jueves, 5 de julio de 2018

ATENAS : HISTORIA .- GRECIA .- NATIONAL GEOGRAPHIC .- Partenón, el gran templo de Atenea

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., escribir de la llamada Grecia Antigua, es quizás la delicia más sabrosa y exquisita que se pueda saborear, leyendo tanta belleza en el arte, la ciencia y la sabiduría de los grandes gobernantes que tuvo Grecia.
La construcción del Partenón de Atenea, fue justamente en homenaje a la diosa Atenea, que según la mitología griega representaba: a la sabiduría, la paz, la civilización, la estrategia de las ciencias, de la justicia y de la habilidad. Lamentablemente el Partenón destruido por un bombardeo de venecianos en 1687, recién en estos años el gobierno griego está en un plan de reconstruir el Partenón.

National Geographic .- Narra : "...Para conmemorar la victoria sobre los persas en Maratón en el año 490 a.C., los atenienses decidieron construir un templo a Atenea sobre la colina sagrada de la Acrópolis, que dominaba la ciudad. Diez años después, un nuevo ejército persa irrumpió en Grecia y, tras franquear el paso de las Termópilas, arrasó la ciudad de Atenas. Los vengativos persas se ensañaron especialmente con los edificios religiosos de la Acrópolis, de modo que el nuevo templo, que estaba todavía en fase de construcción, fue destruido hasta sus cimientos..."

National Geographic .- agrega : "...Durante más de tres décadas, la Acrópolis permaneció en ruinas hasta que Pericles, aprovechando la buena situación militar y económica de Atenas, propuso a los atenienses su reconstrucción. La pieza clave del ambicioso proyecto era un nuevo templo a Atenea, la diosa tutelar de la ciudad, que iba a tener diversas funciones: custodiar el tesoro ateniense; conmemorar la gesta de Maratón o, en general, de las dos guerras libradas contra los persas, y, sobre todo, ser la residencia de una enorme estatua criselefantina (en oro y marfil) que debía realizar Fidias, amigo de Pericles y supervisor general de todo el proyecto. De hecho, se puede decir que templo y estatua estaban construidos el uno para la otra..."

National Geographic .- añade : "..Fidias se centró en la decoración escultórica del conjunto, mientras de la construcción se encargaban dos arquitectos, Ictino y Calícrates; el ingeniero romano Vitrubio, que escribió cuatro siglos más tarde, menciona a un tercer arquitecto llamado Carpión del que no tenemos más noticias. No sabemos el tipo de relación que mantenían los arquitectos y la forma en que se ocupaban de los trabajos. Las obras necesitaron, además, gentes dedicadas a los más variados oficios: canteros, albañiles, carpinteros, doradores, pintores, escultores, herreros, modeladores de cera, transportistas y operadores de poleas..."

National Geographic .- asimismo dice: "La escultura de la diosa se alzaba en medio de un marco escenográfico imponente, formado por dos pisos de columnas dóricas que recorrían las paredes laterales y el fondo de la estancia. Esta innovación, tal vez concebida por Fidias, fue copiada posteriormente en otros templos, como el dedicado a Hefesto en el ágora ateniense, o el de Basas en el Peloponeso, obra de Ictino, uno de los arquitectos del Partenón. La anchura del edificio, con sus ocho columnas en las fachadas, contribuía al mismo propósito: conseguir un espacio excepcionalmente amplio, más apropiado para el lucimiento de la monumental estatua..."
 
National Geographic ,- finaliza : "..El templo, con la estatua en su interior, se inauguró en el festival de las Panateneas del año 438 a.C., cuando aún faltaban las esculturas de los frontones. Por entonces, Fidias fue acusado de apropiarse de parte del oro destinado a la efigie de Atenea y de haberse representado en el escudo que portaba la diosa, por lo que tuvo que marchar al exilio. Los frontones se terminaron sin contar con su mano, aunque, sin duda, se siguieron los modelos que había preparado, y se colocaron en el año 433 a.C. En adelante, el Partenón, creado para demostrar la grandeza y el poder de Atenas, se convirtió, por su singular perfección y belleza, en el símbolo de la ciudad y de toda la civilización griega."

