Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el caporal Jacinto Pérez Maza, quien tenía el presentimiento, que el grupo de jinetes desconocidos, que cruzaron en día claro, por el sector de Loma Vieja, ellos eran bandoleros; él, ya tomó la decisión de hacerles frente, incluso ya llegó acompañado de sus tres jinetes macheteros; ya conversaron con Gaspar, quien es el responsable del sector y le ordenó convocar a los pastores más duchos, para entrenarlos y luchar con ventaja contra los desconocidos asaltantes.... ..sigamos la historia.............
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria.
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Jacinto Pérez Maza, sabía con experiencia propia, que ese grupo de jinetes eran bandoleros; por que en una oportunidad hace muchos años atrás, cuando el frisaba los 18 años de edad y que estaba participando en sus primeros pininos como asaltante, acompañando a un viejo bandolero, que tan sólo lo conocían: "Jinete que pega fuerte"; Jacinto llegó por fruto de la casualidad, por que en su casa hizo graves travesuras y su padre le iba a castigar, él huyó sin rumbo conocido, llegó a una hoyada y se encontró con los bandoleros, quienes descansaban esperando la noche.
Pero, el jefe "Jinete que pega fuerte", cambió de opinión y fijó sus ojos en el joven recién llegado y le dijo:
--- "Muchacho, te doy la oportunidad de ser nuestro compañero; pero, tienes que demostrar, que tienes agallas (valentía) y mucha picardía (astucia), para que en este momento vayas a subir cuesta arriba hasta llegar a una pampa, allí hay una enorme casa - hacienda, rodeadas de hombres armados, tu no vas hacer nada; simplemente pasas trotando y con disimulo cuentas cuantos hombres custodian la casa, si intentas pararte les dices, que eres un pasajero en trayecto al Ecuador.
El "chibolo" Jacinto Pérez Maza, aceptó el reto y montando el caballo del jefe, emprendió la trotada cuesta arriba hacia la casa - hacienda, efectivamente llegó a ese sitio, siendo las 13:00 horas, los vigilantes almorzaban, y como él tenía hambre, se atrevió cruzar el patio, de inmediato cuatro hombres soltaron su comida y fueron a su encuentro, frenó su caballo y les preguntó por un lugar ecuatoriano, los hombres armados le contestaron que no conocían ese lugar y uno de ellos con actitud generosa, le dijo:
--- "Apéate hombre para que comas algo"
Ellos le dieron almuerzo, quien aprovechó para contar a 18 hombres armados que eran los custodios de la casa - hacienda.
Después del almuerzo, él conversó un rato con ellos y les dijo que se desanimó para ir al Ecuador y que se regresaba a su tierra, pues, nadie lo vio como un sospechoso, siendo muy joven, con esa información el jefe le dio unas palmadas sobre la espalda y le dijo:
--- "Muchacho, demostraste coraje, tu futuro será de muchas peleas y en todas triunfarás, yo tengo muy buen olfato y tal vez termines como dueño de enormes extensiones de tierras (hacienda)."
Jacinto Pérez Maza, recordó como si fuese ayer, esa premonición de su futuro que la vaticinó el jefe "Jinete que pega fuerte"; ya que él, estaba a punto de ser el novio oficial de la señorita Melania Valverde Torres, hija del hacendado Miguel Valverde Torres, todo indica que el destino estaba a favor del caporal.
Volviendo a la historia, tal como lo había previsto el caporal Jacinto Pérez Maza; el supuesto jefe de los asaltantes, muy contento con la información que le dieron los "exploradores", por lo que puso en marcha un plan para asaltar la casa - hacienda, lo harán en la noche, teniendo la sorpresa como su arma decisiva, ya que ellos creían que nadie los haya visto tan sólo como unos "inocentes" transeúntes de paso a su destino; era su objetivo cruzar como desapercibidos, y vaya que casi lo lograron, sino fuese sido por el pastor de la loma del enfrente, que si los detectó.
Entonces, el caporal, pensando igual que los asaltantes, fijó su mirada en Gaspar y le dijo:
--- Gaspar, prepara a los muchachos armados con machetes y puñales, que mañana en la noche cubrimos la loma saliente, por donde llegaron los desconocidos jinetes, esa es la ruta de los asaltantes, donde se dieron el lujo de pasear de día claro por las narices de ustedes y regresaron por la noche, sin que nadie los observe; pues, demostraron que son inteligentes; pero, nosotros ya estamos siguiéndoles los pasos.
Gaspar, quien ya perdió el sueño de media noche y tenía que prepararse para luchar, le respondió:
--- Señor caporal, esta noche nadie se moverá, y mañana si estaremos listos para pelear contra los bandoleros.
El caporal, se sonrió y le replicó:
--- No Gaspar, decir mañana es muy tarde, en este mismo momento, tienes que prepararte, tu conoces a los mejores macheteros que hay en este sector, ve a despertarlos para entrenar junto con mis jinetes macheteros, tenemos que adelantarnos conociendo el terreno para caminar de noche, por que en esas horas se peleará contra los asaltantes desconocidos.
Gaspar, tuvo que ir a las chozas para despertar a los pastores más aguerridos, informándoles que en cualquier momento nos atacarán los bandoleros.
