jueves, 22 de noviembre de 2018

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo CDLXXX.- Don Emilio Culquicondor, hace planes como rescatar el cadáver de su hijo Emilio Segundo, y acuerda con Cipriano hacer un cajón, y llega un viejo carpintero a la casa....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el anterior capítulo; Cipriano "El Asesino que no mira atrás", Néstor Rosillo y Tomás Culquicondor hijo de don Emilio Culquicondor, son agasajados con un opíparo desayuno, que consistió en un mate de mote con fréjoles guisados y montado con un buen trozo de carne asada de chancho y una taza(jarro) de café de olleta; era un clásico desayuno, que se servía en la mayoría de las casas campesinas de la comarca; esta comida en muchos casos era desayuno-almuerzo, por que los moradores salían fuera de casa a realizar actividades agrícolas muy lejanas del hogar o pastoreo de ganado, retornando recién por la tarde; después del desayuno se conversará profundamente los planes para viajar por la noche venidera a Pampa de Ríos......

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Después del opulento desayuno y reposar un tiempo los allí presentes, quienes continuaban sentados sobe el poyo, y como se tenía que guardar el secreto; fue Cipriano "El asesino que no mira atrás", quien, dijo:
--- Tío Emilio, como este poyo, da vista al camino real, creo que nos iremos al patio de atrás, para conversar lo que usted quiere que hagamos nosotros.
Pues la sugerencia era la más acertada, y todos se levantaron, ingresaron a la sala y salieron por la puerta posterior y se sentaron sobre una pequeña tarima, que era usada para sostener costales de menestras antes de echarles ceniza para evitar el gorgojo y almacenarlos en el soberado o guardarlos en el interior sobre tablas, para su consumo posterior...
Justo entraron los cinco personajes: don Emilio, y sus hijos: Tomás y Tobías; Cipriano y Néstor, y don Emilio quien inició el dialogo, quien dijo:
--- Cipriano, hijo te mandé a llamar, por que como padre, necesito dar sepultura de familia, al finado mi hijo Emilio Segundo, quien murió asesinado por el matón(asesino) Gustavo, quien comandó "El Trío  de la Pampa" ese señor, se creé el dueño de la comarca y no acepta a nadie que se cruce en sus territorios...
Don Emilio, hizo una pausa y agregó:
--- Emilio Segundo, heredó mi carácter de ser un hombre de acción y se enfrentó a quien se cruzaba en el camino; siempre lo hizo en legítima defensa, claro que a veces era pendenciero y buscaba pleito a propósito, que nunca estuve de acuerdo y lo reñí, y según escuché;  también mató a gentes que pretendieron matarle a él; y se les adelantó, seguro que también se le fue la mano con otros  indefensos, pero así es la vida : Vives o mueres, esas acciones eran mal vistas por los familiares que se convirtieron en contrarios(enemigos) de mi hijo.......
Y antes que continúe don Emilio; Cipriano casi interrumpiéndole, le preguntó:
--- Tío, también tengo entendido que el primo Emilio Segundo le gustaban las mozas(amantes) y que la mayoría de ellas no fueron sus mujeres por su propia voluntad, sino que fueron forzadas(violadas), esas costumbres son malas; por que a los bandoleros nos gusta conquistar a las mozas(amantes) con canciones, lisonjas, o mediante regalos de alhajas(joyas), algo que nunca hizo mi primo Emilio Segundo...
Don Emilio, con la emoción de padre, pensando que para los padres nunca hay un mal hijo; él muy conmovido y aceptando los regaños de su sobrino Cipriano y no pudiendo ocultar las andanzas de su dañado y finado hijo(mujeriego), le contestó:
--- Cipriano, la verdad es dura y si hubo algunos daños con mujeres que se hacían muy difíciles, pero que en la mayoría de los casos, ellas si querían con mi hijo; pero como tu sabes y muy bien, ellas nunca aceptan lo que sus corazones les mandan, y mi hijo no tenía paciencia y terminaba encima de ellas a veces rompiéndoles las polleras(a la fuerza), después del hecho, eran ellas quienes lo buscaban...
