domingo, 9 de enero de 2022

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo CXII.- Siekik y Kamokac, salieron hacia el Este de los terrenos cultivados, los abandonaron y se internaron en la zona eriaza que estaba llena de arbustos y hierbas, que para caminar, había que abrir la ruta, en esas circunstancias, el joven líder fue atacado por una víbora venenosa y será la instructora su sanadora....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán; el joven Siekik, estaba constantemente sometido a pruebas en su autoridad como líder y no solamente con la invasión de las tribus vecinas que codiciaban su adelanto en la organización como un Señorío, sino que en los cultivos de los terrenos, que al convertirse en organización sedentaria gracias al dominio de la naturaleza mediante la agricultura y el desarrollo urbano en la mejoría de la vida de los habitantes y su identificación religiosa; que siendo politeístas, si clasificaron a sus dioses, identificando a los astros como El Sol, considerado el dios principal de la vida y al mismo tiempo el joven líder se involucraba con mujeres más por instinto que el amor, que tal no identificaban ese sentimiento, y como habían mujeres que sin pretender tomarlas como sus amantes, algunas lo buscaban como si fuese un ídolo; tal como sucedió con la instructora, quien siendo una brillante maestra en el arte de los tejidos, ella perdió la cabeza y fue castigada por pretender ser la preferida del joven líder..... ..sigamos el relato..............


Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: 
Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.
Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Como me hubiese gustado ser un visitante y observador, para otear el movimiento humano de los miembros del Señorío en nacimiento, donde con la mano del joven líder Siekik, quien impuso su autoridad en base a su propia personalidad guerrera, me atrevo a decir: "Los líderes nacen como un regalo de la naturaleza"; como al mismo tiempo era una autoridad que impartía órdenes en el desarrollo de la organización humana y no fue fácil convertirse en una especie de centro del poder, él tuvo que pelear contra tribus vecinas que mediante las invasiones pretendían adueñarse de los adelantos que iba desarrollando el naciente Señorío, propio de lo que sería después la Civilización Moche.
El joven líder Siekik, fue con Kamokac a los talleres de los tejidos, que sorpresivamente ya no era exclusividad de mujeres, sino que llegaron un grupo de artesanos hombres, quienes eran poseedores de nuevas técnicas en el diseño de los tejidos, quienes aún usando los telares de cintura; elaboraban tejidos creando imágenes que le gustaba observar al joven líder, incluso conversó con el artesano de mayor edad y le hizo preguntas de como estudió y aprendió el arte de separar los hilos de colores que permitían elaborar telas gracias a esos diseños desconocidos hasta ese momento.
Entonces, usando a Kamokac, como intérprete, pidió al artesano mayor, que le confeccione un manto (poncho), para usarlo por las noches y abrigarse del frío.
El joven líder Siekik, siempre observaba con minucioso interés a cada persona que estaba a su servicio, descubriendo sus habilidades que las aprovechaba nombrándolo como un jefe con una autoridad, con esas decisiones sabias le permitieron trabajar con la seguridad de la fidelidad requisito indispensable para llevar adelante el desarrollo del Señorío.
El joven líder, gracias al uso de las armas, le permitió conquistar terrenos que aún estando separados de los dominios de la vivienda, le eran imprescindibles aportando los productos comestibles, que le permitían mantener a la población humana, por lo que se implantó en todos los terrenos del dominio dos comidas diarias, siendo la primera por la mañana y la segunda al atardecer, nadie sufría de hambre, que era una epidemia en las tribus vecinas errantes, por lo que cada habitante gracias a su trabajo tenía la comida asegurada.
Justamente, dentro de la jornada que transcurrió rápidamente se inició el reparto de la primera comida, que esta vez consistió en un mate lleno de yucas sancochadas con carne seca asada; por su puesto cada día variaba, por que también se usaban camotes, pallares, maní, calabazas, la carne siempre era aportada por la caza de los venados, que abundaban en manadas inmensas en las planicies; también se sacrificaban llamas que después de la esquila, se clasificaban por la edad, eran preferidas las de mayor edad, cuya carne era muy apreciada.
Gracias al trueque, como forma de comercio, aportado por los errantes mercaderes, se intercambiaban productos marinos como el pescado seco y salado, cuyo alimento era muy codiciado; estos mercaderes cumplían una labor primordial en el desarrollo humano, por que ellos siempre exponían nuevos productos, como por ejemplo en el arte de la metalurgia, con productos elaborados en base al cobre y los metales preciosos como el oro , que lo identificaron para la veneración del dios de los rayos dorados (El Sol), y la plata era el mental favorito para la veneración de la diosa de la noche (La Luna).
La metalurgia, consistía en la elaboración de dijes, joyas y objetos para la veneración de los dioses; salvo el líder que llevaba adornos en el rostro( nariz y  orejas y las manos exhibidos en las ceremonias militares y religiosas, para la población humana en general no consistían en objetos de acumulación de riqueza individual o colectiva, era una sociedad simple y gallarda.


Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío. 
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Después de la primera comida, que la compartieron juntos Siekik, Kamokac y Chamokik y que éste último ya estaba listo para regresar a  los dominios de la vivienda con 50 vasallos, quienes cargarán quipes de productos comestibles.
Entonces, Siekik impartió algunas órdenes a Chamokik, concediéndole todo el mando y la defensa, siendo el responsable de todo cuanto suceda en los dominios de la vivienda y para darle estabilidad emocional, le permitió que lo acompañe su pareja, quien estaba preñada con varios meses de gestación y que aún caminaba con soltura.
Ellos partieron de día claro, poco usual tanto por el calor de los rayos solares como la exposición a tribus enemigas, por lo que se prefería la noche; esta vez la diferencia aún siendo riesgosa era permitir que la pareja de Chamokik llegue en las mejores condiciones posibles a su nueva estadía bajo la protección de su pareja; así trabajaba y obraba Siekik siempre pensando en el bienestar de los vasallos.
Siekik y Kamokac, después de despachar a Chamokik, se fueron por los terrenos hacia el Este, lugar de recuerdos de cruentos combates contra tribus invasoras; donde el joven líder hizo crecer su liderazgo, batiéndose cuerpo a cuerpo contra guerreros que estaban dispuestos con arrasar la producción de los terrenos cultivados, que tanto trabajo costaba a los esforzados agricultores, que eran los mismos guerreros que se rotaban para permitir que todos desarrollen sus capacidades corporales.
Siekik, observó las planicies desde el filo (límites) de los terrenos cultivados, eran tierras eriazas, que ahora gracias a la casi nula presencia humana habían crecido montes como arbustos, hierbas y árboles grandes, en otras palabras la naturaleza había retomado sus dominios; como no había camino o sendero, había que abrirlo, por lo que cada uno caminando seguía adelante como podía.
La naturaleza dueña de sus dominios, había permitido el desarrollo de la flora con frondosa vegetación y también permitió el desarrollo de la floreciente fauna con venados, zorros, aves y por su puesto los reptiles con víboras venenosas como guatupillas, corales( reptiles venenosas) y el macanche, que a la par tenía como depredadores a los colambos que eran culebras no venenosas que cazaban a las víboras venenosas como sus presas favoritas de su alimentación.
En el movimiento de abrir camino para llegar a las planicies zona descubierta por ser desértica que el joven líder quería investigar, no pudo identificar que al mover una roca suelta, debajo se ocultaba un coral, cuyo veneno era mortífero, que lo atacó picándole el brazo, clavándoles los dientes, cuya ponzoña se incrustó en la piel inyectándole el mortal veneno.
El joven líder reaccionó con un grito por el espanto y dolor por la picadura, quien atrapó al reptil tirándolo por los aires, cuyo largo era de unos 50 centímetros, al caer lo volvió atrapar por la mitad y golpeó la cabeza contra la roca matándolo en el acto, pero el daño ya estaba hecho.
Siekik, que estaba distanciado unos 30 metros de Kamokac, quien acudió en su ayuda, que al ver la herida de los dos colmillos que quedaron grabados en la piel del brazo, le dijo:
--- Oh Gran Líder, permítame curar esa herida que es mortal.
Kamokac, sin esperar respuesta, con sus dientes mordió la piel de la herida y le extrajo parte de la piel afectada chupando el veneno y escupiéndolo al suelo, al mismo tiempo rompió parte de su manga de la ropa que vestía y con esas tiras le amarró un torniquete encima de la herida para evitar la circulación del veneno a todo el cuerpo; pero, el calor de los rayos solares eran implacables, llamó a los 10 guardaespaldas que aún estaban distantes cargar el cuerpo del joven líder ahora herido, para transportarlo al Asentamiento.
Kamokac, muy preocupado, quien si conocía a todos los moradores del Asentamiento, ahora todos ocupados en sus labores asignadas y recordó que la instructora, también era una experta en el uso de los brebajes para curar heridas de víboras, ya que en una oportunidad según le informaron salvó la vida de Zankoc, que en un ataque algo parecido sufrió la picadura de una víbora que le arrojaron sus enemigos en un combate.
Kamokac, se adelantó y fue corriendo al campo de las cosechas donde trabajaba la instructora, ella ya se había repuesto del castigo que le impuso Siekik, quien al encontrarla le dijo:
--- Mujer, vamos a las cocinas, necesito tu apoyo para un brebaje (infusión) para curar la picadura de un coral que le atacó al joven líder Siekik en las planicies, sus guarda espaldas lo transportan al Asentamiento.
La instructora, olvidó los rencores y reaccionó de inmediato y le contestó:
--- Oh Gran Líder, permítame ir a mi dormitorio, por que allí están las hierbas, que hay que hervirlas algunas y las otras para mojarlas y elaborar una torta (pasta molida)para aliviar la herida.
Kamokac, le respondió:
--- Vamos mujer, tenemos que salvar la vida del líder..............................
Continuaremos...........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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