Nuevos análisis de datos recopilados durante las últimas 4 décadas muestran que no solo ha disminuido el número de aves residentes en toda la selva amazónica, sino que su tamaño corporal y la longitud de sus alas también se ha visto afectado
18 de noviembre de 2021, 09:41 | Actualizado a
Momoto amazónico - Momotus momota
“Incluso en medio de esta prístina selva, estamos sintiendo los efectos globales del Cambio Climático inducido por el ser humano". La selva a la que se refiere Vitek Jirinec, ecólogo de la Universidad de Estatal de Luisiana asociado al Centro de Investigaciones en Ecología Integral, no es otra que la selva del Amazonas. Y es que, según el estudio liderado por Jirinec, incluso las partes más vírgenes de la selva Amazónica, aquellas más alejadas y protegidas del contacto directo con los seres humanos, se están viendo afectadas por los efectos de estos sobre el clima a nivel global.
Para llegar a esta conclusión, el investigador se ha valido de la observación de las aves, y a través de los datos recopilados durante más de 40 años de estudios, no solo ha podido comprobar la paulatina disminución de numerosas poblaciones de especies de aves residentes en la Selva Amazónica, si no que también ha comparado como a lo largo de estos 40 años el tamaño del cuerpo y la longitud de las alas han cambiado para la mayoría de las especies estudiadas.
Los resultados de la investigación, los cuales se achacan a las condiciones cada vez más secas y cálidas de la selva durante la estación seca, se publican recientemente en la revista Science Advances bajo el título Morphological consequences of climate change for resident birds in intact Amazonian rainforest.
De peso wélter a ligero
La investigación de Jirinec destaca por ser la primera en la literatura científica en advertir estos cambios en el tamaño y forma del cuerpo y alas de las aves no migratorias de la selva del Amazonas debido al Cambio Climático. Según los autores, esto elimina otros factores que podrían haber influido en estos cambios fisiológicos entre los que destacan que las aves se han vuelto más pequeñas y sus alas se han alargado durante varias generaciones, algo que se intuye una respuesta a las condiciones ambientales cambiantes y que podría indicar que muchas especies se estarían enfrentando a nuevos desafíos fisiológicos o nutricionales no advertidos con anterioridad por los científicos.
Las aves se han vuelto más pequeñas y sus alas se han alargado durante varias generaciones
Para respaldar tal afirmación, Jirinec y sus colegas estudiaron los datos procedentes de más de 15.000 aves capturadas, medidas, pesadas, marcadas y liberadas, durante cerca de 40 años de trabajo de campo en la selva tropical más grande del mundo. Los datos revelan que casi todos los cuerpos de las aves se han reducido en masa o se han vuelto más livianos desde la década de 1980. También que la mayoría de las especies de aves perdieron en promedio alrededor del 2% de su peso corporal cada década. Para una especie de ave que de media pesaba alrededor de 30 gramos en la década de 1980, la población ahora tiene un promedio de 27,6 gramos. Pero ¿qué significado le dan exactamente los científicos a estos datos?
Vitek Jirinec sostiene un momoto amazónico durante el estudio
Para Philip Stouffer, profesor en la Escuela de Recursos Naturales Renovables de la Universidad de Estatal de Luisiana, no caben dudas. "Estas aves no varían mucho en tamaño. Sus medidas corporales suelen ser muy ajustadas, por lo que cuando todos los individuos de una población muestran un par de gramos menos, pese que pueda parecer poco, es algo muy significativo", expresa. “Sin duda, esto está sucediendo en todas partes y probablemente no solo con las aves", continúa. "Si miras por la ventana y consideras lo que estás viendo, las condiciones no son las mismas que hace 40 años, y es muy probable que plantas y animales también están respondiendo a esos cambios", añade el investigador.
Ganadores y perdedores
Para llevar a cabo el trabajo, los científicos concretamente investigaron 77 especies de aves de la selva tropical que habitan desde en el suelo fresco y oscuro del bosque, hasta el dosel de los árboles, más cálido e iluminado por el sol. Así, descubrieron que las aves que residen en la sección más alta de la selva, más expuestas al calor y a las condiciones más secas, sufrieron un cambio más acusado en el peso corporal y el tamaño de las alas.
