Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; Mañuco quien intentó inculpar a Olzagon, pero fracasó y fue despedido del trabajo; pero, él no se dá por vencido irá a la Capital; Olzagon y Zoraida Fuentes Plata siguen adelante en la pronta implementación comercial de los grandes almacenes; al mismo tiempo, Olzagon recibió una carta de Homero, el Supervisor de Ventas, quien le facultó quedarse por 45 días más en Tapal; con todas estas noticias en aquella tarde salieron de la Gerencia Olzagon y la empresaria Zoraida, ella tenía una incógnita por resolver en los almacenes....
Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Zoraida Fuentes Plata y Olzagon, se dirigieron a los almacenes, aprovechando que no habían ni empleados administrativos ni agentes de seguridad; ella quería averiguar algunos asuntos que flotaban en su cabeza sobre existencias; ellos avanzaron y llegaron a la parte central o intermedia de los grandes almacenes.
Zoraida, subió una escalera que sirve para subir y bajar mercaderías de las perchas y anaqueles, que desde el piso tenía la apariencia que se veían vacíos; al subir ella comprobó que al fondo habían mercaderías arrumadas.
Entonces, Zoraida bajó las gradas de la escalera y estando en el piso, le miró con ternura a Olzagon y le dijo:
--- Olzagon, cuando descubriste que 05 cajones de tu empresa habían sido arrumados, ahora te vas a quedar corto, te pido que subas la escalera y observes los anaqueles que desde aquí se ven vacíos.
Olzagon, un joven ágil, rápidamente subió y llegó al último peldaño de la escalera movible y desde allí observó al fondo de la percha, pasó su mano sobre el nivel y se llenó de polvo que se había formado una capa, dando la impresión que por allí los estibadores no habían estado por lo menos medio año atrás; pero, allí no terminaba la vista, sino que al fondo habían fardos arrumados.
El joven Olzagon, siempre inquieto y observador, abandonó la escalera y subió al nivel de la percha con el cuerpo un poco gacho (medio cuerpo) caminó y llegó hasta los fardos arrumados, al tocarlos igualmente estaban cubiertos por una capa de polvo, le retiró la suciedad y casi se echa al nivel al comprobar que la mercadería era de su empresa; él estando en esa ubicación y con la ropa llena de polvo avanzó en toda la extensión a lo largo y forma horizontal y llegó a identificar aproximadamente 45 fardos entre chicos, medianos y grandes de mercaderías que no habían sido movidas ni sacadas a la venta por lo menos 06 meses atrás o tal vez mayor tiempo..¿quién lo sabe?
Olzagon, retrocedió y llegó al punto de partida y encontró a Zoraida que se había subido de nuevo muy preocupada que no le contestaba a sus llamados y él, le dijo:
--- Zoraida, aquí en tu empresa se aprecia un claro sabotaje del personal de estibadores, han dejado adrede 45 fardos intactos arrumados de mercaderías, como está un poco oscuro, si se puede notar que muchos de ellos corresponden a mercaderías remitidas por mi empresa.
Zoraida, al escuchar a Olzagon que habían 45 fardos, era demasiado, tanto por la mercadería almacenada y arrumada y cuanto por los costos económicos de estar adquiriendo mercaderías nuevas contando con existencias y exclamó:
--- ¡¡¡ Dios mío, cómo es posible que haya una pésima administración en los almacenes; Zózimo recién lo ascendí, pero aún no ha descubierto estas graves deficiencias de los estibadores; estos son 06 trabajadores, 02 están suspendidos y los 04 restantes también tendré que suspenderlos o despedirlos ¿Qué hago?....!!!
Olzagon, había escuchado exclamar en voz alta a la empresaria Zoraida lamentando el movimiento de mercaderías en sus almacenes; él se calló, sólo era responsabilidad de ella, se notaba claramente que necesitaba una persona responsable que trabaje fuera de la Gerencia y ella no la tenía.
Entonces, Zoraida pensó ir a las oficinas de los almacenes y revisar los kardex de las existencias y dijo:
--- Olzagon, acompáñame a las oficinas de la Jefatura de Almacenes.
Ambos personajes se dirigieron a ese destino, al llegar la puerta estaba cerrada y con candado.
Por lo que Zoraida, pidió a Olzagon ir a la Oficina de Seguridad y pedir las llaves; él fue y encontró al jefe de seguridad dándose una siesta dormitando, lo despertó y le pidió las llaves por orden de la dueña.
El jefe de seguridad, él mismo fue con el manojo de llaves en mano, ellos llegaron donde estaba Zoraida, quien estaba muy perturbada y hasta ofuscada por lo que había descubierto y le ordenó abrir la puerta, el agente la abrió, ella ingresó y fue directo a los estantes del kardex.
Zoraida, casi se cae de espaldas que al revisar los folios de los movimientos de las mercaderías, tenían un retraso de más de 06 meses; a ella le subió la adrenalina a la cabeza, sintió que el mundo se le caía a pedazos y se preguntó: "¿Cómo es posible que estemos trabajando así, en medio de la improvisación?" Casi quiso salir despavorida; pero reaccionó y se volvió a decir así misma como respuesta: "Serénate mujer, todo lo que estás descubriendo es propio de tu incompetencia, ya que tu eres la única responsable por contar con personal incompetente.."
