Tras la derrota de las legiones romanas comandadas por el triunviro Marco Licino Craso en Carras, en el año 53 a.C., los partos hicieron prisioneros a un grupo de legionarios. Muchos años después, su pista reaparecerá en la lejana China.
Fotografía del gran arco de Ctesifonte, la capital del Imperio parto, en el actual Irak, tomada en el año 1932.
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El 9 de junio del año 53 a.C. Roma sufrió uno de los mayores desastres militares de su historia. En el sureste de Turquía, cerca de Carras (la actual Harrán), se enfrentaron dos ejércitos a primera vista muy desiguales. Las tropas romanas, lideradas por el triunviro Marco Licinio Craso, descansaban en la infantería pesada y estaban formadas por entre 36.000 y 42.000 hombres. Plutarco dice que esta cifra incluía siete legiones (unos 28.000 legionarios), 4.000 soldados de infantería ligera y 4.000 jinetes de caballería.
Por su parte, el ejército parto, comandado por el noble Surena, se fundamentaba en la caballería y estaba constituido por un cuerpo de 1.000 jinetes catafractos (caballería pesada) y 9.000 arqueros a caballo. El ataque combinado de la caballería pesada y de los arqueros a caballo partos decidió el choque, en el que murieron unos 20.000 combatientes romanos, incluido el propio Craso.
Busto de Marco Licinio Craso expuesto en el Museo del Louvre en París.
PRISIONEROS DEPORTADOS
La deportación de prisioneros a zonas lejanas era una práctica habitual en los imperios del antiguo Irán.
Moneda de Orodes II invasor de Armenia tras vencer a Marco Licino Craso.
¿MERCENARIOS ROMANOS?
Según cuentan las crónicas de la dinastía Han, en el año 36 a.C. un ejército chino, liderado por el general Gan Yen-shou, emprendió una campaña militar contra los xiongnu, cuyas agresiones amenazaban la seguridad comercial de la Ruta de la Seda. Este pueblo nómada estaba establecido en la región del río Talas, en el Asia central, no lejos de la frontera con el Imperio parto. Durante el ataque a la capital xiongnu, las fuerzas chinas observaron la presencia de un extraño contingente de más de cien soldados de infantería, que defendían una de las puertas de la ciudad dispuestos en una formación semejante a las "escamas de pez". La crónica indicaba, además, que en el exterior de la ciudad se había dispuesto una doble empalizada defensiva de madera.
Durante el ataque a la capital xiongnu, las fuerzas chinas observaron la presencia de un extraño contingente de más de cien soldados de infantería.
Formación en testudo (tortuga) típica de las legiones romanas.
Las crónicas chinas informan asimismo de que los integrantes de este extraño destacamento sobrevivieron a la toma de la ciudad y, debido a la bravura mostrada en el combate, los chinos decidieron emplearlos en la defensa de sus propias fronteras. Por ello los trasladaron al asentamiento de Liqian, cerca de la actual Zhelaizhai, en la provincia china de Gansu. Como prueba de este desplazamiento se alega el mismo nombre de la población, Liqian, que podría hacer referencia a Roma (los chinos llamaban Li Qian al Imperio romano) o también podría ser una pronunciación incorrecta de la palabra legión. También se han esgrimido como prueba las características físicas de tipo occidental existentes entre la población de la zona, como narices aguileñas, cabellos rizados, de color castaño y pelirrojo, o la existencia de personas con ojos azules o verdes pese a que de hecho Liqian fue destruida en el siglo VIII en un ataque llevado a cabo por los tibetanos.
EL MISTERIO CONTINÚA
La hipótesis planteada por Homer H. Dubs y desarrollada por algunos estudiosos no ha sido aceptada por todos los especialistas. Se ha señalado que la teoría se apoya en indicios indirectos y circunstanciales, y se destaca en particular que no existe ningún vínculo directo que relacione a los prisioneros de Carras con el extraño destacamento de soldados que defendieron la capital xiongnu y la posterior fundación de Liqian.
No existe ningún vínculo directo que relacione a los romanos con el extraño destacamento de soldados que defendieron la capital xiongnu.
Legionario romano contemplando el horizonte tras una batalla
Así, la referencia de las fuentes chinas a una unidad de soldados que luchaba en formación de "escamas de pez" tan sólo indicaría la presencia en la defensa de la capital xiongnu de tropas desconocidas para el ejército chino. Asimismo, el uso de empalizadas defensivas dobles no sería algo exclusivo de las legiones romanas. Tampoco está claro el significado del término Liqian o Li-chien en las fuentes chinas antiguas: podría hacer referencia a diferentes lugares del Próximo Oriente o de Asia, como la ciudad de Petra, las regiones de Media e Hircania o a alguna de las diversas Alejandrías fundadas por Alejandro Magno en el siglo IV a.C., aunque lo más seguro es que designara lo que para los chinos era el extremo y desconocido Occidente.
Por lo que respecta a la ascendencia romana vindicada por los habitantes de la región de Zhelaizhai, los recientes estudios genéticos llevados a cabo en la zona parecen refutar ese vínculo. Así pues, el destino final de la legión perdida de Craso sigue, a día de hoy, envuelto en el misterio. Un final, el suyo, que sólo podrá resolverse con el descubrimiento de nuevas evidencias históricas y arqueológicas en el futuro.
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