Estas aves también tienden a volar más que las que viven en el suelo del bosque, por lo que en el equipo de Jirinec barajan la idea de que se hayan adaptado a un clima más cálido y seco reduciendo la carga de sus alas y, por tanto, siendo más eficientes energéticamente durante el vuelo. "Piense en un avión de combate de cuerpo pesado y alas cortas que requiere mucha energía para volar rápido y ahora compárelo con un avión planeador de cuerpo delgado y alas largas que puede volar con menos energía", sugiere Stouffer.
"Si un pájaro tiene una carga alar más alta, necesita batir sus alas más rápido para mantenerse en el aire, lo que requiere más energía y produce más calor metabólico", continúa. "Por lo que una reducción en el peso corporal y un aumento en la longitud de las alas conduce a un uso más eficiente de los recursos al mismo tiempo que permite a las aves mantenerse frescas en un clima cálido", añade.
Toma de medidas del ala de un tororoí campanero -Myrmothera campanisona- en la selva amazónica
De esta manera y según los datos aportados por el estudio, la aves parecen estar viendo sus cuerpos modificados en respuesta a unas condiciones cada vez más cálidas, algo que en un principio no debería considerarse como algo negativo. Sin embargo, la cuestión de la capacidad futura de las aves amazónicas para hacer frente a entornos cada vez más cálidos y secos, especialmente en la estación seca, sigue sin respuesta. La misma pregunta podría aplicarse para muchos lugares de límites ambientales aún más extremos y las especies que en ellos habitan, por lo que Jirinec y su equipo esperan recopilar nuevos datos de otros ecosistemas para tener una idea más clara de como el tamaño, así como otras variables, tanto de las aves, o diferentes grupos de animales podría estar viéndose afectados en diferentes ecosistemas a lo largo de los años.
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¿Cuántas aves hay en el mundo? ¿Cuántas especies existen en total? ¿Cuáles son la más abundantes? ¿Y las más amenazadas? Un nuevo estudio pone números a todas estas preguntas.
24 de mayo de 2021, 13:00 | Actualizado a
Mochuelo de hoyo - Athene cunicularia
Estornino común - Sturnus vulgaris
¿Cuántas aves existen en el mundo?
Según los datos de Callahan y su equipo se estima que en el mundo habitan unos 50.000 millones de aves, es decir, hay 6 pájaros en el mundo por cada ser humano. Los investigadores destacan que el estudio recoge los datos para el 92% de las aves totales del planeta, no obstante hacen hincapié en la idea de que el restante 8%, el cual se excluyó del análisis por lo extraño de las especies involucradas y la ausencia de datos fiables, podría tener una incidencia notable en la cifra final.
Águila de Harris - Parabuteo unicinctus
¿Cuántas especies distintas de aves existen?
Como decíamos existen 50.000 millones de aves y se cree que estas se pueden clasificar en torno a 9700 especies diferentes. Aquí toma especial relevancia ese 8% al que Callahan y su equipo aluden en el estudio, pues otros trabajos como este que se publicaba en la revista Plos One y sobre el que informábamos en National Geographic a comienzos del año 2017, defiende que en la Tierra podrían coexistir hasta 18.000 especies de aves distintas, casi más del doble de las reconocidas por la metodología habitual empleada en los censos.
¿Dónde viven la mayoría de aves de la Tierra?
La mayoría de las aves de nuestro planeta vive en las regiones biogeográficas paleártica y neártica. La región Paleártica incluye Europa, la cuenca Mediterránea, la Asia situada por encima de la cordillera del Himalaya, el norte de África y la zona centro-norte de la península Arábiga. Por su parte la región Neártica comprende la mayoría de América del Norte, Groenlandia y las montañas de México.
Paloma bronce crestada - Ocyphaps lophotes
¿Cuáles son las especies de aves más abundantes de nuestro planeta?
Según el artículo, el ave más abundante del mundo es el gorrión común -Passer domesticus- con una población de 1600 millones de aves. En segundo lugar encontraríamos al estornino común-Sturnus vulgaris- con 1300 millones; la gaviota de Delaware- Larus delawarensis- con 1200 millones ocuparía el tercer puesto del ranquin seguida por 1100 millones de golondrinas comunes -Hirundo rustica-; 949 millones de gaviotas hiperbóreas - Larus hyperboreus- y 896 millones de atrapamoscas aliseros - Empidonax alnorum-; 815 millones de gaviotas tridáctilas- Rissa tridactyla; 771 millones de alondras cornudas -Eremophila Alpestris-; 711 millones de charranes sombríos -Onychoprion fuscatus-; y 599 millones de gorriones sabaneros, Passerculus sandwichensis.
