La catástrofe perfecta
Un yacimiento fósil hallado en Dakota del Norte, que contiene animales y plantas muertas y enterradas tan solo una hora después del impacto del meteorito que acabó con los dinosaurios, hace 66 millones de años. El mismo, es el más rico y abundante en especímenes que jamás se haya encontrado, ya que alberga los fósiles de insectos, peces, mamíferos, dinosaurios y plantas que poblaron la Tierra al final del Cretácico.
Foto: Cortesía de Robert DePalma
Peces fosilizados apilados uno encima de otro
La escena sugiere que fueron arrojados a tierra y murieron varados en una barra de arena después de la retirada del seiche.
Foto: Cortesía de Robert DePalma
Yacimiento de Tanis, Dakota del Norte
Walter Alvarez y Robert DePalma en el afloramiento de Tanis en Dakota del Norte.
Foto: Cortesía de Robert DePalma.
Tectitas
Tectitas, esferas de vidrio de 1 milímetro de diámetro recuperadas del lecho fósil de Tanis.
Foto: Cortesía de Robert DePalma
Los fósiles de Tanis
Cola de pez perfectamente conservada de hace 66 millones de años.
Foto: Cortesía de Robert DePalma
La extinción de los dinosaurios y su causa, es uno de los debates más controvertidos que en la actualidad sostienen paleontólogos de todo el mundo. Ahora, Dakota del Norte, en los Estados Unidos, se ha convertido en un nuevo punto caliente de información para alimentar el debate, pues según informa el equipo de científicos de la universidad de Berkeley en el artículo titulado Prelude to Extinction: a seismically induced onshore surge deposit at the KPg boundary, North Dakota que será publicado la semana que viene en la Academia de Ciencias de Estados Unidos, ha sido encontrado un yacimiento fósil que contiene animales y plantas muertas y enterradas tan solo una hora después del impacto del meteorito que acabó con los dinosaurios, hace 66 millones de años.
El mismo, es el más rico y abundante en especímenes que jamás se haya encontrado, ya que alberga los fósiles de insectos, peces, mamíferos, dinosaurios y plantas que poblaron la Tierra al final del Cretácico.
La reconstrucción de los hechos
Todo empezaría con las olas gigantes desatadas por el impacto del meteorito en lo que hoy es el lugar donde se ha realizado el hallazgo, un tsunami de gran magnitud. A ello se le uniría una intensa lluvia de miles de diminutas perlas de vidrio llamadas tectitas producidas por el calor generado por el impacto contra el lecho marino, que podría haber sido tan intensa como para incendiar gran parte de la vegetación en la Tierra. El agua desplazada por el tsunami, y con ella una considerable barrera de arena, se introduciría tierra a dentro invirtiendo temporalmente el curso del río que se encontraba en las inmediaciones. El proceso se repetiría con cada ola generada por el tsunami y el resultado selló con una capa de arena, grava y sedimento aquel mundo de hace 66 millones de años que hoy los científicos han descubierto.
Un cementerio único y fosilizado
Los peces se apilan uno encima del otro y se mezclan con troncos de árboles quemados, ramas de coníferas, mamíferos muertos, huesos de mosasaurio, insectos, la carcasa parcial de un triceratops, microorganismos marinos e incluso algunos amonites. El yacimiento de Tanis fue descubierto por el paleontólogo Robert DePalma en la Formación Hell Creek, cerca de Bowman, Dakota del Norte. Tras 6 años de excavaciones la evidencia parece confirmar las sospechas de DePalma: se trataba de las consecuencias del impacto del meteorito que se produjo al final del Cretácico, el llamado límite K-T, y que exterminó el 75% de la vida en la Tierra.
Este es el primer yacimiento masivo que se ha encontrado asociado al límite K-T, a final del Cretácico
DePalma del departamento de paleontología en el Museo de Historia Natural de Palm Beach en Florida declara en el comunicado de prensa emitido por la Universidad de Berkeley que "este es el primer yacimiento masivo que se ha encontrado asociado al límite K-T. En ningún otro lugar en la Tierra se puede encontrar una colección de fósiles de este tipo y que abarca un gran número de especies de diferentes edades, en diferentes etapas de la vida y las cuales murieron todas al mismo tiempo, el mismo día". "Es como un museo del fin del Cretácico en una capa de un metro y medio de espesor" añade su colega Mark Richards profesor emérito de ciencias terrestres y planetarias de la Universidad de Berkeley.
