Un reciente estudio de la Universidad de Illinois ha puesto de manifiesto el impacto que tuvo el clima en algunos rituales religiosos que se llevaron a cabo en esta antigua ciudad que se alzó a orillas del río Misisipi, en la actual St. Louis, Misuri, en Estados Unidos.
una de las tareas de los arqueólogos es analizar los impactos que el clima ha tenido en las distintas sociedades humanas a lo largo de la historia. Con frecuencia, los diversos estudios al respecto han podido identificar correlaciones entre períodos de cambio climático y cambios sociales más o menos drásticos.
Teniendo en cuenta estos parámetros, el arqueólogo Timothy R. Pauketat, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaigne, ha publicado en Journal of Anthropological Research un artículo en el que expone cómo la trayectoria del óptimo climático medieval (un período de clima extraordinariamente caluroso en la región del Atlántico norte, que duró desde el siglo IX hasta el siglo XIII, momento en el que disminuyó drásticamente la temperatura global) influyó en el devenir histórico de Cahokia, una antigua ciudad indígena que se ubicó en el valle del río Mississippi. El gran período de esplendor de Cahokia tuvo lugar a partir del siglo X, y fue entonces cuando la ciudad se convirtió en la capital de la cultura misisipiana, quizá gracias a su posición privilegiada, cerca de la confluencia de los ríos Misisipi, Misuri e Illinois. La población amerindia del emplazamiento creció entonces desde los 1.000 habitantes hasta, tal vez, los 40.000, según los especialistas arqueológicos. Ninguna otra localidad norteamericana superó ese número hasta finales del siglo XVIII.
Uno de los montículos de Cahokia en una fotografía tomada en 1907.
El gran período de esplendor de Cahokia tuvo lugar a partir del siglo X, cuando la ciudad se convirtió en la capital de la cultura misisipiana, quizá gracias a su posición cerca de la confluencia de los ríos Misisipi, Misuri e Illinois.
Según Pauketat este crecimiento repentino de la población coincidió con un renacimiento religioso en Cahokia, probablemente ocasionado por la explosión de una supernova en el año 1054 que iluminó los cielos durante un mes entero. Las excavaciones realizadas durante los últimos años han demostrado que la mayor parte de la población estaba formada por grupos de inmigrantes que acudían a la ciudad en peregrinaje religioso y acabaron por instalarse en ella y sus aledaños. En ocasiones se establecieron muy lejos del centro de la ciudad, donde se alza el conocido como Monks Mound o Túmulo de los Monjes, un monte artificial de 100 metros de altura y 5,6 hectáreas que se alza en el centro de la ciudad, y es el más grande conocido al norte de México. Se trataba del marcador del centro urbano, ya que se alzaba sobre la Gran Plaza donde se realizaban los juegos y rituales públicos. Recibe su nombre por la comunidad de monjes trapenses que vivieron allí durante un tiempo siglos después del abandono de la ciudad.
LA CEREMONIA DEL BAÑO DE VAPOR
Pauketat ha analizado el flujo de aire y los niveles de precipitación en Cahokia durante el óptimo climático medieval y ha llegado a la conclusión de que la evapotranspiración (la pérdida de humedad de una superficie por evaporación directa junto con la pérdida de agua por transpiración de la vegetación) dio forma a la vida en el valle del Misisipi y jugó un papel fundamental en la determinación de la progresión del urbanismo en la ciudad de Cahokia. En particular, el investigador ha estudiado una forma institucionalizada de evapotranspiración, un rito sagrado conocido como "ceremonia del baño de vapor". Utilizando un enfoque que enfatiza las relaciones entre entidades humanas y no humanas, Pauketat explica que los extremos climáticos de la cuenca fluvial y las fuertes tormentas que se dieron en la zona fueron interpretados por los habitantes de Cahokia como transferencias espirituales de poder de la atmósfera a la humanidad. De este modo, la ceremonia del baño de vapor presenta otro ejemplo de transferencia de energía poderosa. En este ritual, el agua líquida se convertía en vapor, y los asistentes lo absorbían captando igualmente algún tipo de energía curativa en la que creían.
Montículo de tierra de la ciudad indígena de Cahokia.
Pauketat explica que los extremos climáticos de la cuenca fluvial y las fuertes tormentas que se dieron en la zona fueron interpretados por los habitantes de Cahokia como transferencias espirituales de poder de la atmósfera a la humanidad.
De este modo, los investigadores creen que la ceremonia del baño de vapor fue uno de los muchos cambios acaecidos en Cahokia durante un período de crecimiento urbanístico que Pauketat ha denominado el "Big Bang" de la ciudad. Alrededor de 1050 d.C., se adoptaron nuevos estilos y elementos arquitectónicos, en particular asociados con el agua y los ciclos lunares, ya que la ciudad se planificó de acuerdo a una cuadrícula de recintos, y las aldeas más antiguas fueron reemplazadas por montículos, plazas y edificios religiosos. Se ampliaron asimismo los santuarios existentes y se construyeron calzadas para establecer caminos que llevasen a los montículos con baños de vapor.Si bien en la región llovía bastante, los modelos PDSI (Índices de Severidad de Sequía de Palmer por sus siglas en inglés) revelan un cambio hidroclimático importante a lo largo del siglo XII, lo que se tradujo en menos lluvias y en unas condiciones climáticas progresivamente más secas.
Según las conclusiones del estudio, la reducción de las precipitaciones actuó como catalizador de cambios dramáticos en Cahokia, como la emigración de los agricultores, la construcción de barreras defensivas, el ocultamiento de los suministros de alimentos y, en suma, el declive de una ceremonia religiosa tan importante como el baño de vapor.
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