La Historia del Amor Cruel : Capítulo CDXLV.- Olzagon; contra viento y marea, sabiendo que no debía hacerlo, empieza un apasionado encuentro amoroso con la empresaria Zoraida Fuentes Plata...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capitulo anterior; la empresaria Zoraida Fuentes Plata, después que terminó el Concierto Musical Vernacular, invitó a su acompañante el joven vendedor Olzagon a su casa, para beber unos tragos, ellos bebieron y luego fueron a la consola musical y escucharon música romántica, que les contagió de entusiasmo y se animaron a bailar abrazados, no escaparon los besos y caricias, que en todo caso fueron provocados por ella; y que tanto acoso el joven tuvo que responder, pero él, tenía una advertencia del Supervisor de Ventas, en no involucrarse con relaciones sentimentales con las clientes; Olzagon resistió al acoso de la empresaria, que finalmente y en forma tácita fue aceptado por ella, que se ofreció acompañarlo hasta su hotel.... pero creemos que finalmente ella lo doblegará...

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Zoraida Fuentes Plata, estaba excitada, por el estímulo del baile que compartió con el joven vendedor Olzagon; pero él, no cedía a sus encantos, por lo que tuvo que aceptar que hoy no habría nada más, pero si se comprometió acompañarlo a su hotel, que quedaba a tan solo 200 metros de la casa de ella, tal vez ella se jugaba la última opción ir con él hasta el mismo dormitorio y pues allí ya se sabe lo que pasaría.... o tal vez no..... ¿quién sabe?

Pero, Olzagon entendió la jugada de la empresaria y declinó su compañía y le dijo:

--- Señorita Zoraida, no es necesario que me acompañe, el hotel está muy cerca, más bien usted debe ir a su alcoba a descansar, le agradezco su interés y nos vemos más tarde.

Olzagon, al despedirse lo hizo de palabras, no le dio la mano, ni abrazo; al llegar a la puerta accionó la cerradura, pero estaba con llave, volteó la cabeza y observó al fondo junto a la consola musical a Zoraida con los brazos abiertos como esperando el abrazo de despedida; algo que con descortesía lo omitió Olzagon (pero no era eso, él temía el acoso) y él con hidalgía regresó y le correspondió con el abrazo y le dijo:

--- Lamento mi descortesía, me despido hasta más tarde.

Era justamente la jugada maestra que había preparado Zoraida; quien al sentirse abrazada, ella no lo soltó y lo abrazó con más fuerza y le contestó:

--- Joven Olzagon, le pido el último favor, quiero que acompañe hasta mi dormitorio y me asegure un riel de mi cama, temo caerme por que se podría voltear el colchón..

Olzagon, que intentaba desprenderse del abrazo, pero no lo lograba, y como se rozaron las piernas, su miembro viril tomó fuerza y teniéndolo erecto, siguió rozando las piernas de la hembra, ellos sin hablar, por lo que ya no pudo resistir, bajó sus dos manos hasta los glúteos y la atrajo hacia él, el pene aún debajo del pantalón logró rozar los genitales de Zoraida... el pecado ya se inició y seguirá hasta el final.....

Zoraida, al sentirse rozada en sus partes íntimas y con sus glúteos acariciados, bajó la boca y la unió a los labios del joven macho.

Pues, contra todo pronóstico, el joven ya no pudo controlarse, le levantó el vestido por atrás con la mano derecha, siguió levantado el enagüe y metió la mano hasta la trusa y la bajo dejando desnudos los glúteos, por su puesto ellos seguían besándose apasionadamente.

Entonces, como la sala disponía de una alfombra esponjosa, él intentó doblegarla para llevar su cuerpo al piso, pero ella reaccionó y con voz muy sensual, le dijo:

--- Aquí no, vamos a mi dormitorio....

Ellos se desprendieron del apasionado abrazo, tomando la delantera ella, cruzaron un corredor y siguieron al interior y llegaron a una puerta de madera, ella la abrió, e invitó al joven macho a ingresar, el interior era un dormitorio muy espacioso con grandes espejos, provisto de mesitas con lámparas con luz muy tenue y al centro apegada a la pared central había una cama gigantesca, seguramente de 04 cuerpos o tal vez más, púlcramente tendida con cubrecamas adornadas con flores bordadas y un solo almohadón, que cubría la parte central de la cama.

