Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., en el África, continúa la caza indiscriminada contra la fauna, los cazadores furtivos corrompen funcionarios estatales que incluye hasta los mismos presidentes de los países involucrados; sin embargo, con esta batalla en contra hay personajes que luchan contra esta lacra, tal como sucedió con la primatóloga : " Dian Fossey, científica que estudió a los Gorilas; dedicó su vida a estudiar a estos
animales y protegerlos de la caza indiscriminada. Una vida apasionante
que acabó de la forma más cruel y horrorosa....."
NATIONAL GEOGRAPHIC.- narra : "..............Fossey lo tenía todo en contra. Los gorilas eran unos animales poco acostumbrados al contacto con los humanos, los
cazadores furtivos no aceptaban su trabajo con los simios y durante los
primeros años, Fossey tuvo que realizar sus estudios en soledad
y sin ningún tipo de apoyo. La infinita paciéncia de Fossey y el
estudio que llevó a cabo en el hábitat natural de los gorilas
contribuyeron a cambiar por completo la percepción que se tenía de estos
grandes simios ya que la sociedad –debido a películas como King Kong, por ejemplo– los consideraba seres peligrosos y violentos.
A pesar de todo, Fossey
no se rindió y tras fundar su centro de investigación, que atraería la
atención tanto de estudiantes como de investigadores, la
zoóloga logró ganarse la confianza de los gorilas y mediante el método
prueba-error consiguió hacer numerosos avances en el estudio de su
comportamiento. En un articulo para la revista National Geographic, Fossey afirmó: "El gorila es uno de los animales más difamados del mundo.
Después de más de 2.000 horas de observación directa, puedo dar cuenta
de que menos de cinco minutos de su tiempo es lo que podría considerarse
comportamiento agresivo...............".
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/dian-fossey-defensora-gorilas_15022
Defensora a ultranza de los gorilas de montaña, la primatóloga Dian Fossey dedicó su vida a estudiar a estos animales y protegerlos de la caza indiscriminada. Una vida apasionante que acabó de la forma más cruel y horrorosa.
Dian Fossey firmando ejemplares de su libro "Gorilas en la niebla"
Foto: CordonPress
Josep Gavaldà
A su regreso a Estados Unidos, y tras ocho meses aprendiendo suajili con el apoyo de National Geographic, Fossey se instaló en África, primero en el Congo, en las montañas Virunga, donde existía una de las colonias más grandes de gorilas conocidas. Meses más tarde, y debido al inestable clima político, tuvo que trasladarse definitivamente a Ruanda. Allí, entre los montes Karisimbi y Visoke, cerca de las fronteras con Zaire y Uganda, fundó el Karisoke Research Center, que funcionó desde 1967 hasta 1980.
A pesar de todo, Fossey no se rindió y tras fundar su centro de investigación, que atraería la atención tanto de estudiantes como de investigadores, la zoóloga logró ganarse la confianza de los gorilas y mediante el método prueba-error consiguió hacer numerosos avances en el estudio de su comportamiento. En un articulo para la revista National Geographic, Fossey afirmó: "El gorila es uno de los animales más difamados del mundo. Después de más de 2.000 horas de observación directa, puedo dar cuenta de que menos de cinco minutos de su tiempo es lo que podría considerarse comportamiento agresivo".
· Lectura: 6 min
El 26 de diciembre de 1985, Dian Fossey, la zoóloga norteamericana que dedicó su vida al estudio de los gorilas y que cambió para siempre la forma en que vemos a estas criaturas, fue asesinada en su cabaña con un panga, un machete que la propia Fossey tenía colgado en una de las paredes de su vivienda.
A pesar de ser recordada por sus estudios científicos y por su defensa a
ultranza de estos grandes simios, su brutal muerte sigue siendo, a día
de hoy, un misterio.
La "llamada" de la selva
Dian Fossey nació en San Francisco el 16 de enero de 1932. Tras graduarse en Terapia Ocupacional en la Universidad Estatal de San José, en California, Fossey sintió la llamada de África cuando leyó la obra de George Schaller, un destacado zoólogo norteamericano dedicado al estudio de los gorilas. En 1963 invirtió todos su ahorros y viajó al continente africano donde conoció al famoso paleontólogo Louis Leakey, del que aprendió que para comprender la evolución humana primero era necesario estudiar a los grandes simios.A su regreso a Estados Unidos, y tras ocho meses aprendiendo suajili con el apoyo de National Geographic, Fossey se instaló en África, primero en el Congo, en las montañas Virunga, donde existía una de las colonias más grandes de gorilas conocidas. Meses más tarde, y debido al inestable clima político, tuvo que trasladarse definitivamente a Ruanda. Allí, entre los montes Karisimbi y Visoke, cerca de las fronteras con Zaire y Uganda, fundó el Karisoke Research Center, que funcionó desde 1967 hasta 1980.
Dian Fossey invirtió los ahorros de su vida y se trasladó a África, instalándose definitivamente en Ruanda, donde fundó el Karisoke Research Center.