La catástrofe perfecta
Los científicos han determinaron que los peces no podrían haber quedado enterrados por un tsunami típico, el cual habría tardado en llegar al lugar no menos de 10 a 12 horas tras el impacto, que se produjo a unos 3.000 kilómetros de distancia. En su lugar, argumentan, las ondas sísmicas probablemente llegaron en los 10 minutos posteriores al impacto, en lo que habría sido el equivalente a un terremoto de magnitud 10 u 11, y creando un seiche, es decir una onda estacionaria en el un mar interior similar al ir y venir del agua de una bañera cuando nos introducimos en ella de forma brusca.
"Las ondas sísmicas habrían surgido unos los 10 minutos después del impacto, por lo que fue posible que la lluvia de tectitas se produjera al mismo tiempo", explica Richards. "Estos tectitas, los cuales se habrían precipitado desde el espacio a una velocidad de entre los 150 y 300 kilómetros por hora, pueden observarse en las capas deformadas de lo que habría sido un lodo blando" añade Walter Álvarez, también de la Universidad de Berkeley y quien hace 40 años hipotetizó por primera vez que la extinción en masa de los dinosaurios pudo producirse debido al impacto de un meteorito.
"Puedes imaginarte ahí parado, bombardeado por estas esferas de vidrio", añade Richards. Muchos creen que la lluvia de escombros fue tan intensa que la energía produjo incendios forestales en todo el continente americano, si no en todo el mundo. Además ,"Las ondas sísmicas provenientes del lugar del impacto habrían llegado casi al mismo tiempo que la lluvia de tectites, ese fue nuestro gran avance", añade DePalma.
Iridio: un testigo clave
Fue en 1979 que Walter Alvarez y su padre, se convirtieron en los primeros en reconocer la importancia del iridio que se encuentra en capas de roca de hace 66 millones de años en todo el mundo, proponiendo que el impacto de un cometa o asteroide fue el responsable tanto del iridio en el límite K-T como de la extinción en masa del Cretácico.
El equipo calcula que al menos dos enormes seiches inundaron el yacimiento de Tanis, quizás con 20 minutos de diferencia, dejando unos 2 metros de sedimentos que cubren los fósiles. Pero en relación con la investigación de Álvarez, sobre esta capa de sedimentos se encuentra una capa de arcilla rica en iridio, un metal raro en la Tierra, pero muy común en asteroides y cometas. Esta capa se conoce como el límite K-T, o K-Pg, que marca el final del Cretácico y comienzos del Terciario, o Paleógeno, y relaciona directamente el yacimiento con el impacto del meteorito que golpeó nuestro planeta en lo que hoy es la península del Yucatán.
El yacimiento más importante de los últimos tiempos
Para su investigación el equipo de DePalma también contó con la colaboración de Jan Smit, un profesor emérito de geología sedimentaria de la Universidad de Vrije en Amsterdam, quien es considerado el mayor experto mundial en tectitas. De este modo Smit analizó las tectitas del yacimiento, muchas de las cuales se encontraron, en condiciones casi perfectas, incrustadas en ámbar. "Acudí a Tanis en 2015 y frente a mis ojos DePalma descubrió un tronco carbonizado de unos 4 metros de largo, que estaba cubierto de ámbar y que actuó como una especie de aerogel que atrapó a los tectitas", comenta Smit. "Fue un gran descubrimiento, porque la resina, el ámbar, cubrió las tectitas por completo, y son las tectitas más inalteradas que he visto hasta ahora. Las datamos y pertenecían exactamente al límite KT".
Se tratan de las tectitas más inalteradas que se han encontrado hasta el momento y según la datación científica pertenecen exactamente al final del Cretácico
Las tectitas halladas en las branquias de los peces también son las primeras en su tipo."Los peces pala nadan a través del agua con la boca abierta, y atrapan pequeñas partículas que primero filtran, y luego tragan, como un tiburón ballena o una ballena barbada", apunta Smit. "También capturaron tectitas. Eso por sí solo es un hecho sorprendente. Eso significa que las primeras víctimas directas del impacto son estas acumulaciones de peces", añade. El investigador también advierte que el cuerpo enterrado de un triceratops y un hadrosaurio demuestra sin lugar a dudas que los dinosaurios aún estaban vivos en el momento del impacto.
"Tenemos una increíble variedad de descubrimientos que en el futuro demostrarán ser aún más valiosos", explica Smit. "Tenemos depósitos fantásticos que necesitan ser estudiados desde todos los puntos de vista diferentes. Hasta ahora, habíamos esperado 40 años para que surgiera algo como esto, que bien podría ser único", añade. "Tenemos que ser muy cuidadosos con ese lugar, con cómo lo desenterramos y aprender todo lo posible. Este es un gran regalo al final de mi carrera" concluye el investigador. Walter lo ve con los mismos ojos.
Arturo Sebastián es locura con los dinosaurios y como explica...
ResponderEliminarMuy interesante aprender tantas historias reales
ResponderEliminarMe gustó
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