Entonces, ella cerró la puerta desde el interior y le echó llave a la cerradura, en seguida el joven que permanecía de pié, aún incrédulo si lo que iba hacer era correcto, que incluso le podría costar el puesto del trabajo, por que estaba infringiendo la normativa indicada por el Supervisor de Ventas de no involucrarse sentimentalmente con las clientes; pero ya todo esto era muy tarde como para retroceder, y ante el acoso de la hembra, él fue vencido.

En seguida, ella como dueña de la situación lo abrazó de nuevo y el joven macho correspondió abrazándola con pasión, bajó sus manos hasta los ardientes glúteos de la gigantesca hembra, abrazándose en solo cuerpo, ella seguía excitándose, y con habilidad se desprendió del abrazo y le dijo:

--- Espérame voy al baño a cambiarme de ropa.

El joven Olzagon, que solo disponía de la ropa de calle, pensó que también debía desvestirse, se desabotonó y se sacó la camisa, luego los zapatos, aflojó el cinturón o correa de la cintura y se bajó el pantalón, se quedó con el canzoncillo, donde se notaba claramente que tenía el pene erecto, así la esperó, en segundos ella apareció vestida con una bata rosada transparente, donde se notaban claramente los erectos pezones y la pelvis cubierta por una espesa mancha negra de vellos.... 

Ellos; se abrazaron nuevamente al filo de la cama, él le inclinó el cuerpo hacia la cama, ella cedió y quedó con medio cuerpo descansando sobre la cama y las sensuales piernas colgadas con los pies rozando el piso; él le retiró las sandalias y subió todo cuerpo de su hembra a la cama.

El joven macho, se sacó el calzoncillo y estando desnudo subió a la cama, ella que ya se había colocado al centro de la cama, pero aún estaba vestida con la bata, por lo que el joven macho le levantó el cuerpo y le retiró la bata, quedando completamente desnuda, era una diosa de la pasión y con los deseos eróticos.

El joven macho se colocó encima de ella, ella abrió sus piernas gigantes y le ofreció su ardiente vagina, el joven macho que la estaba besando, con su pene solo le rozó ligeramente la vulva, él bajó sus labios por el cuello y llegó al pezón izquierdo que era de gran proporción, lo besó con ternura y comenzó a amamantarlo como si fuese un becerro en la ubre de la vaca.

La hembra, cada vez más excitada, bajó su mano derecha a los genitales de su macho y le agarró los testículos y comenzó suavemente a estrujarlos, luego subió su mano hasta el pene y comenzó acariciarlo, hizo un nudo en su mano para subir bajar desde la cabeza del blande a los testículos, ya se notaban los jadeos de su excitación incontrolable.

El joven macho, no cesaba de amamantar los erectos pezones, que comenzaron aflorar líquidos lechosos, única vez que le sucedía en su experiencia, por lo que siguió amamantándolos y afloraba más de ese líquido que era el néctar ardiente de la hembra.

El joven macho, luego con su lengua siguió lamiendo a todo el seno en su alrededor que ardía de placer, y ella quería ser penetrada, por lo que abrió más sus piernas, y con su mano derecha dirigió la cabeza del glande su macho hacia su vulva, hubo una ligera penetración que rozó con el clítoris, que le produjo un escozor en todo su cuerpo....

El joven macho, con su impulso masculino la penetró con toda su dimensión, ella sintió placer y comenzó a gemir:

--- AAAyyyyyyyy... que dulce se siente tu pene en mi vagina..aaaayyyyyy.....que duro lo tienes, me hace cosquillas a mi vagina..... aaaaaaaayyyyyyyyyyyy....que rico es.... aaayyyy

El joven macho, la penetró con más fuerza, cogiéndole los glúteos; ella abría más y más sus piernas gigantes favoreciendo la penetración total, su excitación era incontrolable, y comenzaron el ritmo del meneo, todo era silencio en el dormitorio solo se escuchaba los jadeos del coito.............

Continuaremos.................

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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