Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG.,la Revista National Geographic, nos informa sobre las conclusiones de tres estudios: la domesticación del perro que ocurrió en Europa, hace entre 20,000 y 40,000 años; un componente genético influyó en el proceso de domesticación del lobo salvaje al perro manso, y la mutación del gen FOX13 produce las razas de perro sin pelo y cambios en sus dientes.
También nos informa National Geographic, sobre el proceso de domesticación con entierros individuales más antiguos en el mundo y de perros domesticados en América que sucedió hace 10,000 años.
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/restos-perros-domesticos-mas-antiguos-america-hace-10000-anos_13762/1
Son los entierros individuales de perros
más antiguos que se conocen en el mundo; los perros llegaban a la altura
de las rodillas, uno era del tamaño de un pequeño setter inglés actual y
otro tenía una cierta ascendencia de los coyotes
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/estudios-sobre-origen-evolucion-comportamiento-los-perros_11752/1
Las conclusiones de los tres estudios: la domesticación del perro ocurrió en Europa hace entre 20.000 y 40.000 años; un componente genético influyó en el proceso de domesticación del lobo salvaje al perro manso; y la mutación del gen FOXI3 produce las razas de perro sin pelo y cambios en sus dientes
Dos san bernardos
Dos san bernardos descansan durante
su ascenso al puerto del Gran San Bernardo, entre Italia y Suiza, el
pasado 14 de julio de 2017.
Foto: Jean-Christophe Bott / Keystone via AP / Gtres
El perro del embajador
Albie, el perro de Sir Sebastian Wood, el embajador británico en Berlín, en una fotografía del 13 de julio de 2017.
Foto: Jens Kalaene / picture-alliance / dpa / AP Images / Gtres
Cueva del Cerezo
Interior de la Cueva del Cerezo
(Alemania) con el cráneo del perro de 5.000 años de antigüedad, de
finales del Neolítico, que fue utilizado en la secuenciación del genoma
completo.
Foto: Timo Seregely
Cráneo de perro
Cráneo de perro de 5.000 años de antigüedad utilizado en el laboratorio para secuenciar su genoma completo.
Foto: Amelie Scheu
Mandíbulas inferiores
Los molares en la mandíbula inferior
de un perro peludo normal (a) y en un perro sin pelo (b). Algunas
cúspides están presentes en los perros peludos pero no en los perros sin
pelo.
Foto: MPI f. Evolutionary Anthropology
Alec Forssmann
20 de julio de 2017
3 estudios sobre el origen, la evolución y el comportamiento de los perros
Tres estudios genéticos recientes sobre el origen, la evolución y el comportamiento de los perros. Un estudio publicado en Nature Communications sugiere que la domesticación del perro ocurrió en Europa hace entre 20.000 y 40.000 años
y que, a finales del Neolítico, la población europea de perros no fue
reemplazada por otra domesticada independientemente en el este de Asia,
como han propuesto algunos estudios previos. La segunda investigación,
publicada en Science Advances,
demuestra que la hipersociabilidad, una característica central del
síndrome de Williams-Beuren, es también un elemento clave en la
domesticación, que diferencia a los perros de los lobos; es decir, los
investigadores han encontrado un importante componente genético que
forma la personalidad del animal y que influyó en el proceso de domesticación del lobo salvaje al perro manso. El tercer estudio, publicado en Scientific Reports, revela un hecho curioso: que las razas de perro sin pelo difieren de otros perros no sólo porque carecen de pelaje, sino también en el número y en la naturaleza de sus dientes. Estos hallazgos morfológicos están asociados a una variación del gen FOXI3.
El primer estudio, dirigido por Krishna Veeramah, de la Universidad
de Stony Brook (Nueva York), ha secuenciado los genomas de un perro de
comienzos del Neolítico y otro de finales del mismo período, cuyos
restos fueron hallados en Alemania, en el sitio arqueológico de Herxheim
y en la Cueva del Cerezo, respectivamente. "Observamos una continuidad
genética a través del Neolítico y hasta el presente, con los antiguos
perros compartiendo una ascendencia importante con los perros europeos
modernos", afirman los autores del estudio. Europa, por tanto, ha sido crucial en la evolución del perro, acogiendo los restos indiscutibles más antiguos, del Paleolítico, y convirtiéndose en el centro de la creación de razas de perro.
El síndrome de Williams-Beuren en los humanos, un transtorno genético
poco común, tiene características hipersociables como por ejemplo un
sentido gregario excepcional; la personalidad del afectado puede ser muy
amigable, desinhibida, entusiasta y gregaria. "Fue la notable similitud
entre la presentación conductual del síndrome de Williams-Beuren y la
cordialidad de los perros domésticos lo que nos sugirió que podría haber similitudes en la arquitectura genética de ambos fenotipos", dice Bridgett vonHoldt, la coautora del estudio publicado en Science Advances,
de la Universidad de Princeton. Emily Shuldiner, la principal autora
del estudio, de la misma universidad, fue quien identificó las
coincidencias entre la arquitectura genética del síndrome de
Williams-Beuren y la docilidad canina. "En resumen, nuestros hallazgos
sugieren que la misma región afectada por variantes estructurales en el
síndrome de Williams-Beuren en los humanos está asociada con la
exuberante sociabilidad de los perros domésticos", concluye el estudio.