Olzagon y el jefe de seguridad desde afuera observaban a la empresaria que le había cambiado el color de la piel de su rostro, se había encendido se le apreciaba rojo, como si la sangre se había subido a la cara, ellos permanecieron mudos, hasta que ella rompió el silencio y dijo:
--- ¡¡¡ Qué desgracia el almacenaje está pésimamente manejado !!!
El jefe de seguridad se atrevió a comentar y le dijo:
--- Señorita Zoraida, desde hace mucho tiempo hay total desorganización y el nuevo jefe Zózimo hace esfuerzos pero no llega a mucho; los estibadores están relajados, siempre se juntan y "amarran la burra..."(que no trabajan).
Zoraida a punto de explotar por la ira que le produjo escuchar al jefe de seguridad, dijo:
--- Señor jefe no diga nada y que nadie se entere; yo misma comprobaré, cómo trabajan los estibadores, esta tarde todo será normal con el ingreso del personal, yo vendré de nuevo después que haya transcurrido una hora del ingreso, llegaré escondida y los pillaré, si los encuentro "amarrando la burra" será motivo de su exclusión y despido del trabajo..
La empresaria Zoraida, hizo una pausa y agregó:
--- Señor jefe de seguridad, voy a tener que ocupar a 04 agentes suyos para que hagan las veces de los estibadores, se les gratificará, señale usted quienes serán y trabajarán el resto de la tarde y mañana hasta cubrir nuevos trabajadores con experiencia.
El jefe de seguridad, un poco preocupado por la nueva responsabilidad y por su puesto si tenía a esos 04 agentes diestros y le respondió:
--- A la orden, señorita Zoraida.
Como ya se aproximaba la hora de entrada del personal del turno de la tarde; Zoraida salió de la oficina de los almacenes y cerró la puerta y junto a Olzagon con el jefe de seguridad abandonaron los almacenes, ella y el joven Olzagon fueron a la Gerencia y el jefe de seguridad empezó abrir las puertas del negocio, afuera en la calle ya habían clientes esperando; todos los empleados ingresaron por la puerta de control de asistencia.
En la Gerencia, Zoraida y Olzagon conversaban y ella con tanta ternura le dijo:
--- Amor mío, si por alguna razón tienes problemas con tu empresa por lo que nos sucedió, te ofrezco trabajo aquí, tu señalas lo que quieres ganar como tu sueldo, necesito alguien de mi entera confianza.
Olzagon, totalmente sorprendido por la oferta de trabajo que le brindó Zoraida, lo tomó con serenidad, era inaceptable para él, ya que tenía planes de estudio en la universidad (nueva oportunidad de trabajo que él desprecia) que ya logró ingresar; tal vez era una nueva oportunidad, pero tarde o temprano terminaría si ella sigue acosándolo como su macho y a la vez su empleado, algo que las dos cosas nunca funcionan bien; él, le contestó:
--- Gracias Zoraida, por tu generosidad, al ofrecerme trabajo, pero no sería práctico para mi, creo que pronto encontrarás un empleado nativo de esta ciudad a quien lo presiones y en respuesta él te ayudará.
Allí terminó la conversación por que llegaron las empleadas de la oficina y las cajeras pidiendo las llaves para abrir las cajas, afuera de la gerencia ya llegó un grupo de vendedores que formaban fila haciendo turno para ofrecer sus productos a la empresaria.
Zoraida, miró su fino reloj "Rolex" de pulsera y tomó el tiempo y lo anotó en un papel y lo colocó encima de su agenda para no olvidar el tiempo que necesitaba tomar; se sacó el reloj y lo puso encima del papel y comenzó a despachar todos los asuntos propios de su trabajo.
Olzagon, salió de la Gerencia y se fue hasta la Oficina de Recepciones para seguir chequeando las guías de remisión, coordinó con los empleados para empezar el movimiento de los fardos a los nuevos almacenes que se arrancará el día siguiente, aprovechando la entrada de los nuevos empleados y los asignados desde allí y familiarizar con las ubicaciones; hubo amplio diálogo primó mucho la empatía entre el joven representante de la empresa proveedora y los trabajadores.
Mientras tanto, Zoraida chequeó su reloj y consultó con el tiempo anotado, ya era la hora, ella se levantó de su asiento después de atender a un vendedor y salió de su oficina y se fue directo a los almacenes, pero lo hizo dando una vuelta que iba por la parte trasera donde se colocan los desechos de los fardos, ella caminaba casi en punta de pies para no hacer ningún ruido, estaba completamente sola y apareció repentinamente en el lugar donde holgazaneaban los estibadores, los encontró unos echados encima de los bultos y otros comían golosinas como si fuese su casa y los pedidos de mercaderías esperando orden sobre orden(mortificando a los clientes por prolongadas esperas) sin que nadie los atienda, ellos al ver a la dueña se levantaron como resortes, pero era demasiado tarde y les gritó:
--- No se muevan sinvergüenzas y holgazanes.
Todos se quedaron paralizados, ella nuevamente con el rostro encendido desde el comunicador interno llamó al jefe de seguridad y le dijo:
--- Por favor venga al área de despachos para enviar a la calle a 04 trabajadores holgazanes.......
Continuaremos.........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@yahoo.com
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