Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el cuerpo herido del bandolero Emilio Segundo era transportado en una camilla con dirección a su casa por los jóvenes Andrés Huamán Campos y Epifanio Maza Campos, quienes aún siendo enemigos del herido, aceptaron llevarlo sobre sus hombros por una botella de licor, que les ofreció don Emilio Culquicondor padre del herido; pero cuando ellos ya habían avanzado la mayor parte del trayecto y subiendo cuesta arriba al otro lado de la Quebrada, ellos se encontraron con tres desafiantes individuos, quienes bajaban cuesta abajo, con dirección a la fiesta de la señora Zoila, quien era la misma que invitó a los cargadores de la camilla; hubo un intento de desafío entre Andrés Huamán Campos y el que parecía líder de los tres desconocidos y como éste intentó agredir a Andrés, el afectado respondió con un puñetazo a la boca del estómago doblegando al atacante, ante el asombro de todos los presentes allí....
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Andrés Huamán Campos, no era bandolero, pero si concurría a cuanta fiesta, que era común en diferentes lugares, celebrando aniversarios del algún suceso, cumpleaños o ferias patronales de algún Santo Patrono, y allí conoció a muchos peleadores y bandoleros que lo desafiaron, y todo indicaba que ganó muchos de estos retos, razón por lo que aún cuenta con vida y sin ninguna cicatriz originada por broncas y pleitos, él si perdió ante Emilio Segundo y le quitó una huambra(doncella) y son enemigos acérrimos...
Entonces, ante la sorpresa total cuando Andrés y Epifanio subían con la camilla a cuestas se encontraron con tres individuos que bajaban y uno de ellos retó a Andrés para pelear en la casa de Zoila(dama anfitriona de la fiesta); pero Andrés con la sorpresa total aceptó el reto, hubo un intercambio de insultos, que originó el inicio de una bronca, justo el joven Andrés le dio un puñetazo en la boca del estómago al atacante que lo tenía cogido del cuello, doblegándolo y soltó la chaveta.
Pero, ante el asombro de los demás allí presentes, quienes solo observaban; el atacante al inclinarse hacia adelante por el insoportable dolor al estómago, no pudo sostenerse en pie y cayó pesadamente al suelo, quien no atinó sostenerse con sus propias manos al tenerlas ocupadas sobándose el estómago.
No hubo reacción de los dos sujetos, que hubiese sido lo natural, como mecanismo de defensa en ayuda del compañero caído.
Andrés, dio por terminado el incidente, cargó de nuevo la camilla con Epifanio y continuaron su camino cuesta arriba; Tobías y don Emilio caminaban atrás, algo así como protegiendo a los cargadores, pero nadie los seguía, todos ellos estaba mudos, hasta que fue Tobías, quien rompió el silencio y preguntó a Andrés, así:
--- Dígame amigo: ¿Usted conoce a esos hombres?
Andrés le contestó, así
--- No, nunca los he visto antes, y como dice el refrán: "No los he visto ni en pelea de perros".
Allí terminó el diálogo y llegaron a la ladera, bajaron la camilla y descansaron un rato, y recién habló el herido Emilio Segundo, agradeciendo a quienes fueron (son) sus enemigos y ahora ellos los ayudan a él, y agregó:
--- Yo si conozco a los desconocidos, ellos son ecuatorianos, los conocí en una fiesta que se celebró en Amaluza, hubo desafíos entre peruanos y ecuatorianos, yo vencí a los dos que me tocó, lamento que uno de ellos murió y era hermano del que te desafió Andrés, no entiendo por qué lo hizo; pero recibió su merecido, los otros dos sólo actúan con tragos adentro; creí que iba ser mi final, asesinándome, pero ni siquiera me vieron, todo fue contra ti Andrés, repito no lo entiendo...
Pero, Andrés ni Epifanio contestaron; todo indicaba que ellos mantenían su enemistad con Emilio Segundo, y si lo lleva en hombres, fue solamente por la botella de licor que ellos necesitan con urgencia para llegar con algo a la fiesta.
Después del descanso, de nuevo Andrés y Epifanio levantaron y cargaron la camilla, siguieron hasta llegar a la casa de don Emilio Culquicondor, y estando en casa soltaron la camilla en el corredor de la casa, ya no hubo diálogo; don Emilio ingresó a la sala de su casa, estando allí ubicó su escondite de las botellas de licor, y eligió tres, las limpió del polvo y las sacó y dijo:
--- Amigos, aquí tienen tres botellas, dos de macerados y una de aguardiente de primera, son suyas, les hago este obsequio por haber cargado a mi hijo y siempre estaré agradecido por sus buenas acciones...
Entonces, intervino Andrés y contestó:
--- No tiene por que preocuparse señor Culquicondor, sólo hicimos una obra de caridad, sin mirar a quien lo hacíamos; pero tres botellas de licor es mucho, tan sólo necesitamos una y escogeré la que llevaré.
Andrés, de inmediato eligió la botella de aguardiente, era del primer cogollo(primer humo del alambique) y agregó:
--- Muchas gracias señor Culquicondor, no veo a Tomás, haga llegar mis recuerdos, hasta luego...