Cipriano, se sonrió con lo que acababa de escuchar, ya que él tenía otra versión de los hechos y aceptando a regañadientes las explicaciones de su tío Emilio, sabiendo que no todo era verdad y también él; sabía que el finado murió como un capón(castrado), por ser un abusador de mujeres, que se unieron dos de sus víctimas;  tal vez por esa mutilación se volvió cruel con sus víctimas, pero ya no valía recordar por que era un episodio humillante para don Emilio y Cipriano, dijo:
--- Mi querido tío, creo que es suficiente lo que hemos recordado del finado primo Emilio Segundo; ahora dígame: ¿Qué plantea que hagamos antes de viajar a Pampa de Ríos?
Don Emilio, le contestó:
--- Cipriano, tu eres el orgullo de la familia y no tienes un contrario(enemigo) que siga viviendo después de enfrentarse contigo; algo que no sucede con mis hijos aquí presentes(Tomás y Tobías), ellos son maricones(expresión usada en Socchabamba para decir cobardes), imagínate que ellos abandonaron el cadáver de su hermano y huyeron como gallinas cuando se acerca la guacaca(águila) en busca de los pollitos...
Pero, Cipriano no había venido, o estaba allí, para hacer o escuchar humillaciones con sus primos(Tobías y Tomás); para él, ellos no eran cobardes, sino que simplemente no les gustaba ser asaltantes(bandoleros) y trató de cambiar el tono de la conversación y hablar del asunto, el que que estaba allí, y dijo:
--- Tío Emilio, nosotros estamos aquí por un motivo, y ese es recuperar el cadáver del finado primo Emilio Segundo, creo que debemos buscar los medios:¿Cómo lo traeremos?, seguramente ya quedará un montón de huesos con carne podrida, no será fácil cargar con esa pestilencia, yo tengo otra idea; Qué le parece si confeccionamos una caja de madera y la llevamos lista a Pampa de Ríos, y lo que logremos recuperar lo echamos a la caja, cavamos un hueco(hoyo/sepultura) y allí lo enterramos con su presencia y evitamos así cargar una pestilencia, que nadie podría aguantar, por que la carne humana apesta a siete estados bajo tierra.
Para, don Emilio no le pareció buena idea, lo propuesto por Cipriano y le contestó en términos casi ofensivos, así:
--- Cipriano, te llamé para hechos concretos, pero me estás defraudando; yo quiero el cuerpo de mi hijo aquí en Cuchayo, y no enterrarlo en tierras extrañas; si así piensas, mejor lo haremos nosotros solos, creo que al bandolero Gustavo, ya no le sirve de nada la carne podrida, y tal vez hasta nos deje encontrarlo y cargarlo,  yo quiero a mi hijo junto a mi casa...
Cipriano, muy conmovido, entendió el amor paternal y rápidamente le contestó:
--- Tío, nadie se opone a sus deseos, sino que cargar carne podrida humana es un olor insoportable; pero aún así haremos lo que usted quiere; se hará la caja cerrando todas las aberturas para que no resuma(aflore) los líquidos de las sanguaza de los gusanos; metiendo el cadáver en varios costales y esa humedad sea absorbida y no salga, cerraremos la caja y la colocaremos sobre la montura de un caballo y lo traeremos jalado para que no corcoveé por el bulto que llevará sobre su lomo.
Don Emilio, aceptó esta última sugerencia de su sobrino Cipriano y contestó:
--- Muy bien tengo las tablas  de un árbol viejo de higuerón que las cuadró un amigo ecuatoriano, que estuvo de paso por aquí, creo que nos alcanzará, están en la sala debajo de unos sacos de granos.
Repentinamente, llegó de visita don Emiliano Morocho, quien era un viejo carpintero que trabajaba con herramientas hechizas(creadas por el mismo), salió don Emilio se saludaron y le dijo:
--- Don Emilio, he venido a molestarlo, quisiera que me preste su yunta de bueyes para arar una viejo rastrojo antes que lleguen las lluvias y tenerla lista para el sembrío.
Don Emilio, consideró que esa vista le llegó desde El Cielo; y con el corazón en sus manos por recuperar los restos de su hijo, le contestó:
--- Claro que si don Emiliano, pero yo también le pediré otro favor: Hágame un cajón de muerto.
Don Emiliano, se asustó y le contestó:
--- ¿Qué se a morir don Emilio?
Continuaremos....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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