Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., hoy 06 de agosto del 2019, celebramos 74 años de la detonación de la primera bomba atómica contra ciudadanos civiles, tal como lo hizo Los Estados Unidos de Norteamérica, contra la ciudad de Hiroshima, Japón el 06 de agosto de 1,945, fue un ataque despiadado contra los que nada tenían que ver con la guerra, la famosa bomba conocida como "Little Boy"(artefacto nuclear cargado de Uranio-235), mató 66,000 civiles al momento de estallar y 69,000 en los días siguientes.
Pero, como Japón no tenía señales de rendirse, arrojaron una nueva bomba de plutonio, más poderosa contra Nagazaki el 09 de mayo del 1945(artefacto nuclear cargado de Plutonio-239 ),causó la muerte instantánea de aproximadamente 130,000 civiles; finalmente Japón se rindió el 02 de setiembre del 1945, con ello se puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/bombardeos-hiroshima-nagasaki-wwii_10590/1
Desde ese 6 de agosto de 1945, el mundo y las guerras ya no volverían a ser iguales
La bomba que paró el tiempo
La explosión de la bomba atómica de
Hiroshima se registró a las 8:15 de la mañana del 6 de agosto de 1945.
En este reloj de pulsera encontrado en las ruinas de la ciudad, la aguja
pequeña del reloj quedó abrasada por la explosión, marcando una sombra
sobre él mismo que le hace parecer la aguja grande.
Foto: AP/ ja / Yuichiro Sasaki / ONU
Paul W. Tibbets Jr.
El Coronel Paul W. Tibbets, de 31
años, posa para una fotografía delante del Enola Gay en una localización
desconocida. Fue el piloto encargado de pilotar el Bombardero B-29 que
lanzó la bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima el 6 de
agosto de 1945, el cual, llevaría el nombre de su madre.
Foto: AP
George R. Caron
El protagonista de esta foto de
archivo de 1945 es el Sargento George R. “Bob” Caron (31 de octubre de
1919 - 3 de junio de 1995), artillero de cola en el Enola Gay, el
Bombardero B-29 que lanzó la bomba atómica sobre la ciudad Japonesa de
Hiroshima el 6 de agosto de 1945.
Foto: AP / US Air Force
La tripulación del Enola Gay
De izquierda a derecha en primera
fila: Jacob Beser, teniente primero; Norris R. Jeppson, teniente
segundo; Theodore J. Van Kirk, capitán; el mayor Thomas W. Ferebee;
William S. Parsons, Capitán; el coronel Paul W. Tibbets Jr. y el Capitán
Robert A. Lewis. En segunda linea el sargento Robert R. Shumard, el
soldado Richard H. Nelson, y los sargentos Joe A. Stiborn, Wyatt E.
Duzenbury y George R. Caron.
Foto:AP/Max Desfor
Little Boy
Little Boy fue el nombre con el que
bautizaron los americanos a la bomba lanzada en Hiroshima. La bomba de
uranio-235 de 4.400 kilogramos de peso, 3 metros de longitud, 75
centímetros de diámetro y una potencia explosiva de 16 kilotones, – 1600
toneladas de dinamita-, explotó a las 8:15 del 6 de agosto de 1945 a
una altitud de 600 metros sobre la ciudad japonesa, acabando con la vida
de aproximadamente 140.000 personas.
Foto: RIA Novosti/Sputnik/AP
Un soldado con pulso de fotógrafo
Una columna de 6 kilómetros de altura
se eleva desde la zona cero sobre las ruinas de la ciudad de Hiroshima.
La fotografía fue tomada por George Caron, artillero de cola del Enola
Gay a quien le dieron una cámara en el último momento y la cual disparó a
través de la ventana de plexiglás de su puesto de combate.
Foto: AP / US Air Force
La alternativa nuclear
Foto difundida por el ejército de los
Estados Unidos y proporcionada por el Museo de la Paz de Hiroshima. En
ella se aprecia la enorme nube de humo resultado de los enormes
incendios masivos provocados por Litte Boy. La fotografía se tomó pocas
horas después de la detonación desde un avión de reconocimiento del
ejército estadounidense.
