después de la liberación de ese país, vi un grafiti en un muro de la Ciudad de Kuwait que decía: "Jerusalén es el eterno hogar de los judíos y quien escribe esto es un kuwaití".
Eso fue en 1991 pero las cosas son diferentes ahora. La mayoría de la población en el mundo árabe es muy joven para acordarse de ello e, incluso, para importarle la invasión de 1990, aunque sí se preocupan por Jerusalén.



La controversia por Jerusalén en 2 minutos

Es el tercer sitio más sagrado para el islam, después de La Meca y Medina, y conserva un lugar especial en el corazón de muchos. ¿Qué significa esto para las estrategias antiextremistas? Es un riesgo múltiple.
Primero, es un riesgo que las personas que podían no estar muy contentas con Occidente -pero a la vez no tenían planes de transformar ese sentimiento en acciones violentas- puedan repensar su posición ahora.
Hediya Fathalla, un experto en seguridad del Golfo y exfuncionario del gobierno de Bahréin, dijo a la BBC: "Hay mentalidades yihadistas latentes que están sentadas ahí pensando 'No estoy activo pero tengo estos sentimientos yihadistas', ¿será que esto les dará el empujón?".
El segundo riesgo se encuentra al otro lado de la ecuación, específicamente con las personas que antes cooperaban con las agencias del gobierno de EE.UU. y que ahora puedan estar menos inclinados a hacerlo.
Pudo haber excelentes relaciones de trabajo con, digamos, sus homólogos de la CIA o la Agencia de Seguridad Nacional. Pero en el fondo podría haber dudas sobre si un gobierno en Washington que haya actuado de esta manera sinceramente tenga sus intereses en mente.
Incluso en la cima jerárquica de un país, en la Corte Real de Arabia Saudita, debe haber preocupaciones por que Arabia Saudita haya decidido colaborar tan estrechamente con una Casa Blanca que acaba de enfurecer a gran parte del mundo árabe.
Y, luego, está Irán.
La República Islámica sigue siendo rival de Arabia Saudita por el poder y prestigio en el Medio Oriente. Durante largo tiempo ha apoyado a las milicias antiisraelíes de Hezbolá en Líbano y los territorios palestinos. El ala internacional de su Guardia Revolucionaria se llama "Fuerza Quds", que significa "fuerza de Jerusalén".
"Irán siempre ha usado a Jerusalén como parte de su narrativa cuando quiere incitar a las masas árabes. Eso logró que se alineara con Hamas, así que pienso que les convendrá", consideró Hediya Fathalla.

El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, se dirige a sus adeptos en Beirut, Líbano. 23 de junio de 2017Derechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionHezbolá y su líder, Hassan Nasrallah, están duramente opuestos a Israel.

Elisabeth Marteu también cree que el anuncio de Trump beneficiará a Irán.
"Esto podría representar un gran impulso para Teherán, que está tratando de reparar su imagen después de los conflictos de Siria y Irak", escribió en el sitio web del Instituto Internacional de Estudios Estratégico, que organiza el Diálogo de Manama.
Con el paso del tiempo, el daño a las relaciones entre EE.UU. y sus aliados del Golfo Árabe se arreglarán. Washington es un aliado demasiado grande, poderoso e importante para ser ignorado.
La Quinta Flota de EE.UU. patrulla el Golfo, ofreciendo un contrapeso a la influencia de Irán, mientras que las armas sofisticadas estadounidenses constituyen gran parte del arsenal de la región.
No obstante, el reciente anuncio del presidente es un aviso a los líderes de la región: la Casa Blanca de Donald Trump aún es capaz de provocarles una intensa vergüenza.


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Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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