http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/partenon-el-gran-templo-de-atenea_6357/2
http://www.nationalgeographic.com.es/temas/partenon-de-atenas/fotos/1/1
Tras la destrucción de la Acrópolis por los persas en 480 a.C., Pericles proyectó la construcción en la colina sagrada de un majestuoso templo a mayor gloria de Atenea
 
La Atenea Varvakeion exhibida en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
La Atenea Varvakeion es una estatua de época romana de Atenea Partenos que forma parte de la colección del Museo Arqueológico Nacional de Atenas. Es generalmente considerada la reproducción más fiel de la a estatua crisoelefantina hecha por Fidias y sus ayudantes, erigida en el Partenón.[1]​ La fecha de su labrado oscila del 200-250.[2]
La estatua mide 1,05 metros de alto, aproximadamente uno duodécima parte de la altura estimada de la original.[2]​ Está esculpida en mármol del Pentélico y son visibles rastros de pintura roja y amarilla. Atenea está vestida con un peplo, encima lleva la égida, decorada con serpientes y con el gorgoneion en el centro.[2]​ Lleva un casco ático con las protecciones de las mejillas vueltas hacia arribas; tiene tres crestas, en el centro hay una esfinge y en los lados Pegaso[1][2]​ En la mano izquierda hay restos sobe el borde del escudo, que sujeta el gorgoneion; los restos de escudo con el oikouros ophis (serpiente sagrada) se identifican con Erictonio de Atenas, el fundador legendario de la ciudad.[1]​ La mano derecha extendida se apoya en una columna con una figura alada de Niké; falta la cabeza de esta imagen más pequeña.[3]​ La Niké viste también un peplos y está girada un poco hacia la figura principal.[3]​ La estatua está sobre una base rectangular.[2]
Algunas diferencias con la original son descritas por Pausanias y Plinio el Viejo. La base original estuvo decorada con un friso con el nacimiento de Pandora, mientras que en la copia es plana. Pausanias también describe una lanza de la que carece la copia. El escudo carece de la amazonomaquia en el frente que describió Plinio.[2]​ La presencia de la columna es mencionada por muchos autores con en el argumento de si la original requirió un soporte similar, aunque muchas reconstrucciones lo omiten (por ejemplo, en el Partenón de Nashville).[3]
La estatua es llamada así el lugar de su descubrimiento en 1880, cerca el sitio original de la Escuela Varvakeion.[3][1]
WIKIPEDIA.
 
ATENEA   Athena Giustiniani, copia romana del original griego atribuido a Fidias. Museos Vaticanos.
En la mitología griega, Atenea[1][2][3]​ (del griego ático Ἀθήνα, transl. Athēnē, o Ἀθηναίη, Athēnaiē), también conocida como Palas Atenea (Παλλὰς Aθήνα) es la diosa de la paz, la civilización, sabiduría, estrategia, de las ciencias, de la justicia y de la habilidad.[4]​ Fue una de las principales divinidades del panteón griego y una de los doce dioses olímpicos. Atenea recibió culto en toda la Grecia Antigua y en toda su área de influencia, desde las colonias griegas de Asia Menor hasta las de la península ibérica y el norte de África. Su presencia está atestiguada hasta en las proximidades de la India. Por ello su culto tomó muchas formas e incluso tuvo una extensión considerable hasta el punto de que su figura fue sincretizada con otras divinidades en las regiones aledañas al Mediterráneo. En la mitología romana se la adoraba con el nombre de Minerva.
La versión más tradicional de su mito la representa como hija partenogenética de Zeus, nacida de su frente ya completamente armada después de que se tragase a su madre. Jamás se casó o tuvo amantes, y mantuvo una virginidad perpetua. Era imbatible en la guerra, ni el mismo Ares pudo derrotarla. Fue patrona de varias ciudades pero se volvió más conocida como protectora de Atenas y de toda la región del Ática. También protegió a muchos héroes y otras figuras míticas, y aparece en una gran cantidad de episodios de la mitología.
Fue una de las deidades más representadas en el arte griego y su simbología ejerció una profunda influencia sobre el propio pensamiento de aquella cultura, en especial en los conceptos relativos a la justicia, la sabiduría y la función social de la cultura y las artes, cuyos reflejos son perceptibles hasta nuestros días en todo el Occidente.
WIKIPEDIA.
 