Foto: AP/ US Army/ Hiroshima Peace Memorial Museum
Las secuelas de Little Boy
Imagen de ciudad de Hiroshima tomada a
algo más de kilómetro y medio del lugar donde fue detonada Little Boy,
la primera bomba atómica de la historia lanzada sobre una población
civil.
Foto: AP
Desolación desde el aire
Vista aérea de la ciudad de Hisroshima unas horas después del lanzamiento de la bomba nuclear.
Foto: AP
Una ciudad reducida a escombros
Metales retorcidos y cascotes:
retales de lo que un día fue la ciudad más industrializada de Japón. La
fotografía sería tomada unos días después del bombardeo.
Foto: AP
Los restos de la tragedia
El armazón de este bloque de
apartamentos es lo poco que quedó en la zona cero tras la explosión
nuclear en la ciudad japonesa de Hiroshima.
Foto: AP
Sobrevivir a una bomba nuclear
En esta foto proporcionada por el
Cuerpo de Ingenieros de EE.UU., se pueden contemplar las heridas de una
de las víctimas de la primera bomba atómica. La fotografía fue tomada en
el departamento de Ujina, en el primer hospital provisional del
ejército japones en Hiroshima. Los rayos térmicos emitidos por la
explosión quemaron el patrón del kimono de esta mujer, los cuales
quedaron grabados sobre su espalda.
Foto: AP/ U.S. Army Corps
Las primeras reacciones japonesas
Víctimas japonesas esperan recibir
los primeros auxilios en la parte sur de Hiroshima horas después de la
explosión. La detonación mató al instante a 66.000 personas, hiriendo a
otras 69.000.
Foto: AP/ Zu unserem Korr, Japón / Weltkrieg / Jahrestag
Protegidos por las colinas
La foto, tomada un 2 de febrero de
1951, muestra una zona residencial protegida por la orografía en
Nagasaki, la cual se salvó de la destrucción que arrasó vastas porciones
de la ciudad. El área desnuda en primer plano es un cortafuegos.
Foto: AP
Vivos y juntos
Un hombre y una mujer japonesa,
víctimas de la bomba atómica de Hiroshima, se sientan en un edificio de
un banco dañado convertido en un hospital provisional. La cara de la
mujer está gravemente marcada por el tremendo calor generado en la
explosión.
Foto: AP
El mensajero de la muerte
El Enola Gay aterrizando en Tinian, al norte de las Islas Marianas después del bombardeo de Hiroshima.
Foto: AP
Cuando lo peor aún no ha pasado
Hiroshima, 1 de Septiembre de 1945. Científicos japoneses comprueban los niveles de radiactividad en la zona cero.
Foto: AP
Fat Man
Fat man fue el apodo dado a la
segunda bomba lanzada – en este caso de plutonio- por el ejército
estadounidense sobre Nagasaki, el 9 de agosto de 1945. Detonado a una
altitud de 550 metros sobre la ciudad, el dispositivo de 3,25 metros de
longitud por 1,52 de diámetro, pesaba 4.630 kilogramos y poseía una
potencia de 25 kilotones. Los ataques provocaron la rendición
incondicional de Japón.
Foto: AP/RIA Novosti/Sputnik
Nagasaki, la segunda bomba
Una columna de humo ondulante en
forma de seta se eleva a kilómetros de altura sobre la ciudad japonesa
de Nagasaki. Fat man fue lanzada 3 días después del ataque sobre
Hiroshima, acabando instantáneamente con la vida de 70.000 personas.
Otros miles morirían después a consecuencia de la radiación.
Foto: AP
En el centro de la castástrofe
Una flecha marca el punto sobre el
que estalló la bomba arrojada en Nagasaki. Gran parte de la zona
bombardeada sigue asolada, los árboles en los alcores colindantes
permanecen carbonizados y empequeñecidos por la explosión. La
reconstrucción del lugar ha sido apenas testimonial.