Gallus gallus domesticus
Eso sí, el estudio únicamente contempló las especies de aves que viven salvajes en la naturaleza. Si no tenemos este pequeño detalle en cuenta, con una población de 25.000 millones de individuos en todo el planeta los pollos domésticos destinados a la alimentación -Gallus gallus domesticus-, so pena de su destino, se llevan de calle el título del ave más abundante del mundo.
¿Cuáles son las aves más raras de nuestro planeta y cuáles son sus números?
Otra de las interesantes conclusiones del estudio es que mientras que unas pocas especies como las que citábamos unas líneas atrás son superabundantes, la mayoría de las especies de aves de nuestros planeta son raras. De todas ellas, unas 1180 especies, lo que supone el 12% del total de las especies de pájaros conocidas, tienen poblaciones que se estiman en menos de 5.000 individuos.
Grulla coronada cuelligris - Balearica regulorum
Otro dato a tener en cuenta es que tal y como se contempla desde la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza -IUCN-una especie de ave se considera en peligro de extinción cuando su número desciende por debajo de los 2500 individuos. Según los datos de la organización, que no necesariamente coinciden con los del actual estudio, se encontrarían en peligro de extinción el 13% de las aves de la Tierra, entre las cuales encontrarían el quebrantahuesos-Gypaetus barbatus-, el urogallo cantábrico -Tetrao urogallus cantabricus-, el Águila Imperia Ibérica-Aquila adalberti- y otras de las aves más amenazadas de España.
Cuéntame algo más sobre aves…
Los investigadores también encontraron que los órdenes de aves más abundantes en todo el mundo son las paseriformes, conocidas comúnmente como pájaros y a veces como aves cantoras. Con unos 28.000 millones de representantes, estas suponen más de la mitad de las aves de todo el mundo. Después encontraríamos a las aves limícolas (9.700 millones) y las aves acuáticas (2.300 millones). Por el contrario, en los órdenes más escasos tendríamos a los kiwis, de los que encontraríamos apenas 3000 individuos, y a los mesites, una familia de aves endémicas de Madagascar que contaría con unos 154.000 representantes.
Guineo moñudo - Guttera pucherani
En cuanto a la alimentación, las aves insectívoras con 15.000 millones de individuos y las omnívoras, con 13.000, son los grupos que cuentan con un mayor éxito; mientras que las carroñeras con 194 millones o las que se alimentan del néctar como los colibrís con 479 millones, son las que encuentran más dificultades para medrar.
En base a los números y las conclusiones que de ellos se derivan, los autores sugieren que se necesitan mayores esfuerzos de conservación para mantener la diversidad de aves, dado que la mayoría de las especies de aves tienen pocos individuos. En el futuro esperan poder replicar su investigación y poder realizar un seguimiento de sus poblaciones quizá incluso más ajustado, incluyendo por ejemplo ese 8% que puede hacer bailar las cifras. Como decíamos al principio, en este caso lo que importan son los números.
FOTOS DE ANIMALESAVESPÁJAROSBIODIVERSIDADECOLOGÍA
Demostrado, el ruido y la luz alteran profundamente la biología de las aves :
https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/adaptacion-aves-a-luz-y-ruido_16071
Un nuevo estudio ha proporcionado la imagen más completa hasta el momento de cómo la contaminación lumínica y acústica afectan a las aves en todo Norteamérica. Este análisis permitiría evaluar mejor cómo le afectarían estos factores externos a las distintas especies de aves.
Recientes y preocupantes hallazgos sugieren que en las últimas décadas las poblaciones de aves han disminuido en más del 30%., y para desarrollar estrategias efectivas y tratar revertir esta tendencia, los científicos y administradores de tierras deben comprender cuales son los principales causantes de este declive. Así, el año pasado un estudio publicado en la revista Science informaba que entre las principales amenazas a las que se enfrenta la avifauna de nuestro planeta se encuentran la pérdida y el deterioro del hábitat, el uso de pesticidas, el desarrollo urbanístico, así como el imparable avance de la agricultura intensiva.
