domingo, 20 de febrero de 2022

La casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCXLIX .- Rodrigo López Huamán, recobró información de como hacían los rodeos, quien al recorrer los límites encontró hatos de reses que estaban llenas de parásitos; al regresar ya con la noche, dos peones intentaron atacarlo, que al descubrirlos esperó hiriendo a uno de ellos...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el bandolero Rodrigo López Huamán, quien ahora trabaja como caporal de los terrenos de la viuda Edilsa Flores Morocho; él está actuando con toda seriedad en su trabajo, y lo primero que empezó fue conocer los límites de los terrenos y las verdaderas existencias de las cabezas de ganado vacuno, donde comprobó que se estaba ocultando hatos de ganado a la dueña; con la explicación que no estaban para ser llevados a los rodeos, con la visita concluida a la loma donde trabajaba el ahora finado Griseldo, por lo que pensaba que habían otros trabajadores que tendrían conexión con los cuatreros... ..sigamos la historia....

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Rodrigo López Huamán, almorzó con los peones que lo acompañaron a recorrer los límites de los terrenos, él siempre conversaban haciéndoles preguntas inocentes para sonsacarles información con justificada razón; que  suponía que se le ocultaba a la patrona.
Entonces, dándoles confianza, comiendo del mismo mate de la comida, les preguntó:
--- Muchachos, parece que la patrona Edilsa confía mucho en el trabajo de ustedes, pero según comprobamos, ella no tenía todos los datos de la existencia del ganado; ¿Por qué fue esto?
Uno de ellos, le contestó:
---Señor Caporal, la patrona Edilsa, confía mucho en los peones y les cree todo lo que le informan, pero ella nunca supo, que algunos de ellos le tenían codicia al dinero que recibía de los rodeos, pero como ella es buena y generosa no se atrevían hacerle daño.
Otro de los peones, agregó:
--- Cuando venían los cuatreros, siempre nos preguntaban, si ella vivía sola y nosotros les contestábamos que en su casa había mucha gente y como ellos recibían el ganado que les entregaba Griseldo, ya no les interesaba la casa de la patrona.
El tercero, intervino y añadió:
--- Si algo bueno tuvo Griseldo, fue que respetaba a la patrona, por que era el único que iba a su casa, incluso se quedaba a dormir allí, algo que nosotros nunca lo hicimos y como ella siempre nos alimentaba bien, todos la queremos ella es muy buena.
Rodrigo López Huamán, escuchando el respeto y cariño que los peones le tenían a la patrona; si le había sorprendido que ella nunca haya sido asaltada viviendo completamente sola, para él era un misterio que no encajaba con la realidad, ya que pululaban los asaltantes por esas comarcas.
La conversación que era amena y a veces divertida, siguió, ya que era de sumo interés para Rodrigo, que les siguió preguntando, y el primer peón que habló antes, le dijo:
--- Los terrenos de los cultivos que son más distantes, sus pastores nunca supieron que Griseldo era un mañoso (ladrón de reses), ellos lo consideraban como un amigo que se preocupaba por ellos, era muy hábil con el cuerpo que lo cubría; él tenía la venia de la patrona que lo consideraba como su mejor trabajador, nosotros al escuchar ese aprecio sólo nos sonreíamos, nada podíamos hacer para decir la verdad, por que había una amenaza a quien abría la boca.
Rodrigo, le preguntó:
--- Muchacho, si dices que la patrona era generosa, ¿Por qué no le avisaste que Griseldo era un traidor?
El aludido, le respondió:
--- Señor Caporal, le vuelvo a repetir, cada uno de nosotros teníamos una amenaza, que si alguien informaba  a la patrona iba a morir y su familia nunca más recibiría el dinero semanal que nos pagan como jornales, todos nosotros estábamos con miedo y sólo callábamos dejando el camino libre a Griseldo para que haga lo que le venga en gana.
El otro peón, dijo:
--- Algunas noches Griseldo, no venía dormir a su casa, pero tampoco iba a la casa de la patrona, por lo que él, recibía en las alturas a los cuatreros y arreaban ganado sin que nosotros pudiésemos intervenir y como trabajaba sólo, nunca le pudimos controlar su trabajo ni tiempo; eso si los sábados estaba con nosotros conversando y era zalamero para recibir sonriente a la patrona que llegaba para pagar los jornales.
Rodrigo López Huamán, con la información recibida de los peones, más su propia inspección que hizo, él llegó a la conclusión que este rodeo por fin será el verdadero con grandes cantidades de ganado y por supuesto la saca será numerosa; pero, antes había que curar las vacas que estaban llenas de parásitos (garrapatas), por que nunca fueron arreadas, era un descuido premeditado que lo mantuvo Griseldo, que lo desconocían los otros pastores.