Foto: AP
Heridas sempiternas
En esta foto del 24 de marzo de 1980,
Sunji Yamagushi, quien sobrevivió a la bomba atómica sobre Nagasaki,
muestra sus profundas cicatrices durante una conferencia de prensa en
Los Ángeles.
Foto: AP
El avión que puso fin a la Segunda Guerra Mundial
Fat man, fue lanzada desde un
bombardero B-29 apodado como “Bockscar”. Charles Donald Albury que en la
imagen sostiene una fotografía del avión, copilotó el avión que
arrojaría la segunda bomba sobre Nagasaki el 9 de agosto de 1945 y fue
testigo del despliegue de la primera bomba atómica sobre Hiroshima tres
días antes en calidad de piloto de reserva.
Foto: AP
Territorio americano en el Pacífico
La guerra en el Pacífico terminó un 2
de septiembre de 1945, cuando el acta de rendición japonesa fuera
finalmente firmada a bordo acorazado Missouri de los Estados Unidos. El
barco aparece en la foto disparando en un lugar desconocido del Pacífico
durante la Segunda Guerra Mundial.
Foto: AP
El fin de la guerra
En la imagen, el almirante Chester
Nimitz, comandante en jefe de la Flota del Pacífico, a bordo del
acorazado Missouri durante la firma de la rendición de los japoneses que
ponía fin a la Segunda Guerra Mundial el 2 de septiembre de 1945. De
pie, detrás de él, y de izquierda a derecha, el general Douglas
MacArthur, el almirante William F. Halsey Jr., y el contralmirante
Forrest Sherman.
Foto: AP
Reportes de Guerra
De regreso de la Conferencia de
Postdam, a bordo del crucero de guerra Augusta, el presidente de los
Estados Unidos Harry S. Truman, radio en mano, lee a la población los
primeros informes de la misión en la que fue lanzada la bomba sobre
Hiroshima.
Foto: AP
La rendición incondicional de Japón
El Secretario de Guerra, Henry
Stimson, a la izquierda, observa como el presidente Harry Truman
sostiene los documentos firmados de la rendición incondicional japonesa
en la Casa Blanca un 7 de septiembre de 1945. Antes del ataque a
Hiroshima, Stimson presidió un comité para reflexionar sobre la
necesidad de lanzar la bomba. Stimson se mostraría consternado por los
métodos de la guerra moderna en la que el bombardeo de civiles se había
convertido en algo común.
Foto: AP
¿Quién pulsó el botón?
El mayor Thomas Ferebee, a la
izquierda y el capitán Kermit Beahan, a la derecha. Ferebee lanzó la
bomba atómica sobre Hiroshima, Beahan lo hizo sobre Nagasaki.
Foto: AP
Criminales de guerra
Foto tomada en diciembre de 1947 al
general Hideki Tojo, primer ministro de Japón durante la mayor parte de
la Segunda Guerra Mundial. Tojo fue considerado un criminal de guerra de
clase A y ejecutado por ahorcamiento el 23 de diciembre de 1948. Fue
culpado de ser el cerebro y ejecutor del ataque a Pearl Harbor y de la
prolongación de la guerra en el pacífico, desencadenante de los
bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.
Foto: AP
El padre de la bomba atómica
De derecha a izquierda el general
Leslie R. Groves, y el Dr. En física J. Robert Oppenheimer, conocido
coloquialmente como "el padre de la bomba atómica" y director científico
del proyecto Manhattan, desarrollado en secreto en Alamogordo, Nuevo
México.
Foto: AP
Juegos de espías
En la imagen, David Greengrass con 29
años, participante en el proyecto Manhattan y espía confeso, se
encuentra en la antesala de la Corte Federal, en Nueva York, un 12 de
marzo de 1951 durante el receso del juicio por espionaje al que fue
sometido. Greengrass testificó pertenecer a una red de espionaje
orquestada por la Unión Soviética. Fueron también acusados de
conspiración y espionaje al servicio de los soviéticos en tiempos de
guerra Morton Sobell, Julius Rosenberg y su esposa, Ethel, hermana de
Greengrass .