ATENEA .- Relieve de la Atenea pensativa. Descansado sobre una lanza, Atenea mira a una estela rectangular, quizá un mojón de un templo o una estela funeraria; otras opiniones aseguran que esta representación la muestra apesadumbrada leyendo una inscripción alusiva a la destrucción de Atenas durante las Guerras Médicas. C. 460 a. C. (Museo de la Acrópolis de Atenas n.º 695).
WIKIPEDIA.
 
El símbolo del poder ateniense
En el año 449 a.C., Pericles persuadió a los atenienses de la necesidad de erigir en la Acrópolis un templo dedicado a Atenea, como testimonio de la grandeza de la ciudad.
SANDRA RACCANELLO / FOTOTECA 9X12

Acróteras y estatuas
Un lapita y un centauro se enfrentan en esta metopa del partenón. Nuevo Museo de la Acrópolis, Atenas.
COOPER / GETTY IMAGES

Las inmensas columnas
Ocho columnas decoran los frontales del Partenón, y diecisiete sus flancos laterales. De estilo dórico, cada una mide 10,93 metros de alto y 1,91 de diámetro.
RICHARD TAYLOR / FOTOTECA 9X12

Los obreros del Partenón
Multitud de obreros especializados trabajaron en la construcción del Partenón, como muestra el óleo de la imagen, copia de W. Ahlborn de 1836.
AKG / ALBUM

La colina de Atenea
La Acrópolis acoge otros templos dedicados a Atenea, como el Erecteion, a la izquierda del Partenón, y el de Atenea Niké, en el bastión de la derecha.
G.A. ROSSI / AGE FOTOSTOCK

Atenea, la protagonista
Los dos frontones del Partenón fueron las últimas decoraciones escultóricas que se llevaron a cabo. El del este, que apenas se conserva, narraba el nacimiento de Atenea.
HARALD SUND / GETTY IMAGES

Divinidades en el friso
Los dioses Poseidón, Apolo y Ártemis contemplan desde el Olimpo la procesión de las Panateneas en este fragmento de friso del Partenón. Museo Británico.
G. NIMATALLAH / AGE FOTOSTOCK

Dedicada a la diosa
Apodada "la malcarada" por su seriedad, esta koré, obra del escultor Eutidicos, se halló en la Acrópolis. Era una ofrenda votiva a Atenea.
Francisco Javier Murcia
4 de septiembre de 2012

Partenón, el gran templo de Atenea

Para conmemorar la victoria sobre los persas en Maratón en el año 490 a.C., los atenienses decidieron construir un templo a Atenea sobre la colina sagrada de la Acrópolis, que dominaba la ciudad. Diez años después, un nuevo ejército persa irrumpió en Grecia y, tras franquear el paso de las Termópilas, arrasó la ciudad de Atenas. Los vengativos persas se ensañaron especialmente con los edificios religiosos de la Acrópolis, de modo que el nuevo templo, que estaba todavía en fase de construcción, fue destruido hasta sus cimientos.

Durante más de tres décadas, la Acrópolis permaneció en ruinas hasta que Pericles, aprovechando la buena situación militar y económica de Atenas, propuso a los atenienses su reconstrucción. La pieza clave del ambicioso proyecto era un nuevo templo a Atenea, la diosa tutelar de la ciudad, que iba a tener diversas funciones: custodiar el tesoro ateniense; conmemorar la gesta de Maratón o, en general, de las dos guerras libradas contra los persas, y, sobre todo, ser la residencia de una enorme estatua criselefantina (en oro y marfil) que debía realizar Fidias, amigo de Pericles y supervisor general de todo el proyecto. De hecho, se puede decir que templo y estatua estaban construidos el uno para la otra.