No obstante, los efectos del ruido y la contaminación lumínica en la salud de las poblaciones de aves se habían pasado por alto en gran medida hasta que algunos estudios recientes han mostrado que estos factores estresantes podrían tener un gran impacto en diversas especies de aves.
Passer domesticus - Gorrión Común - La contaminación acústica tuvo como efecto una menor eclosión en los nidos de gorrión común, no obstante la contaminación lumínica tuvo el efecto contrario.
La contaminación acústica tuvo como efecto una menor eclosión en los nidos de gorrión común, no obstante la contaminación lumínica tuvo el efecto contrario.
Ahora una nueva investigación titulada Sensory pollutants alter bird phenology and fitness across a continent y publicada esta semana en la revista Nature, la más ambiciosa en cuanto a mesurar el impacto del exceso de luz y ruido en las poblaciones de aves realizada en todo Norteamérica, arroja nueva luz sobre esta cuestión, proporcionando una imagen del problema a nivel continental. "Nuestro estudio ofrece la evidencia más completa de que el ruido y la luz pueden alterar profundamente la reproducción de las aves, incluso cuando se tienen en cuenta otros aspectos de las actividades humanas", declara el profesor de biología de la Universidad Politécnica Estatal de California, Clint Francis, uno de los autores principales del estudio.
Para llevar a cabo su trabajo, Francis y sus colegas examinaron la influencia del ruido y la contaminación lumínica en 142 especies de aves en América del Norte utilizando los datos recopilados de 58.506 nidos entre 2000 y 2014 por un proyecto de ciencia ciudadana llamado NestWatch. Comprobaron la fecha de la primera puesta de huevos, el tamaño de la nidada, el éxito de la eclosión parcial, la falla de la nidada y el éxito del nido, que combinaron con datos geoespaciales sobre ruido antropogénico y contaminación lumínica.
Haemorhous mexicanus - Camachuelo mexicano - A mayores tasas de contaminación lumínica los polluelos de camachuelo mexicano adelantaron su eclosión, no obstante esta tasa también afecto de manera directa disminuyendo el número de huevos eclosionados.
A mayores tasas de contaminación lumínica eclosionaron los polluelos de camachuelo mexicano adelantaron su eclosión, no obstante esta tasa también afecto de manera directa disminuyendo el número de huevos eclosionados.
Las aves programan su reproducción para que coincida con la disponibilidad máxima de recursos para alimentar a sus crías, sincronizando sus ciclos con los ritmos circadianos y las horas de luz del día y así reproducirse aproximadamente en la misma época cada año. Los investigadores encontraron que la contaminación lumínica hace que las aves comiencen a anidar hasta un mes antes de lo normal en ambientes abiertos como pastizales o humedales y 18 días antes en ambientes boscosos, cuya consecuencia podría traducirse en la una falta desincronización entre la eclosión de las crías y la disponibilidad de alimento; es decir los polluelos hambrientos pueden nacer antes de que su comida esté disponible, lo que puede influir decisivamente en la supervivencia de los mismos.
El cambio climático entra en la ecuación
Sin embargo, esta situación también puede verse afectada por el cambio climático. A medida que el planeta se calienta, la comida de las aves está disponible antes, y así, las aves que mantienen sus ciclos y periodos de reproducción históricos suelen tener menos polluelos de los cuales, además, menos suelen salir adelante debido a que el alimento del que dependen ya no está disponible.
Pese a ello, los investigadores realizaron un hallazgo que les sorprendió: "descubrimos que algunas aves que adelantaron el tiempo de su reproducción en respuesta al aumento de la contaminación lumínica en realidad tuvieron un mayor éxito reproductivo", informa Francis. "Una interpretación probable de esta respuesta es que la contaminación lumínica en realidad permite que estas aves 'se pongan al día' con el cambio hacia una disponibilidad más temprana de alimentos debido al cambio climático".
A mayores tasas de contaminación lumínica eclosionaron menos huevos de golondrina verdemar
A mayores tasas de contaminación lumínica y ruido eclosionaron menos huevos de golondrina verdemar. En última instancia, la exposición elevada a la luz se asoció con una fuerte disminución en el éxito general del nido.