Foto: AP
Un lugar en la memoria
Varias mujeres rezan durante una misa
especial celebrada en la Iglesia Urakami en Nagasaki, el 9 de agosto de
1983 con motivo del 38 aniversario de la destrucción atómica de la
ciudad.
Foto: AP/KK
Héctor Rodríguez
Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki
Un 7 de mayo de 1945, el general Alfred Jodl, Jefe del Estado Mayor del Alto Mando de las Fuerzas Armadas Alemanas, firmaría en el Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada, en Reims, Francia, el Acta de Rendición Incondicional de la Alemania Nacionalsocialista
ante las fuerzas aliadas. Sin embargo, la rendición de los alemanes no
pondría fin a la mayor guerra de la historia de la humanidad, la Segunda Guerra Mundial. La contienda se trasladaría exclusivamente al Pacífico, donde la Segunda Guerra Sino-Japonesa se venía librando desde 1937.
Esta comenzaría el 7 de julio de 1937 con la invasión por Japón del noreste de China.
Con este acto bélico los nipones darían comienzo a una guerra
particular en la que pronto se verían involucradas varias naciones. Es
desde este momento que Japón trataría - con éxito- de expandirse por el continente asiático.
La aplastante superioridad militar de los japoneses respecto a sus
vecinos pronto dio sus frutos. Las ambiciones japonesas crecieron
paulatinamente hasta que, unos años después, continuando con su política
bélica expansionista, firmarían con Alemania e Italia el Tratado Tripartito, mediante el cual quedaba alineado con las potencias del eje.
En julio de 1941, con el objetivo de conformar en la zona una coalición de naciones asiáticas libres de la influencia europea y lideradas por Japón, lo que los japoneses conceptualizaron bajo el término de "la Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia", los nipones decidieron dirigir su ejército hacia el sur de Indochina, territorio controlado por Francia.
Ante este acto de beligerancia la respuesta de algunos países
europeos, así como de los Estados Unidos, -con intereses económicos en
la zona- no se hizo de esperar. El resultado fue una serie de embargos
comerciales y una disminución del 90% en el suministro de petróleo en detrimento del país del sol naciente.
El ataque a Pearl Harbor fue el acicate para que los Estados Unidos participaran en la Segunda Guerra Mundial
Entre otras razones, la situación alcanzada por Japón tras los embargos, sería uno de los detonantes del ataque de la Armada Imperial Japonesa contra la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor, Hawai, el 7 de diciembre de 1941. La maniobra estuvo destinada a evitar la intervención de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos en los planes de Japón para el sureste asiático contra las posesiones ultramarinas del Reino Unido, Francia, Países Bajos y los mismos americanos.
El ataque sorpresa a Pearl Harbor fue el acicate definitivo para que, tan solo un dia después, el 8 de diciembre de 1941, los Estados Unidos,
hasta el momento en una posición no beligerante, tomaran partido de
forma activa y definitiva en la Segunda Guerra Mundial declarando la
guerra a Japón.
Durante los 4 años siguientes, los estadounidenses librarían una dura
contienda con los japoneses en territorio Chino y en las aguas del
Pacífico, donde la conquista de cada isla se convertiría en una guerra a
pequeña escala.
Si bien es cierto que la disputa entre japoneses y estadounidenses estuvo muy equilibrada, la caída de Alemania pondría
las cosas mucho más difíciles a los asiáticos. Sin embargo, lo que
finalmente decantaría la balanza a favor de los aliados, sería el arma
que en secreto, bajo el nombre en clave de "el Proyecto Manhattan", seria desarrollada por los Estados Unidos con la ayuda de Reino Unido y Canadá. El proyecto, que agrupó a una gran cantidad de eminencias científicas como Robert Oppenheimer, Niels Böhr y Enrico Fermi, tenía el objetivo de desarrollar la primera bomba atómica antes que lo hicieran sus enemigos los alemanes.
