Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., el águila calva, considerada como el símbolo nacional de Los Estados Unidos de América, tiene un apareamiento muy salvaje, propia de aves rapaces, cuyo ritual se hace en el aire entre la hembra y el macho, mediante piruetas mortales en tirabuzón, agarrados de las patas que muchas veces se enredan en las patas y terminan así cayendo sobre un árbol incluso en el suelo.
NATIONAL GEOGRAPHIC.- narra : " Un ritual completamente salvaje : Sin embargo, en lo que se refiere al cortejo, esta ave rapaz bien merece el calificativo de salvaje. La maniobra que muestra esta fotografía, una especie de pirueta mortal en tirabuzón, es «el más espectacular de los rituales de cortejo», afirma el ecólogo David Buehler, de la Universidad de Tennessee.
«Las dos aves ascienden a gran altura, entrelazan las garras y luego se dejan caer, haciendo piruetas, hacia el suelo.» Antes de tocar tierra se sueltan, aunque no siempre lo consiguen.
En 2014 dos ejemplares adultos con las garras enredadas aparecieron
entre las ramas de un árbol en Portland, Oregón. Al rato se liberaron y
huyeron volando....".
https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/grandes-reportajes/el-aguila-calva-2_9455/1
El fotógrafo de vida salvaje Klaus Nigge viaja a las islas Aleutianas, en Alaska, para retratar al águila calva, símbolo nacional de Estados Unidos
https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/salvaje-apareamiento-aguila-calva_10481El de los también conocidos como pigargos americanos es uno de los rituales de apareamiento más salvajes del mundo animal
Ritual de apareamienro de Haliaeetus leucocephalus
Sin embargo, en lo que se refiere al
cortejo, esta ave rapaz bien merece el calificativo de salvaje. La
maniobra que se intuye en esta fotografía, una especie de pirueta mortal
en tirabuzón, es «el más espectacular de los rituales de cortejo»,
afirma el ecólogo David Buehler,
Foto: iStock
Un baile arriesgado
Las dos aves ascienden a gran altura,
entrelazan las garras y luego se dejan caer, haciendo piruetas, hacia
el suelo. Antes de tocar tierra se sueltan, aunque no siempre lo
consiguen. En 2014 dos ejemplares adultos con las garras enredadas
aparecieron entre las ramas de un árbol en Portland, Oregón. Al rato se
liberaron y huyeron volando.
Foto: iStock
Una sólida relación de pareja
Las águilas calvas son ave monógamas
por naturaleza y se emparejan para siempre, a no ser que la pareja muera
demasiado pronto. Año tras año, la mayoría regresa al mismo nido. Otras
aves también clasificadas como monógamas pueden tener otras parejas,
pero no es el caso del pigargo americano.
Foto: iStock
Redacción
El salvaje apareamiento del águila calva
Los pigargos americanos -Haliaeetus leucocephalus- son
un ejemplo de decoro. Son monógamos por naturaleza y se emparejan para
siempre, a no ser que la pareja muera demasiado pronto. Año tras año, la
mayoría regresa al mismo nido. Otras aves también clasificadas como
monógamas pueden tener otras parejas, pero no es el caso del pigargo
americano.
Sin embargo, en lo que se refiere al cortejo, esta ave rapaz bien merece el calificativo de salvaje. La maniobra que muestra esta fotografía, una especie de pirueta mortal en tirabuzón, es «el más espectacular de los rituales de cortejo», afirma el ecólogo David Buehler, de la Universidad de Tennessee.
«Las dos aves ascienden a gran altura, entrelazan las garras y luego se dejan caer, haciendo piruetas, hacia el suelo.» Antes de tocar tierra se sueltan, aunque no siempre lo consiguen.
En 2014 dos ejemplares adultos con las garras enredadas aparecieron
entre las ramas de un árbol en Portland, Oregón. Al rato se liberaron y
huyeron volando.
Esta exhibición de cortejo podría ser un modo de «evaluar la condición física de tu pareja» y despertar en ella el deseo de apareamiento,
explica Buehler. «Es como salir a la pista de baile cuando uno baila
muy bien.» Existe un cierto riesgo, ya que la pirueta puede acabar en
una colisión fatal. «Se trata de un interesante dilema –apunta Buehler–
entre tener éxito con una pareja y garantizar tu propia supervivencia.»