Comienzan las obras

Fidias se centró en la decoración escultórica del conjunto, mientras de la construcción se encargaban dos arquitectos, Ictino y Calícrates; el ingeniero romano Vitrubio, que escribió cuatro siglos más tarde, menciona a un tercer arquitecto llamado Carpión del que no tenemos más noticias. No sabemos el tipo de relación que mantenían los arquitectos y la forma en que se ocupaban de los trabajos. Las obras necesitaron, además, gentes dedicadas a los más variados oficios: canteros, albañiles, carpinteros, doradores, pintores, escultores, herreros, modeladores de cera, transportistas y operadores de poleas.

Sabemos por las inscripciones que los trabajadores eran ciudadanos de Atenas, metecos (extranjeros con carta de residencia) y esclavos; y que todos cobraban lo mismo por el mismo trabajo. Las labores especializadas se retribuían a razón de un dracma por día. Por sorprendente que nos parezca, los arquitectos cobraban un dracma también, a pesar de su responsabilidad.

De la cantera a la obra

El templo se realizaría por entero con el mármol procedente del monte Pentélico, que se levantaba a unos 16 kilómetros al noreste de Atenas. Era un brillante mármol blanco que con el paso del tiempo adquiría una fina pátina dorada por las inclusiones de hierro y cuya dureza lo hacía especialmente indicado para la construcción. Sobre la vertiente suroeste de la montaña todavía se puede reconocer la zona de la cantera donde se extrajo el mármol para los edificios de la Acrópolis; sólo para el Partenón se utilizaron 22.000 toneladas.
Los canteros separaban bloques de la misma altura por medio de canales tallados con cincel. Luego se hacían agujeros alargados paralelos a la veta del mármol y se introducían en ellos cuñas de madera. Cuando éstas se mojaban, se hinchaban y desprendían el bloque de mármol del resto de la roca. El bloque se trabajaba en la misma cantera hasta casi darle la forma definitiva; sólo se dejaba por pulir una capa de pocos centímetros. La pieza resultante debía ser lo más ligera posible para facilitar el transporte.
Una vez terminadas, las piezas descendían ladera abajo a bordo de trineos que discurrían por una especie de pista visible aún hoy. A ambos lados de la pista había unos agujeros cuadrados donde encajaban unas estacas de madera por donde se pasaban unas cuerdas atadas al trineo para controlar la velocidad de descenso. Al pie de la montaña se cargaban los bloques en unos carros tirados por bueyes y se llevaban a la ciudad en un viaje que podía durar hasta dos días. En la obra, los bloques se alzaban por medio de poleas y grúas; las piezas del Partenón no eran de grandes dimensiones, precisamente para facilitar su manejo.
Los arquitectos aprovecharon los cimientos del antiguo templo destruido por los persas, pero hubo que ampliarlos hacia el lado norte de la explanada de la Acrópolis. El nuevo templo iba a ser más ancho, y contaría con ocho columnas en las dos fachadas o lados cortos y 17 en los lados largos. A continuación, se elevaron tres escalones y sobre el superior, llamado estilóbato, se levantó la columnata exterior o peristilo.
Cada columna estaba formada por diez o doce tambores. Como el estilóbato no era totalmente plano había que hacer cuidadosos ajustes para asentar los tambores de las columnas. Apoyados en ellas se colocaron los arquitrabes, bloques de mármol dispuestos en forma horizontal. Y sobre ellos se añadió el friso, en cuya decoración se alternaban triglifos y metopas.
Los triglifos eran rectángulos de mármol decorados con acanaladuras: se trataba de una representación en piedra del final de una viga, que recordaba los primitivos templos de madera. Las metopas, con figuras esculpidas en altorrelieve, se situaban entre los triglifos. Había 92 metopas, que rodeaban todo el templo. Puesto que las metopas eran parte de la estructura que debía soportar el techo fueron las primeras esculturas realizadas para el edificio y, seguramente, la necesidad de acabarlas rápidamente explica que Fidias tuviera numerosos colaboradores.