Es decir, los perros, a diferencia de los lobos, tienen una condición
genética que puede traducirse en una motivación exagerada por buscar el contacto social.
El tercer estudio, desarrollado por científicos del Instituto Max
Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig y de la Universidad
Friedrich Schiller en Jena, se ha centrado en el estudio de los cráneos y
los dientes de perros de raza sin pelo, procedentes de la colección del
Phyletisches Museum de la Universidad de Jena. La falta de pelo en
razas de perro como el crestado chino o el xoloitzcuintle mexicano es el resultado de la mutación del gen FOXI3 que, entre otros, está implicado en el desarrollo de los dientes.
Los investigadores han descubierto que los perros sin pelo han perdido
casi completamente sus dientes de reemplazo (incisivos, caninos y
premolares) y, sin embargo, los molares están presentes. También resulta
destacable que los premolares deciduos y los molares permanentes de los
perros sin pelo carecen de cúspides linguales específicas. "Puede que
este gen también haya tenido una función importante en los cambios
evolutivos de la morfología dental humana", dice Kornelius Kupczik, el
principal autor del estudio.
Los restos de los perros domésticos más antiguos de América, de hace 10.000 años
Son los entierros individuales de perros más antiguos que se conocen en el mundo; los perros llegaban a la altura de las rodillas, uno era del tamaño de un pequeño setter inglés actual y otro tenía una cierta ascendencia de los coyote.
Entierro deliberado de un perro, de 10.000 años de antigüedad
"Sabemos que los perros fueron
enterrados de forma intencionada por las evidencias de los bordes de las
fosas que fueron cavadas para enterrarlos. Además, los cuerpos estaban
depositados de forma muy deliberada, normalmente un poco encorvados y
con las patas plegadas para adaptarlos al tamaño de las fosas", afirma
Angela Perri, la principal autora del estudio, a National Geographic España.
Foto: Center for American Archeology
Sepultura de un perro excavada en el actual estado de Illinois
Foto: Illinois State Museum
Mandíbulas caninas
Foto: Doug Carr / Illinois State Museum
De tamaño medio
Los perros llegaban a la altura de
las rodillas: el perro del sitio de Stilwell II era algo más grande y
robusto, del tamaño de un pequeño setter inglés de los de hoy en día,
pero con una mandíbula más grande; y los perros del sitio de Koster eran
más pequeños, más gráciles y con las mandíbulas más pequeñas.
Imagen: American Antiquity
Alec Forssmann
9 de enero de 2019
Los restos de los perros domésticos más antiguos de América, de hace 10.000 años
Tres esqueletos de perros excavados en el estado de Illinois (Estados Unidos), dos del sitio de Koster (condado de Greene) y uno del sitio de Stilwell II (condado de Pike), "representan
la evidencia confirmada de perros domésticos más antigua de América y
los entierros individuales de perros más antiguos que se conocen en el
mundo", según un estudio publicado en American Antiquity.
La datación de los restos, tanto la de los dos perros del sitio de
Koster, enterrados individualmente, como la del perro recientemente
descrito del sitio de Stilwell II, es de unos 10.000 años de antigüedad.
Los restos hallados en una tumba descubierta casualmente en 1914 en
Oberkassel, un suburbio de Bonn (Alemania), correspondientes a un hombre
mayor, una mujer más joven y dos perros incompletos, tienen una
antigüedad de 14.000 años, pero este era un entierro colectivo con
humanos incluidos y no varios entierros individuales como estos del
estado de Illinois, que son los entierros individuales (e intencionados)
de perros más antiguos que se conocen, tal y como confirma Angela Perri
(curiosa coincidencia del apellido), la principal autora del estudio, a
National Geographic España. ¿Cómo saben los
investigadores que los perros fueron enterrados de forma intencionada y,
además, que eran domésticos y no salvajes?
"Sabemos que los perros fueron enterrados de forma intencionada por
las evidencias de los bordes de las fosas que fueron cavadas para
enterrarlos. Además, los cuerpos estaban depositados de forma muy
deliberada, normalmente un poco encorvados y con las patas plegadas para
adaptarlos al tamaño de las fosas", afirma Perri a este medio. "Los
mismos entierros ya sugieren un cierto nivel de cuidado, lo que implica un vínculo afectivo o una fuerte relación entre la persona o las personas que los enterraron y los perros individuales",
añade. Los perros llegaban a la altura de las rodillas: el perro del
sitio de Stilwell II era algo más grande y robusto, del tamaño de un
pequeño setter inglés de los de hoy en día, pero con una mandíbula más
grande; y los perros del sitio de Koster eran más pequeños, más gráciles
y con las mandíbulas más pequeñas.
El perro del sitio de Stilwell II era del tamaño de un pequeño setter inglés actual
"El ADN de uno de los perros de Koster sugiere una cierta ascendencia de los coyotes,
por lo que su naturaleza grácil pudo ser el resultado de haberse
apareado con coyotes. Y sí, creo que estaban completamente domesticados,
aunque probablemente no actuaban de la manera en que hoy concebimos a
los perros: seguramente les dejaban deambular libremente
y correr por los campos y por el paisaje alrededor, aunque también es
posible que los ataran, no tenemos evidencias sobre ello", concluye.
NATIONAL GEOGRAPHICGuillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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