El águila calva, símbolo nacional de Estados Unidos
El fotógrafo de vida salvaje Klaus Nigge viaja a las islas Aleutianas, en Alaska, para retratar al águila calva, símbolo nacional de Estados Unidos
El águila calva
Varios días de fuertes aguaceros, un
fenómeno común en las islas Aleutianas, han dejado empapada a esta
águila calva. Las rapaces son menos activas cuando llueve.
Foto: Klaus Nigge
El duelo
Esquivando las garras de su rival,
dos águilas calvas baten las alas y se enfrentan por tomar posesión de
la percha en la que desean posarse. La que primero lo consiga ahuyentará
a la perdedora.
Foto: Klaus Nigge
El resurgir del rey de los cielos
Un ejemplar examina el suelo en busca
de alimento dejado por otras aves. La especie estuvo en peligro de
extinción en la mayoría de los Estados Unidos contiguos, pero salió de
la lista de especies amenazadas en 2007. Hoy se extiende por casi toda
América del Norte.
Foto: Klaus Nigge
Cazadora, oportunista y carroñera
«El águila calva es una oportunista
–dice Nigge–. Y una carroñera. Aunque algo esté podrido, se lo come».
Varias águilas esperan su comida gratuita ante la casa de una señora que
les daba restos de pescado y de otros animales.
Foto: Klaus Nigge
Haliaeetus leucocephalus
Las águilas se congregan en un
riachuelo cerca de Unalaska. Una de ellas se lanza sobre una presa que
flota en el agua. «Los ojos, tan penetrantes –afirma Nigge–, no pierden
de vista ni un segundo el objetivo.»
Foto: Klaus Nigge
El águila calva, símbolo nacional de Estados Unidos
Para muchos pueblos y lugares del planeta el águila es un símbolo nacional. Lo es para los estadounidenses y también para los alemanes, como yo. A los fotógrafos
nos gusta retratar a estas aves en toda su majestuosidad, planeando en
el cielo azul y con un impoluto plumaje en perfecto estado de revista.
Pero en las islas Aleutianas, en Alaska, me encontré con un águila infinitamente más salvaje y áspera, el águila calva (Haliaeetus leucocephalus).
Sucias, mojadas y a menudo peleándose entre ellas, aquellas aves no
eran precisamente lo que uno espera de un símbolo nacional. Sin embargo,
su capacidad de enfrentarse a lluvias torrenciales y a unos congéneres
antipáticos con los que las relaciones son difíciles tal vez sean
valores mucho más inspiradores en la elaboración de un mito. En las
inmediaciones de la población de Unalaska y el vecino Dutch Harbor, el puerto pesquero más grande de Estados Unidos, las águilas
están más que acostumbradas a la gente. Como hay pescado por doquier,
las águilas merodean por la zona a la caza y captura de restos. Vuelan
hasta los barcos pesqueros que regresan a puerto y rebuscan en la cubierta. Vuelan hasta donde los marineros limpian las redes. Se posan en los tejados de las plantas de procesado y envasado.
Para tomar estas fotografías, fui a los parajes naturales alejados de la ciudad donde se congregaban aquellas aves
tan habituadas a la especie humana. Allí podía verlas cara a cara,
acercarme sin camuflajes. En todo momento ellas sabían que yo estaba
allí. Para estudiarlas y aprender qué les gustaba y qué no, tenía que
andarme con cuidado, permaneciendo largas horas entre ellas, tumbado
boca abajo e inmóvil. He estado siete veces en las Aleutianas y pienso
volver. Soy amante de las águilas. Me encantan. ¿Por qué? Quizá porque
ellas vuelan y yo no.
NATIONAL GEOGRAPHI
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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Excelente ! Gracias por compartir ! Feliz jueves ! Felicidades y bendiciones.
ResponderEliminarMe gustó
ResponderEliminarMe encanta
ResponderEliminarGünaydın prenses bugün iyimisin türkiyeden kocaman selamlar gönderiyorum öptüm
ResponderEliminarFelicidades
ResponderEliminarGracias mi querido amigo!!
ResponderEliminarUn Fuerte abrazo 🙏🌹😘