La magnífica estancia de la diosa

A continuación se levantaron los muros del templo. Los sillares se ponían uno sobre otro sin argamasa y se enlazaban por medio de abrazaderas de hierro que luego se recubrían de plomo para evitar la oxidación. Dentro del templo se crearon dos estancias totalmente separadas por un muro interior. En la más amplia, la naos (a la que se accedía por el pórtico delantero, el principal), se alojaría la monumental estatua criselefantina que estaba realizando Fidias. Quien entrase en la naos, iluminada por unas ventanas a los lados de la puerta, quedaría sobrecogido ante la imagen de Atenea.
La escultura de la diosa se alzaba en medio de un marco escenográfico imponente, formado por dos pisos de columnas dóricas que recorrían las paredes laterales y el fondo de la estancia. Esta innovación, tal vez concebida por Fidias, fue copiada posteriormente en otros templos, como el dedicado a Hefesto en el ágora ateniense, o el de Basas en el Peloponeso, obra de Ictino, uno de los arquitectos del Partenón. La anchura del edificio, con sus ocho columnas en las fachadas, contribuía al mismo propósito: conseguir un espacio excepcionalmente amplio, más apropiado para el lucimiento de la monumental estatua.
La otra estancia, a la que se accedía por el pórtico trasero, era mucho más pequeña. En ella, los arquitectos decidieron usar cuatro esbeltas columnas jónicas para sostener el techo, en lugar de un doble piso de columnas dóricas. Esta sala, donde se guardaba el tesoro de la ciudad, era la que recibía el nombre de Partenón, "cámara de las doncellas", por ser, en principio, un espacio destinado a las jóvenes que cumplían un importante papel en el culto a Atenea. Ya en el siglo IV a.C., este nombre pasó a designar todo el edificio en su conjunto.
En la parte exterior del muro se decidió añadir un friso, de un metro de altura, que rodearía el templo en su totalidad, con unos 160 metros de longitud. Parece que fue una alteración del proyecto decorativo inicial, y no se sabe con seguridad si se esculpió allí mismo o en el taller. En todo caso, representaba un considerable esfuerzo para un elemento que se situaba a doce metros del suelo y que no iba a ser especialmente visible desde fuera del templo. De nuevo podemos pensar que Fidias se encargó del diseño del conjunto que luego plasmaron en el mármol diversos artistas. El friso parece que representaba la procesión de las Panateneas, una procesión cívica que cada año subía a la Acrópolis para ofrecer un nuevo peplo o vestido a la estatua de la diosa.

Los detalles finales

Finalmente se construyó el techo, formado por un armazón de madera que sostenía las tejas. Éstas se solían hacer de barro cocido, pero en el Partenón se decidió usar también mármol. Las tejas eran planas y en sus uniones, para conseguir que el tejado fuera impermeable, se colocaba otra, la "teja de cubierta", que en el alero del edificio se remataba con un elemento decorativo llamado antefija, con forma de cabeza o palmeta, para romper la monotonía de la línea recta del tejado.
Cuando el templo estaba prácticamente terminado se eliminaron las protuberancias de los sillares y de los tambores –las que se habían empleado para elevarlos mediante sogas–, y se realizó el estriado de las columnas. Ésta era una tarea sumamente delicada, pero aportaba una gran belleza al monumento. Sólo el primer tambor de la columna, que se apoyaba sobre el estilóbato, se estriaba antes de su colocación para evitar que en el proceso se dañase el pavimento del templo. Finalmente, las superficies de las columnas se alisaron y pulieron con tal cuidado que apenas se pueden ver las junturas o uniones de las piezas.
El templo, con la estatua en su interior, se inauguró en el festival de las Panateneas del año 438 a.C., cuando aún faltaban las esculturas de los frontones. Por entonces, Fidias fue acusado de apropiarse de parte del oro destinado a la efigie de Atenea y de haberse representado en el escudo que portaba la diosa, por lo que tuvo que marchar al exilio. Los frontones se terminaron sin contar con su mano, aunque, sin duda, se siguieron los modelos que había preparado, y se colocaron en el año 433 a.C. En adelante, el Partenón, creado para demostrar la grandeza y el poder de Atenas, se convirtió, por su singular perfección y belleza, en el símbolo de la ciudad y de toda la civilización griega.
PARA SABER MÁS
La ciudad antigua. Peter Connolly. Acento, Madrid, 1998.
El friso del Partenón. Ian Jenkins. Electa, Barcelona, 2004.


