Arqueólogos israelíes han descubierto en los cimientos de un edificio de época romana de la Ciudad de David una singular lámpara de bronce que representa la mitad de un rostro grotesco y que posiblemente fue enterrada allí como una ofrenda votiva.
Arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel han realizado un singular descubrimiento: una lámpara de aceite, con la forma de un rostro grotesco cortado por la mitad. El hallazgo se ha llevado a cabo en los cimientos de un edificio que se alzó en el conocido como Camino de Peregrinación de la Ciudad de David, en Jerusalén, y que se erigió poco después de la destrucción del Segundo Templo hace casi dos mil años. El Camino de Peregrinación era utilizado por los peregrinos judíos cuando acudían al lugar más sagrado del judaísmo: el Monte del Templo.
INVOCANDO A LA SUERTE
Los arqueólogos creen que esta lámpara de bronce se enterró de un modo ritual, como una ofrenda para atraer a la buena fortuna para los residentes del edificio, que data del período romano (finales del siglo I o principios del siglo II d.C.). Respecto a la construcción donde se localizó esta curiosa lámpara, los arqueólogos Yuval Baruch y Ari Levy, director de las excavaciones de la IAA, comentan lo siguiente: "El edificio donde se descubrió la lámpara se construyó directamente sobre el Camino de Peregrinación al final del período del Segundo Templo. La construcción de una estructura tan masiva en el período posterior a la destrucción de la Jerusalén judía demuestra la importancia del área incluso después de la destrucción del Segundo Templo. Es posible que la importancia del edificio y la necesidad de bendecir su actividad con la suerte enterrando un depósito de ofrendas se debiera a su proximidad al estanque de Siloé, que también se utilizaba en época romana como fuente central de agua dentro de la ciudad".
EDIFICIO DEL CAMINO DE PEREGRINACIÓN DE JERUSALÉN EN CUYOS CIMIENTOS FUE DESCUBIERTA LA LÁMPARA.
El edificio donde se descubrió la lámpara se construyó directamente sobre el Camino de Peregrinación al final del período del Segundo Templo.
Según la IAA, el bronce del que está hecha la lámpara se vertió en un molde esculpido que tenía la forma de la mitad del rostro de un hombre barbudo de aspecto grotesco. La punta de la lámpara tiene la forma de una luna creciente y el mango simula una planta de acanto. La decoración que aparece en la lámpara recuerda un motivo artístico romano muy común, similar a una máscara teatral. "Las colecciones de todo el mundo contienen miles de estas lámparas de bronce, muchas de las cuales se hicieron de formas intrincadas, lo que indica la libertad artística que poseían los artistas del metal romanos", explica Baruch. El descubrimiento también incluye la mecha de la lámpara, que estaba inusualmente bien conservada. La mecha, que es un hallazgo muy raro, fue sometida a examen por Naama Sukenik, responsable de materiales orgánicos de la IAA. Tras un examen microscópico, la científica identificó que la mecha estaba hecha de lino. Investigaciones futuras intentarán identificar asimismo cualquier residuo de aceite que quede en la mecha, lo que podrá ayudar a determinar si la lámpara se usó y, de ser así, qué aceite se empleó para encenderla.
UN ARQUEÓLOGO SOSTIENE LA LÁMPARA DE ACEITE DE BRONCE DE ÉPOCA ROMANA.
DETALLE DE LA LÁMPARA DE ACEITE DE BRONCE DONDE SE APRECIA PERFECTAMENTE LA MITAD DE UN ROSTRO GROTESCO.
¿UNA GEMELA EN ALGUNA PARTE?
"Esta lámpara es un hallazgo muy singular y, hasta donde sabemos, la primera de su clase descubierta en Israel. La singularidad del objeto radica sobre todo en que es solo la mitad de una cara", apostillan los investigadores. Pero ¿Por qué tiene únicamente la mitad de un rostro? El motivo podría haber sido práctico, según los estudios: pudo haber estado unida a un objeto plano o muro (tal vez sirvió como lámpara de pared), pero la explicación que convence más a los especialistas es que el uso principal del objeto era ceremonial. "Los depósitos de ofrendas eran habituales en el mundo antiguo y estaban destinados a invocar a la suerte, para asegurar la existencia del edificio y sus ocupantes, y generalmente estaban enterrados en los cimientos", afirman los arqueólogos. Pero ¿podría ser que en algún lugar del mundo se escondiese la otra mitad de este rostro misterioso?
Los depósitos de ofrendas eran habituales en el mundo antiguo y estaban destinados a invocar a la suerte, para asegurar la existencia del edificio y sus ocupantes.
Una curiosa noticia llegaría una semana después del descubrimiento de la lámpara, cuando un grupo de investigadores de Hungría informó de la existencia de una lámpara similar, hecha de bronce y con la mitad de una cara grotesca, en Budapest, objeto que se descubrió en 2012. ¿Podrían ser estas dos lámparas, separadas por miles de kilómetros, dos mitades de un mismo objeto? Los investigadores esperan averiguarlo, posiblemente creando modelos impresos en 3D de ambos objetos para compararlos y analizarlos. ¿Es posible que tras miles de años dos objetos separados por el tiempo puedan volver a encontrarse de nuevo? Futuras investigaciones nos darán la respuesta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor deja tus opiniones, comentarios y/o sugerencias para que nosotros podamos mejorar cada día. Gracias !!!.