Los dos jóvenes se fueron sin más cumplidos, no hubo una sola palabra a Emilio Segundo, en todo momento lo ignoraron y desaparecieron en el horizonte...
Los dueños de casa, levantaron en peso el cuerpo de Emilio Segundo, desde la camilla lo tendieron sobre el poyo, encima de una jerga nueva, allí le bajaron el pantalón y ciertamente se había hinchado la herida, se había formado una "bola"(protuberancia) dando la impresión que aún estaban los testículos, era el principio de una infección peligrosa...
Ante la emergencia, don Emilio como un buen padre, le tomó la temperatura y pasó su mano por la frente de su hijo, y al tocarle estaba que hervía de calor: había fiebre; por lo que ingresó a la sala sacó una bandeja grande, luego ordenó a Tobías llenar calabazos (no habían baldes metálicos ni plásticos) con agua y traer y llenar la bandeja..
Luego don Emilio, pidió ayuda a Tobías, levantaron el cuerpo de Emilio Segundo sin pantalón y lo llevaron hasta la bandeja, allí lo zambulleron , originando la protesta de Emilio Segundo por la frialdad del agua...
Era algo maravilloso al ingresar el cuerpo curucho(desnudo) de Emilio Segundo, el agua hizo burbujas a la altura de la herida; de inmediato don Emilio seguía controlando la temperatura del herido, tocándole la frente con suavidad, poco a poco se iba enfriando; hasta que el "médico casero" consideró conveniente y ordenó a Tobías para levantar el cuerpo, de nuevo lo colocaron sobre el poyo(asientos largos hechos de adobe de tierra, que la mayoría de las casas campesinas lo tienen para descansar u ofrecer asientos a las visitas).
Entonces, don Emilio, observó la herida que continuaba húmeda, pero se había desinflado, sólo se observaba la grotesca costura(sutura) hecha por las manos de Florinda, de nuevo don Emilio ingresó a la sala buscó y sacó una botella de hierbas medicinales macerada que le llamaba Pítima; la destapó y afloró un aroma muy fuerte que se expandió que hizo toser a con Emilio, pero siguió con su trabajo provisto de un trapo limpio lo humedeció con el contenido de la Pítima y lo pasó por la herida, hizo dar espantosos gritos al herido; seguramente el alcohol macerado era tan concentrado que actuó como cicatrizante para la herida.
Don Emilio, mudo y sin comentarios, no hacía caso a las protestas del herido, siguió humedeciendo y aplicando a la herida, hasta que se formó algo parecido a una costra, pues el remedio estaba funcionando más rápido de lo esperado; por que el herido ya no tenía fiebre, tampoco dolor en la herida y entró en un proceso de recuperación, que incluso le vino sueño.
El individuo capado(castrado) por Florinda Campos como venganza por la violación violenta que ella fue objeto, había sido un éxito, el infeliz sigue vivo y sanará............. y ya no violará nunca más a otras mujeres que se crucen en el camino....
Continuaremos.....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
ayabaca@hotmail.com
ayabaca@yahooc.om
Andrés Huamán Campos, no era bandolero, pero si concurría a cuanta fiesta, que era común en diferentes lugares, celebrando aniversarios del algún suceso, cumpleaños o ferias patronales de algún Santo Patrono, y allí conoció a muchos peleadores y bandoleros que lo desafiaron, y todo indicaba que ganó muchos de estos retos, razón por lo que aún cuenta con vida y sin ninguna cicatriz originada por broncas y pleitos, él si perdió ante Emilio Segundo y le quitó una huambra(doncella) y son enemigos acérrimos...
Entonces, ante la sorpresa total cuando Andrés y Epifanio subían con la camilla a cuestas se encontraron con tres individuos que bajaban y uno de ellos retó a Andrés para pelear en la casa de Zoila(dama anfitriona de la fiesta); pero Andrés con la sorpresa total aceptó el reto, hubo un intercambio de insultos, que originó el inicio de una bronca, justo el joven Andrés le dio un puñetazo en la boca del estómago al atacante que lo tenía cogido del cuello, doblegándolo y soltó la chaveta.
Pero, ante el asombro de los demás allí presentes, quienes solo observaban; el atacante al inclinarse hacia adelante por el insoportable dolor al estómago, no pudo sostenerse en pie y cayó pesadamente al suelo, quien no atinó sostenerse con sus propias manos al tenerlas ocupadas sobándose el estómago.
No hubo reacción de los dos sujetos, que hubiese sido lo natural, como mecanismo de defensa en ayuda del compañero caído.
Andrés, dio por terminado el incidente, cargó de nuevo la camilla con Epifanio y continuaron su camino cuesta arriba; Tobías y don Emilio caminaban atrás, algo así como protegiendo a los cargadores, pero nadie los seguía, todos ellos estaba mudos, hasta que fue Tobías, quien rompió el silencio y preguntó a Andrés, así:
--- Dígame amigo: ¿Usted conoce a esos hombres?
Andrés le contestó, así
--- No, nunca los he visto antes, y como dice el refrán: "No los he visto ni en pelea de perros".
