Una reciente investigación llevada a cabo por la Universidad de Helsinki ha analiza la forma de fabricación de estos elementos decorativos, su distribución espacial y su significado social en las poblaciones rusas de hace más de 8.000 años.
Ubicación de Yuzhniy Oleniy Ostrov en el lago Onega, noroeste de Rusia, y distribución de las tumbas.
Muchos cuerpos estaban adornados con colgantes hechos con incisivos de alce, que estaban adheridos a vestidos, abrigos, capas, tocados y cinturones.
Un estudio dirigido por la arqueóloga Kristiina Mannermaa, de la Universidad de Helsinki, en el que participaron Riitta Rainio, de la misma institución, y Evgeniy Yurievich Girya y Dmitriy Gerasimov, del Museo de Antropología y Etnografía Pedro el Grande, se marcó como objetivo determinar quiénes fueron las personas enterradas con esos trajes decorados con dientes de alce y qué significado tenían. El resultado acaba de publicarse en Ciencias Arqueológicas y Antropológicas.
PERFORACIONES Y RANURAS
El estudio ha analizado la técnica de fabricación de un total de más de 4.000 adornos y la forma en que los dientes fueron procesados para su fijación o suspensión en 84 de las tumbas de Yuzhniy Oleniy Ostrov. Los resultados son sorprendentes, ya que prácticamente todos los dientes se habían procesado de forma idéntica realizando una o más pequeñas ranuras en la punta de la raíz, lo que facilitó su atado. Solo en dos casos se hizo un pequeño orificio en el diente para enhebrarlo, y ambos se encontraron en la tumba de la misma mujer.
Colgante de tipo ranura en E roto y reparado procedente de la tumba 125 de Yuzhniy Oleniy Ostrov.
Los colgantes de dientes hallados en tumbas ubicadas en la zona del Báltico y Escandinavia datados del mismo período que las tumbas de Yuzhniy Oleniy Ostrov están casi todos perforados. La perforación era, sin duda, la forma más segura de sujetar el colgante, pero practicar agujeros en la estrecha punta de un diente es más laborioso que hacer una ranura o varias. "Curiosamente, las ranuras no siempre se hicieron en el lado más ancho del diente, lo que sería la opción más fácil. En muchas tumbas las ranuras están en el lado delgado del diente, donde la posición inestable del mismo hace que sea más difícil de hacer. El artesano pudo haber recurrido a este método para atarlos en una posición específica", señala la investigadora Riitta Rainio.
La perforación era la forma más segura de sujetar el colgante, pero practicar agujeros en la estrecha punta de un diente es más laborioso que hacer varias ranura.
Las investigaciones arqueológicas y etnográficas han demostrado que los seres humanos han estado utilizando adornos desde tiempos muy remotos, y en todo el mundo, con diferentes propósitos. Para muchos pueblos indígenas de Eurasia, incluidas las comunidades sami (lapones), las decoraciones son detalles no solo estéticos, sino que han sido y siguen siendo una forma importante de describir la identidad y el origen de una persona. Los elementos externos como los adornos también pueden influir en los nombres que los grupos vecinos utilizan para referirse a una comunidad. De hecho, Kristiina Mannermaa ha bautizado a los individuos enterrados en Yuzhniy Oleniy Ostrov como "las personas de los colgantes de dientes de alce con ranuras".
¿ADORNOS DE PRESTIGIO?
"A pesar de que hemos encontrado colgantes hechos de castor y dientes de oso en las tumbas, la proporción de dientes de alce en ellas es abrumadora", afirma Mannermaa. El mayor número de dientes de alce se descubrió en las tumbas de mujeres y hombres adultos jóvenes, y el menor en las de niños y ancianos. En otras palabras, los adornos de dientes de alce estaban relacionados de una forma u otra con la edad, con mucha probabilidad específicamente con los años reproductivos de un individuo.
Dibujos de los cuerpos enterrados en las tumbas 65, 102, 97 y 25 de Yuzhniy Oleniy Ostrov.
Los adornos de dientes de alce estaban relacionados con la edad, con mucha probabilidad específicamente con los años reproductivos de un individuo.
El alce era el animal más importante en la ideología y las creencias de los cazadores-recolectores prehistóricos de la zona forestal euroasiática, y su disponibilidad limitada hizo que sus dientes se convirtieran en un material muy valioso para los antiguos cazadores. Los alces no se capturaban con mucha frecuencia y no todos los miembros de la comunidad contribuían a su caza. Los alces tienen un total de ocho incisivos, seis permanentes en la mandíbula inferior y dos caninos permanentes en forma de incisivos. A veces, los dientes deciduos (de leche) correspondientes también se procesaron como elementos decorativos. Los adornos de mayor tamaño requerían los dientes de al menos 8 a 18 alces. Según los investigadores es muy posible que a un solo individuo se le hubiesen proporcionado todos los incisivos de un alce capturado. Es decir, el mejor cazador de alces se llevaba el premio gordo...
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