Las aves de áreas más afectadas por la contaminación lumínica, como pastizales y praderas, pueden adaptarse al cambio climático mejor que aquellas en hábitats naturales que son más oscuros como los bosques
Estos hallazgos sugieren dos conclusiones sobre cómo responden las aves al cambio climático. En primer lugar, y al menos temporalmente, los investigadores observaron que
. Por otra parte sin embargo, cuando los científicos pensaron que las aves estaban ajustando su tiempo de reproducción al cambio climático, es posible que en realidad estuvieran respondieran a las señales de luz porque muchos de las observaciones de nidos se realizaron en áreas expuestas a cierta contaminación lumínica.
Luz y ruido: adaptaciones y reacciones de la vida aviar
Los investigadores profundizaron en más detalles sobre 27 especies en busca de rasgos físicos que pudieran explicar las variaciones en las respuestas de las distintas especies a la luz y el ruido. Así, la capacidad de un pájaro para ver con poca luz y el tono de su llamada se relacionaron con las respuestas de las especies a la contaminación lumínica y acústica, respectivamente.
Cuanta más luz es capaz de absorber el ojo de un pájaro, más modularon las especies su tiempo de reproducción a principios de año en respuesta a la contaminación lumínica La contaminación acústica, por su parte, retrasó la anidación de las aves cuyos cantos tienen una frecuencia más baja y, por lo tanto, son más difíciles de escuchar a través del ruido humano
, experimentando un mayor éxito reproductivo como resultado de esta.
: las decisiones de apareamiento en muchas especies de aves se toman en función del canto del macho y, en algunos casos, las hembras necesitan escuchar el canto de este para estar físicamente preparadas para reproducirse.
“Demostramos de manera convincente que el ruido y la contaminación lumínica están teniendo fuertes efectos en las poblaciones silvestres de aves, así como en su manejo y gestión”, explica Francis. “No obstante, si hay un plan de desarrollo propuesto para un lugar y los administradores de la tierra están preocupados por un ave sobre la cual no tienen información, ahora pueden usar este estudio para comprobar si es probable que el desarrollo afecte al ave" continua. "¿Es un pájaro del bosque? Si es así, es probable que sea más sensible a la luz y al ruido”, añade como ejemplo.
Sialia mexicana - Azulejo de garganta azul - El éxito de las nidadas de los azulejos de garganta azul incremento positivamente con el incremento de la contaminación lumínica.
El éxito de las nidadas de los azulejos de garganta azul incremento positivamente con el incremento de la contaminación lumínica.
El estudio es un primer paso hacia un objetivo más amplio de desarrollar un índice de sensibilidad a la luz y al ruido para todas las aves de América del Norte y crear un índice que permitiría a los administradores y conservacionistas tomar referencias cruzadas de múltiples rasgos físicos de una especie para evaluar cómo le afectarían factores como la contaminación lumínica y acústica; un paso más para intentar armonizar el desarrollo humano con la conservación de la naturaleza. Los autores concluyen que el ruido y la luz generados por el hombre pueden afectar la reproducción y la aptitud de las aves, ya que las aves de hábitats cerrados muestran una mayor sensibilidad al ruido y la luz que las de los hábitats abiertos, lo que subraya la necesidad de considerar estos contaminantes al implementar nuevos planes de conservación de la biodiversidad.
AVESPÁJAROSFOTOS DE ANIMALESBIODIVERSIDADCONTAMINACIÓNSOSTENIBILIDAD
Descubren sociedades complejas en las aves :
https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/descubren-sociedades-complejas-aves_14899
El hallazgo de una jerarquía multinivel en un animal no mamífero demuestra que un gran cerebro no es un requisito indispensable para formación de sociedades complejas
06 de noviembre de 2019, 11:46 | Actualizado a
Acryllium vulturinum
Las gallinas de Guinea se mueven en grupos altamente cohesionados. Esta cohesión les permite coordinar sus acciones a medida que avanzan juntos por el paisaje y, por lo tanto, mantener una membresía de grupo estable durante largos períodos de tiempo.