Después de la media noche, reunidos todos los pastores macheteros, el caporal dirigiéndose a Gaspar, le dijo:
--- Gaspar, tu con tus macheteros y sus armas desenvainadas van ir por el camino que se ingresa a este sector desde las lejanías y nosotros les seguiremos e iremos a la retaguardia.
Jacinto Pérez Maza y sus tres jinetes, les siguieron, por que ellos conocían el camino, y cuando se llegó a los límites, ya eran las 04:00 horas de la madrugada, allí comenzó el entrenamiento con los jinetes macheteros montados en sus caballos, que eran a quienes derribaban de sus monturas, se hizo con tanto realismo que lograron derribar a los tres jinetes, felizmente no hubo heridos.
Esos ejercicios, los repitieron una y otra vez, por que se suponía que los bandoleros atacarían desde sus monturas; el adiestramiento les permitió a los pastores conocer todos los trucos de ataque y defensa al mismo tiempo.
Ya amaneció, el entrenamiento fue riguroso, por que la pelea será cuerpo a cuerpo; para algunos pastores, les fue fácil adaptarse, por que recordaron las peleas que tuvieron cuando recuperaron las 40 reses.
Entonces, Jacinto Pérez Maza y Gaspar, como jefes de los pastores, se pusieron de acuerdo en regresar al asentamiento para que coman y seguir con los entrenamientos durante todo el día.
Mientras tanto, en el bando de los asaltantes, que estaban muy lejos aproximadamente a 5 horas de viaje, ellos se pusieron de acuerdo que durante la noche se hará el asalto; pero, ellos no tenían una información de la casa - hacienda, sólo conocían el sector de Loma Vieja,, por lo que el jefe les dijo:
--- Muchachos, ustedes ya conocen las chozas de los pastores, tienen que entrar sin hacer ruido a la primera choza que aparezca, aprehenderán al hombre, le tapa la boca con un pañuelo y lo amarran los brazos, y él será el guía que nos llevará a la casa - hacienda.
Uno de ellos que estuvo como explorador, le replicó:
--- Jefe, creo que ir atrapar a un pastor será un error y nos descubrirán, yo puedo llegar a la casa - hacienda, el camino es llano, si lo vi muy bien cuando estuvimos por allí, yo seré el guía.
El jefe se puso a pensar y le preguntó:
--- Oye hombre, si tienes los cojones de ser nuestro guía, dime. ¿Cuál es la hora más certera para el ataque?
El corajudo bandolero, tosiendo como quien despeja la garganta, le respondió:
--- Jefe, nadie puede predecir la mejor hora para atacar; por que las casas - hacienda siempre tienen vigilantes y creo que la casa - hacienda de "La Encalada vieja", no tiene vigilantes, por que ellos creen que teniendo un caporal temible, nadie se atreverá atacarlos, así se oyen las voces que escuchamos por allí.
El jefe, con la seguridad que tendrán éxito, les dijo:
--- Muchachos, esta noche dejaremos de ser pobres, iremos con todo, vamos a salir a las 18:00 horas (hora de la oración) y llegaremos aproximadamente a las 02:00 horas de la madrugada, será una sorpresa total que nadie se atreverá a detenernos.
Por el otro lado, Jacinto Pérez Maza, pasó el día entrenando a los pastores; después del almuerzo, mandó a sus tres jinetes que duerman, por que ellos no habían descansado, lo hicieron en la casa de Gaspar.
Siendo, aproximadamente las 18:00 horas (hora de la oración), rara coincidencia con la salida programada por los asaltantes; salieron Jacinto, Gaspar, los tres jinetes y 15 pastores del sector Loma Vieja, todos caminaron hasta llegar a los límites que les demandará un tiempo aproximado de 3 horas de caminar en noche oscura.
En el otro lado, de acuerdo a lo planeado salieron a las 18:00 horas, 12 jinetes completamente armados con machetes y navajas de bolsillo; ellos se habían preparado con mucha anticipación, si no llegaron a las cercanías de la casa - hacienda; tenían suficiente información que les anticipaba una exitosa escalada por que ellos seguían creyendo que no fueron detectados y las defensas de la casa - hacienda estarán con la guardia baja.
Pues, según sus cálculos, si tenían razón, por que efectivamente había un exceso de confianza en la casa - hacienda, que no tenía vigilantes nocturnos, era un grave error de Jacinto Pérez Maza; que si, se dio cuenta y por esa razón se anticipaba y los enfrentará en un encuentro antes que pisen los terrenos de la hacienda; siendo él un antiguo bandolero, era su experiencia que la estaba aplicando.
Los pastores caminaban lento, por la oscuridad de la noche, varios de ellos se tropezaron, por que el camino era pedregoso; pero, esos pequeños incidentes no les amilanaba, su optimismo era muy alto, sintiéndose apoyados por el caporal, a quien le tenían confianza que los dirigirá en esta aventura; por su puesto, nadie puede predecir que tanto de preparación contaban los bandoleros y ellos tenían la ventaja que eran jinetes, cuyos caballos estaban acostumbrados a los asaltos....................
Continuaremos....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor deja tus opiniones, comentarios y/o sugerencias para que nosotros podamos mejorar cada día. Gracias !!!.