Partenón de Atenas

El Partenón y el monte Licabeto
La Acrópolis está situada en una altiplanicie en el centro de Atenas. Al fondo se puede observar el monte Licabeto y en primer término la parte oeste del Partenón.

El frontón oeste del Partenón
Las obras en el frontón oeste del Partenón de Atenas comenzaron el jueves 22 de junio.  El maravilloso templo construido entre los años 447 a. C. y 432 a. C. en la Acrópolis de Atenas quedó muy dañado en 1687 tras el bombardeo de los venecianos a Atenas.
Foto: Ministry of Culture, Greece

Obras de restauración del Partenón
Las obras de restauración de esta maravilla de la Antigua Grecia se prolongarán durante dos años. Este tipo de trabajos son largos y costosos debido a la complejidad y el máximo cuidado que deben poner los operarios en cada movimiento.
Foto: Ministry of Culture, Greece

Acrópolis de Atenas
Situada en un monte de apenas 150 metros de altura, la Acrópolis es visible desde prácticamente cualquier rincón de Atenas. E igualmente, desde lo alto del mismo, se puede observar la enorme extensión de la ciudad. 
Foto: Ministry of Culture, Greece

Operarios y turistas
La Acrópolis de Atenas es el centro del turismo de la capital de Grecia. Miles de personas visitan cada año el complejo, de ahí que durante las obras de restauración del Partenón los turistas continúen admirando esta joya de la Antigua Grecia mientras los operarios se empeñan en restaurarla.  
Foto: Ministry of Culture, Greece

El Partenón de Atenas
La impresionante estructura del mayor edificio de la Acrópolis está formada por dos cuerpos, la naos y el opistódomos, algo inédito en la época, que reposan sobre una plataforma llamada estilobato. En la naos había un espacio destinado a albergar una enorme estatua de la diosa Atenea esculpida por Fidias en oro y mármol. Una de las partes más interesantes del templo es la fachada, en cuya parte superior se hallan los frisos. Estos representaban las Panateneas –una procesión anual para llevar ofrendas a los dioses– los frontones narraban escenas de la vida de Atenea y en en el resto de los frisos aparecía la historia de diferentes guerras, entre ellas la de Troya. 
Foto: Gtres

El emblema de la democracia griega
Se trata de un templo octástilo (ocho columnas al frente) y períptero (rodeado de columnas) construido bajo la supervisión de Fidias por los arquitectos Calícrates e Ictinos. Dedicado a la diosa Atenea, protectora de la ciudad, se considera el templo más importante de estilo dórico que se conserva actualmente y un símbolo de la Grecia clásica y de su sistema democrático. Fue construido como una ofrenda –eximiéndolo de su función de culto– bajo el gobierno de Pericles, quien otorgó a todos los edificios un carácter público. 
Foto: YANNIS SKOULAS, Greek National Tourism Organisation

La explosión del Partenón en 1687
Bombardeo del partenón en 1687. Grabado aparecido en el libro Attene Atica, de Francesco Fanelli, Venecia, 1707.
Imagen: Cordon Press

La Acrópolis en 1863
En esta vista, los escombros de la explosión de 1687 son aún visibles. Óleo por Ippolito Caffi. Museo di Ca’ Pesaro, Venecia.
Imagen: Bridgeman / Index

El asedio griego de 1827
En plena guerra de independencia, los griegos sitiaron a la guarnición turca en la Acrópolis e incluso planearon volar el Partenón. Óleo por Panagiotis Zografos.
Imagen: Corbis / Cordon Press

Fachada este del Partenón
Es la parte que ha resistido mejor las vicisitudes que ha sufrido el templo, incluida la explosión de 1687. Lord Elgin retiró en 1801 las estatuas que quedaban del frontón.
Foto: Mlenny Photography / Getty Images

Vista de la Acrópolis
En la década de 1930 se reconstruyeron las columnas del Partenón a partir de los fragmentos conservados en la explanada de la Acrópolis tras la explosión de 1687.
Foto: Georg Gerster / Age Fotostock
NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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