Al anochecer, Rodrigo y sus acompañantes llegaron a la playa, allí encontró a su caballo que estaba descansado; pero, por sentido de precaución, él consideró muy riesgoso trotar sólo y pidió dos peones para acompañarlo hasta la pampa larga, por que él presentía, que había algo en el ambiente que no le gustaba.
Los mismos peones, que lo habían acompañado en el día se ofrecieron ir con él hasta la misma casa de la patrona, ellos estaban contentos con su presencia y les pareció un hombre sencillo que les brindó su propio fiambre, ya los demás peones se habían recogido en sus casas.
Rodrigo, ensilló su caballo, montó  y partió con los tres peones que ellos caminaban a pie, salieron de la playa, subieron una cuesta arriba y llegaron a una ladera que se prolongaba a una hoyada y que era corta, pero el sendero del camino era estrecho y no se podía ampliar por el callejón que se había formado por años.
Justamente, a los costados encima de los bordos, estaban dos peones tumbados esperando a Rodrigo para atacarlo y matarlo, pero como no vino sólo, ellos los dejaron pasar, pero no abandonarán su plan.
El plan del asesinato contra Rodrigo, se truncó aquí, la noche se oscureció más, que saliendo al otro lado de la hoyada, empezaba una larga ladera, que Rodrigo consideró como un lugar seguro y dijo a los peones:
--- Muchachos, ya pasamos la hoyada, pueden regresar a sus casas, esta ladera es campo libre que lo considero como seguro, les agradezco su compañía, ¡¡¡ hasta mañana !!!
Pero, uno de los peones, presentía algo en el ambiente y le replicó:
--- Señor Caporal, lo acompañaremos un poco más allá, por que algo no me gusta, en la playa no pude ver  a los dos amigos de Griseldo, por que ellos no están de acuerdo con usted, es más no lo quieren, claro que son buenos pastores, pero hay una conexión con los cuatreros, ellos avisaban a Griseldo, cuando los mañosos(cuatreros) estaban llegando.
Rodrigo, paró las orejas y se dio cuenta que sus presentimientos eran reales; él  no se había dado cuenta de la no presencia de los dos pastores, ni tampoco podía notarlo por que aún no lo conocía bien a todos y esos dos fueron elegidos para el pastoreo de la loma donde lo hacía Griseldo, rara coincidencia.
Entonces, Rodrigo ya seguro con la idea, que habían dos traidores en la playa y que no estuvieron en sus casas, él les contestó:
--- Muchachos, nos regresamos a la playa, por que tengo que estar seguro que cuento con el apoyo de todos, si hay dos peones que no me quieren, conversaré con ellos y tiene que ser esta misma noche.
Pero, ya no iba ser necesario ir hasta allá, por que los traidores, les siguieron los pasos y calculando que estaban en la ladera, ellos aceleraron su marcha y se sorprendieron verlos parados y como la oscuridad de la noche no les permitió calcular las distancias, ellos se habían acercado mucho al grupo, que uno de los acompañantes de Rodrigo, le gritó:
---- ¡¡¡¡ Caporal, apéese hay enemigos que se acercan !!!!
Rodrigo, de un salto se tiró al suelo, como mismo felino, sacó su machete de la vaina que lo llevaba en la cintura y se puso en guardia, pero sus tres acompañantes habían dejado sus machetes en su casa y eso lo sabían los traidores, que también pararon su marcha protegidos por la oscuridad, pero ya fueron descubiertos.
Entonces, Rodrigo con amplia experiencia en muchos desafíos, él se tiró al suelo y estando tumbado, en voz alta dijo:
--- ¡¡¡¡ Traidores, ya los descubrimos vengan por nosotros si son machos !!!!
Los dos traidores, se sintieron aludidos, desenvainaron sus machetes y levantándolos en las manos derechas aceptaron el desafío, sabiendo que iban a ganar, casi corriendo se aproximaron al grupo donde tres hombres no tenían armas, tan sólo el caporal, quien siguió tumbado.
Rodrigo, favorecido por la oscuridad de la noche, esperó al primero que se acerque y éste llegó mirando en el aire y no vio el cuerpo tumbado que al aproximarse el atacante, él levantó su machete y lo puso en punta como si fuese una lanza, que al llegar el primer atacante se ensartó con la punta del machete que lo tenía bien agarrado Rodrigo y se incrustó a la altura de los genitales, ingresando a los riñones, el infeliz dio un alarido así:
--- AAAyyyyyyyyyyyyyyyyyggggggggggggooooooo....
El herido cayó de bruces encima del cuerpo de Rodrigo..............
Continuaremos.................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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