Allí terminó el diálogo y llegaron a la ladera, bajaron la camilla y descansaron un rato, y recién habló el herido Emilio Segundo, agradeciendo a quienes fueron (son) sus enemigos y ahora ellos los ayudan a él, y agregó:
--- Yo si conozco a los desconocidos, ellos son ecuatorianos, los conocí en una fiesta que se celebró en Amaluza, hubo desafíos entre peruanos y ecuatorianos, yo vencí a los dos que me tocó, lamento que uno de ellos murió y era hermano del que te desafió Andrés, no entiendo por qué lo hizo; pero recibió su merecido, los otros dos sólo actúan con tragos adentro; creí que iba ser mi final, asesinándome, pero ni siquiera me vieron, todo fue contra ti Andrés, repito no lo entiendo...
Pero, Andrés ni Epifanio contestaron; todo indicaba que ellos mantenían su enemistad con Emilio Segundo, y si lo lleva en hombres, fue solamente por la botella de licor que ellos necesitan con urgencia para llegar con algo a la fiesta.
Después del descanso, de nuevo Andrés y Epifanio levantaron y cargaron la camilla, siguieron hasta llegar a la casa de don Emilio Culquicondor, y estando en casa soltaron la camilla en el corredor de la casa, ya no hubo diálogo; don Emilio ingresó a la sala de su casa, estando allí ubicó su escondite de las botellas de licor, y eligió tres, las limpió del polvo y las sacó y dijo:
--- Amigos, aquí tienen tres botellas, dos de macerados y una de aguardiente de primera, son suyas, les hago este obsequio por haber cargado a mi hijo y siempre estaré agradecido por sus buenas acciones...
Entonces, intervino Andrés y contestó:
--- No tiene por que preocuparse señor Culquicondor, sólo hicimos una obra de caridad, sin mirar a quien lo hacíamos; pero tres botellas de licor es mucho, tan sólo necesitamos una y escogeré la que llevaré.
Andrés, de inmediato eligió la botella de aguardiente, era del primer cogollo(primer humo del alambique) y agregó:
--- Muchas gracias señor Culquicondor, no veo a Tomás, haga llegar mis recuerdos, hasta luego...
Los dos jóvenes se fueron sin más cumplidos, no hubo una sola palabra a Emilio Segundo, en todo momento lo ignoraron y desaparecieron en el horizonte...
Los dueños de casa, levantaron en peso el cuerpo de Emilio Segundo, desde la camilla lo tendieron sobre el poyo, encima de una jerga nueva, allí le bajaron el pantalón y ciertamente se había hinchado la herida, se había formado una "bola"(protuberancia) dando la impresión que aún estaban los testículos, era el principio de una infección peligrosa...
Ante la emergencia, don Emilio como un buen padre, le tomó la temperatura y pasó su mano por la frente de su hijo, y al tocarle estaba que hervía de calor: había fiebre; por lo que ingresó a la sala sacó una bandeja grande, luego ordenó a Tobías llenar calabazos (no habían baldes metálicos ni plásticos) con agua y traer y llenar la bandeja..
Luego don Emilio, pidió ayuda a Tobías, levantaron el cuerpo de Emilio Segundo sin pantalón y lo llevaron hasta la bandeja, allí lo zambulleron , originando la protesta de Emilio Segundo por la frialdad del agua...
Era algo maravilloso al ingresar el cuerpo curucho(desnudo) de Emilio Segundo, el agua hizo burbujas a la altura de la herida; de inmediato don Emilio seguía controlando la temperatura del herido, tocándole la frente con suavidad, poco a poco se iba enfriando; hasta que el "médico casero" consideró conveniente y ordenó a Tobías para levantar el cuerpo, de nuevo lo colocaron sobre el poyo(asientos largos hechos de adobe de tierra, que la mayoría de las casas campesinas lo tienen para descansar u ofrecer asientos a las visitas).
Entonces, don Emilio, observó la herida que continuaba húmeda, pero se había desinflado, sólo se observaba la grotesca costura(sutura) hecha por las manos de Florinda, de nuevo don Emilio ingresó a la sala buscó y sacó una botella de hierbas medicinales macerada que le llamaba Pítima; la destapó y afloró un aroma muy fuerte que se expandió que hizo toser a con Emilio, pero siguió con su trabajo provisto de un trapo limpio lo humedeció con el contenido de la Pítima y lo pasó por la herida, hizo dar espantosos gritos al herido; seguramente el alcohol macerado era tan concentrado que actuó como cicatrizante para la herida.
Don Emilio, mudo y sin comentarios, no hacía caso a las protestas del herido, siguió humedeciendo y aplicando a la herida, hasta que se formó algo parecido a una costra, pues el remedio estaba funcionando más rápido de lo esperado; por que el herido ya no tenía fiebre, tampoco dolor en la herida y entró en un proceso de recuperación, que incluso le vino sueño.
El individuo capado(castrado) por Florinda Campos como venganza por la violación violenta que ella fue objeto, había sido un éxito, el infeliz sigue vivo y sanará............. y ya no violará nunca más a otras mujeres que se crucen en el camino....
Continuaremos.....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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