La protección de una "bruja"
Fossey lo tenía todo en contra. Los gorilas eran unos animales poco acostumbrados al contacto con los humanos, los cazadores furtivos no aceptaban su trabajo con los simios y durante los primeros años, Fossey tuvo que realizar sus estudios en soledad y sin ningún tipo de apoyo. La infinita paciéncia de Fossey y el estudio que llevó a cabo en el hábitat natural de los gorilas contribuyeron a cambiar por completo la percepción que se tenía de estos grandes simios ya que la sociedad –debido a películas como King Kong, por ejemplo– los consideraba seres peligrosos y violentos.A pesar de todo, Fossey no se rindió y tras fundar su centro de investigación, que atraería la atención tanto de estudiantes como de investigadores, la zoóloga logró ganarse la confianza de los gorilas y mediante el método prueba-error consiguió hacer numerosos avances en el estudio de su comportamiento. En un articulo para la revista National Geographic, Fossey afirmó: "El gorila es uno de los animales más difamados del mundo. Después de más de 2.000 horas de observación directa, puedo dar cuenta de que menos de cinco minutos de su tiempo es lo que podría considerarse comportamiento agresivo".
La muerte de "Digit"
Fossey dedicó su vida al estudio y a la protección de los gorilas, hasta tal punto que hizo creer a los aldeanos y a los turistas que era una bruja, y para que no molestaran a los simios compró unas máscaras para ahuyentar a los visitantes no deseados. Fossey luchó con todas sus fuerzas contra los cazadores furtivos, puso trampas para capturarlos e interrogarlos, e incluso se enfrentó al mismísimo gobierno de Ruanda, al que acusó de corrupto. Su furia contra los cazadores furtivos desembocó en una cacería sin cuartel contra ellos el día que encontró muerto a Digit. Digit era uno de los gorilas que Fossey había estudiado y con el que había logrado una auténtica conexión. Simio y humana llegaron a compenetrarse hasta tal punto que el animal le permitía jugar e interactuar con sus crías. Digit murió en una emboscada que le tendieron los cazadores furtivos. Poco después, Dian Fossey creó la fundación Digit que serviría para recaudar fondos que ayudaran a la conservación de los gorilas, los desconocidos y misteriosos seres que ella defendería hasta el fin de sus días.Fossey, en continua lucha con los cazadores furtivos, creó un centro de investigación, y para proteger a los gorilas difundió la idea de que era una bruja para ahuyentar a los visitantes no deseados.
Según palabras de la primatóloga Kelly Steward que trabajó con Fossey una temporada: "Su amor por los gorilas y su odio hacia los cazadores furtivos realmente influyeron en su comportamiento,
y algunas personas piensan que al final esos sentimientos se
interpusieron en el camino de la gestión racional del centro de
investigación".
Sumida en una profunda depresión tras la muerte de Digit, Fossey
se encerró en su cabaña, donde empezó a beber más de la cuenta, y se
aisló del resto de colaboradores, con los que tampoco mantenía una buena
relación. Acusó al gobierno ruandés de dar la orden de matar al gorila, y acabó ganándose un enemigo mucho más poderoso. Con todo, Fossey logró reunir fondos para la conservación de los gorilas, aunque la mayoría de ese dinero al final se destinó al rodaje de películas
que sirvieran para concienciar a la opinión pública del peligro al que
estaban sometidos estos animales. Fossey, sin embargo, quería que estos
fondos se destinaran a proteger a la especie y a actuar de un modo
contundente contra los cazadores furtivos que estaban acabando con
ellos.
Fossey logró reunir fondos para la conservación de los gorilas, aunque la mayoría de ese dinero al final se destinó al rodaje de películas de concienciación ambiental.
Una vida de cine
En 1983, Fossey publicó Gorilas en la niebla,
un libro donde la primatóloga explica su experiencia en África y que
constituye uno de los estudios de campo más importantes realizados
nunca. El libro se llevó a la gran pantalla en 1988 de la mano del
director Michael Apted y el papel de Fossey fue interpretado por la
actriz Sigourney Weaver.
Sigourney Weaver en el papel de Diane Fossey en la película "Gorilas en la niebla".
Foto: CordonPress
Una semana antes de la muerte de Dian Fossey, la Oficina de
Turismo de Ruanda, le denegó la renovación de su pasaporte, pero gracias
a la ayuda de un amigo que era secretario de inmigración, la
primatóloga consiguió que se lo renovaran dos años más. Sin
saberlo, este favor significaría su sentencia de muerte. Treinta y
cuatro años después, el asesinato de Dian Fossey sigue sin estar claro.
Descartado el móvil del robo, se arrestó a todos los trabajadores de la
fundación, incluido un rastreador que había sido despedido unos días
antes y que posteriormente se suicidó en la cárcel. Entre los acusados como responsables de su asesinato figuran un hombre conocido como "Señor Z", acusado de instigar y participar en el brutal genocidio ruandés, y Protais Ziriganyirago, cuñado del entonces presidente de Ruanda, Juvénal Habyarimana, y jefe de la mafia de los cazadores furtivos.
Tras el asesinato de Dian Fossey, se arrestó a todos los trabajadores de la fundación, incluido un rastreador que había sido despedido unos días antes y que posteriormente se suicidó en la cárcel.
El cuerpo de Dian Fossey fue enterrado en el cementerio que ella misma creó para los gorilas, junto a su querido primate Digit. En su lápida se la llama Nyiramachabelli,
que es el nombre con el que los ruandeses se referían a ella y que
significa "la mujer que supo adaptarse al bosque". Aunque su legado
sigue vivo, la obra por la que tanto luchó prácticamente se ha
desvanecido, ya que los gorilas de montaña son, en la actualidad, una
especie en peligro de extinción.
Mas información
Dian Fossey, mi vida entre gorilas: 1- La mujer gorilaDian Fossey, mi vida entre gorilas: 2- El lado oscuro de la montaña
Dian Fossey, mi vida entre gorilas: 3- Asesinato en la montaña
NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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