Foto: James Klarevas
Un ave tribal
Los grupos de gallinas de Guinea pueden volverse muy grandes, y cuando varios grupos entran en contacto, la cantidad de aves que se mueven juntas puede llegar a cientos. Sin embargo, cuando estos 'supergrupos' finalmente se separan, lo vuelven a hacer en sus unidades de grupo estable originales, lo que significa que los individuos saben quién es parte de su grupo y quién no.
Foto: James Klarevas.
Hasta ahora, se pensaba que las sociedades multinivel solo podían establecerse entre mamíferos con grandes cerebros como los humanos y otros primates, los elefantes, las jirafas o los delfines. Ahora, científicos del Instituto Max Planck para estudio del comportamiento Animal y la Universidad de Konstanz acaban de reportar la existencia de una sociedad multinivel en un ave de cerebro pequeño, Acryllium vulturinum, más conocida como la gallina de Guinea.
El estudio, titulado The multilevel society of a small-brained bird y publicado en la revista especializada Current Biology, sugiere que estas aves pueden realizar un seguimiento de las asociaciones sociales que se establecen entre cientos de individuos, desafiando la idea de que los cerebros grandes son un requisito indispensable para el establecimiento de sociedades complejas. Los resultados proporcionan además, nuevas pistas sobre cómo evolucionaron estas sociedades.
Una cuestión de jerarquía
Las sociedades multinivel se establecen cuando las unidades sociales, como las parejas de animales, forman grupos que tienen una membresía estable, y a su vez estos grupos se asocian preferentemente con otros grupos mayores. Debido a que esto requiere que los animales realicen un seguimiento de los individuos tanto en sus propios grupos como en otros, los científicos habían supuesto durante mucho tiempo que las sociedades multinivel solo deberían existir en especies con una inteligencia suficiente como para hacer frente a esta complejidad.
El estudio desafia la idea de que cerebros grandes son un requisito indispensable para el establecimiento de sociedades complejas
Si bien muchas especies de aves viven en grupos, estos son generalmente abiertos; carecen de estabilidad a largo plazo; se trata de asociaciones muy territoriales en muchos casos, y no existe relación con otros grupos. Las aves de Guinea vulturinas, sin embargo, presentan una notable excepción: los investigadores observaron que estos pájaros, que descienden de un antiguo linaje que se asemeja más a los dinosaurios que a las aves, se comportan de manera muy coherente con sus congéneres y sin exhibir la característica agresión intergrupal que es común en otras aves que viven en grupo.
A pesar de tener un cerebro relativamente pequeño, incluso en relación con otras aves, las también conocidas como pintadas vulturinas "parecían tener los elementos correctos para formar estructuras sociales complejas y, sin embargo, no se sabía nada sobre ellos", explica Danai Papageorgiou, autora principal del artículo y estudiante de doctorado en el Instituto Max Planck para el estudio del Comportamiento Animal.
Un ave tribal
El estudio, llevado a cabo en Kenia, y el primero realizado sobre la especie, implicó el seguimiento de las relaciones sociales de estos pájaros durante el transcurso de varias estaciones en una población de más de 400 aves adultas. Los investigadores marcaron individualmente a todas las aves de la población, y al observarlas descubrieron que la misma comprendía 18 grupos sociales distintos de entre 13 a 65 individuos cada uno.
Lo que sorprendió a los investigadores es que estos grupos se mantuvieron estables, a pesar de la superposición regular con uno o más grupos, tanto durante el día como durante la noche. Para ver si estos grupos se asociaban preferentemente entre sí, los investigadores colocaron seguidores GPS a una muestra de individuos en cada grupo. Esto significaba que la posición de cada grupo se registraba continuamente cada día, lo que permitía a los investigadores observar simultáneamente cómo interactuaban los 18 grupos de la población.
"Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que se describe una estructura social como esta en aves"
Los investigadores encontraron que los grupos asociados entre sí se basaban en preferencias como las características del paisaje. Los datos también mostraron que las asociaciones intergrupales tenían más probabilidades de tener lugar durante temporadas específicas. "Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que se describe una estructura social como esta en aves", afirma Papageorgiou. "Es curioso observar a cientos de pájaros que salen de un gallinero y se dividen perfectamente en grupos completamente estables todos los días. ¿Cómo lo hacen? Obviamente no se trata solo de ser inteligente", añade.