La investigación culminó con "Trinity", nombre que se daría al primer ensayo atómico realizado en el desierto de Alamogordo, en Nuevo México,
el 16 de julio de 1945. La bomba finalmente no sería usada contra los
alemanes, sin embargo, sería el arma definitiva que acabaría con las
aspiraciones japonesas en el Pacífico y el continente asiático. Pasadas 3 semanas de este primer test, el 6 de agosto de 1945, un artefacto nuclear cargado de Uranio-235 bautizado como "Little Boy", hacía blanco en la ciudad de Hiroshima. Tres días después, "Fat Man", su hermano mayor, esta vez cargado de Plutonio-239, lo haría sobre Nagasaki.
La rendición de Japón, que oficialmente no se hizo efectiva hasta el 2
de Septiembre del mismo año, llegaría en un transcurso de 6 jornadas
desde el lanzamiento del segundo artefacto, el 15 agosto de ese mismo
año.
"Trinity" puso de manifiesto la capacidad del ser humano para,
irónicamente, crear algo capaz de destruir todo aquello que había
construido, incluyendo su propio mundo. Lo ocurrido en Hiroshima
demostró que sería capaz de hacer uso de ese poder. Lo acaecido en
Nagasaki, una vez vista la desolación, muerte y destrucción ulteriores,
como, tristemente, aún conocidas las terribles consecuencias, sería
capaz de repetirlo de nuevo.
NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
06 de agosto del 2019, celebramos 74 años de la detonación de la primera bomba atómica contra ciudadanos civiles, tal como lo hizo Los Estados Unidos de Norteamérica, contra la ciudad de Hiroshima, Japón el 06 de agosto de 1,945, fue un ataque despiadado contra los que nada tenían que ver con la guerra, la famosa bomba conocida como "Little Boy"(artefacto nuclear cargado de Uranio-235), mató 66,000 civiles al momento de estallar y 69,000 en los días siguientes.
ResponderEliminarFue un acto de supervivencia para europa derrotada sino lo hacían ,los rusos fueran los dueños de europa.con ese acto ,los controlaron.
ResponderEliminarUna ciudad de almas cristianas.
ResponderEliminarReligión que en su mayoría los habitantes profesaban.
Ambas ciudades Cristianas.
Triste tragedia que no vuelva a ocurrir nunca más estos desastres ! Paz y amor para el mundo eso es lo que pedimos!! Gracias por compartir! Amén
ResponderEliminarAhora los dueños de Europa convertidos en colonia son los norteamericanos o el Imperio Gringo supremacista racista dominante neonazis el mundo debes terminar esta plaga y borrarlos de la faz de la Tierra.
ResponderEliminarAsi demostramos la porqueria que somos los seres humanos lo peor de los seres que reptan en esta tierra
ResponderEliminarHola permítame don Guillermo, Gonzalo presentarle mis saludos y mis respetos y agradecerle eternamente por la evocación de esa arma letal y mortífera de la bomba de hidrógeno que tanto daño causo a la humanidad y que esperamos no se vuelva a repetir y hacemos un llamado unánime a los países poderosos y ricos que ayuden a los países pobres con alimentos para vencer al hambre y que todos los pueblos hambrientos y opulento vivamos en paz armonía y alcanzar el bienestar social gracias don Chema por su pluma incomparable y digna de imitar su amigo JGSA
ResponderEliminarGracias: don José Guillermo Serrano Arrasco, por su acertado comentario, efectivamente se estaba recordando 74 años, de esa catástrofe, con que Los Estados Unidos terminaron la Segunda Guerra Mundial, atacando con la bomba atómica a la población civil, de Hiroshima y Nagasaki, esa fue una matanza cruel contra los inocentes que nada tenían que ver con la guerra, lo que hicieron las autoridades militares norteamericanas, serán pagado algún día por los descendientes, aún hay afectados por la radiación atómica. El hombre destruye a otro hombre mediante la guerra; esa es la ley desgraciada del ser humano.
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