"A pesar de haber sido poco estudiadas, las gallinas de Guinea han desafiado nuestra comprensión de cómo ha evolucionado la forma de socializar en algunas especies", continúa la autora del artículo. "Este descubrimiento plantea muchas preguntas sobre los mecanismos que subyacen a las sociedades complejas y ha abierto emocionantes posibilidades a la hora de explorar que ha hecho evolucionar a estas aves hacia un sistema social que es más propio, en muchos aspectos, de los primates que de otras aves", continúa Damien Farine, coautor del artículo e investigador en el Instituto Max Planck para el estudio del Comportamiento Animal y el Centro para el Estudio Avanzado del Comportamiento Colectivo de la Universidad de Konstanz.
Las aves de Guinea vulturinas tienen algunas pistas importantes sobre cómo las sociedades complejas podrían haber evolucionado. "De hecho, muchos ejemplos de sociedades multinivel -primates, elefantes y jirafas- podrían haber evolucionado bajo condiciones ecológicas similares a las gallinas de Guinea", concluye Farine.
Según los últimos datos, ha desaparecido hasta el 29% de la avifauna en el último medio siglo. Las especies más comunes son las más perjudicadas: la población de gorriones, alondras y estorninos se ha reducido hasta un 75%.
20 de septiembre de 2019, 12:08 | Actualizado a
Alondra común (Alauda arvensis)
Uno de los mayores estudios ornitológicos realizados hasta la fecha ha constatado un desastre medioambiental que los expertos en ornitología de Estados Unidos hacía años que sospechaban: el espectacular declive de la avifauna en esta región del mundo. El análisis, publicado esta semana en la revista Science, ha concluido que la población de aves en Estados Unidos y Canadá se ha reducido hasta un 29% en tan solo 50 años, lo que equivale a 2.900 millones de ejemplares.
Un equipo de científicos de distintas universidades, agencias gubernamentales y ONG colaboraron en el conteo más completo y ambicioso realizado hasta la fecha, en el que se ha hecho un seguimiento de la evolución de las poblaciones de 529 especies durante los últimos 50 años.
Las aves comunes, como gorriones, alondras o estorninos, se han reducido en un 75%
Su conclusión apunta a una reducción casi generalizada de las poblaciones del 60% de todas ellas, aunque de una forma más pronunciada entre las aves más comunes, como los gorriones, las alondras o los estorninos, que han visto reducido su número en un 75%.
Declive generalizado
El estudio apunta a múltiples causas, entre ellas la pérdida y el deterioro del hábitat, el uso de pesticidas o el desarrollo urbanístico, así como el imparable avance de la agricultura intensiva. “Pensábamos que nos íbamos a encontrar con un declive generalizado de las especies más amenazadas –sostiene Ken Rosenberg, investigador del laboratorio de ornitología de la Universidad Cornell, principal autor de este estudio–. Lo que no nos podíamos imaginar era una pérdida tan masiva de las poblaciones más comunes de todos los hábitats”, apostilla.
Lo que más preocupa a la comunidad científica es el agravado descenso de las aves comunes, una especies vitales para los ecosistemas, pues controlan las plagas, polinizan las flores, propagan las semillas y son vitales par los bosques.
Esa tendencia también se manifiesta en España, donde, según apunta la organización conservacionista SEO/Birdlife, durante el período 1998-2018 las poblaciones de aves agrícolas ha caído hasta un 20% en prácticamente todo el territorio nacional, mientras que las poblaciones de aves comunes de medios urbanos han descendido un 12%. Especies como la golondrina común, el gorrión común, el serín verdecillo, la urraca común y el vencejo común han sufrido un declive moderado en todo este período.ç
Recuperación de especies amenazadas
Sin embargo no todas las conclusiones son negativas. Se produce la paradoja de que, pese a que las aves más comunes desaparecen por millones, las más amenazadas están recuperándose. La investigación apunta a que en los últimos 50 años el número de rapaces y aves acuáticas en América del Norte se ha incrementado en unos 250 millones de ejemplares. Para prueba, la espectacular recuperación del pigargo americano, una de las aves más emblemáticas de Estados Unidos, o el aumento de las poblaciones de halcones en un 33%.
Me gustó ver tantas aves
ResponderEliminarEspectacular reportaje,
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